Sin arrepentimientos.

Los últimos acontecimientos con Levi invadían sus pensamientos, había pasado ya un par de semanas desde que había confesado sus sentimientos al sargento y las cosas "habían vuelto a la normalidad" solo que, lo que nadie sabía era que cada día que pasaba, la indiferencia del hombre de cabello azabache la mataba más y más.

¿Por qué tenía que pasar por eso, otra vez? Primero Eren y ahora el sargento.

Hacía mucho rato ya desde que se había quedado sola en el comedor, todos los demás se habían ido, su plato seguía intacto, solo había jugado con el contenido con su cuchara, el guisado estaba frío, pero no le importaba, no tenía hambre, lo único que quería de verdad era estar sola.

Su juventud le pesaba, le pesaba demasiado, qué no daría por ser más lista, más preparada, más madura… Daría lo que fuera por ser digna de él. Levi era mucho para ella, esa fue la conclusión a la que llegó.

Pensaba eso cuando un joven de ojos dorados se sentó a su lado sin hacer mucho ruido para no interrumpir sus pensamientos, el chico observó su plato intacto, frunció el ceño en señal de desaprobación y dio un breve resoplo, ante ese sonido la azabache salió de sus cavilaciones y se dio cuenta de que tenía compañía.

"Jean…"

"Estaba preocupado porque no fuiste al entrenamiento después de comer, nunca te habías saltado uno, fui a buscarte a los dormitorios y a la enfermería y al no encontrarte vine como última alternativa aquí, no esperaba encontrarte, quería hablar con la señora de la limpieza y preguntar si te había visto después de que todos habíamos salido, pero entro y te encuentro aun con tu plato de comida, intacto, y tú totalmente fuera de este mundo."

"No tenía apetito."

"Ya me di cuenta Mikasa, pero, una cosa es no tener apetito y otra muy diferente es estar divagando quien sabe qué cosas durante horas sin moverte."

"No he tenido un buen día."

"Quisiera saber qué es lo que hay en tu mente ahora." dijo realmente preocupado el castaño, Mikasa lo miró un poco apenada, sabía de sobra lo que ese chico sentía por ella y se lamentó por no poder corresponder, las cosas serían muy diferentes con él, era un buen chico, la respetaba, era maduro, muy inteligente, tenía un gran corazón y ponía gran empeño en superarse.

"Jean, ¿por qué sigues?"

"Sé a lo que te refieres… en primer lugar, porque es inevitable, puedo decir que ya estoy resignado a que las cosas nunca van a cambiar a mi favor, sin embargo, eso no significa que mis sentimientos vayan a cambiar, me importas, y me gustaría saberte siempre feliz. En segundo lugar, le da un sentido a mi vida ¿sabes?, luchar por la humanidad debería ser suficiente, pero para mí no lo es, tengo la fantasía de unos años más adelante regresar a una casa en la que me esperas junto con un niño inquieto que se quiere trepar por mis piernas, pero sé que no sucederá…" dijo mirándola con una sonrisa triste "Y en tercer lugar, porque quiero hacerlo. Así de simple."

"Me gustaría que las cosas fueran diferentes."

"Lamentablemente no es algo que podamos decidir nosotros."

"Lamentablemente…"

"Bien, ¿me dirás qué es lo que te atormenta?"

"No puedo… no ahora…"

"¿No hay modo en el que pueda ayudarte?"

"Tal vez… ¿cómo me describirías, Jean?" el chico se ruborizó y bajando la vista contestó

"Caray, me pones en aprietos…"

"¿Por qué?"

"Um… bueno… sucede… que no encuentro las palabras adecuadas para describirte, Mikasa"

Por el pasillo que llevaba a los comedores el sargento Levi caminaba a paso apresurado pues tenía ya rato buscando a Hanji. Tenía que darle un recado importante de parte de Erwin pero la "maldita cuatro ojos" tenía la mala costumbre de desaparecerse por horas mientras idea nuevo experimentos para cuando logren capturar algún titán. Al llegar a la puerta que estaba ligeramente entreabierta escuchó una voz conocida.

"¿Palabras adecuadas?" Dijo Mikasa

"Sí."

"No importa."

"¡Por favor! No me hagas hablar… es vergonzoso…"

"Jean…"

"¡Creo que eres la chica más hermosa que jamás existió y difícilmente existirá en la Tierra!" Mikasa se ruborizó y apartó la mirada del chico que la miraba totalmente ruborizado "También pienso que eres una mujer muy inteligente, muy madura y capaz, no por nada fuiste la número uno en nuestra generación y te ganaste el título de la soldado que vale por cien… Por eso también creo que, es justo que tú no me correspondas…" finalizó triste el soldado.

Mikasa levantó su mirada se encontró a Jean agachando su cabeza para ver la mesa frente a ellos, ella instintivamente colocó sus manos en las mejillas del muchacho y lo levantó para que la viera, en la mirada dorada del chico se miraba el dolor que sufría, ¿así se mirará ella? ¿Igual de miserable por no merecer el amor de alguien? Pero, ¿Jean debería sentirse así? Claro que no, ella no merecía tanto anhelo de ese chico, el merecía algo mucho mejor que ella.

Levi no daba crédito a lo que miraba ¿Qué demonios le pasaba a esa mocosa? ¿Tan rápido buscando consuelo con otro?

Jean colocó igual sus manos en las mejillas de la chica y de forma lenta acercó su rostro, Mikasa entendió lo que el chico pretendía pero no lo detuvo y en lugar de eso ella también acercó su rostro hasta que los labios de ambos chocaron iniciando un beso dulce y lento en el que el joven Jean intentaba expresar toda la veneración que le tenía.

Levi estaba a punto de romper sus propios dientes a causa de la presión que estaba ejerciendo, sus puños se apretaron haciendo que sus nudillos se pusieran en blanco y no daba señal de querer detener su fuerza, estaba celoso, mucho, deseaba matar a ese idiota.

Jean separó sus labios de la azabache "Gracias, sé por qué lo hiciste."

"Jean"

"Nunca se repetirá, ¿verdad?" Mikasa bajó su mirada, era cierto, difícilmente se repetiría

"Bueno, podré morir en paz" Mikasa volteó a verlo alarmada "Es solo un decir, no te preocupes." Jean volteo a ver el techo y rio un poco "¿Quién ayudó a quien, eh? Deberías irte a descansar, te ves agotada, lo que sea que esté pasando por tu cabeza te está consumiendo. Yo… les avisaré a los demás que estás bien, un poco indispuesta, pero bien ¿de acuerdo?" Mikasa asintió "Y bueno, lo de hace un momento, quedará como un secreto… yo… me haré a la idea de que fue uno de mis tantos sueños…"

"Gracias"

"¿De qué? No te ayudé en nada…"

"Sí, lo hiciste y también te agradezco que seas como eres" Jean la miró un poco confundido pero después le dedicó una sincera sonrisa, se levantó y se dirigió a la salida contraria de donde estaba un furioso Levi, "En verdad, ve a descansar, yo te disculpo con el sargento Levi" y salió. Solo escuchó su nombre y volvió a sentirse miserable.

"Pobre Jean, no merece esto…"

"¿Qué va a disculpar? ¿Que te quedaste aquí para consolarte con el primero que llegara?" Escuchó decir desde la entrada, levantó la vista y se encontró con el sargento caminando sin mucha prisa y con una sombra bajo sus ojos, conocía esa mirada, estaba furioso. Finalmente el sargento llegó a la mesa y se sentó frente a ella "¿Y bien?"

"¿A qué ha venido?"

"Busco a Hanji pero, me di cuenta de que estabas "ocupada" y decidí no interrumpir."

"Siento pena, por Jean…" Levi abrió sus ojos levemente sorprendido, no se imaginó escuchar algo así después de lo visto "y siento pena por mi…" igual de sorprendido guardó silencio esperando que ella continuara "Comprendo el dolor que le he causado a Jean desde que me conoció, porque es el mismo dolor que siento ahora…" dijo mientras su voz se quebraba en las últimas palabras "Me duele quererlo sargento…" decía mientras unas finas lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas "me duele saber que nunca estaré a su altura… que miré demasiado alto…" Levi se levantó de su asiento "me duele reconocer que usted nunca podrá amar a una mocosa como yo…" y sin que ella lo esperara la había estrechado entre sus brazos recargando su cabeza en la de ella.

"¿Cómo puedes asegurar eso Ackerman?"

"Lo asegura porque tú mismo se lo dijiste, imbécil." Se reprendió mentalmente.

Mikasa soltó su llanto y se aferró a él "Lamento hacerte tan miserable, ahora mismo creo que quien debería sentirse así soy yo, perdóname" Hubo unos segundos de silencio hasta que el sargento lo rompió "Temía que esto pasara, por eso me negaba a aceptar lo que siento por ti Ackerman, dices que no me mereces, pero yo creo que te mereces alguien mucho mejor que yo" Mikasa se apresuró a liberarse de sus brazos y verlo sorprendida.

"Mikasa…" La había llamado por su nombre justo antes de posesionar sus labios y ella correspondió.

"Lo quiero sargento… lo quiero…"

"Te quiero, Ackerman…"

Mikasa abrazó al sargento como si la vida dependiera de ello, él la volvió a envolver en sus brazos y miró el plato en la mesa.

"¿Desde cuándo no has probado bocado Ackerman?"

"Desde que terminamos el entrenamiento de hoy…"

"Perdón."

"No se disculpe, soy yo la que hace estas cosas por lo inmadura que soy."

"Vamos, te acompaño a tu cuarto. Ordenaré que te preparen algo y te lo lleven."

"Pero, sar…"

"No hay pero que valga Ackerman, no permitiré que te enfermes por mi culpa, suficiente mal me siento por haberte hecho llorar."

"Gracias, señor."

"Quiero que esto funcione, quiero llegar muy lejos contigo, lo necesito, quiero creer que aún tengo una oportunidad para ser feliz, y quiero demostrarme que no estoy equivocado al asegurarme que solo será así si estoy contigo, ¿comprendes?"

Por fin el azabache estaba siendo sincero con él y con la joven frente a él.

"Sargento…"

"Ahora, por favor, vamos a que descanses y comas, después hablaremos, ¿sí?"

"Sí, sí sargento" y Mikasa no se contuvo más y besó a Levi, él se sorprendió por la repentina acción de la chica, pero correspondió profundizándolo y haciéndole saber cuánto le gustaba saborear sus labios.

Luego de dejar a la joven cerca de su habitación, este se dirigió a la habitación de Hanji esperando encontrar a la mujer por fin. Tocó antes de abrir y la encontró en su escritorio haciendo dibujos y planos, seguramente un nuevo artefacto para hacer experimentos con Eren.

"Por fin te encuentro, cuatro ojos. Eres escurridiza como una maldita cucaracha."

"También me da gusto verte, Levi." Respondió con sarcasmo.

Levi cerró la puerta tras de sí y se recargó en ella. Hanji dejó lo que estaba haciendo y concentró su atención en el azabache. Levi solo hacía eso cuando tenía un mensaje importante y confidencial por lo que al quedarse en la puerta podía escuchar si alguien se acercaba.

"Parece ser que la chica Leonheart no es la única cambiante infiltrada…"

.

.

.

"Eren ha estado entrenando mucho, seguro podemos hacer frente."

"Sigo pensando que es una misión suicida, Erwin."

"Y es posible que estemos equivocados, aunque, lo dicho por el joven Arlert tiene muchos fundamentos."

"Corremos el riesgo a que pase lo mismo que con la titan hembra."

"Lo sé, Levi pero, es más peligroso seguir con el enemigo infiltrado en nuestras filas."

"Un ataque frontal para obligarlos a revelarse… Muchos morirán."

"Aun así, Erwin tiene razón, Levi."

"Eso no lo discuto. Hablaré con los mocosos de mi escuadrón para ponerlos al tanto de la situación."

"No olvides decirles que no deben hablar del verdadero objetivo de la misión luego de su reunión."

"No lo haré."

Levi dio por terminada la reunión y salió del cuarto de Erwin seguido por Hanji.

"Levi. Te entiendo. Sé que ver morir a nuestros camaradas nunca será menos duro que la primera vez…"

"Son unos mocosos, Hanji… Y están bajo mis órdenes…"

"Están contigo porque Erwin sabe que tienen el potencial…"

Llegando a la habitación de Levi, este invitó a pasar a Hanji.

"Sé que es reciente lo tu antiguo escuadrón y que…"

"Basta, Hanji. Sé lo que vas a decir…"

"Ahora es diferente, ¿no, Levi? Hay una persona que realmente no quieres perder."

Levi solo observó a su amiga sin decir nada.

"Debo confesar que fue una sorpresa para mí descubrir esa conexión entre ustedes pero, me siento feliz por ti."

"¿Por qué habría de hacerte feliz que sienta atracción por una de mis subordinadas? Siempre creí que estabas loca pero esto lo confirma."

"Como sea… Sé que harás lo que sea por mantener con vida a tus mocosos, en especial a ella. Y, verás que permitirte tener esos sentimientos no será una decisión de la que te vayas a arrepentir nunca."

Dicho esto, Hanji salió de la habitación de Levi.

"Esta vez sin arrepentimientos." Pensó observando el cajón donde mantenía guardado el diario de Petra.

.

.

.

.

.

.

Mikasa… Mikasa…

Habían pasado 2 días desde que regresaron de la misión para intentar atrapar a los cambiantes infiltrados. Eren, Armin y Jean no se habían separado de Mikasa desde entonces.

Esta vez el ataque fue peor incluso que la vez de la titán hembra, hubo demasiadas muertes, el coronel Erwin perdió su brazo derecho y por si fuera poco los soldados más valiosos de la humanidad están fuera de combate por tiempo indefinido, o eso es lo que todos en la legión de reconocimiento se aferraban a creer, Mikasa Ackerman estaba gravemente herida y posiblemente habría sido una baja más en el combate de no haber sido por la intervención del sargento Levi, gracias a él ella estaba en el cuartel recuperándose, sin embargo, nadie tenía idea de lo que pasó con el sargento después de haberla salvado.

Mikasa… Mikasa…

La chica de cabello negro abrió pesadamente sus ojos, se sentía agotada, solo deseaba dormir, pero una voz la llamaba incesantemente y eso la perturbaba. Poco a poco su visón fue teniendo enfoque y su mirada negra se encontró con la mirada verde de su hermano

"Eren…" el chico sonrió aliviado, lo había reconocido y eso era una gran noticia.

"Mikasa ¡Haz despertado! ¡Armin, Jean, por fin despertó!" ambos jóvenes se apresuraron a rodear la cama de su amiga.

"Mikasa, qué alegría… por un momento llegué a pensar que ya no despertarías…" decía Armin tratando de no llorar para no perturbar más a su amiga

"Vaya susto que nos diste eh Mikasa… me alegro mucho de que ya hayas reaccionado, nos tenías muy preocupados…" dijo Jean.

La chica los escuchaba pero no lograba recordar nada, no sabía por qué estaba ahí, ni por qué se sentía agotada, solo recordaba estar en batalla, acababa de matar a un 7 metros cuando

Flashback

"¡ACKERMAN!"

Era el grito de la sargento Hanji, Mikasa no se había percatado de que 4 anormales se dirigían hacia ella, en otras condiciones se habría encargado de ellos sin problema alguno, pero llevaban horas de intensa lucha a campo abierto, así que esto significaba el muy probable fin de la soldado, sin embargo no moriría sin antes haber acabado con algún cerdo de ellos, no, moriría luchando, como lo había jurado un tiempo atrás. Activó su DMT y comenzó su batalla final, pudo derribar 2 sin problemas, pero el tercero le causó muchos, agitaba sus brazos intentando sujetar los cables de su equipo y ella a duras penas lograba maniobrar para esquivarlos.

Levi acabó con el último de los 5 anormales que lo habían rodeado, y observó desde la distancia y aterrado lo que le sucedía a su subordinada, estaba en clara desventaja en ese campo abierto y cualquier descuido sería el fin.

"No, ella no…"

No permitiría que eso sucediera, no quería seguir en este mundo cruel si no estaba ella.

Mikasa logró derribar al tercero pero no logró llegar a su punto débil pues el restante no dejaba de atacarla, la sargento Hanji estaba desesperada, su escuadrón aun no lograba acabar con los anormales que los rodeaban y estaba segura que las fuerzas de Mikasa estaban por llegar al límite

"¿Dónde están Levi, Eren?" Pensó.

Finalmente el anormal de 5 metros logró sujetar uno de los cables del DMT de Mikasa, la chica, desesperada buscó deshacerse de su equipo antes de que los movimientos bruscos del titán la hicieran azotar contra el suelo, pero para el momento en que desabrochó el equipo uno de 7 metros la había sujetado, por fortuna aún conservaba sus espadas y logró cortar los dedos del monstruo.

No, no se las dejaría fácil, lucharía hasta agotar su último recurso.

Cayó.

Intentó levantarse rápido pero su pierna izquierda le dolió terriblemente, por lo cual, solo pudo apoyarse de rodillas y con las palmas en el suelo, los anormales se dirigían hacia ella, no tenía escapatoria, ya no contaba con su DMT y con su pierna fracturada no llegaría muy lejos antes de ser atrapada. En los pocos segundos que le quedaban vio su vida pasar por su mente hasta que todo se detuvo en un solo rostro y una petición:

No quiero, escúchame bien: jamás quiero que digas que darías la vida por mí Ackerman, si el mocoso Jaeger no lo merecía, mucho menos yo. Tú vas a luchar siempre solo por tu vida, olvídate de todos los demás, olvídate de mí, solo piensa en ti. ¡Maldita sea! Por lo menos en eso se egoísta, lucha, lucha con todas tus fuerzas, pero hazlo por ti, hasta el último momento, solo hazlo por ti.

"Si supieras, sargento, que todo lo que he hecho desde ese entonces es luchar por mí, con la única esperanza de regresar a usted…" Dijo apenas audible para sí misma.

Finas lágrimas recorrieron las mejillas de la soldado y se levantó empuñando la espada que aún conservaba y caminó hacia los "cerdos". Con sus últimas fuerzas saltó sobre uno de ellos y cortó su punto débil, saltó sobre el siguiente pero una enorme mano ardiente la atrapó en el aire.

"Perdóneme, sargento…"

Levi no creía lo que sus ojos miraban, la chica valientemente había acabado con 3 de los 4 anormales pero la desventaja había sido demasiada, y ahora estaba a punto de presenciar su cruel muerte. Con lágrimas en los ojos y con todo el aire que sus pulmones pudieron almacenar gritó desesperado su nombre.

"¡MIKASAAAAA….!"

Ella giró sus ojos en dirección a él, Levi se acercaba a una velocidad que sólo él lograba con el DMT, entonces el azabache cortó el brazo del titán que la sostenía, acto seguido cortó el punto débil de ese cerdo…

"Muere, bastardo…"

E intentó salvar a la chica de la caída pero a pesar de sus esfuerzos no logró evitar su choque, ella se liberó de la mano que comenzaba a desintegrarse y observaba lo que su sargento estaba haciendo, era el soldado más fuerte en la historia de la humanidad, pero la desventaja del terreno se hacía notar.

"¡Hanji!" gritó mientras maniobraba en el aire: "¡Hanji, salva a Mikasa! ¡Sálvala! ¡Por favor sálvala!"

Ellos no se referían por su nombre frente a los demás, pero ahora él estaba suplicando por que la rescataran.

Hanji escuchó la súplica desesperada de su amigo y de inmediato se dirigió a donde se encontraba Mikasa.

"Sargento… ayude a Levi, por favor ayúdelo, yo perdí mi equipo, por favor…" Mikasa suplicaba a una impotente Hanji: deseaba poder hacer mucho más por los dos, deseaba poder salvar a los dos.

"Mikasa…" Quiso contestar algo la sargento…

"¡Ayúdelo!" …pero la desesperada chica no dejaba de suplicar…

"¡Hanji, llévatela ya!"… y Levi menos.

"¡Levi!" Mikasa trató de decir algo…

"¡¿Qué demonios esperas?!"…pero Levi tenía clara la única salida que tenían…

y al parecer

"Lo siento Mikasa…" Hanji, lo entendió.

"¿Qu…

Un fuerte golpe y después oscuridad absoluta…

Fin flashback

"Oye Mikasa, ¿escuchaste lo que te dije?" preguntó Jean pero sorpresivamente Mikasa preguntó mientras intentaba ponerse de pie llena de angustia

"¡¿Dónde está el sargento Levi?!"

Los 3 chicos se miraron, la pregunta los tomó por sorpresa aunque ellos sabían que la relación entre los soldados más fuertes de la humanidad había mejorado y se habían vuelto un verdadero equipo, sin embargo ninguno de ellos se imaginaba que estaban enamorados, ni mucho menos que llevaban cerca de un par de meses en una relación.

"¡¿Dónde está?! ¡¿Murió?!"

"¡Cálmate Mikasa!" habló Armin "No… no lo sabemos…"

"¿Có... cómo?"

"Mikasa, el sargento está desaparecido" la chica abrió a más no poder sus ojos negros, Armin y Jean notaron la angustia, era la misma angustia que demostraba antes por Eren, incluso, ahora era mucho, mucho más grande…

"¿Dónde está la sargento Hanji? Necesito hablar con ella…" preguntó intentando controlar sus nervios

"No creo que sea…"

"Eren, necesito hablar con ella."

"Yo la buscaré Mikasa, no tardo." dijo Jean y de inmediato salió de la habitación

"¿Cómo llegué aquí?" dijo con la mirada clavada en la cama, Eren por primera vez en su vida comprendió la angustia por la que pasaba su hermana siempre por él. Armin fue el que habló.

"Como sabes, durante esta misión Eren y yo fuimos mandados al frente junto con el coronel Erwin, no alcanzo a comprender cómo fue que nos rodearon tantos anormales a la vez… Supongo que fue algo planeado por Reiner y Berthold, pero no logro comprender cómo… a menos que hubiese alguien más ayudándolos desde afuera…." dijo mientras cerraba los puños por la impotencia

"En esta ocasión no hubo tiempo de realizar un plan de emergencia y tuvimos que luchar solo por sobrevivir, Eren se transformó en titán y luchó, yo, no sé cómo, pero pude sobrevivir a ese infierno, el coronel en un intento de salvar a uno de nuestros compañeros perdió su brazo derecho." Mikasa volteó a verlos sorprendida, ambos jóvenes asintieron, el ojiazul continuó:

"Fue una carnicería Mikasa, más de la mitad de nuestros compañeros en el frente fueron devorados" el chico apretó sus puños "y lo peor de todo es que fue en vano… no logramos el objetivo…" hizo una pausa para recomponerse "Ni Eren ni yo sabemos a ciencia cierta que pasó en tu grupo Mikasa, solo sabemos que un 20% de tus compañeros sobrevivió, incluyéndote a ti, Jean y la sargento Hanji."

Era cierto, en su grupo solo se encontraban Jean y la sargento Hanji de sus compañeros más cercanos. A Levi, Erwin lo había mandado al otro extremo de la formación ¿cómo es que la había rescatado? Quiere decir que… había desobedecido una orden… por ella…

"Solo tenemos conocimiento de que te enfrentaste a 4 anormales, perdiste tu DMT, fuiste rescatada de ser devorada por uno de ellos gracias al sargento Levi y finalmente la sargento Hanji te llevó a un lugar seguro, cuando regresamos al cuartel nos informaron que estabas herida e inconsciente, es todo lo que sabemos." concluyó Eren.

"He aquí la sargento Hanji" dijo Jean quien entraba a la habitación seguido por la sargento.

"¡Mikasa! ¡Qué alegría! ¿Cómo te sientes?" preguntó Hanji, pero la ojinegra dijo:

"Chicos, ¿podrían dejarme a solas con la sargento, por favor?" Los 3 chicos salieron sin protestar. Eren no comprendía la actitud de su hermana, en cambio Armin solo reafirmaba lo que desde hacía tiempo sospechaba y, para Jean, todo estaba claro: la actitud de Mikasa era la misma que anteriormente mostraba en todo lo referido a Eren, solo que ahora era más profunda.

"Por lo menos esta vez es por alguien mejor que yo, mejor que cualquiera…" pensó Jean.

Hanji se había sentado en la cama de Mikasa, esta, tenía flexionadas sus rodillas a la altura de su pecho y las rodeaba con sus brazos

"A estas alturas creo que Ud. sabe mejor que nadie lo que existe entre Levi y yo…" Hanji asintió, Mikasa continuó "¿Dónde está él?"

"No lo sabemos"

"No lo saben o… o sus restos son…"

"¡No! Mikasa… no sabemos nada de él… después de que te rescaté, solo atiné a llevarte lejos de ese sitio. Levi continuó luchando, sin embargo, cuando todo ese infierno terminó y nos reunimos los sobrevivientes, él no apareció, creímos que regresaría en el transcurso del día pero no sucedió. Hoy un grupo salió en su búsqueda pero no encontraron rastros…" Mikasa no aguantó más y sacó su sentir:

"¡Maldita sea!" Gruesas lagrimas comenzaron a correr por sus mejillas "Levi no me puede hacer esto… no puede… él me hizo jurar que todo el tiempo lucharía por mi vida, que no me arriesgaría por nadie que no fuera yo y él hizo lo mismo… sonó egoísta pero era lo justo… y ahora… ahora no sé de él, ¡puede estar tirado en ese infierno y nosotros sin poder recuperar siquiera su cuerpo! ¡Sin poder darle el homenaje que se merece el soldado más valioso!" hizo una pausa mientras trataba de controlar su llanto sin embargo lo siguiente dejó sin capacidad de reacción a Hanji:

"¿Qué estoy diciendo? Yo no quiero su cuerpo para homenajearlo… yo solo quiero despedirme de él, reclamar en su cara que haya roto el juramento ¡maldecirlo por dejarme en este mundo cruel!"

"Mikasa…"

"¡¿En qué demonios estaba pensando cuando me rescató?! ¿No pensó como me sentiría yo después de… de esto?" de pronto se le vino a la mente una frase: "¡Maldita sea! por lo menos en eso se egoísta…" y rio, rio mientras levantaba su cabeza para tomar más aire y continuar sus carcajadas, Hanji solo la observaba asustada, era posible que estuviera perdiendo la razón.

"Malnacido Levi" dijo después de controlar su ataque de risa "Entendí mal su petición… ¿Así que a eso te referías eh Heichou? ¿Sabes qué? ¡Eres un cobarde! Y ¡te odio! ¡Te odio por dejarme aquí! ¡Fuiste un maldito egoísta! ¡Hasta el último momento solo pensaste en ti!" y nuevas lágrimas corrieron por sus mejillas "Maldito seas… maldito… tú no eras a fin de cuentas el soldado más fuerte en la historia de la humanidad… y lo peor de todo, es que yo tampoco lo soy…"

Hanji finalmente decidió abrazar a la soldado, al parecer ya había terminado de expresar su dolor, o por lo menos parte de él, siempre se hizo notar por su frialdad ante todo (menos Eren, claro está) y ahora, la tenía entre sus brazos, reconfortándola por la posible muerte de Levi, hombre que desde el momento que conoció despreció, pero que por azares del destino terminó amando.

"Descansa Mikasa" Dijo luego de varios minutos en silencio abrazando a la azabache.

"Sargento…"

"Dime Mikasa"

"Discúlpeme por la escena de hace un momento… yo…"

"Te entiendo, no te preocupes, pero ¿sabes? Yo aún confío en que Levi Gruñón volverá, quizá en este momento está entrando en las inmediaciones del castillo, entonces espero, y verdad espero que le digas todo lo que me acabas de decir ¿qué se cree? No puede tenerte así" Mikasa sonrió triste, Hanji intentaba darle esperanza, pero Levi era un hombre, un humano como todos ahí y aunque sus habilidades en combate eran extraordinarias en esa ocasión la balanza estaba muy en su contra.

Esa noche después de recibir las visitas nuevamente de Eren, Armin y Jean quienes fueron acompañados por Sasha Connie e Historia (sí, se había revelado que Christa en realidad se llama Historia y que además, era perteneciente a la legítima familia real) y de que entre Armin, Eren e Historia prácticamente la obligaran a comer, la muchacha cabello azabache fue invadida por la desesperación, por primera vez en mucho tiempo sintió miedo, mucho miedo, más miedo del que alguna vez pudo haber sentido desde su nacimiento, Levi no estaba ahí para confortarla, no estaban sus brazos fuertes y suaves a la vez para abrazarla, no estaba su aroma de bosque para relajarla ni sus palabras siempre correctas que la hacían ver las cosas como realmente eran. Se maldijo a sí misma, estaba claro que ya no era una chica que pudiera salir adelante por su cuenta, antes lo hacía por proteger a Eren, después por ella, finalmente y sin darse cuenta hasta ese momento, lo hacía por él, para regresar a él, para estar con él… y ahora él no estaba.

Fijó sus ojos en la ventana, estaba haciendo luna llena y de pronto vio a su sargento recargado junto a la ventana, viendo a través de ella el exterior del castillo, con su semblante permanentemente serio, sin embargo ella tenía el privilegio de verlo relajado, pues Levi quitaba su ceño fruncido siempre que estaba con ella. La luna llena le daba un color azulado a su blanca piel y su cabello brillaba a causa de la misma, la luna le daba una apariencia celestial a ese hombre, igual que el Sol, Dios, ese hombre era perfecto, y ese hombre perfecto la había elegido a ella, no ella a él.

"Levi…" él giró sus ojos a su dirección y sonrió ella iba a levantarse para abrazarlo, sin embargo en cuanto sus pies descalzos tocaron el frio suelo de su habitación él ya se había ido, no duró más de un segundo en caer en cuenta de que solo había sido una alucinación, pues era imposible que Levi estuviera ahí viendo el exterior y sonriendo cuando ella lo nombraba, porque él solo hacía eso cuando ella le pedía que se quedara hasta que se quedara dormida, porque él cumplía con sus caprichos y le otorgaba su espacio, así que no era posible que Levi estuviera en ese momento ahí, porque ella no se lo había pedido… aunque ese momento, era lo que más deseaba.