"Bueno aquí traigo otra historia, no será muy larga, solo unos cuantos capítulos. Es totalmente AU.
Kate, no es detective, es abogada, Castle es abogado también, pero también es escritor, aunque ambos llevan unos meses si ejercer su profesión, y ambos tienen a sus padres vivos. Esta historia solo se centrara en el momento más crucial de la vida de ellos, el rencuentro con su hija desaparecida. No entrare en detalle sobre la desaparición de su hija. Bueno, espero que les guste, sino ya me lo dirán, cualquier duda que tengan, no duden en preguntarme."

Uno, dos, tres- "tengo que contar mientras recibo los golpes que me está propinando mi padre, mientras que mi madre le observa, con un cigarro en sus manos, el humo llega a mi olfato invadiendo mis pulmones, provocando una horrible tos en mi y la pregunta que siempre habita mi mente aparece ¿Por qué a mí? pero como en muchas otras veces, no tengo respuesta "Cuenta" grita mi padre mientras vuelve a azotarme con el cinturón, y yo le obedezco. No sé, que he hecho, que he dicho ¿será por lo que he pensado? me he preguntado esto último, puede que sea un motivo pero las personas no pueden leer las mentes, al menos que mis padres sí, ya que lo único que hago es pensar, bueno es lo único que puedo hacer, sin hacer que se molesten, pienso que, necesito amor, quiero amor, ese que veo en muchos padres menos en los míos, pero no creo que ese sea un motivo. Respirar ese tal vez sí, porque es algo que he llegado a lamentar y no solo eso, también se lo he escuchado decir a ellos, pero en mi mente de niña de ocho años, que son los que según mis "padres" dicen que tengo, aunque no me sienta como de dicha edad, todavía no hay un ¿Por qué, que me explique todo esto que estoy pasando? Escapar es lo que tengo que hacer huir, de toda esta desgracia de la que soy víctima.

Una hora más tarde y muy adolorida por la paliza que recibido estoy en la cocina preparándoles a mis padres el almuerzo, cuando las cosas deberían de ser totalmente al revés.

En otra arte de la ciudad una pareja se abraza tratando de consolarse una a la otra, hace unos años atrás eran las `personas más felices de la faz de la tierra, tenia consigo a su hermosa hija de casi dos años, su razón de vivir, su ángel, su todo. Pero la vida, un día se la arrebato de las manos, haciendo de su vida un infierno, que solo pudo volver a tomar un poco de color cuando tres años más tarde nació su pequeño hijo, eran felices ahora, ¿Si? pero su felicidad estará completa cuando sepan que fue lo que sucedió con su pequeña ¿Estará viva? ¿Estará muerta? ¿Con quién estará? ¿Dónde estará? son las preguntas que más invaden sus mentes.

-Hoy cumple sus siete años, mi pequeña- dice la mujer con lágrimas en sus ojos - y yo tengo cinco sin poder tenerla, sin decirle cuanto la amo - un grito ahogado sale de su garganta e inunda la habitación de su pequeña, que aun sigue como si ella estuviera ahí.

-Yo también la extraño cariño- dice su esposo, desesperado, frustrado por no tener la más mínima pista de su hija en cinco años y medio que han pasado-Salgamos de aquí -le pide a su mujer, sabe el daño que les provoca a ambos estar en esa habitación.

-No quiero, quiero estar un rato mas aquí- dice con voz ronca por el llanto.

-Cariño, no podemos estar aquí- dice con lágrimas y se dirige con ella hacia fuera de la habitación. A costa logro sacarla de ahí, ahora están con su hijo menor de tres años, su hijo, ha sido un salvavidas para ellos después de varios años pensado si querían tener otro bebé, con el miedo de que con la llegada de otro hijo, olvidarían a su pequeña hija, pero fue todo lo contrario, tener a Max les dio más esperanzas de que algún día volverían a tener a su hija con ellos, se permitieron reír más a menudo, se permitieron ser un poco más felices, por ellos, por su familia.

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"Escapar, esa palabra ha estado rondando en mi cabeza, quiero hacerlo, pero tengo miedo, miedo de que me descubran, de que me encuentren y mis castigos sean peores, pero de nada sirve de que me quede en esta casa un día más, no se a donde iré, pero de seguro que en un lugar lejos de este lugar, de mis padres, estaré mejor, no más golpes, no mas gritos, el alimento no es una escusa para mí, no es que reciba mucho aquí, así que eso no me detendrá, me levanto de mi pequeña y dura cama en busca de mi mochila, pongo en ella todo lo que puedo y luego la cierro, me dirijo a la puerta abriendo muy despacio por temor a que ellos estén cerca, pero no están, suspiro aliviada y me dispongo a cruzar el pasillo, cuando una conversación entre mis padres me detiene."

-Sabes algo acerca de los padres- escucho decir a mi papa, pero no se quienes se refiere.

-No mucho, pero sabes qué día es hoy, así que puede que sepamos algo de ellos.

-Nunca van desistir, es que nunca se harán a la idea de que para ellos Amalia o mejor dicho Esther como la conocemos nosotros, nunca a volver a ellos.

"¿Todo es muy confuso? ¿Quién es Amalia? porque Esther, esa soy yo, pero ¿porque ha dicho que mi nombre no es ese, sino Amalia? Sé que tengo que irme si no quiero ser descubierta, pero la conversación que tienen me impide a que siga mi camino."

-Este ha sido el mejor plan que hemos tenido, robar a una niña de los brazos de sus padres es lo mejor que se nos pudo a ver ocurrido, para cobrar la herencia de tu tío, aunque no, nos haya durado mucho.

-Sí, pero, siempre que queremos no las desquitamos con ella, ese es su castigo por todo lo que hemos pasado.

"¿He escuchado bien? ¿Ellos me separaron de mis padres? ¿Quiénes son mis verdaderos padres entonces? ¿Porque no los detuvieron? ¿Por qué no han venido por mi?" Me pregunto.

-Ellos no son mis padres- digo bajito y siento como algo en mi interior me llena de esperanzas. Me acerco más a la puerta para escuchar mejor.

-¿Sabes que se me acaba de ocurrir para recuperar algo de lo que hemos perdido?- pregunta él.

-No.

-Pues vamos a tomarle el pelo a esos ilusos, vamos a contactar con ellos y decirles que les devolveremos a su hijita.

"Ahora quiero escapar lo más rápido que pueda, me alejo con cuidado de que no me escuchen y llego a la puerta de la entrada, al abro silenciosamente y salgo corriendo lo más rápido que mi piernas adoloridas me permiten".
"No se quienes son, no como se llaman, donde viven, nada, no sé nada de ellos, solo sé que son mis padres y que quiero encontrarlos.