Hola! Bueno, este es mi primer fic en serio, e escrito mas pero este le voy a terminar, no solo lo escribo yo, si no que es conjunto con una amiga que va a clase conmigo, espero comentarios :)
Este capi es un pequeño adelanto, simplemente para ver si gusta, esta situado después de que Castle descubriera que Kate sabia lo del cementerio... pero antes de Always. Reviews!
Era la noche más oscura que la pequeña ciudad había presenciado nunca y muy pocas personas aparte de ella estarían contemplando la oscuridad, sentada bajo el gran ventanal alumbrada por las suaves llamas de la chimenea, observaba los copos acumulándose en el alféizar exterior de la ventana.
El invierno era duro, insoportable en ciertos momentos, el frío de la casi diminuta ciudad a las afueras de Moscú es penetrante, llega a tus huesos y se hospeda hasta que, si tienes suerte, puedes hallar algo de calor y por suerte ella estaba en casa sintiendo el calor dentro de si.
Echaba de menos el invierno de Nueva York, echaba de menos su loft, los enormes rascacielos y la comisaría, se sentía culpable, culpable después de todo lo que había discutido con sus antiguos compañeros y amigos, añoraba a su padre y lo único por lo que seguía adelante, era por ella, y así sentada en la pequeña alfombra, se da cuenta de que por muy débil que ella a si misma se vea, es mucho más fuerte, y toda su fortaleza, llega desde el pequeño ser que fue parte de ella, que estuvo dentro de ella, todo lo que puede aguantar en su día a día, todo por lo que Edik la ha hecho pasar desde hace ocho meses, todo es por ella y desearía poder huir volver a escapar como sucedió hace año y medio en Nueva York.
Un llanto la saca de su ensoñación, y velozmente se dirige hacia en pequeño cuarto pintado en tonos pastel, allí, roja por el llanto se encuentra su querida hija, la personita más importante del mundo para ella, la pequeña Alison mira a su madre con sus ojos azules muy abiertos y deja de llorar cuando esta la coge y la balancea un rato entre sus brazos, el bebe sonríe y ese simple gesto provoca una de las pocas sonrisas que Kate ha podido reflejar en su rostro durante los últimos meses.
Acuesta a la niña y decide, muy a su pesar volver a la cama dónde está roncando su prometido Edik quien ni se ha inmutado de que ella lleva horas fuera de su habitación meditando que hacer para acabar con todo el sufrimiento que el mismo la provoca voluntariamente todos a cada uno de los días desde que Alison nació.
-No, no puedes hacer eso, no a ella! No la toques ni un pelo, a ella no, a mi hazme todo, absolutamente todo lo que quieras pero a ella no por favor.
Gritaba Kate mientras unas lágrimas rebeldes se escapaban de sus ojos y recorrían sus enrojecidas mejillas.
Edik levantó su mano y agarró a Kate del cuello, la levanto y, sosteniendo sus brazos con la otra mano, la movió con facilidad, gracias a su corpulencia y fuerza. Kate deseó haber escogido a otro hombre, uno que no estuviera tan musculado, así, en estos momentos tendría alguna posibilidad de zafarse de su agarre, aunque, ¿Cómo iba a pensar ella que, el que se aseguró tanto de traerla hasta Rusia para poder alimentarla a ella y a su hija en común y que no las faltara de nada, resultaría ser un maltratador?
Hace tres días que trajeron a la pequeña Alison a casa y ese era el segundo que el intentaba agredirla y Kate se lo impedía, posicionandose entre él y su precioso bebe para evitar que le agreda y, tras eso, pegándola y haciéndola daño físico y psicológico. -¡Como narices osas interponerte entre mí, mi hija y yo, es mía y puedo pegarla o matarla si quiero y tu no eres nadie para evitarlo puta!
Edik soltóó a Kate en el suelo de manera brusca y comenzó a pegarla varias veces hasta que perdió el conocimiento.