Capitulo 4 :)
Nunca tuvo miedo a las alturas y nunca se había asustado por el hecho de viajar no era de esas personas fatalistas que ante el hecho de subir a un avión sudaban temblaban y parecían poseídas por Dios sabe que, aun así, no podía evitar sentirse asustada, lo que estaba a punto de hacer, ya que el avión no había despegado todavía, aparte de parecerla lo correcto lo veía como una locura, estaba muerta por el hecho de que en cualquier momento Edik podría aparecer por ese avión y si así sucedía, estaba segura de que ni ella ni Alison vivirían para contarlo.
La aguda vocecilla de la azafata les avisó del inminente despegue y les impuso, ponerse el cinturón de seguridad.
El cielo estaba oscuro, unas suaves nubes se veían desde la ventana del avión, una música relajante sonaba proveniente de los auriculares del hombre a su izquierda que se encontraba totalmente dormido.
Ahora, se encontraba surcando el cielo dentro de aquel aparato mecánico y sintió una fuerte presión en el estómago, esa sensación de estar haciendo lo correcto y aún así, tener pavor a lo que pueda pasar, a las consecuencias que incitaría el volver a Nueva York.
¿Qué podía hacer en el momento en el que llegara?
¿Dónde iba a ir? Demasiados interrogantes que cubrir y no tenía respuesta alguna.
Unas horas pasaron y la azafata salió avisando la llegada, el aterrizaje y por supuesto los cinturones de seguridad, que debían ser puestos.
Cuando el avión paro, se bajó a toda velocidad de el con Alison en brazos, saco del bolsillo de la cazadora el poco dinero que tenía, suficiente para pedir un taxi hasta su antiguo apartamento y se dirigió a pedir uno.
El taxi apestaba a tabaco y algo como ¿Comida China? No estaba segura pero resultaba algo repugnante, le dio la dirección al conductor y se acomodó en el asiento.
En unos eternos minutos ya había pagado al taxista y estaba fuera de ese horroroso taxi, ¿Y ahora qué? Ella había pedido un taxi hasta allí porque no sabía a donde ir pero su antiguo apartamento era propiedad de una encantadora familia a la que se lo vendió.
Miro a su niña, no iba a permitir que ella durmiese en la calle y no tenía dinero ni para comer, asi que mucho menos para un hotel.
Ando y ando hasta que inconscientemente se encontró en casa de Lanie, sabía que ahora la odiaba y que cuando la viera en la puerta se la cerraría en las narices, pero tenía que intentarlo, quizás cuando viese a Alison las dejaría entrar y dormir en un sitio caliente.
Llamo al ascensor pero estaba roto así que no la quedo otra que subir por las escaleras hasta el sexto piso, llego al rellano y observo la puerta de la casa de su antigua amiga y confidente, con una suma lentitud se dirigió hasta ella y tras dos o tres intentos de llamar al timbre, llamo, escucho las pisadas que provenían del interior de la casa y espero pacientemente pero con un cierto nerviosismo.
Lanie abrió la puerta y se quedó estática, no movía ni un musculo, es verdad que estaba enfadada con ella pero, ¿hasta qué punto? Eran amigas y ¿eso era un bebe?
Tras varios minutos Kate hablo, -Se lo que piensas de mi ahora, sé que me fui y que habíamos discutido, pero no tengo donde quedarme y…-Lanie no la dejo terminar, la agarro con cuidado de un brazo y la metió en casa.
La casa no había cambiado en nada, estar ahí de pies la recordaba los momentos increíbles que había pasado junto a su amiga y todos los cotilleos que se habían contado.
-¿Cómo es que has venido? –Hablo Lanie tras asimilar que Kate y un bebe estuviesen en su casa.
-Yo… necesitaba un sitio para dormir y… pensé en ti, sé que estas enfadada pero no podía dejar que durmiese fuera. -Dijo mirando a Alison que estaba dormida entre sus brazos.
-¿Es tu hija? Se parece un poco a ti.
-Lo es
-Vamos pósala por ahí para que descanse, tenemos mucho de lo que hablar ah y quítate ese pedazo de abrigo trae. –Dijo Lanie acercándose a coger el abrigo de Kate para colgarlo en el perchero.
Y entonces lo vio, cuando Kate se estaba quitando el abrigo, las mangas del jersey se levantaron dejando ver un poco más arriba de las muñecas, Lanie miro horrorizada los moratones y heridas que su amiga tenía en las muñecas.
-¡¿Quién te a hecho eso?!
-Es una historia muy larga Lan, agradecería que lo dejaras para mañana.
-Bien, pero al menos déjame curarte.
-No es necesario…
-Nunca pensé que diría esto pero… quiero que te desnudes.
Lentamente Kate fue dejando al descubierto todas las marcas que el desgraciado de Edick le había hecho a su amiga.
Los ojos de Kate se llenaban de lágrimas viendo las expresiones que su amiga tenía escritas en su rostro, ella sabía que todo lo que la había hecho Edik era horrible, pero no sabía cómo reaccionaría una persona que viera las marcas que los maltratos de este habían dejado en el cuerpo de la chica.
Lanie fue a por el botiquín y curo minuciosamente las heridas de Kate una a una, la dejo una camiseta grande que usaba para dormir con el fin de que Kate se la pusiera a modo de pijama y fue donde Alison para ver si ella también tenía alguna marca, con alegría descubrió que no, gracias a Dios la pequeña no había sufrido ningún tipo de maltrato.
Lanie le preparó un café a Kate y se lo tendió a esta, Beckett saboreo el café y le agradeció con la mirada a su amiga.
Kate se sentó en el sofá donde entre unos cojines a modo de protección se encontraba Alison y la acaricio la cabecita susurrándola que por fin eran libres, mientras tanto, Lanie arreglaba la habitación de invitados para que Kate y Alison durmieran en condiciones.
Cuando Lanie bajo, sonrió al ver a su amiga en ese modo maternal, Alison había despertado y Kate la estaba amamantando.
Kate miro a Lanie y la sonrió, esta por su parte se acercó hasta ellas y agarro la mano de Kate dándola a entender que el pasado no importaba, y que ella estaría siempre con ella en todas y cada una de las cosas que necesitase.
Kate, al fin estaba feliz, ahora gracias a Dios tenia alguien que la quería y se preocupaba por ella y por su hija, Lanie era de las mejores personas del universo, la quería y la había echado tanto de menos… Que no recordaba la última vez que se había sentido feliz y como en casa, que se había sentido querida… Y lo adoraba, adoraba sentirse así, la encantaba.
REEEEEEVIEWS!