Buenas a todos, aquí tienen este nuevo Crossover entre Harry Potter y Lost Girl. Será una historia llena de manipulaciones, intriga, política y aventuras. Habrá también mucho sexo y lujuria, con escenas picantes. Lost Girl es una de las series que más me gustan, por lo que decidí esta historia hace tiempo. Espero que este primer capítulo sea de su agrado. Saludos a todos, nos vemos al final del capítulo donde aclare varias cosas sobre la historia.
Capítulo 1
Linaje
Privet Drive amanecía aquellos primeros días de verano, los rayos del sol empezaban a iluminar las calles y las ventanas de las casas, todo estaba tranquilo. Del número cuatro de Privet Drive salieron dos figuras adolescentes, una de ellas gorda la otra bastante más escuálida, las figuras eran las de Dudley Dursley y su primo Harry Potter. Normalmente los primos no se llevaban bien, más bien ni querían estar en la misma habitación los dos juntos, pero cuando Harry regreso de Hogwarts se encontró a su primo en un estado muy desanimado. Estuvo varios días intentando hablar con él, tuvo un momento cuando sus tíos fueron a una reunión de vecinos, allí se entero de lo que pasaba.
- Flash Back -
Harry se encontraba tranquilamente leyendo en su habitación, desde que había llegado hacia unos días sus tíos no le molestaban, incluso ahora podía alimentarse decentemente sin miedo a ser reprendido por su familia. El motivo era simple, Sirius Black, el supuesto criminal, padrino de Harry, el joven había usado la explicación de que Sirius estaría al tanto de su ahijado, el temor de sus tíos ante el asesino les hizo tratar mejor al joven. Claro que Harry no les había confesado la verdad de que Sirius en verdad era inocente.
Cuando aquella tarde sus tíos salieron a la reunión de vecinos decidió ir a hablar con Dudley, desde que había vuelto su primo estaba raro, notaba que algo le había pasado, pero no quería preguntarle delante de sus tíos por si acaso estos se enfadaban. Decidió aprovechar la reunión para hablar con él. Fue a la puerta de la habitación y dio unos golpes antes de pasar.
- ¿Podemos hablar Dudley?
- No quiero hablar contigo.
- Te pasa algo Dudley, no se que es, pero se que te pasa algo.
- Eso no quiere decir que lo tenga que hablar contigo.
- Cierto, pero soy tu primo, si necesitas ayuda solo tienes que pedirla.
- ¿Por qué? después de cómo te hemos tratado, ¿que motivo te llevaría a hacerlo?
- Debido Dudley que me he dado cuenta de que la familia es muy importante, una serie de acontecimientos en mi colegio me han hecho darme cuenta.
Su primo no sabía que hacer, tenía un serio dilema, pero a lo mejor Harry le ayudaba con su problema. Harry vio como su primo saco una carta, era una carta de su instituto que le entrego.
Estimados señores Dursley.
Les mandamos esta carta debido a una situación muy grave con su hijo. Los médicos del instituto están preocupados por la gordura de su hijo, su hijo sufre de obesidad muy grave que puede acarrear graves problemas de salud en un futuro. Otras cartas que les hemos enviado sobre las notas y el comportamiento de su hijo han sido ignoradas, de ser esta carta ignorada no nos quedara más remedio que recurrir a las autoridades pertinentes.
Dirección del instituto Smeltings
Era grave, Harry sabía sobre las notas y el comportamiento, pero debía decir que lo del sobrepeso era la primera noticia, nunca se había dado cuenta, ya que como toda la familia con la que vivía era de comprensión gruesa no le había importado.
- No se que decirte Dudley.
- ¿Crees que debo decirles a mis padres?
- De momento no, ¿tú quiere adelgazar?
- Quiero intentarlo.
- Tengo una idea, que te parece si a partir de mañana tu y yo nos levantamos temprano para hacer ejercicio todas las mañanas, les puedes decir que te estas preparando para participar en alguna competición deportiva.
- ¿Crees que solo con eso servirá?
- No lo se, quizás deberías comer menos dulces, podemos ir a un gimnasio para que nos den consejos para saber que tenemos que hacer.
Así lo hicieron, tras varios consejos sobre nutrición que no solo le dieron a Dudley para que adelgazara, sino a Harry para que cogiera algo de peso, fueron consejos básicos pero que bien llevados ayudarían a los dos. A Dudley también le aconsejaron que por su complexión intentara algún deporte de lucha, el joven se decidió por el boxeo, era un deporte que siempre le había gustado ver en televisión. Aunque le informaron que sería duro el joven no se asusto, quería demostrar su valía, estaba claro que la carta había cambiado a Dudley.
Así comenzó el entrenamiento, los dos jóvenes salían cada mañana a correr, la libertad del ejercicio ayudo a Harry a estar tranquilo, también Harry aprendió a nadar, era una buena manera de ejercitar todos los músculos. Tenía tiempo ya que por suerte, debido al miedo de sus tíos por Sirius Black, había conseguido terminar todos los ejercicios de la escuela en menos de una semana, solo le dedicaba dos horas al día, pero le habían sido suficientes. Era claro que sabía que algo le estaba pasando, en la escuela le costaba terminar a veces sus ejercicios y ahora los hacia al momento, el joven creyó que tendría que ver con pasar tanto tiempo con su amigo Ron el cual era algo vago.
- Fin Flash Back -
Los dos primos se pararon en un banco a descansar, había pasado ya una semana y media desde que los primos habían hablado, al principio su relación solo consintió en correr, pero tras varios días hablaban entre ellos, eran temas de adolescentes, sobre todo sobre chicas. Pero aquel día fue Harry quien le pregunto por algo que le había pasado a su tío.
- Dudley ¿sabes que le pasa a tu padre? ayer vino muy agitado y hoy cuando se ha ido estaba igual.
- No tengo ni idea, quería preguntarle a mama, pero cuando se fuera papa.
- Pues volvamos cuanto antes para saber que ha pasado.
Los dos primos regresaron corriendo, de vez en cuando pasaban algunas chicas que ataviadas con ropas de verano hacían que las mentes de los dos jóvenes imaginaran de todo. Cuando llegaron a casa Petunia estaba desayunando.
- Buenos días mama.
- Buenos días cielo, buenos días Harry.
- Buenos días tía, si es posible nos gustaría saber que le pasa al tío.
Petunia suspiro, sabía que tendría que decírselo, a lo mejor su sobrino les podría ayudar.
- Os lo contare, hace unos meses a Vernon le visitaron unos empresarios de EEUU, le ofrecieron un gran negocio y trato, a lo que el acepto, este negocio fue genial, pero hace poco Vernon se ha enterado que de querer seguir con ese negocio tendría que trasladarse a EEUU.
- ¿Acaso papa no quiere ir? - dijo Dudley - a mí no me importaría.
- No es eso, es por Harry.
- ¿Qué pasa conmigo?
- El tal Dumbledore nos dijo que de ninguna manera debíamos abandonar esta casa, que aquí es donde debemos estar.
Harry estaba impresionado, no se había esperado eso de Dumbledore, si su familia era feliz a el no le importaba, ya que cuanto más feliz fuera su familia era mejor para todos.
- Tía ¿cuántos ascensos o promociones ha tenido que rechazar el tío Vernon?
- Un par de ellos.
- No lo voy a permitir, necesito que me acompañes, se de un lugar donde quizás nos puedan ayudar.
- ¿Dónde tenemos que ir?
- Al banco de Gringotts, allí yo creo que los duendes nos podrían ayudar, son los que se encargan de las finanzas en mi mundo.
- ¿Estas seguro? ¿los dos? tendríais que cambiar de colegio, abandonar a vuestros amigos.
- Mama, la familia es lo más importante, creo que tenemos que intentarlo.
Petunia sonrió, se puso en pie y abrazo a su hijo y a su sobrino, nunca antes Harry se había sentido tan bien con su familia.
- Entonces me voy a vestir - dijo Harry - Dudley si quieres venir.
- No hace falta Harry, me estoy aquí por si viene papa.
Eso hicieron Harry se vistió al igual que su tía Petunia, el joven se puso una capucha para no ser reconocido, pero por la mente del joven no dejaba de pensar en Dumbledore, tan importante era que él fuera a Hogwarts para que el director que llegaba a esos extremos, quizás hubiera puesto en un pedestal al hombre. Acaso no había otros colegios mágicos, no lo sabía pero dudaba que Hogwarts fuera el único colegio de magia del mundo.
Cogieron un taxi y fueron a la dirección del caldero chorreante, como era temprano había poca gente y entraron rápidamente, tras tocar los ladrillos necesarios entraron al callejón Diagon donde se dirigieron al banco. Al entrar Harry busco a un duende libre y se dirigió hacia él.
- Buenos días, deseo hablar en privado con un duende sobre varios asuntos si fuera posible.
- ¿Quién lo pide?
Harry ante esa pregunta mostró su cicatriz a través de la capucha, no quería dar su nombre para que no le escucharan. El duende vio la cicatriz y guió a Harry y a Petunia hasta un despacho. Allí apareció un duende a los cinco minutos que les atendió.
- Bienvenido señor Potter, puedo saber quien le acompaña.
- Es mi tía Petunia.
- Encantado de conocerla.
Petunia devolvió el saludo, estaba algo sorprendida por la apariencia de los duendes, pero mantuvo la compostura.
- Bien señor Potter, me llamo Ragnok, nos han informado de que quiere hablar con nosotros sobre algunos asuntos, pero antes de todo quiero hacerle unas preguntas.
- No hay problema.
- Lo primero que quiero saber señor Potter, es si usted ha recibido alguna carta de Gringotts, más en concreto los extractos de sus cuentas bancarias.
- Me temo que no se de que me habla.
El duende miro a los ojos del joven, se veía que no mentía.
- Es como me suponía, sobre todo al ver que viene con su tía Petunia.
- ¿De que esta hablado?
- Señor Potter, soy el gerente de las cuentas Potter desde hace más de cincuenta años, cuando usted vino por primera vez al mundo mágico intente ponerme en contacto con usted, pero Dumbledore diciendo ser su guardián mágico decía que usted era demasiado joven.
- ¿Qué tiene eso que ver con venir con mi tía?
- Que Dumbledore dice que usted esta viviendo en Hogwarts, pero esta claro que el hombre nos ha mentido.
- ¿Pero por que Dumbledore haría algo así? - pregunto Petunia interviniendo en la conversación - ¿que gana él?
- Gana poder, prestigió, pero sobre todo lo más importante es tener acceso a la fortuna de la familia Potter.
- ¿Mi fortuna?
- Señor Potter, su familia es una de las más ricas del mundo mágico, la bóveda de la que usted saca dinero para sus gastos es solo su bóveda de confianza, la bóveda de la familia Potter es una de las más antiguas del mundo y con mayores riquezas.
Harry no sabía que decir, estaba confuso, Dumbledore, el gran Albus Dumbledore solo era un mentiroso, había confiado tanto en el hombre y ahora no sabía como reaccionar, fue Petunia quien poniendo la mano en el hombro de Harry le devolvió a la realidad.
- Cálmate Harry, Dumbledore pagara por lo que ha hecho.
- Gracias tía - Harry entonces se dirigió al duende - hay alguna manera de saber que propiedades tengo, quiero saber a que tengo acceso.
- Los duendes tenemos una prueba de sangre, aparte de confirmar su identidad, nos dice sus posesiones, su herencia y si hay algún hechizo en su cuerpo.
- ¿Qué tengo que hacer?
Ragnok saco un pergamino y una pluma.
- Debe dejar que la pluma absorba algo de su sangre, pínchese en un dedo.
- Está bien.
Fue un leve pinchazo, durante unos pocos segundos la pluma absorbió algo de sangre de Harry. En ese momento la pluma se puso a escribir por si sola en el pergamino, Harry y Petunia veían admirados como la pluma parecía no parar de escribir, era increíble, pero Ragnok que leía a la perfección tenía el ceño fruncido. Cuando la pluma termino de escribir el duende miro a Harry y a Petunia.
- Antes de mostrarle el pergamino quiero saber una cosa ¿qué motivos dio Dumbledore para que Harry tuviera que quedarse con ustedes?
- Nos informo en una carta, dijo que como éramos su única familia era el mejor lugar para él, también menciono algo sobre salas de sangre que protegerían a Harry y al resto de la familia.
- ¿Ha dicho salas de sangre?
- Si.
- Dumbledore ha ido demasiado lejos, las salas de sangre son ilegales, pero ese no es el problema, señor Potter, según el pergamino su madre no era hija de muggles.
- ¿Qué quiere decir?
- Que según esto el verdadero apellido de su madre era Lily Black McCorrigan.
- Pero no es posible - intervino Petunia.
- Lo siento señora Dursley, pero me temo que es correcto.
- Dumbledore debe pagar por sus crímenes.
- Me temo que no va a ser tan fácil tía - dijo Harry - Dumbledore seguramente haya cubierto muy bien sus huellas, no solo eso seguramente argumente que lo que ha hecho es por el bien del mundo mágico.
- Tiene razón señor Potter, Dumbledore es visto como un héroe por sus actos pasados, lo único que podemos hacer es ir poco a poco arruinando su reputación aunque va a ser difícil.
El duende le paso el pergamino, Harry leyó con calma todas sus posesiones y títulos, pero lo que mas indigno a Harry era ver que durante su estancia en Hogwarts había sido objetivo de hechizos y pociones que limitaban su magia y su capacidad de aprendizaje. También decía que había una gran concentración de magia oscura en la cicatriz. Los bloques de magia serían causados por Dumbledore seguramente, pero sin pruebas no podían hacer nada.
- Dígame una cosa Ragnok - hablo Petunia - Lily o su marido no dejaron un testamento si les pasaba algo.
- No que yo sepa, pero si hay tiene que estar en la bóveda de la familia Potter.
- Podemos verla.
- Claro señor Potter.
Bajaron a la bóveda, la velocidad mareo ligeramente a Petunia, las vagonetas le hicieron recordar a las atracciones de su mundo, cuando llegaron el duende pidió a Harry que pusiera la mano en la puerta.
- La puerta reconocerá la magia de la familia Potter.
Harry puso su mano en la puerta, esta tal y como dijo Ragnok se abrió al reconocer la magia de Harry, la magia de la familia Potter. Las puertas terminaron de abrirse y tanto Petunia como Harry se quedaron sorprendidos. Montañas de oro enorme había, una inmensa biblioteca en un lado con centenares de libros, artefactos de todo tipo, joyas, armas, aquello era impresionante. Pero lo que más atrajo a Harry fue que había una hilera de cuadros, eran rostros de la familia Potter, el joven se ilusiono pensando en que sus padres tuvieran un retrato, corrió mirando los cuadros, la ilusión le embargaba, al final de todo llego a un cuadro, allí estaban, sus padres, sus padres que habían dado su vida para protegerlo de Voldemort.
- Papa, mama.
- Harry ¿eres tú? - dijo Lily llorando - mira James es nuestro hijo.
- Harry, te ves bien, me alegra de verte por fin.
Antes de que Harry hablara llegaron Petunia y Ragnok, al ver a la mujer Lily se quedo sorprendida.
- Petunia ¿qué haces aquí?
- He acompañado a Harry al banco ya que vive conmigo.
- Eso no puede ser, dejamos establecido en nuestro testamento que Harry debería ir o con Sirius o con Evony.
Harry les explico lo que le sucedió a Sirius y como habían descubierto sobre lo que Dumbledore había hecho, pero dijo no conocer a ninguna mujer llamada Evony.
- Harry, Evony es tu madrina, quien te tenía que haber cuidado de pasarnos algo ya que ella te ayudaría a aprender sobre tus habilidades.
- ¿Mis habilidades?
- Sobre tus habilidades FAE - dijo James pero se dio cuenta de que su hijo no sabía de que le estaban hablando - o dios mió, es muy grave ¿qué edad tienes?
- Voy a cumplir catorce.
- Ragnok, necesito que hagan una prueba a Harry, es para saber que linaje FAE tiene, de esa manera sabremos como discurrir.
- Entiendo Lord Potter.
El duende preparo la prueba, mientras James explico que los FAE eran una raza con diversos poderes y habilidades, una sociedad oculta a los humanos con sus reglas y políticos, algunos se alimentaban de los humanos, otros los trataban como esclavos, los FAE eran muy diferentes unos de otros.
- Te recomiendo que te leas los libros de introducción de los FAE, te explican de todo.
- Lo hare papa ¿qué tipo de FAE soy?
- Es difícil saberlo, lo más normal es que seas un íncubo, ya que es lo que soy y tu madre es súcubo.
- Creo que tengo que leer mucho para entenderlo.
En ese momento llego Ragnok, llevaba una pluma y un pergamino, pero la pluma era muy diferente, era de color negro.
- Harry si puedes hacer lo mismo que antes.
El joven se pincho, la sangre fue absorbida por la pluma y comenzó a escribir.
- Aparte de decir que tipo de FAE eres y si queda alguien de tu familia, esta pluma es para detectar que tipo de magia tienes en tu interior.
- Es por la cicatriz ¿verdad?
- En efecto señor Potter, quiero saber qué tipo de magia es el que hay en tu interior de la cicatriz.
Cuando el pergamino termino de escribir se vio que Harry era íncubo pero también era un sabio de sangre. Tanto James como Lily se sorprendieron, por lo visto tanto los antepasados de uno y de otros habían tenido en su linaje un sabio de sangre, el pergamino decía que aun había un familiar suyo que seguía vivo siendo sabio de sangre, su bisabuelo Fitzpatrick McCorrigan, también estaban vivas la madre de Lily que se llamaba Aife y una medio hermana llamada Ysabeau, las dos eran súcubo. Eran la hija y nieta respectivamente de Fitzpatrick.
- Seguramente Evony te pueda ayudar, ella te puede ayudar a localizarlos, pero te recomiendo que solo le hables de tu tía.
- ¿Y eso?
- Tu bisabuelo si es quien creo que es, se trata de una persona muy poderosa, pero lo último que supe de él era que regentaba una taberna en América del Norte, no se el lugar concreto, pero seguramente lo haga para pasar inadvertido.
- ¿Y mi abuela?
- Mi madre es una persona por lo que se algo desequilibrada, por eso deberías encontrar a tu tía Ysabeau para ver si tiene algo más de información.
- Entonces es lo que haré mama.
En ese momento un duende trajo a Ragnok varios documentos y unas pociones.
- Señor Potter, es hora que le cuente sobre la cicatriz.
Todos estuvieron atentos a esas palabras, necesitaban saber que tipo de magia era la que había en la cicatriz que Lord Voldemort le había dejado cuando era bebe.
- La magia de su cicatriz es un Horrocrux - dijo Ragnok y siguió hablando al ver que los humanos no sabían de que hablaba - es decir, un Horrocrux es una manera de que un mago deje atrás un pedazo de su alma para así sobrevivir, aunque es la primera vez que la veo en un humano.
- No creo que Lord Voldemort dejara un pedazo de su alma en mi hijo.
- Ciertamente señora Potter, esta claro que cuando iba a asesinar a su hijo ya estaba preparando la creación del Horrocrux, pero los actos hicieron que aunque Harry tuviera parte de su alma no era un Horrocrux completo.
- ¿Es entonces por eso que puedo hablar parsel y que cuando Lord Voldemort esta cerca me duele la cicatriz?
- En efecto señor Potter, ahora usted tiene dos opciones, la primera sería la eliminación del Horrocrux de su cicatriz que es la más fácil de las dos, la segunda opción sería que usted llamara a la magia de Slytherin para ser su heredero, eso haría que la magia de su cicatriz y usted estuvieran en sintonía.
- Como puedo ser el heredero de Slytherin.
- Usted ha derrotado a Lord Voldemort, usted es por tanto heredero por conquista de Salazar Slytherin.
- ¿Me esta diciendo que por haber derrotado a un mago soy dueño de lo que pertenecía a ese mago?
- Si y no, hay varias reglas, varios acontecimientos que se tienen que dar para eso.
- Creo que voy a tener que leer mucho este verano, pero si elijo la segunda opción ¿Lord Voldemort podría vivir?
- No señor Potter, al elegir la segunda opción la magia de la cicatriz cambiara, será diferente, dejara de ser un Horrocrux por lo que Lord Voldemort no tendría esa salvaguarda.
Harry no sabía que hacer, por un lado le asqueaba tener parte del asesino de sus padres en su interior, pero por otro lado le sería muy útil ser el heredero de Slytherin, sería una gran baza, aparte de sus otros títulos, así Dumbledore no lo tendría controlado.
- Decido la segunda opción.
- Bien señor Potter, debe tomarse esta poción, hará lo que le he dicho.
Harry se bebió la poción al momento, de pronto cayo al suelo, convulsionaba de dolor, era espantoso, pero lo podía notar, como su magia estaba uniendo a su cicatriz, vio los recuerdos de su vida, pero también veía los recuerdos de Lord Voldemort, los conocimientos que tenía el mago oscuro, era increíble, Lord Voldemort había sido una persona cruel desde su niñez, desde que se llamaba Tom Riddle, todo lo que había hecho, las muertes que había ocasionado, los procesos que había realizado para llegar a ser el mago tenebroso que aterrorizo al mundo. Pero aquello le hizo ver sobre los Horrocrux de Lord Voldemort, sus creaciones, sus anclas para ser inmortal y lo que había hecho con los objetos, vio que el diario había sido uno de ellos. Cuando abrió los ojos vio que había pasado media hora. Se puso en pie con ayuda de Petunia.
- ¿Estas bien Harry?
- Si mama - Harry se dirigió a Ragnok - Lord Voldemort tiene otros cinco Horrocrux, mejor dicho cuatro, uno fue destruido durante mi segundo año.
- Luego hablamos señor Potter, lo primero que tiene que hacer es reclamar la magia de Slytherin.
- También que reclame la magia de la familia Potter - dijo James - que reclame también de todos sus otros títulos.
- ¿Cómo tengo que hacerlo? pero sobre todo ¿qué pasara si Dumbledore se entera?
- No se enterara, para usted reclamar la magia debe colocar en sus dedos los anillos que le nombraran jefe de familia, solo si usted quiere revelar la verdad deberá mostrar los anillos.
- Entiendo, ¿Qué ventajas me dan los anillos?
- Usted desde ese momento será declarado adulto, podrá tener acceso a su fortuna sin ningún tipo de límite.
- Pues entonces lo haré.
- Bien señor Potter, debemos volver a mi despacho.
- Esta bien - Harry se dirigió al cuadro de sus padres - volveré en cuanto pueda.
- Cuídate hijo.
Salieron de la bóveda, Petunia se despidió de Lily, las hermanas por fin estaban en paz después de tantos años, puede que no fueran hermanas de sangre, pero había convivido como hermanas durante mucho tiempo.
Regresaron al despacho, allí Ragnok le entrego cuatro anillos a Harry.
- Son los anillos de la familia Potter, Peverell, Slytherin y Hufflepuff.
- Hufflepuff, Lord Voldemort derroto a su heredero y como yo le derrote también pasa a mi.
- En efecto señor Potter.
Harry le comento sobre los recuerdos de Lord Voldemort, también le hablo sobre los conocimientos que ahora tenía. Le explico sobre las salvaguardas de Lord Voldemort y donde se suponía que estaban.
- Le ayudaremos Señor Potter, le recomiendo que no practique la magia oscura sin alguien que le guíe, más que eso para que tenga un equilibrio debería alternar entre la magia oscura y la magia blanca.
- Así lo haré.
Harry se coloco los anillos, cada vez que se ponía uno en el dedo este brillaba aceptando a Harry como heredero.
- Bien señor Potter, los anillos le han aceptado, ahora quiero que me diga el motivo por el que vinieron al banco.
Harry y Petunia explicaron la situación que tenían, sobre sus planes.
- Ahora que se la verdad de Dumbledore debo ser cuidadoso, fingiremos un viaje de vacaciones, que hemos sido invitados por un socio de mi tío, necesito tiempo para leer todo lo que necesito sobre mi nuevo estatus.
- Para eso señor Potter los duendes queremos ofrecerle un regalo - dijo el duende sacando una especie de talismán - este talismán le ayudara.
- ¿Cómo?
- Debe colocar el talismán en una habitación, eso hará que mientras el talismán este colocado en la puerta de la habitación el tiempo pase diferente, esta preparado para que cuando usted pase un mes en la habitación solo haya pasado un día en tiempo real.
- Eso me puede ayudar mucho a estudiar.
- No solo eso, también podrá usar magia sin ser detectado.
- Gracias por su ayuda, pero esperaba poder ayudar a mi familia a preparar el viaje, lo que me recuerda que necesitare la documentación necesaria para poder viajar.
- Por la documentación nosotros se la entregaremos, en cuanto a ayudar con el viaje puede pedir a los elfos domésticos de la familia Potter que le ayuden.
- Elfos domésticos ¿cómo Dobby?
Nada mas decir el nombre del elfo este apareció.
- Dobby ¿qué haces aquí?
- Dobby considera a Harry Potter su amo.
- Pero creí que querías ser libre.
- En efecto Harry Potter, pero un elfo domestico no puede vivir sin la magia que proporciona su amo, quería ser libre de mis antiguos amos y usted me ayudo.
- Entonces Dobby bienvenido, a partir de ahora serás mi elfo domestico.
- Gracias amo Potter.
- Entonces te llamare cuando te necesite.
Dobby desapareció de lugar, Ragnok le entrego un baúl perteneciente a la familia Potter, desde el baúl podría sacar cualquier libro que quisiera de cualquiera de sus bóvedas, también gracias al baúl podría tener cualquier tipo de comida, además, Ragnok a petición de Harry le entrego varios pociones que le ayudarían a mejorar en salud, como Harry estaba aun ganando algo de peso las pociones le serían perfectas para tener un cuerpo saludable. Le entrego un espejo donde podría comunicarse con Ragnok y por el que también podría mandar cartas, para que así el duende las pudiera entregar a sus destinatarios. También obtuvo una tarjeta de crédito que le ayudaría a pagar tanto en el mundo mágico como en el mundo muggle.
Gracias a un traslador regresaron a Privet Drive, en cuanto llegaron Petunia llamo por teléfono a Vernon para que regresara a casa, mientras Harry informaba a Dudley de que se iban a los EEUU. Cuando Vernon llego le explicaron que habían aceptado lo de EEUU, que daba igual lo que dijera el viejo, pero debían ser cuidadosos, hicieron que Dudley sacara los billetes de avión por Internet para dentro de un par de días, así tendrían todo listo y nadie sospecharía nada. Harry entro en su habitación durante un día entero para así poder comenzar sus estudios. Pero cuando salió su tía vio que la cara de Harry había cambiado, como si hubiera descubierto algo que le había traído mucho dolor.
- ¿Pasa algo Harry?
- He descubierto que la gente que creía que eran mis amigos son unos mentirosos y ladrones.
Los documentos de Gringotts le habían demostrado que tanto Ron, Ginny y Molly Weasley estaban con el por su dinero, Hermione también estaba en su contra ya que según los documentos la joven solo buscaba tener acceso a su biblioteca. Le explico a Petunia lo que había descubierto, la mujer se quedo sorprendida, el joven tenía una gran entereza al saber sobre lo que había pasado y no montar un escándalo. Harry decidió que seguiría el juego a sus supuestos amigos, debía ser más listo que ellos, para cuando cometieran un error aprovecharse. Los billetes de avión habían llegado, todo estaba listo, Harry llevaba su baúl empequeñecido en un bolsillo, su varita y la capa de invisibilidad también iban con él, no se separaría de ellas no fuera a necesitarlas contra alguien.
Prepararon el coche para irse al aeropuerto, lo hicieron de madrugada para así no ser vistos por nadie, no querían ninguna sorpresa. Vernon ya había dejado todo listo en su trabajo, se revelaría lo de su traslado ya cuando estuviera en el avión, solo lo había hablado con una persona la cual era un buen amigo suyo y decidió ayudarle. Todo estaba listo, Harry justo antes de coger el coche entrego a su lechuza varias cartas que había escrito.
- Llévale las cartas a Mcgonagall, luego quédate con la profesora, cuando vuelva te recogeré.
Solo esperaba que la profesora no estuviera del lado de Dumbledore, debía ser muy cuidadoso, con quien contactaba. La lechuza salió volando, nada más hacerlo fueron al aeropuerto, allí cogieron un avión en dirección a los EEUU, hasta que Harry no sintió despegar el avión no estuvo tranquilo, quería ser su propia persona, estaba claro que Dumbledore tenía sus propios planes para Harry, pero no solo el director de Hogwarts, sus supuestos amigos también tenían sus propios planes, ahora entendía muchas cosas, pero ya llegaría el momento de confrontarlos, de momento debía ser cuidadoso, no debían sospechar que Harry sabía la verdad, durante el avión decidió leer uno de los libros sobre los FAE que tenían sus padres, sus costumbres, su gobierno.
Minerva McGonagall se encontraba revisando los impresos sobre los nuevos alumnos, aquel verano la mujer estaba contenta ya que después de mucho tiempo la casa de Gryffindor volvió a ganar la copa de quidditch después de tantos años, todo gracias a uno de sus mejores alumnos e hijo de dos de sus más queridos amigos. Harry Potter era un muchacho interesante, por un lado demostraba tener un gran potencial mágico, pero debía reconocer que su amistad con Ron Weasley le frenaba, sabía que la vida del joven había sido dura con los Dursley, por lo que esperaba poder ayudar al muchacho. Vio entonces como una lechuza blanca se dirigió a su ventana, reconoció la lechuza del joven Potter al momento, cuando se poso en su mesa dejo varias cartas, una de las cartas iba dirigida a ella. La mujer vio como la lechuza se quedaba en el alfeizar de la ventana, cogió la carta y la procedió a leer.
Estimada profesora McGonagall:
Espero que esta carta no la despierte tan temprano y que este pasando un buen verano. Le escribo para pedirle dos favores, el primer favor es que cuide de Hedwig durante un al menos un mes. El motivo es que estoy viajando a los EEUU con mi familia, a mi tío se le dio bien un negocio y un socio suyo invito a toda la familia de vacaciones, debo reconocer que no me esperaba aquello, pero el socio resulto ser un squib que al saber que era el sobrino del tío Vernon también me invito. El otro motivo por el que le escribo es para que entregue el resto de cartas a sus destinatarios. Como voy a estar tan lejos no voy a poder contactar con mis amigos y le pido que entregue las cartas, no quería que Hedwig se cansara de tanto viaje. Le deseo un buen verano.
Harry Potter.
La profesora miro las otras cartas, dos eran para sus amigos Ron y Hermione, otra para Ginny Weasley y la última carta era para Dumbledore. Debía reconocer que estaba sorprendida, no se esperaba que los familiares muggles de Harry le llevaran de vacaciones, aunque tenía sentido por la explicación que venía en la carta. La mujer entonces decidió ir a entregarle la carta a Dumbledore. Luego iría a entregar las cartas de los amigos de Harry Potter.
La mujer fue al despacho del director de Hogwarts, llego a la gárgola de piedra y tras decir la contraseña entro, esperaba que Dumbledore estuviera despierto.
- Albus - dijo la profesora tras la puerta - ¿estás despierto?
- Si Minerva.
La profesora entro al despacho y vio al director con unos documentos en la mano.
- ¿Pasa algo?
- Tienes una carta del señor Potter.
Dumbledore miro a la mujer interesada debía decir que nunca había recibido carta del muchacho, tenía curiosidad por ver que le había escrito el joven. La profesora le entrego la carta, el director entonces comenzó a leer.
Estimado director Dumbledore:
Le escribo para desearle un buen verano y para informarle de que voy a estar de viaje. Debo reconocer que nunca le he escrito, pero usted ha sido muy bueno conmigo y me parece correcto escribirle. Solo espero que al final pueda hacer algo para que Sirius sea exculpado de sus crímenes. No sé que más escribirle ya que es la primera vez que me dirijo a usted, por lo que termino esta carta. Si una cosa más, tengo curiosidad de cómo es Hogwarts en verano, espero que me lo cuente a mi regreso. Saludos.
Harry James Potter.
El director no sabía que pensar, miro a la profesora.
- Puedo ver tu carta, en la mía no específica donde se va de viaje.
La profesora le paso la carta que Harry le había escrito, el hombre la leyó con calma, no era bueno, tenía planes concretos para el verano de Harry, bueno no pasaba nada, estaba claro que el muchacho confiaba en él, aun no tenía que preocuparse. Harry Potter no tenía que descubrir lo que le esperaba, era el sacrificio necesario para derrotar a Lord Voldemort, para hacer de Albus Dumbledore el mago más grande de todos los tiempos.
Aun era temprano por lo que las otras cartas las llevaría en un par de horas, debía averiguar más, saber donde había ido Harry Potter, le extrañaba que sus dispositivos no le hubieran avisado de que el joven salía del país, seguramente habían usado un método muggle, sino los hubiera detectado, siempre había tenido vigilado a Potter de que ningún mago se acercara a él, claro esta, ningún mago que el no tuviera controlado, no podía permitir que Harry Potter supiera el verdadero poder que tenía en el mundo mágico, solo que supiera lo justo, lo necesario para estar contento.
- Si no te importa Minerva yo llevare las cartas, tengo que salir a unos asuntos, yo puedo encargarme.
- Vale Albus, es mejor para mí, aun tengo algo de papeleo con los nuevos ingresos.
La mujer salió del despacho, mientras el profesor se quedaba mirando las cartas tranquilamente, decidió leerlas, quería saber que explicación daría a sus amigos el joven, pero Albus tenía clara una cosa, que tendría que haber dejado a Minerva que fuera donde los Weasley, no quería ni imaginarse la reacción de Molly cuando supiera que Harry no iba a estar durante el verano en su casa como habían planeado. El hombre sonrió, Molly era una mujer enérgica, fácilmente manipulable, cuando Ginny nació vieron la posibilidad de en un futuro conseguir mucho dinero, la joven Weasley sería la siguiente señora Potter, eso habían decidido, incluso habían redactado un contrato de matrimonio para que cuando Harry Potter alcanzara los diecisiete años tuviera que casarse con Ginny, el joven no sospecharía nada, el contrato era ilegal ya que el no era el tutor de Harry, pero suministrando ciertas pociones al muchacho haría que este se acerca a Ginny.
Abrió la carta que Harry había dirigido a Ron Weasley, luego leería las otras.
Querido amigo:
Espero que estés pasando un buen verano en La Madriguera, estoy seguro de que disfrutas mucho al aire libre, con tanto espacio. Yo estoy bien, te escribo para decirte que voy a estar de viaje con los Durlsey, vamos a viajar por los EEUU. Ha sido una sorpresa para mi, teniendo en cuenta como son no me esperaba que me fuera con ellos, es más, cuando me dijeron que se iban de viaje tenía pensado escribirte para ver si podía quedarme en tu casa durante las vacaciones. Pero como estaban invitados por un squib que me reconoció también fui invitado. Debo reconocer que por un lado estoy muy contento de poder visitar otro país, todas esas veces que Hermione nos ha hablado de sus viajes me han dejado un poco celoso, pero también estoy triste de no poder estar con vosotros, saborear las deliciosas comidas de tu madre, pero sobre todo que no vayamos a los mundiales de quidditch de los que me hablaste, espero que te diviertas mucho, da recuerdos a toda tu familia. Tu amigo.
Harry James Potter.
No había ningún problema, una carta para un amigo, nada de información que tuviera que preocupar a Dumbledore, se notaba que Harry veía a los Weasley como a su familia, lo que ayudaría en un futuro para acercar a Harry a Ginny. Hablando de la muchacha, fue la siguiente carta que abrió.
Hola Ginny:
Es la primera vez que te escribo, por lo que la carta va a ser un poco breve. Espero que estés pasando un buen verano, solo quiero saber que tal estas. Si no quieres responder lo entenderé, pero quiero saber como estas tras lo de la cámara, nunca lo hemos hablado, pero espero que estés bien. Si quieres hablar estoy ahí, eres la hermana de mi mejor amigo, tu familia ha sido más familia que los Dursley, por lo que quiero que sepas que tienes un amigo para lo que necesites. Me despido de ti. Un beso.
Harry James Potter
Dumbledore sonrió, parecía que no iba a tener que suministrar pociones a Harry para que se acercara a la joven Weasley, el mismo muchacho se acercaría a ella, seria bueno, ya había administrado varios pociones y encantos al muchacho, no quería suministrar más pero estaba dispuesto a hacerlo para tener a Harry bajo control. La última carta era para la señorita Granger, vería que escribía a la joven.
Querida Hermione:
Espero que estés pasando un buen verano. Seguramente ya habrás hecho todos los ejercicios del colegio y estarás enfrascada en algún libro. Te escribo para decirte que voy a estar de viaje al menos un mes, los Dursley me llevan a los EEUU, mi tío Vernon tiene un socio squib que los ha invitado, al saber que era sobrino de Vernon también me ha invitado. Yo ya he terminado los ejercicios, si parece increíble, pero debo reconocer que el miedo que tiene a mi supuesto padrino asesino les ha hecho dejarme más libertad, también parece que no tener cerca la influencia vaga de Ron me hace trabajar más, no le digas que te he escrito esto, Ron es mi mejor amigo, pero se puede poner un poco celoso. Otro tema es Sirius, espero que Dumbledore pueda hacer algo para que consiga la libertad, es difícil lo se, pero el es Albus Dumbledore, estoy seguro de al final mi padrino saldrá en libertad. Eso deseo, me encantaría poder salir de casa de los Dursley. Bueno Hermione, espero que pases un buen verano, nos veremos a mi regreso, espero contaros mucho sobre los EEUU, si encuentro algún libro interesante lo intentare conseguir. Besos.
Harry James Potter
No había tampoco problemas con la carta, lo único que no le gustaba era que Harry parecía ya no estar bajo el efecto de alguna de las pociones o encantos que había lanzado para que el muchacho no destacara en los estudios. No pasaba nada, cuando volviera a Hogwarts ya se encargaría de volver a suministrar al joven los hechizos y pociones que hicieran falta.
El resto de la mañana Dumbledore la pasó visitando a Arabella Figg, era una squib que vivía al lado de Harry para así comprobar al muchacho. La mujer le confirmo lo que Harry había escrito en sus cartas, que había sido invitado por un squib. Lo que no sabían era que Harry junto a Petunia habían preparado la mentira, no se debía saber la verdad, tenían que ser cuidadosos.
Dumbledore fue primero al hogar de los Granger, allí salió a abrirle la joven Hermione que se quedo sorprendida ante la presencia del director.
- Profesor ¿qué hace usted aquí?
- Solo vengo a traerte una carta de Harry.
Dumbledore le entrego la carta que la joven leyó rápidamente, eso de que Harry ya hubiera terminado sus ejercicios no le gustaba, ella era más inteligente que Harry, ella era la que tendría acceso a la biblioteca Potter cuando llegase el momento.
- Si Harry ha hecho ya sus ejercicios quiere decir que las pociones y hechizos están dejando de hacer efecto.
- Seguramente señorita Granger, pero no se preocupe, cuando regrese volverá a estar todo como antes.
Dumbledore entonces se marcho dejando sola a Hermione Granger, había sido muy fácil convencerla de que le ayudara a espiar a Harry Potter, las promesas de libros raros y un puesto en la sociedad mágica habían sido suficientes. Llego a la madriguera, allí le recibió Molly Weasley que estaba extrañada ante la presencia del profesor Dumbledore.
- Albus, espero que no haya pasado nada malo.
- Ni bueno ni malo, solo debes saber que Harry no va a pasar el verano con vosotros como habíamos planeado.
- ¿Qué quieres decir?
- Si puedo pasar mejor, es un poco largo de contar.
Dumbledore se sentó en una silla y comenzó a contar a Molly sobre las cartas de Harry, la mujer estaba algo enfadada ya que quería usar la invitación al mundial de quidditch para acercar más al joven a su familia. Era cierto que según lo que Dumbledore le había contado el joven seguía viendo a la familia Weasley como su verdadera familia, eso la contentaba, pero tenía ciertos planes para el verano que no podría llevar a cabo. Bueno no pasaba nada, mientras el mocoso no supiera la verdad no le importaba, solo quería tener acceso a la inmensa fortuna que los Potter tenían.
- Bien entregare las cartas a Ginny y a Ron, pero la reacción de Ron no me va a gustar.
- Tu hijo debe entender que tiene que comportarse, bastante tengo con los informes que me llegan sobre su forma de comportarse en Hogwarts.
- Se que Ron no es el mejor de los alumnos.
- Es grave Molly, sino fuera por mis intervenciones Ron ya habría sido expulsado de Hogwarts, sus notas son de las peores que hay.
- Lo se, por suerte gracias a Hermione poco a poco esta mejorando, pero aun le queda mucho.
- Bien, yo me tengo que ir.
- Adiós Albus, espero que me avises si se sabe algo más sobre Potter.
- No te preocupes Molly te tendré al tanto.
Molly se quedo mirando las cartas de Potter, escucho entonces las escaleras, por ella bajaba su hija Ginny.
- Buenos días mama, me ha parecido escuchar la puerta ¿ha venido alguien?
- El profesor Dumbledore, me ha traído unas cartas de Harry, una de ellas para ti.
La muchacha se sorprendió, nunca antes Harry le había escrito, era una gran noticia, con calma leyó la carta en voz alta. Madre e hija sonrieron, parecía que la joven iba a poder ser capaz de acercarse a Harry antes de lo que hubieran esperado. Era de todos modos lo mejor, Hermione les había comentado sobre como Harry Potter miraba a Cho Chang, no lo podían permitir, la única mujer que se acercaría de forma romántica al niño que vivió sería Ginny Weasley, ella se convertiría en la señora Potter. Hija y madre estuvieron hablando largo rato, fantaseando con que harían cuando tuvieran acceso a la fortuna de los Potter. Paso una hora antes de que Ron Weasley se levantara, cuando bajo lo único en lo que pensaba era en desayunar. Pero cuando vio que su madre le entregaba una carta de Harry le extraño, ya que la lechuza de su supuesto amigo no estaba allí. El joven leyó la carta, no le gusto, saber que Harry no estaría con el ese verano le disgustaba, el era el mejor amigo de Harry Potter, el que se aprovechaba de la fama y la fortuna del niño de la cicatriz, había impedido que otros alumnos se acercaran a Harry, no solo por él, sino por que el profesor Dumbledore se lo había dicho. Harry debía estar con las personas correctas, gracias a eso el joven lo agradecería con una gran cantidad de dinero. Un dinero que Ron quería para su propio uso, su propia escoba, estuvo indignado cuando Potter consiguió entrar en el equipo de quidditch en su primer año, con sus logros, los regalos que obtenía, pero sabía que tarde o temprano todo eso sería para él.
En un avión en dirección a los EEUU se encontraba Harry tranquilamente leyendo sobre los FAE, se preguntaba también si sus supuestos amigos ya habían leído las cartas. Ya se encargaría de ellos, no los confrontaría, esperaría a que ellos cometieran un error, el mes que había pasado estudiando le había servido de mucho, debía ser más astuto, más inteligente. Aun tenía mucho que aprender y esperaba que a su regreso estar al menos preparado. Tenía el amuleto entregado por los duendes para acelerar su aprendizaje, pero sabía que si había un gran cambio se podría sospechar, procuraría mostrar poco a poco sus mejoras, tenía ya pensado ver si podía dejar adivinación y ver sobre las otras asignaturas optativas, quería echar un vistazo a runas antiguas y aritmancia. Cuando regresara ya le preguntaría a McGonagall sobre si podía cambiar de clases.
Ahora mismo estaba muy interesado en el libro que estaba leyendo, la parte en la que estaba trataba sobre los incubos y sus métodos de curación. Decir que Harry tuvo que esconder la cabeza detrás de libro, debido al color que habían tomado sus mejillas. Los incubos se curaban y alimentaban a través del sexo, según el libro incluso llegaban a tener relaciones con otros hombres. Reconocía que a él no le interesaba lo de estar con gente del mismo sexo, pero no pudo evitar fantasear con estar con una mujer mientras leía el libro.
Decidió dejar de leer aquello y concentrarse en la parte de la política de los FAE, había que reconocer que era bastante compleja y complicada, sobre los líderes que gobernaban a los FAE, las familias más importantes de los FAE. Pero la parte que más le interesaba era la historia del rey sangriento, el hombre que impulso la paz usando las leyes de la sangre para llevar el fin de la guerra a los clanes FAE. A eso se había referido su padre, tenía como bisabuelo al rey sangriento, Fitzpatrick McCorrigan era el FAE que trajo la paz y la calma a un mundo FAE devastado por la guerra hacía ya mil años. No le extrañaba que el hombre permaneciera oculto, debía reconocer que aquel libro escrito por su abuelo y su padre era muy útil. Ahora también tenía la localización de su bisabuelo, la taberna que regentaba se llamaba Dal Riata y se encontraba en Toronto. Iría primero allí, ya luego localizaría a su madrina, Evony, se pregunto si la mujer sabría sobre él, seguramente no, seguramente Dumbledore hubiera hecho algo, el viejo era capaz de algo así.
El viaje duro un par de horas más, el joven aprovecho para descansar un rato, ya habría tiempo de lectura, había que reconocer que el amuleto que Ragnok le había entregado era fascinante, estaba claro que la magia y artesanía de los duendes era misteriosa, poderosa y fascinante. No entendía como una raza de tal calibre solo parecían dedicarse a las finanzas de los magos, aunque había visto que si los duendes abandonaban las finanzas seguramente el mundo mágico entraría en una grave crisis. Eran pocos los magos que sabían sobre matemáticas ya menos sobre finanzas, los sangres pura no tenían la educación muggle que enseñaba una de las asignaturas más básicas que daban en el mundo muggle, pero también estaba el problema que tanto los mestizos como los hijos de muggles al no tener una educación con matemáticas no se interesaban hasta que salieran de Hogwarts, eso dejaba a los duendes como los únicos que manejaban las finanzas en el mundo mágico. Decidió que debía retomar algunos de los estudios muggles que había dejado cuando había ido a Hogwarts, era lo mejor, además, si en un futuro no quería seguir en el mundo mágico le sería mejor, a pesar de que los magos decían ser mejor que los muggles, mas avanzados, en verdad no era muy cierto. Es verdad que con un hechizo un mago podía tener una habitación recogida al momento, pero las mejoras tecnológicas de los muggles superaban por mucho a los magos, pero lo que le disgustaba de eso, es que no parecían darle el merito a los magos que se merecían, la verdad que cuando había leído el temario de estudios muggles durante su mes en la habitación se había dado cuenta de que el temario estaba muy atrasado con respecto a lo que era hoy en día. Llevaba fácilmente cincuenta años de retraso, era algo inaudito, normal que muchos sangre pura no comprendieran a los muggles, incluso aquellos que decían estar del lado de los muggles como Arthur Weasley no sabría ciertamente el funcionamiento de muchos aparatos muggles.
Ya se encargaría de todo, debía estudiar los títulos y posiciones que tenía dentro del mundo mágico para así poder cambiar las cosas. También debía estar preparado para evitar que Lord Voldemort consiguiera regresar, ahora que tenía sus conocimientos y recuerdos sabía como había sobrevivido, tenía que reconocer que durante el mes de aprendizaje tuvo que pasar varios días calmado, tenía acceso a los recuerdos, pero había que reconocer que no eran nada agradables, Lord Voldemort era un monstruo sin alma no corazón, violaciones, torturas, asesinatos, sus crímenes se contaban por cientos, ya desde su más tierna infancia disfrutaba haciendo daño a la gente, manipulándolos, luego en la escuela se gano fácilmente el respeto de sus compañeros y profesores, vio algo que si que era cierto, Albus Dumbledore siempre había sospechado de Tom Riddle, se notaba que el profesor de transformaciones en aquel entonces no dejaba de observarlo, como si quisiera ver a donde le conducía su destino. Era igual que le había pasado con el, Dumbledore quería mantener bajo control a todo aquel alumno que algún día pudiera superarlo, debía reconocer que Voldemort tuvo la ventaja de que era muy apreciado por los demás profesores.
Ya se encargaría de Voldemort, primero tendría que entrenar duramente, además, había que destruir los demás Horrocruxes de Lord Voldemort, iba a ser un trabajo difícil, sabía la localización de la diadema de Ravenclaw que se encontraba en Hogwarts, el anillo de la familia Gaunt estaba en las viejas ruinas de la casa de la familia materna de Voldemort, luego estaba el medallón de Salazar Slytherin el cual se encontraba en una cueva de difícil acceso, por último era la copa de Hufflepuff la cual había entregado a una de sus servidoras Bellatrix Lestrange, era el único objeto que no tenía localizado, tendría que investigar donde la mujer responsable de dejar a Neville con sus padres locos, había escondido la copa. Investigando sobre algunos de lo seguidores de Voldemort había descubierto lo que le había pasado a los padres de su compañero de habitación, debía reconocer que lo que les había pasado a sus padres era terrible, pero lo de los padres de Neville era muchísimo peor, una cosa es tener a tus padres muertos, pero otra es que no reconozcan a su propio hijo.
El avión aterrizo en el aeropuerto de Nueva York, allí se despidió de su familia, fue una despedida emotiva, ahora que habían descubierto que no tenían lazos de sangre entre si se comportaban como una verdadera familia, ya no había odio, no había resentimientos. Harry vio como los Durlsey se alejaban, entonces se dirigió para sacar un billete de avión para ir a Toronto, fue a las ventanillas donde le atendieron.
- Buenas tardes señorita.
- Hola joven ¿Qué desea?
- Informarme sobre los viajes a Toronto.
- Lo siento pero necesitas ir con un mayor de edad, o tener autorización.
Harry saco su documentación, sabía que aquello podía pasar, pero como estaba emancipado no habría problema. Le entrego los documentos a la mujer.
- Un menor emancipado, una sorpresa joven.
- Hace solo unos días.
- Bueno Harry, ¿para cuando quieres ir a Toronto?
- Tengo que reconocer que me gustaría ir cuanto antes, pero también quiero antes de todo comprarme algo de ropa, voy a conocer a unas personas y quiero estar presentable.
- Te recomiendo entonces que visites las tiendas de ropa del aeropuerto, encontraras todo lo que necesites, por otro lado el billete sería mejor para mañana a primera hora, como acabas de bajar del avión querrás estar descansado.
- Muchas gracias por su ayuda, así lo haré.
Harry saco el billete y se lo guardo, entonces saco un mapa que le habían dado en Gringotts, era de conocimiento poco común que los duendes tenían diversos negocios en determinados lugares importantes del mundo muggle, el aeropuerto de Nueva York transitado al día por fácilmente varios miles de personas era un lugar perfecto para tener un negocio. Fue a donde le indicaba el mapa que tenía que ir, desde fuera parecía una tienda de ropa normal. Decidió entrar en la tienda donde le atendió una mujer que parecía tener unos treinta años.
- Buenas tardes joven ¿qué desea?
- Buenas tardes señora.
- Señorita en verdad.
- Pues entonces señorita, si busco un guardarropa al completo, tengo entendido que aquí puedo encontrar lo que necesito.
- ¿Puedo saber quien le ha hablado de esta tienda?
- Gringotts.
Harry dijo solo el nombre del banco, si en verdad estaba donde debía estar sabrían al instante que era un mago, sino tendría que seguir buscando.
- Entonces me imagino que buscas tanto ropa mágica como ropa muggle.
- En efecto señorita.
- Bien joven, lo primero es si quiere la ropa a medida o me dice que talla esta buscando.
Harry decidió no escatimar el dinero, podía permitírselo, tenía una cantidad de dinero inmensa.
- Ropa a medida señorita.
- Bien joven, necesito que se quede en calzoncillos, para así tomar sus medidas.
Harry un poco nervioso lo hizo, era casi quedarse desnudo y nunca había estado así delante de una mujer, era cierto que cuando había empezado a aprender a nadar le daba un poco de vergüenza, pero al estar con otras personas en bañador era menos embarazoso. Harry decidió relajarse cerrando los ojos, debía reconocer que le sirvió ya que apenas se ruborizo cuando la dependienta le tomo las medidas.
- Debo reconocer que estoy sorprendida.
- ¿Y eso?
- Normalmente los magos no suelen hacer ejercicio físico, pero se nota que estas en buena forma.
- Gracias, procuro mantenerme saludable.
- Bueno joven, ahora quiero saber de que tipo de telas quieres la ropa.
- No sabría decirle, que me recomienda, tengo que reconocer que el dinero no será un problema.
La mujer entonces le hablo sobre los diferentes tejidos y sedas que le llegaban con las que confeccionar la ropa, había de todo, desde la tela más básica, hasta ropas con pieles de dragón, hilo de acromantula, era una gran variedad. Debía buscar si su familia tenía negocios de ese tipo, eso le podría ser útil.
- Creo que quiero la mejor ropa dependiendo de la situación, creo que cada tejido servirá en algunos acontecimientos y en otros será mejor otros tejidos.
- Muy bien dicho joven, por cierto si le interesa hay un encanto poco común que se echa sobre la ropa, eso hace que usted no tenga que cambiar esa ropa ya que se va amoldando a su cuerpo.
- Interesante, seguramente sea un encanto caro, pero a la larga puede salir beneficioso para ahorrar en el futuro.
- Así es, la gente que elige el encanto lo hace por eso, parece que no, pero sobre todo en la adolescencia con el crecimiento que hay supone un gran ahorro.
Estuvieron hablando tranquilamente mientras elegían la ropa, era increíble, la mujer era agradable, sabía como tratar a los clientes. Cuando todo estuvo listo guardo toda la ropa en el baúl, era un baúl increíble, era muy útil debía reconocerlo ya que podía transportar cualquier cosa sin problema.
- Pues todo guardado.
- Gracias por su ayuda, dígame cuanto le debo.
- Espere un momento - dijo la dependienta mientras hacia los cálculos - son 4.800 galeones.
Harry uso la tarjeta para pagar, decidió pagar 5.000.
- Dependientas como usted merecen ese crédito extra, sabe como tratar a los clientes.
- Muchas gracias joven, ¿esta de viaje con la familia?
- En realidad voy a Toronto a reunirme con ella.
- Entonces eso quiere decir que estará poco tiempo aquí.
- Me voy mañana a primera hora, lo que me recuerda una cosa, tengo entendido que en el aeropuerto hay un hostal donde poder quedarse, me puede decir donde queda.
- Muéstreme el mapa de Gringotts que muestra el aeropuerto - Harry así lo hizo - mira esta aquí.
- Muchas gracias.
- Bueno joven, ha sido un placer, jóvenes como tú no se encuentran todos los días, eres educado, amable, se nota que tienes dinero, pero al contrario que otros no eres soberbio.
- Gracias por sus palabras, por cierto me llamo Harry, no me he presentado.
- Un placer Harry, yo soy Emma.
- Bueno Emma, espero que nos volvamos a ver, tengo que reconocer que no me esperaba que el mundo textil fuera tan interesante.
- Si quieres podemos cenar, yo me hospedo en el hotel donde tu estás, sino te importa claro.
- Sería interesante.
Harry entonces se dio cuenta de que había aceptado cenar con una mujer muy hermosa, era algo increíble, se decidió que tenía que leer sobre modales en la mesa en algún libro para saber comportarse.
- Bueno Harry, nos vemos en la noche.
- Hasta luego Emma.
Emma vio alejarse al joven, sonrió, un joven agradable, algo tímido lo había notado, pero era atractivo, un físico nada envidiable e incluso mejor a algunos jóvenes que ya alcanzaban la mayoría de edad que a veces se había encontrado. Era una mujer atractiva, lo sabía, lo había usado muchas veces para divertirse con los hombres, desde su adolescencia había sabido como usar su cuerpo para sacarle provecho. Es verdad que a veces simplemente tenía relaciones sexuales con hombres para sacar beneficio, pero en casos como el de Harry le gustaba seducir a jovencitos para que experimentasen el sexo, robarle la virginidad a un adolescente le extasiaba, estaba segura que sería una cena interesante.
Harry llego al hostal donde se registro para pasar solo una noche, se entero que Emma ya había llamado para reservar una mesa, la cena sería a las nueve y media, por lo que tenía al menos una hora y media. Leyó un libro sobre modales en la mesa durante el tiempo hasta que fuera la hora de cenar, se vistió de forma elegante unos quince minutos antes y se aseo perfectamente, era una cena con una mujer hermosa y no quería ser descortés con ella.
Llego al comedor y vio que Emma le esperaba de pie delante de una mesa apartada, Harry como un caballero ofreció asiento a la mujer que sonrió.
- Veo que tienes buenos modales.
- Lo que he leído en los libros - dijo Harry mientras tomaba asiento.
- Bueno, la práctica hace al maestro, sirve de poco leer si luego no llevas a la práctica lo que has leído.
- Buen consejo, lo tendré en cuenta.
Fue una cena tranquila, relajada, hablaban, comían, Harry por primera vez probó la cerveza muggle, era su primera bebida alcohólica, por lo que solo dio un par de sorbos.
- ¿Tu primer trago?
- En efecto Emma.
- La cerveza no esta mal, yo reconozco que prefiero el vino, pero eso también depende del acontecimiento.
Tras cenar fue Emma quien lo pago todo, le dijo que era su invitado, había sido un excelente cliente y quería agradecérselo. Subieron a sus habitaciones Harry iba a despedirse con un suave beso en la mejilla, pero Emma le cogió y le dio un apasionado beso en los labios, era el primer beso de Harry, el joven se dejo llevar, Emma noto que a pesar de seguramente ser el primer beso del joven lo hacia bien, lo hacía por puro instinto. Se separaron y Emma lo miro directamente a los ojos.
- ¿Quieres que tu primera noche en los EEUU sea inolvidable?
Harry estaba nervioso, no sabía que decir, Emma le estaba proponiendo tener sexo, sabía que era una oportunidad única, a decir verdad tenía que experimentarlo, pero no sabía que decir.
- No te preocupes Harry - dijo susurrando en la oreja - te lo vas a pasar muy bien, además, es normal estar nervioso.
Emma cogió la mano de Harry y lo llevo a su habitación, el joven ni se resistió, se dejo llevar por sus instintos, lo había leído en el libro de su padre, los íncubos tenían un enorme instinto en cuanto a relaciones sexuales, aunque no hubieran despertado sus habilidades su propio instinto interno les hacía saber que tenían que hacer.
Entraron en la habitación, Emma hizo que Harry se desvistiera y se tumbara en la cama, el joven estaba totalmente desnudo delante de una mujer, que para complacer al joven empezó a bailar lentamente mientras se quitaba la ropa, era todo un striptease, Harry no pudo evitar ver como su miembro viril iba alcanzado poco a poco un mayor tamaño. La mujer al ver eso se acerco lentamente a Harry, se tumbo a su lado, tocando su pecho, la mano de la mujer acariciaba lentamente su miembro.
- Estate relajado, es tu primera vez, pero te aseguro que haré lo necesario para que no la olvides.
Harry no sabía que decir, vio como la mujer lentamente descendía besando su tronco, su pecho, fue bajando hasta llegar a su pene, primero una pasada con la lengua que estremeció a Harry, luego otra a la que siguió ver como la mujer se introducía el miembro lentamente en la boca. Harry exhalo de placer, era increíble, la mujer le acariciaba con una mano los testículos mientras su pene desaparecía por completo dentro de la boca de Emma. Fueron un par de minutos llenos de placer donde Harry expulso todo su semen en la boca de la mujer.
- Magnifico, eres el primero que en su primera vez me dura más de un minuto.
- No se como sentirme ante ese comentario.
- Deberías sentirte orgulloso Harry, son pocos los adolescentes que en su primera vez con una mujer duran más de un minuto, también esta que según como sea la mujer con la que estén.
Mientras decía eso Emma se puso de rodillas delante de la cara de Harry, el joven vio por primera vez en su vida la zona intima de una mujer de cerca. Olía bien, no sabía si sería por que ese era el olor natural de esa zona, o que la mujer se había perfumado.
- ¿Sabes que quiero que hagas Harry?
- Que te de sexo oral.
- En efecto cielo, no tengas prisa, ve al ritmo que tu creas conveniente.
Así lo hizo, sabía bien, olía bien, era algo increíble, mientras lo hacia no dejaba de preguntarse si llegaría al final con la mujer, sería magnifico, sería una experiencia increíble. La mujer notaba como poco a poco Harry lo hacía mejor, sentía la lengua del joven en su clítoris, era magnifico, el placer iba aumentando poco a poco, debía reconocer que no se lo esperaba de alguien sin experiencia, pero decidió creer que el mismo instinto del joven lo estaba guiando, la mujer no pudo dejar de pensar que pasaría cuando ese muchacho adquiriera más experiencia. Sería un don Juan con las mujeres.
- Bien Harry - dijo Emma quitando sus partes de la cara de Harry - es hora del final, dime ¿te ves preparado?
- Si te dijera que no ¿te detendrías?
- Seguramente no joven.
Emma masturbo ligeramente a Harry para que su pene volviera a estar erecto, tras eso puso su clítoris a la altura del pene de Harry y con la mano ayudo a que entrara en ella. Harry abrió los ojos con sorpresa, su primera vez, era su primera vez follando con una mujer, sentía como su pene se apretaba contra las paredes internas del clítoris, la mujer se inclino sobre él para así besarlo. Fueron los minutos más increíbles de la vida de Harry hasta ahora, era una situación indescriptible. Harry sintió como estaba a punto de correrse dentro de la mujer, quiso salir pero Emma le detuvo.
- No te preocupes cielo, hay una poción.
Ante aquel comentario Harry siguió, poco a poco alcanzando el éxtasis, al cabo de unos segundos se vino completamente dentro de la mujer. Emma sintió como el interior de su clítoris se llenaba del semen de Harry, la mujer se inclino para volver a besarlo, para quedarse así varios minutos. Cuando se levanto fue a un cajón de donde saco una poción de color verde claro, le quito el tapón y se la bebió. Como Harry la miraba con cierta curiosidad decidió hablarle.
- Es una poción anticonceptiva, es incluso un método mejor que el de los muggles con sus preservativos.
- Entiendo - Harry aun tumbado sobre la cama aun exhausto - creo que me voy a tener que hacer con varias de esas pociones.
- En el aeropuerto hay un boticario, es una farmacia muggle, pero también vende para la gente mágica.
- Sabes, no me esperaba encontrarme a magos conviviendo con los muggles como si fuera normal, allí en Inglaterra los magos apenas se interesan por los muggles.
- Ellos se lo pierdes, aquí en EEUU hay menos magos, pero estamos mucho más desarrollados, implementamos la magia en muchos de nuestros aparatos, también claro está que Inglaterra es de las naciones con más sangres pura, lo que hace que no quieran los avances de los muggles.
Harry se levanto y se vistió, se despidió de él, con un apasionado beso.
- Si te levantas temprano nos podemos duchar juntos Harry.
- Claro Emma, me pasare sobre las siete.
- Me parece bien Harry - dijo la mujer mirándolo - fíjate, el joven nervioso parece haberse vuelto todo un hombre.
Harry se fue a su habitación, cuando entro en ella, se apoyo en la puerta cerrándola, era increíble, había tenido relaciones sexuales con una hermosa mujer y aunque había estado nervioso ya quería que llegara la mañana siguiente para así poder volver a estar con ella.
Se tumbo en la cama, ni si quiera se puso el pijama, el joven se tumbo para dormirse rápidamente. Sus sueños eran de dos tipos, en unos sueños el joven solo pensaba en el placer de estar con otras mujeres, por otro lado tenía sueños de cómo sería su familia y su madrina, quería conocerlos, estaba seguro de que no sabían de su parentesco, todo por culpa de Dumbledore. Pero ya se encargaría de hacer justicia, aquellos que le habían traicionado y engañado lo pagarían, serían llevados ante la justicia por sus crímenes. Es lo que esperaba, lo que deseaba, para así llegar a tener una vida tranquila, una vida sin las manipulaciones de aquellos que solo querían su beneficio. Una vida con una familia y con amigos.
Hasta aquí el primer capítulo, espero que les haya gustado. Aun no tengo decidido quien va a ser la pareja de Harry o si va a tener un Harem. Al principio va a ser un Harry lujurioso, que va a experimentar los cambios de un cuerpo adolescente antes de entrar al despertar FAE.
Como bien se ha visto Dumbledore va a ser uno de los malos de la historia, de la familia Weasley, Harry va a tener en contra a Percy, Ron, Ginny y Molly. Hermione también va a estar en contra de Harry. En cuantos a los profesores de Hogwarts va a tener en contra a Severus Snape.
Espero que me escriban con sus comentarios, ya también digo que el siguiente capítulo va a tardar ya que primero voy a terminar la historia de Harry Potter y Stargate Atlantis. Solo dejo el primer capítulo para que la gente se vaya haciendo a la idea de cómo va a ser la historia. Saludos a todos.