Aquí esta el segundo capítulo de esta lujuriosa y excitante historia. Me alegra ver que el primer capítulo ha tenido gente que le ha gustado. No sabía como iba a reaccionar la gente ante esta nueva historia. Al final del capítulo aclaro varios asuntos de los que me han preguntado.

Capítulo 2

Conociendo a la familia FAE

El avión despego, Harry miraba por la ventana el aeropuerto de Nueva York. Había estado solo durante un día, como escala para ir con sus tíos, para luego marchar a Toronto a encontrarse con su familia. Quien le iba a decir que por ir a comprar ropa para estar presentable, tuviera la suerte de poder tener relaciones sexuales con una hermosa dependienta. Había sido magnifico, incluso ya por la mañana había quedado con la mujer para que tomaran un baño juntos, fue algo magnifico.

Había vuelto a practicar sexo oral con la mujer, algo que ella también había hecho, mientras el agua caía por su cuerpo habían disfrutado del uno del otro. Sus labios besándose, sus lenguas entrecruzándose, era una experiencia inolvidable.

Gracias a Emma ahora también tenía varias pociones anticonceptivas por si las necesitaba, también la mujer le había entregado una caja de preservativos por si tenía relaciones con mujeres muggles, en donde compro las pociones anticonceptivas también se hizo con un pack de pociones usadas para aprender a hablar otros idiomas. La mujer después de haber desayunado los dos juntos le llevo también a una tienda de teléfonos, donde le indico varios teléfonos móviles que funcionaban en terrenos mágicos, algo que a Harry le sorprendió pero eso le hizo darse cuenta lo atrasado que estaba el mundo mágico en Inglaterra comparado con otros lugares. En los EEUU la sociedad mágica había avanzado enormemente, gracias al arte de las runas había conseguido poner en funcionamiento tecnología muggle en aquellos lugares donde la cantidad de magia no lo permitiera. Ahora Harry sabía que tenía que usar sus títulos para así poder cambiar la sociedad mágica de su país.

Al final Harry se había comprado un teléfono de última generación, equipado con varias runas que hacían que pudiera llamar desde cualquier país. Se hubiera comprado un ordenador, pero aun tenía que estudiar sobre informática, una cuenta pendiente que tenía. El joven vio entonces como la luz de que podía quitarse el cinturón de seguridad se apago, ahora tendría algo de libertad para moverse.

Cogió un libro, un libro sobre las reglas que tenía dentro del mundo mágico como el jefe de una casa noble y antigua, también quería saber que poder tenía por ser heredero de los fundadores. Se trataba un libro que había sacado de la bóveda de la familia Potter y que le serviría para comprender que derechos tenía, sus deberes y como podía cambiar las cosas en el mundo mágico. Tenía que estar preparado para cuando regresara a su país, no volvería a ser controlado por nadie, tenía que ser más inteligente que la gente que lo manipulaba.

Fue un viaje tranquilo, durante la mitad del trayecto a Toronto estuvo leyendo aquel libro, el resto decidió descansar un rato. Se tomo una poción para hablar correctamente francés, según las indicaciones se podía tomar una poción una vez a la semana para que se fuera acostumbrando a un nuevo idioma. Debía reconocer que le hubiera gustado aprender por si solo, pero si en verdad su familia era tan importante, debía estar preparado lo mejor posible, el hablar otros idiomas le ayudaría por si tenía que negociar con gente de otros países.

El avión aterrizo en el aeropuerto de Toronto, sino hubiera sido despertado por una azafata no se hubiera puesto el cinturón por lo que tuvo que agradecer a la joven su ayuda. Bajo del avión con calma, no tenía que recoger su equipaje, como solo llevaba su baúl mágico encogido en un bolsillo no tenía problemas, la varita y la capa de invisibilidad iban en otro bolsillo por si las necesitaba, por último en un tercer y cuarto bolsillo en la chaqueta llevaba el teléfono móvil y su método de pago. Los bolsillos estaban encantados para que solo Harry pudiera sacar las cosas de ellos, un pequeño encanto de seguridad que había usado gracias a los conocimientos de Lord Voldemort. Fue a un cajero bancario para sacar algo de dinero en metálico, debía coger un taxi para ir a su destino pero no llevaba nada de dinero encima en ese momento. Tras sacar algo de dinero fue a la zona de taxis de la ciudad de Toronto, estaba deseando llegar a su destino, subió a un taxi que vio libre y hablo en perfecto francés al taxista. Por suerte en Toronto se hablaba tanto el idioma ingles como el francés.

- Buenos días.

- Buenos días joven ¿dónde desea ir?

- ¿Conoce el Dal Riata?

- Me temo que no joven ¿sabe la dirección?

Harry comprobó el papel que tenía y le enseño la dirección al hombre.

- Ya se donde tengo que ir - el hombre arranco el coche - ¿viaje de estudios o vacaciones?

- Podría decirse que las dos, vengo a conocer a familia que no conozco, pero también a estudiar un poco.

Fue un viaje tranquilo, la ciudad era hermosa y Harry no dejaba de mirar por la ventana del taxi. Cuando llego a la dirección entrego el dinero al taxista el cual se despidió del joven.

Estuvo caminando un rato hasta que encontró el lugar que buscaba, parecía que la gente pasaba de largo, como sino supieran que estuviera, seguramente al ser un local FAE estaba encantado para que solo aquellos que quisieran verlo lo hicieran. Fue hacia el local pero en ese momento un hombre de color salía, un hombre ataviado con claramente un traje de calidad, el hombre miro a Harry y se detuvo.

- Buenos días joven ¿desea algo?

- Estoy buscando a Fitzpatrick McCorrigan ¿puede ayudarme?

- Claro joven, es el tabernero del local.

Entraron en el Dal Riata, allí un hombre de baja edad limpiaba la barra, se sorprendió al ver a un joven allí en su local.

- Fitzpatrick, este joven te esta buscando.

- Gracias Blackthorn.

El hombre llamado Blackthorn salio del local sin dejar de mirar a nuestro amigo, a Harry le pareció un nombre curioso pero seguramente sería el título que tenía.

- ¿Qué deseas de mi joven?

- Me gustaría poder hablar en privado con usted, es un asunto muy delicado.

Trick no sabía que pensar, pero el joven parecía ser sincero, pero también se encontraba muy nervioso. Le condujo hacia un apartado donde cada uno se sentó en un sillón.

- Bueno joven, aquí no nos molestaran ¿qué quiere hablar conmigo?

- No se por donde empezar.

- Quizás escuchando su nombre, sabes el mío pero yo no se el tuyo.

- Cierto, siento mi educación, estoy algo nervioso, me llamo Harry James Potter.

Trick se quedo algo sorprendido, conocía el nombre, tenía delante al niño que vivió.

- El niño que vivió, me pregunto que trae a un mago tan lejos, sobre todo un mago de Inglaterra.

- La familia, descubrir que tengo más familia aquí.

- ¿Quieres mi ayuda para buscar a tu familia? no sé si podría ayudarte.

- En realidad usted es mi familia.

Harry saco el baúl ante la mirada de Trick sobre que era familia del muchacho, tras agrandarlo saco el pergamino con su linaje, el pergamino donde hablaba sobre los miembros de su familia, se lo entrego a Trick que reconoció el pergamino de Gringotts, cuando lo leyó se quedo sorprendido, allí delante entonces tenía a su bisnieto. Pero lo que más le sorprendió, no aterro, era que el joven tenía su misma habilidad, era como él un sabio de sangre, miro las fechas y se quedo perplejo al ver que el pergamino solo tenía un par de días.

- ¿Acabas de descubrir que eres FAE?

Harry entonces le hablo sobre como había descubierto la verdad sobre Dumbledore, sobre como había ido al banco de Gringotts para solicitar ayuda y como los duendes le habían explicado la verdad sobre como había sido engañado por el director de Hogwarts. Le comento sobre los cuadros de sus padres y como había descubierto que era FAE.

Trick no sabía que decir, había tenido otra nieta, otra nieta que había tenido lo que parecía una mejor vida, pero que había muerto protegiendo a su hijo, a un bebe que había crecido y que ahora estaba delante de él. Trick entonces le contó sobre su tía y su abuela, un ligero resumen para que Harry supiera a que atenerse.

- Tengo que avisar a los líderes de los FAE.

- ¿Se refiere a la Morrigan y a el Ash?

- En efecto, por cierto Harry, no me llames de usted, llámame simplemente Trick.

- No suelo llamar a mi familia por su nombre.

- Es lo mejor, de momento nadie debe saber que relación nos une.

- Entonces mi padre estaba en lo cierto, usted es el rey sangriento.

- Un título del que no me enorgullezco Harry.

Harry no dijo nada más, se notaba el dolor en las palabras de su bisabuelo, solo esperaba poder conocer al resto de su familia, conocer a su madrina, a aquellas personas con las que tenía que haber estado sino hubiera sido por Dumbledore. Vio como Trick hacia un par de llamadas.

- Bien tanto el Ash como la Morrigan han sido avisados, no les he dicho de que se trataba pero enseguida vendrán.

- Me alegro.

Harry veía como Trick realizaba otra llamada. Por lo que había odio había llamado a una mujer llamada Bo.

- ¿Quién es Bo?

- Es tu tía, por lo tanto mi nieta, pero debes saber que ella no sabe nada de que soy su familia, solo sabe sobre tu abuela Aife.

- Creo que es una historia a tener en cuenta.

- Me temo que si Harry.

Estuvieron esperando tranquilamente, Harry mientras leía el libro sobre las familias antiguas y nobles de Inglaterra, llego al apartado donde hablaba sobre los apellidos de aquellas familias, allí estaba el apellido Potter y Peverell, pero también otros apellidos que reconoció, el apellido de la familia Black, Longbottom, había otros que no reconoció. Ver el apellido de su padrino le hizo recordar al hombre, se pregunto donde estaría, esperaba que estuviera bien. Debía usar su poder para poder demostrar la inocencia de Sirius.

Dejo de leer cuando vio como la puerta del local se abrió, un hombre entro, se dirigió a Trick con aire de arrogancia.

- Acabo de empezar a ponerme al día con mis deberes de Ash, espero que sea importante.

- Lo es, pero aun debe de llegar la Morrigan, es un asunto muy importante.

El Ash estaba algo sorprendido, si había llamado a la líder de los sombras si debía ser importante. Vio como un joven se encontraba sentado y se dirigió a saludarlo.

- Hola joven, asumo que es por ti el motivo de esta reunión.

- Me temo que sí, un honor conocer al Ash.

- Desde hace unas horas soy el Ash, ¿cómo te llamas?

- Harry Potter.

El Ash se queda sorprendido ante estar ante el niño que vivió, pero decidió averiguar si era él en verdad. De pronto emitió un silbido que Harry entendió al estar hablando en parsel.

- ¿Qué ha traído al niño que vivió aquí?

- Solo la verdad sobre mi origen.

Harry le respondió en parsel, el hombre entonces asintió, había oído que Harry Potter era capaz de hablar la antigua lengua de las serpientes, el como naga no había tenido la oportunidad de hacerlo en mucho tiempo, así también se aseguro la identidad del joven.

- Veo que en verdad eres Harry Potter, pues solo dos magos que conozco son capaces la lengua de las serpientes.

- ¿Sabía que hablaba parsel?

- Algunos rumores me habían llegado.

En ese momento entro en el local una mujer, Harry la miro y al momento la reconoció, la reconoció de las fotos de sus padres, pero sobre todo de la foto de su madre, esa mujer era Evony, pero si estaba allí quería decir que era la Morrigan. El joven se levanto para ir hacia la mujer.

- Espero que haya un buen motivo para molestarme anciano.

- Lo hay Morrigan.

La mujer iba a hablar cuando una voz la llamo por su nombre.

- ¿Evony? - la Morrigan se dio la vuelta, vio a un muchacho joven, pero se quedo sorprendida ante sus rasgos, allí delante estaba una versión de James Potter en miniatura con los ojos de Lily Evans - ¿eres en verdad Evony?

- Harry, por todos los diablos, eres mi pequeño Harry.

Harry se abrazo a la mujer, se abrazo con un cariño fraternal, tanto Trick como el Ash se quedaron sorprendidos ante la escena, no se esperaban aquello. La fría Morrigan estaba mostrando unos sentimientos que nunca antes había mostrado.

- ¿Qué esta pasando?

- Trick - le respondió Harry - Evony es mi madrina.

- Creo que sería mejor que nos sentáramos y saber que esta pasando aquí.

Así lo hicieron, Harry explico como había descubierto la verdad sobre él, sobre que era FAE y como había sido manipulada su vida. Para la Morrigan fue una gran sorpresa saber que su querida Lily, la había designado para ser quien cuidara a su hijo, pero por culpa del las interferencias de Dumbledore no lo había conseguido, saber el destino que había tenido Sirius también le afecto, era inaudito, nunca creyó que el hombre fuera el traidor, pero ahora tenía claro que Dumbledore seguramente tenía algo que ver.

- Harry ¿sabes si Sirius tuvo juicio?

- No lo se Evony.

- Estoy segura de que no tuvo, en tu mundo se puede interrogar mediante una poción que le hubiera exculpado.

- Tendré que encargarme a mi regreso.

- Ahora solo falta saber cuanto queda para tu despertar Harry Potter - dijo el Ash - así también podrás elegir si te unes a la luz o las sombras.

- Tengo que pensarlo, debo estudiar mucho.

- Lo harás Harry Potter, no podemos permitir otro error como el sucedido con la súcubo.

Harry entonces puso atención, el Ash estaba seguramente hablando de su tía Ysabeau.

- ¿Estáis hablando de Bo?

- En efecto Harry Potter, veo que Trick te ha puesto al tanto.

- Claro que sí, Bo es mi tía por lo que me ha hablado de ella y de su situación - ante la sorpresa de los lideres de los FAE lo aclaro - es medio hermana de mi madre, ya que comparten la misma madre.

- ¡Que!

Era una noticia sorprendente, pero el grito de sorpresa vino del exterior, vieron como dos mujeres habían entrado, una de ellas pensó Harry debía ser su tía Bo. Fue Trick quien rápidamente se levanto para calmar a la joven.

- Bo, debes tranquilizarte, Harry es como tu, acaba de saber que es FAE, esta buscando a su familia, te esta buscando a ti.

La mujer llamada Bo miro al joven, ella siempre se había creído sola, sin nadie y ahora de repente se enteraba que tenía un sobrino. Los acontecimientos de su madre aun estaban muy recientes lo que le hizo sentir un gran peso sobre ella, pero ahora descubría que tenía más familia. Harry vio como la otra mujer le abrazaba, debía ser Kenzy, la humana que siempre iba con ella a todas partes.

- Tengo un sobrino y una hermana.

- Me temo que mi madre murió cuando yo era bebe, hace unos días me entere de que tenía más familia y vine para buscarla.

- Creo que necesito sentarme.

Así lo hicieron, al lado de Bo se sentó la joven Kenzy, demostrando a Harry la fuerte amistad que les unía, no eran FAE y su mascota humana, eran dos grandes amigas. Harry solo esperaba que Kenzy fuera en verdad una amiga con su tía, todo lo contrario a sus supuestos amigos. Harry entonces comenzó a contar toda su historia, todo lo que le había pasado para descubrir que era FAE, fue una sorpresa para las dos recién llegadas, saber que existía la magia era una inmensa noticia, pero la dura vida de Harry le hizo ver a Bo que no solo les unían lazos de sangre, al igual que ella sabía lo que era sentirse solo buscando un lugar en el mundo.

- El tal Dumbledore tiene que pagar por sus crímenes.

- No es tan fácil Kenzy - dijo Trick - conozco al hombre, siempre lo he considerado algo manipulador y un poco deseoso de poder algo que ahora está claro que es, pero los logros de Dumbledore en el pasado son muy grandes, ahora mismo nadie intentaría ir contra el hombre, es muy admirado.

- ¿Algo se podrá hacer?

- Ya llegara el momento, pero por otro lado quiero revelar un secreto, pero me gustaría pedir a Harry si sabe lo que es un juramento inquebrantable.

- Un juramento de que alguien no puede decir lo que ha jurado ya que sino muere.

- Voy a revelar la verdad de la relación que tengo tanto con Harry, como con Bo, pero por eso quiero pedir el juramento.

Harry estuvo de acuerdo al momento, no era bueno que se supiera que era familiar del rey sangriento, los demás asintieron, pero Bo por otro lado estaba intrigada, por fin después de tantos secretos el tabernero revelaría la verdad.

Hicieron uno por uno el juramento, cada uno lo realizo al instante, juraron no revelar nunca la identidad de Trick, su verdadera identidad, los líderes de los FAE se sorprendieron, creyendo que tenía que ver con la familia.

- Bien, lo primero que debéis saber es que Aife, la madre de Bo y abuela de Harry es en verdad mi hija.

Aquellas palabras fueron una sorpresa, eso quería decir que Bo era la nieta de Trick y por lo tanto el bisabuelo de Harry. Solo Harry que sabía la verdad mantuvo la compostura.

- ¿Entonces eres mi abuelo?

- Me temo que si Ysabeau, tuve que entregar a tu madre a las sombras por sus actos.

- ¿Qué hizo? - pregunto Harry.

- Para responder a eso tengo que retornarme a la era de las guerras FAE, pero para eso debo revelar mi identidad, yo soy el rey de la sangre, el que usando la magia de sangre creo las leyes que unieron a los FAE y por las cuales acabo la guerra.

- Pero un grupo de rebeldes no estaban de acuerdo, una de ellas era Aife por lo que tuviste que entregarla a las sombras.

- En efecto Harry.

- He leído la historia, antes de venir aquí he podido leer algunos de los libros de la familia Potter sobre los FAE.

- Ahora entiendo todo, tus motivos para protegerme - comento Bo - pero también los motivos por el que me has ocultado la verdad.

- No quería, hay muchas cosas de tu nacimiento que aun no sé, no tengo ni idea de quien es tu padre, no quería ocultarte la verdad, pero sin saber las respuestas yo mismo no podía hacer mucho.

- Esta bien Trick, entiendo tus motivos, pero al menos estoy aliviada de descubrir la verdad, también saber que tengo más familia me alegra.

Fue una conversación tranquila, tras terminar Trick fue a un estante oculto y saco un talismán con una gema de color blanco en el centro.

- Este talismán nos dirá cuanto tiempo queda para tu despertar FAE - dijo Trick mirando a Harry - debemos estar preparados.

- ¿Qué tengo que hacer?

- Debes derramar tu sangre en la joya del amuleto.

Harry entonces cogió un pequeño cuchillo y se hizo un corte en uno de sus dedos, derramo con cuidado la sangre en la joya y tras eso sacando su varita se curó el corte. Los primeros auxilios para curarse con magia es de las primeras cosas que había aprendido a dominar con el amuleto que los duendes le habían entregado. La sanación le sería muy útil dado sus problemas y en los líos en los que se metía.

Harry vio como el talismán FAE empezó a brillar, dos formas luminosas se formaron.

- Cada una de estas líneas te dice que tan cerca está el despertar de tus habilidades FAE.

- ¿Tienes dos habilidades?

- Soy íncubo Bo, pero también soy un sabio de sangre.

Otra sorpresa, por eso Trick había revelado la verdad, el linaje de los sabios de sangre estaba vivo y había que protegerlo. Ahora Harry era otro capaz de usar las leyes de la sangre.

- Parece que la parte íncubo esta más cerca de despertar - dijo Trick - lo que quiere decir que aquí Harry ha tenido ya relaciones sexuales.

- No voy a negarlo.

- Los íncubos despiertan según su experiencia sexual Harry, en cuanto a tu despertar como sabio de sangre dependerá seguramente de tu poder mágico, sino me equivoco, ya que nunca he visto un sabio de sangre que sea mago.

- Entiendo.

- ¿Cuánto tiempo vas a estar aquí Harry?

- Tengo pensado estar entre mes y mes medio, quiero prepararme para cuando regrese a Inglaterra.

- ¿Tienes sitió donde quedarte?

- Si no importa me gustaría quedarme con Evony - le respondió Harry a Bo - así me puede contar sobre mis padres, además, como mi madrina seguro que no le importa.

- Para nada Harry - dijo la mujer sonriendo a su ahijado - tienes mucho que contarme.

- Por otro lado quizás me pase un par de días contigo tía Bo.

- Cuando quieras Harry.

Estuvieron tranquilamente hablando un rato más, como se acercaba la hora de comer cada uno se fue por su lado. El Ash que se presento como Lachlan le pidió a Harry pasarse por sus dominios para así tener una conversación en parsel, para el naga poder comunicarse en su idioma natural de nuevo había sido muy agradable. Harry acepto, debía reconocer que nunca había tenido una buena conversación en parsel, además, eso le ayudaría para en un futuro mejorar con la magia parsel. Lo había visto en los recuerdos de Lord Voldemort, la magia parsel, era una magia muy poderosa, pero que Lord Voldemort había usado solo para la oscuridad, según los recuerdos del mago oscuro, en un principio la magia parsel tenía unos fines menos oscuros. Lord Voldemort había rechazado la parte de la magia parsel usada para el bien y la curación, una magia muy poderosa capaz de curar graves heridas. Pero fue corrompida por Salazar Slytherin por lo que ningún heredero después pudo usar de nuevo correctamente la magia parsel. Harry estaba dispuesto a cambiar aquello, pero tendría que investigar mucho, la cámara de los secretos sería la clave, allí fue donde Lord Voldemort aprendió en un principio a controlar su magia parsel.

- Harry ¿nos vamos?

El joven estaba tan absorto que no se había dado cuenta de Evony hasta que le hablo.

- Si Evony, creo que tenemos mucho de que hablar.

Salieron del local, Harry antes de todo pidió el número de teléfono a Bo para así estar en contacto. También tendría que hablar con su tía. Subieron al coche, mejor dicho la limusina, donde se sentaron uno enfrente del otro.

- Veo que la comodidad y el lujo vienen del título de Morrigan.

- Solo cuando es necesario.

Harry miraba por la ventana, pensativo, acababa de conocer a su madrina, a su tía y a su bisabuelo. Eso no debería haber sido así, todo por culpa de Dumbledore.

- Debes calmarte, se que quieres vengarte de Dumbledore, pero enfadándote no conseguirás nada.

- Durante años he querido una familia, los Dursley han sido de todo menos familia, salvo este último verano donde el miedo a mi padrino asesino les ha hecho retroceder.

- Sirius, no sabes las ganas que tengo de volver a verlo.

- ¿Solo de verlo? - dijo Harry con sonrisa - me he leído algunos de los diarios de mi madre.

Era cierto, en los diarios de su madre se encontró no solo explicaciones sobre pociones y encantamientos, algunos estaban dedicados a historias entre sus padres y sus padrinos, historias algo embarazosas y lujuriosas.

- No puedo negarlo, James y Lily se amaban más que ninguno, pero por su naturaleza hay veces que se tenían que satisfacer con otras personas, normalmente con Sirius y conmigo.

- Espero que Sirius este bien, debo localizar la forma de que se demuestre su inocencia.

- Si en verdad no consiguió juicio puedes empezar por ahí, pero antes de todo te recomiendo que contactes con aquellas personas que pudieran ayudarte.

Llegaron a donde se hospedaba Evony, era toda una planta donde tenía su despacho y sus dependencias, la mujer le mostró su habitación a Harry donde el joven empezó a sacar las cosas de su baúl. Al cabo de unos quince minutos tenía todo colocado, la magia era muy útil para acelerar las cosas. Como se acercaba la hora de comer se sentaron en el comedor, allí mientras comían Harry le contaba a Evony sus historias de Hogwarts.

La mujer escuchaba sobre las aventuras que Harry había tenido, sobre sus profesores, sus compañeros y como eran las materias del colegio.

- Veo que Hogwarts sigo tan anticuada como siempre.

- Lamentablemente sí, eso también espero cambiarlo.

- Me ha sorprendido lo de Snape dando clases, es un gran experto en pociones, pero no le veo la capacidad para dar clases.

- ¿Conoces a Snape?

- Por lo que veo no has terminado con los diarios de tu madre - Harry tuvo que asentir, ya que era cierto - Snape fue un antiguo amigo de la infancia de tu madre, viene todo en sus diarios por lo que te recomiendo que los leas.

- Más para leer, menos mal que los duendes me dieron ese objeto.

- ¿Qué objeto?

- Un amuleto que si lo pongo en una habitación hace que el tiempo pase diferente, cuando pase un mes en la habitación, solo habrá pasado un día fuera.

- Un objeto muy útil, solo falta una cosa más que quiero que me cuentes.

- ¿El que?

- Esta claro que según el talismán de los FAE ya has tenido relaciones sexuales, quiero que me lo cuentes con detalles.

Harry se sonrojo, era una historia que le gustaría mantener oculta, pero algo dentro de él hizo que la contara al detalle. Le explico a Evony sobre Emma, sobre como se habían conocido y como el joven había caído en las redes de la mujer. No le gustaba admitir que le había gustado estar bajo el control de la dependienta, pero había sido una experiencia increíble. Evony sonrió, Harry era como Lily, al principio ingenua, pero luego deseosa de placer, como toda súcubo. Se pregunto a si misma si debía tomar ya a Harry, enseñarle a su ahijado a ser todo un hombre.

Cuando terminaron de comer Harry le dijo que iba a estar en la habitación con el amuleto de los duendes, quería adelantar en sus conocimientos hasta la hora de la cena, como estaría seis horas dentro de la habitación sería alrededor de una semana. Evony estuvo de acuerdo, sabía que Harry debía estar preparado no solo para confrontar a sus adversarios, sino a la sociedad FAE, la política FAE era complicada, ella lo sabía, por lo que esperaba que su ahijado se preparara como debía.

Lejos de Toronto, al otro lado del océano Atlántico, en una casa de campo una familia de pelirrojos estaba tranquilamente por la mañana, casi tranquilamente. Molly había informado al resto de su familia de que Harry Potter al final no iba a pasar el verano con ellos, el señor Weasley entendió al joven al igual que los gemelos, a Percy le daba igual ya que mientras no le molestaran con su trabajo no le importaba, los hermanos mayores Bill y Charlie que habían venido a estar unos días para poder ir a los mundiales de quidditch tenían que reconocer que querían conocer al joven, pero también entendieron la situación. Solo Molly, Ron y Ginny no estaban contentos, querían que Harry se hubiera quedado con ellos. Molly quería al muchacho allí para así aprovecharse, tenía pensado pedirle su llave del banco para hacer creer al joven que le compraría sus enseres del colegio, de esa manera al tener la llave podría también tener acceso al dinero del muchacho, la fortuna Potter esta vez no se desperdiciaría en una sangre sucia, solo sería para su familia.

Ron Weasley estaba enfadado sentado en la orilla de un pequeño lago de la madriguera, ese verano tenía que haber sido para que el y Harry convivieran juntos, que se acercara más a su familia, era el mejor amigo de Harry Potter, el único que tendría acceso a su fortuna. Pero no, tenía que haberse ido con sus familiares, acaso no los odiaba, siempre había dicho eso, pero ahora se iba a otro país lejos de él.

Ginny Weasley se encontraba leyendo un libro al lado de la ventana de su habitación, miraba como su hermano Ron estaba sentado al lado del lago, seguramente furioso por que Harry no estuviera allí, era idiota, solo esperaba que cuando Harry volviera su hermano estuviera calmado o estropearía todos los planes. Era cierto que ella también estaba enfadada con que Harry no estuviera allí, pero no se podía hacer nada. En cuanto regresara tenía que empezar a seducir a Harry, no podía permitir que nadie más que ella fuera quien se quedara con Harry. Además, con el torneo de los Tres Magos que se iba a celebrar en Hogwarts era la oportunidad perfecta, en navidad habría un baile y tenía pensado usar varias pociones para atraer al joven. Ya Hermione le había avisado de que Harry parecía interesarse por otras chicas, su inteligente amiga había observado como miraba a la buscadora de Ravenclaw, Cho Chang. No podían permitir aquello.

Hermione Granger se encontraba preparando su equipaje con su varita, normalmente los menores de edad no podían practicar magia fuera de la escuela, pero Dumbledore la había recompensado con barreras que no detectaban la magia. Se lo había ganado, desde que Dumbledore se acerco a ella para pedirle ayuda con Harry Potter había hecho un excelente trabajo. Cada informe, cada vez que Harry se desviara del camino era ella quien informara a Dumbledore. Si hubiera sido por Ron ya se habría descubierto su plan, el joven no tenía inteligencia ninguna, era soez, maleducado y vago. Eso por un lado ayudo a que Harry no se interesara mucho en los estudios, bueno, eso y las pociones que Dumbledore había suministrado a Potter. Ella sería la alumna más brillante de su generación, no de su generación, sino de todo Hogwarts y gracias a Dumbledore lo conseguiría.

Cuando Harry salió de la habitación, ya era la hora de cenar, había pasado una semana estudiando y practicando su magia, poco a poco iba aprendiendo lo que tenía que haber sabido desde que su infancia, era mucha información pero ahora tenía algo que le serviría. Tenía una verdadera posibilidad de que si en verdad Sirius no había tenido un juicio podía hacer que fuera libre. Sirius al igual que él era miembro de una casa antigua y noble por lo que según las reglas de esas casas debía tener un juicio fuera cual fuera su crimen. Tendría que contactar con las personas adecuadas para que el juicio se celebrara pero que nadie interfiriera.

- Harry la cena esta lista.

- Voy Evony.

La cena estaba deliciosa, cenaron tranquilamente, Harry le contó sobre lo que había descubierto de cómo podía hacer que Sirius fuera declarado inocente.

- Deberías contactar con el departamento de leyes mágicas, tengo entendido que lo rige una mujer llamada Amelia Bones, es muy justa y no se deja sobornar e intimidar, también es una poderosa bruja.

- ¿Estas muy al tanto del mundo mágico?

- Lo que me he enterado en las últimas horas, que mi ahijado sea Harry Potter hace que me ponga al día del mundo mágico.

- Por cierto la cena esta deliciosa.

Terminaron de cenar, Harry iba a ir a su habitación cuando Evony se puso delante de él.

- Creo que es hora de que sigas despertando ese lado íncubo que tienes.

Harry trago saliva, sabía que Evony estaba hablando de practicar sexo con ella, por un lado no sabía si estaba preparado de tener relaciones sexuales con su madrina, pero por otro lado había leído que cuando sus habilidades hubieran despertado hubiera sido su propia madre quien habría controlado aquellas habilidades. Harry siguió a sus instintos y se dejo llevar por Evony a la habitación de la mujer.

Entraron en la habitación, Evony se desnudo ante los ojos del joven, era una mujer hermosa, Harry siguió el ejemplo y también se desnudo, vio como ya su miembro viril estaba extasiado. Evony se acerco a él y de un leve empujón lo tumbo en la cama, luego la mujer se abalanzo sobre él y comenzó a besarlo. Un beso lleno de pasión, lleno de lujuria, Harry se dejaba llevar, eso era lo mejor, así ganaría experiencia.

- Quiero algo de ti Harry, algo muy apreciado entre las mujeres del mundo mágico.

- ¿Qué es?

- Quiero tu lengua dentro de mi - dijo susurrando su oído - quiero que usando la lengua parsel me hagas estremecer de placer.

Harry abrió los ojos con sorpresa, nunca se hubiera imaginado que la lengua parsel se pudiera usar de esa manera. Pero lo haría, dejo tumbada a Evony boca arriba y con calma fue bajando, sus labios besaron sus pechos con suavidad, saboreando los pezones de la mujer, siguió bajando y con calma puso su cabeza entre las piernas de la mujer, el aroma que le llegaba, la sensación de estar allí era increíble. Con calma su lengua empezó a lamer la zona de Evony, aun no usaría parsel, si Evony quería ser traviesa el también lo sería.

Evony gimió, aun no estaba usando parsel, pero la sensación de la lengua de Harry en su interior le hizo estremecerse, era como estar con los padres de Harry, cada uno le había hecho disfrutar a su manera.

- Vamos Harry, dame lo que quiero.

- Lo vas a tener Evony, pero quiero hacerlo de tal manera que no sepas cuando va a pasar.

La lengua de Harry siguió dándole placer, Evony estaba deseando el parsel, no sabía cuando iba a pasar, tendría que estar preparada. Con fuerza se agarro a la cama, si de forma normal le hacía estremecerse no quería saber que pasaría después.

- Es la hora Evony - dijo Harry en parsel golpeando con su lengua el clítoris de Evony haciendo que la mujer gritara de placer - vas a ser esclava de mi lengua, tu lo has pedido y por lo tanto atente a las consecuencias.

No sabía que estaría diciendo, pero el placer que le daba, sentir la lengua de Harry serpenteando por el interior de sus clítoris era increíble, un placer indescriptible, nunca antes un hombre o mujer le había dado tanto placer.

- Eso es, retuércete de placer, no voy a parar hasta que yo quiera.

- Sigue así Harry, eres digno hijo de sus padres.

La lengua de Harry estuvo varios minutos así, Evony de tantos orgasmos había cubierto parte de la cara de Harry de sus fluidos. Harry entonces se puso de rodillas y acercándose al rostro de Evony se pusieron a besarse, la mujer con su lengua disfrutaba de sus propios fluidos, los que le quedaban en la cara a Harry ya que el resto los había disfrutado el mismo Harry.

- Creo que ahora me toca a mí darte el placer que te mereces Harry.

- No te cortes Evony, no te cortes.

Evony bajo a la entrepierna del joven, tenía un buen miembro había que reconocerlo, pero no se iba a dejar superar por un adolescente. Con toda su pasión comenzó a lamer el pene de Harry, el muchacho extasiado no pudo evitar gemir de placer. Era algo increíble, sentía la lengua de Evony recorriendo cada parte de su entrepierna. Como la mujer se metía al completo su pene en la boca. No pudo evitarlo, el placer era tal que expulso todo su semen dentro de la boca de Evony, la mujer sonrió, se notaba que aun era joven ya que le había durado poco, pero se encargaría de enseñarle.

- Como se siente, creo que me merecía hacerte gozar de placer por tus actos.

- Estoy de acuerdo Evony - dijo Harry con la voz entrecortada - ha sido increíble.

- Esto aun no ha terminado, quiero tenerte dentro de mi, sentir tu pene en mi interior.

Nada más decir eso Evony se coloco de tal manera que rápidamente introdujo el pene de Harry dentro de su clítoris, tras eso hizo que Harry se colocara de tal manera para que el muchacho fuera quien tuviera el papel principal.

- Vamos Harry Potter, se un hombre.

Harry así lo hizo, entraba y salía del cuerpo de Evony con gran placer, de vez en cuando se incorporaba hacía ella para así probar los labios de la mujer, saborear los dulces pechos de su madrina. Era increíble, al contrario que con Emma era el quien llevaba el ritmo y le encantaba, era un placer indescriptible. Ahora entendía por que su madre había querido que se quedara con Evony, su madrina le había instruido desde que comenzó su adolescencia en las relaciones sexuales, también era para conocer la política FAE, pero eso ahora mismo no le importaba.

Al cabo de unos minutos el joven exploto dentro de Evony, se tubo que tumbar al lado de la mujer agotado mientras ella le miraba de forma divertida mientras se bebía la poción anticonceptiva.

- No esta mal Harry.

- Estoy agotado.

- Ya te acostumbraras, por lo menos mañana se vera que estas en buena forma.

- ¿Qué pasa mañana?

- Es un examen médico rutinario, vas a ser examinado por una doctora de los luces.

- ¿Por qué de las luces?

- Es una de las mejores doctoras humanas que existen, hace tiempo fue capaz de parar una epidemia FAE en África, por eso el anterior Ash la contrato.

Era interesante, tenía que ser muy hábil en su trabajo para no solo parar una epidemia, sino que el Ash se interesara de esa manera por una humana. Tenía ganas de conocerla.

- Vaya, quiero conocer a esa doctora.

- ¿Y eso?

- Alguien así estoy seguro que con algún que otro conocimiento mágico puede ser de gran ayuda para mezclar las pociones de curación con métodos muggles de curación.

- Es cierto, puede ser en verdad muy útil.

- Ya hablaremos mañana, ahora me apetece descansar al lado de mi madrina.

- Ven aquí mocoso.

Evony y Harry se tumbaron y se abrazaron, estaban felices de haberse encontrado tras tanto tiempo. Para Harry era estar en el cielo, tenía una familia, para Evony era magnifico, el pequeño Harry, aquel bebe de hermosos ojos verdes hijo de sus amigos estaba con ella, como tendría que haber sido.

- Me pregunto que pensarían mis padres si nos vieran.

- Lily te diría que te divirtieras pero con precaución, mientras que James te animaría a seguir teniendo sexo con otras mujeres.

- ¿Cómo eran?

- Tu madre era inteligente, muy inteligente, tu padre también lo era, pero hay que reconocer que lo gastaba en bromas.

- Ya había oído algo así, por lo visto mi padre junto con Sirius eran unos alborotadores.

- Tu madre creyéndose hija de muggles no sabía sobre sus habilidades, por suerte despertaron en verano y pudo ser ayudada, fue la familia Potter quien a escondidas la ayudo y la instruyo, eso fue lo que hizo que sus padres se acercaran, algo que antes era imposible.

- ¿Y eso?

- Piensa que opinaba Lily, del gamberro y bromista James Potter.

Harry sonrió, seguramente no se llevaban muy bien, debía reconocer que de la vida de su madre apenas había leído en los diarios, solo algunas cosas concernientes a la sociedad FAE. Se tumbo boca arriba con una mirada perdida.

- Ojala estuvieran aquí.

- Siempre están Harry, están en nuestro corazón y mientras no los olvidemos siempre estarán ahí.

- Lo se, pero me gustaría tenerlos conmigo.

Ligeras lágrimas salieron de los ojos de Harry, Evony pasó su brazo alrededor del pecho del joven y lo abrazo. El abrazo calmo a Harry que tranquilamente cerró los ojos hasta quedarse dormido.

La mañana llego tranquila, tras un buen desayuno y hacer algo de ejercicio en un gimnasio que había en el mismo edificio Harry se encontraba vistiendo para ir a la reunión con los luces. Evony le acompañaría como líder de las sombras y no como su madrina, para representante de su familia estaría Bo la cual les estaba esperando abajo junto con la inseparable Kenzy.

- ¿Alguna vez os separáis?

- Solo cuando tu querida tía tiene que curarse.

- Entiendo.

Kenzy y Harry estuvieron hablando tranquilamente, era una joven muy agradable a la que le encantaba escuchar las historias de Harry Potter. Mientras Evony y Bo comentaban sobre algunos asuntos FAE, era cierto que no se soportaban por eso de que Bo no seguía las reglas y no había elegido bando, pero por otro lado era útil para ciertos asuntos. Cuando llegaron a la residencia del Ash fueron conducidos ante el hombre que estaba acompañado por una mujer.

- Bienvenidos - dijo el Ash - Harry, la doctora Lauren Lewis será la encargada de hacerte un chequeo médico.

- Sígame joven.

Harry siguió a la mujer, era rubia, era guapa y veía como no dejaba de mirar a su tía Bo. Le llevo a una sala médica donde también había varios aparatos de gimnasia.

- ¿Qué tengo que hacer doctora?

- Lo primero es comprobar tu forma física, quiero que uses la cinta de correr durante cinco minutos, mientras este aparato me dice tus pulsaciones.

La doctora le coloco un brazalete en el brazo que iba conectado a un ordenador, le explico que así conocería su ritmo cardiaco y vería en que forma se encontraba.

No tuvo problema, si hubiera sido antes del verano seguramente no habrían sido buenos resultados, pero ahora estaba en mucha mejor forma. Al cabo de cinco minutos la doctora le pidió que parara.

- Bien, veo que tienes un buen físico, tus constantes a pesar de la carrera son buenas, lo que quiere decir que haces ejercicio a diario.

- En efecto doctora Lewis.

- Bien ahora quiero que te quedes en ropa interior, vas a pesarte y quiero tomar tus medidas.

Harry lo hizo sin problema, aunque era la primera vez que estaba ante un medico no estaba nervioso. Al instante Lauren midió la altura de Harry y comprobó su peso. Tras eso la mujer le dio su diagnostico.

- Bien Harry, tienes una buena altura y peso para tu edad, quizás un poco más alto de lo normal.

- Seguro que me alimento bien.

Harry no iba a decir que era por un amuleto donde el tiempo pasaba diferente. El resto de la revisión fue rutinario, análisis de sangre, de orina, todo lo que Harry había oído cuando sus tíos llevaban a su primo de médicos. Tras unos minutos la mujer había terminado.

- Bueno, debo reconocer que estoy sorprendida, tu salud es excelente Harry, podrías incluso ganar entre cinco y diez kilos más, tienes un buen físico, pero eso te hará ganar músculo si te interesa claro ¿practicas algún deporte?

- Natación y durante la escuela quidditch.

- El deporte con escobas, debo reconocer que cuando el Ash me dijo que iba a tener que revisar a un mago FAE me sorprendí y tuve que leer algo sobre tu sociedad.

- Si quieres tengo varios libros - dijo Harry mientras se vestía - es más, me gustaría hablarte sobre algunos asuntos médicos.

- Cuando quieras, ahora volvamos que de mi informe al Ash y a la Morrigan.

El chequeo medico duro varios minutos más, Harry se intereso por saber que relación tenía la doctora con su tía, pero la mujer fácilmente eludía sus preguntas.

Regresaron a la sala principal, donde Lauren les dio los informes al Ash y a la Morrigan.

- La salud de Harry es perfecta - dijo Lauren mientras veía como el Ash y la Morrigan leían los informes - es un joven muy saludable.

- Bueno Harry, según dijiste tu estancia va a durar aquí al menos un mes, ¿qué planeas hacer?

- Pues vera Ash, tenía pensado sobre todo conocer a mi familia y a mi madrina, pero por otro lado me gustaría ponerme al día con la política FAE, tengo mucho que estudiar, pero me interesa aprender para en un futuro decidir que bando escojo.

- Es una buena elección Harry.

- Por otro lado tengo que estudiar sobre algunas cosas de mi mundo, cuando regrese a Inglaterra quiero estar separado.

- Me gustaría que te quedaras a comer aquí Harry - dijo Lachlan - ya también quiero que la Morrigan se quede ya que tenemos que hablar de varios asuntos.

- No tengo ningún problema, pero no sé si Evony se quedara.

- No te preocupes Harry, también es cierto que con su nombramiento como Ash debemos reunirnos para determinados asuntos.

Lo primero que Harry hizo fue coger el teléfono móvil para llamar a casa de Hermione, debía aparentar su amistad para que no se sospechara. Marcó el número y espero con calma.

- Buenas tardes ¿quién es?

- Buenas señor - respondió Harry al que sería el padre de Granger - ¿es casa de Hermione Granger?

- En efecto, ¿quién llama?

- Soy su compañero de clases Harry Potter, ¿se puede poner?

- Un momento Harry, enseguida la aviso.

Harry escucho como el hombre llamaba a su hija y se oyó como esta corría hacia el teléfono.

- Harry ¿eres tú?

- Soy yo Hermione, espero no molestar ¿qué hora es allí?

- Son sobre las tres de la tarde.

- Aquí son las diez de la mañana.

- ¿Cómo estás?

- Estoy bien, tengo que reconocer que están siendo unas vacaciones geniales.

- ¿Tus tíos se portan bien contigo?

- A la perfección, es lo que tienen los negocios, hay que aparentar.

- Me lo imagino, me entristecí mucho cuando recibí tu carta, esperaba que pasaras el verano con Ron y conmigo en la madriguera.

- Yo también hubiera querido, pero un viaje así es una gran oportunidad, la ciudad es magnifica.

- Me lo imagino, pero esperaba tener a alguien con quien hablar mientras Ron se ponía con el quidditch.

- ¿Vais a los mundiales?

- En efecto Harry.

- Me encantaría ir, pero al menos voy a estar otro mes por aquí, queremos visitar las ciudades más importantes.

- ¿Llegaras para tu cumpleaños?

- No lo sé Hermione, pero si no es así ya os invitare a algo cuando regrese.

- Bueno Harry, espero que puedas venir.

- Yo también, tengo que cortar, nos veremos a mi regreso.

- Adiós Harry.

Harry colgó el teléfono, el joven sonrió, tenía que hacerles creer que todo iba a la perfección, que no sospechasen de nada.

Durante el resto de la mañana Harry estuvo en la mansión de Ash, pasaba la mayor parte del tiempo con Bo, su tía quería conocer sobre su vida, de la misma manera que Harry quería conocer como había sido la vida de la hermana de su madre. También tuvo varias conversaciones con el Ash en lengua parsel. Cuando llego la comida se sentaron para comer tranquilamente, también llego allí Trick. Fue una comida tranquila, hablaban sobre todo con Harry, querían conocer sobre el mundo mágico, pero también conocer las impresiones de Harry sobre la sociedad FAE.

Tras la comida decidieron que horario tendría Harry, como sería su vida durante el tiempo que estuviera allí. Por las mañanas el joven, además de seguir con sus entrenamientos para mejorar su condición física, empezaría a aprender a manejar la espada. La lucha con armas era muy útil y por lo que Harry había leído los miembros de la familia Potter se enorgullecían de ser grandes espadachines. También entrenaría sus artes mágicas, a petición de Lachlan y de Evony mostro varios hechizos, si algún mago les atacaba querían estar preparados para saber como luchar contra la magia.

Por las tardes el joven lo dedicaría a conocer tanto la política FAE como a estudiar sobre su mundo, sobre todo las leyes que tenían el miembro de una casa noble y antigua, también estudió sobre duelos y deudas de vida, algo que en el futuro sería muy útil al tener Ginny Weasley y Peter Pettigrew, ambos, una deuda de vida con él. Por otro lado el apartado de duelos mágicos le dio una gran idea para un futuro poder tener influencia sobre determinadas personas.

Era un aprendizaje duro, pero el joven no se iba a rendir, una vez a la semana usaba el amuleto duende para acelerar su aprendizaje varios días. Pero si el entrenamiento era duro, tenía la ventaja de que cada cierto tiempo se desahogaba practicando sexo, ya no solo con Evony, también había tenido sexo con su tía Bo. Fue la misma Evony quien se lo aconsejo para ir entendiendo las habilidades de los súcubos y de los íncubos. Al principio le dio mucho corte pero poco a poco se fue acostumbrando, las experiencias que tenía eran increíbles.

Durante ese tiempo también conoció a mucha gente, a pesar de que su tía Bo no había elegido lado era muy conocida y respetada. No solo por su decisión, sino que por sus actos había ayudado a muchos FAE.

Una de las personas con las que más amistad hizo fue un hombre lobo llamado Dyson, cuando supo de su condición se intereso para saber que diferentes eran los hombres lobo de los FAE. Le gustaría ayudar a Remus Lupin con su problema. Se entero que Dyson podía transformarse en lobo a voluntad, que no perdía el control y que no necesitaba la luna llena para su transformación. Con Dyson aprendió sobre todo a luchar y a combatir.

Luego estaba Hale, un Sirénido muy amigo de Dyson, era heredero de una de las familias más importantes dentro de la sociedad FAE, gracias al hombre aprendió sobre la política y las familias de los FAE. Harry bromeaba con el hombre ya que era bastante divertido, lejos del estricto carácter de su familia, a la que tuvo el placer de conocer en una reunión a la que fue invitado por Lachlan.

Lachlan, era una de las personas con las que más tiempo pasaba, el hombre era un gran espadachín y le enseño a Harry gran parte de sus habilidades, también pasaban tiempo hablando el parsel.

- Antes de mi - Harry estaba sentado en un descanso de su entrenamiento - ¿habíais conocido a algún otro hablante de parsel?

- Hace tiempo, unos cien años, fue un joven sanador que me encontré en un viaje por Grecia, un mago y curandero muy habilidoso, era el último de su familia pero tenía una grave enfermedad hereditaria y murió joven.

- Una lastima, me hubiera gustado conocerlo, la lengua parsel esta muy mal vista por culpa de Salazar Slytherin.

- En realidad eso es en Inglaterra, es cierto que lo mantienen en secreto por ser mal vistos, pero en el resto del mundo aun la magia parsel de curación es venerada.

Otra visión de su país que no gusto a Harry, solo por los actos de unos, un arte muy útil había sido no solo repudiaba sino también olvidada, solo era recordada como la lengua que usaba un mago oscuro.

- Volvamos al entrenamiento Harry.

Lachlan era brutal, no tenía concesiones con el muchacho, claro esta, que Harry tampoco las quería, el joven no buscaba el camino fácil, cada día entrenaba sin parar, mejorando sus habilidades. Estaban entrenando cuando un asistente aviso de que Bo estaba allí.

- ¿Sabes que hace aquí tu tía?

- No lo se Ash, no habíamos quedado.

Bo entro en la sala, Harry se dirigió hacia ella para saber que pasaba.

- Tía Bo ¿pasa algo?

- Necesito tu ayuda Harry.

- Claro.

Bo se sentó y les contó que la última noche había sufrido de pesadillas, había descubierto que no eran pesadillas normales, sino provocadas por una Mare, un tipo de FAE que provoca pesadillas para luego alimentarse del miedo de estas. Mientras Kenzy intentaba encontrar un Baku, para absorber aquellas pesadillas.

Pero debían mantener los sueños de Bo en calma y Lauren quería que Harry entrara en los sueños de su tía para así ayudarla. Mientras Lauren monitorizaría las constantes de ambos para despertarlos si era necesario. Antes de tumbarse a dormir les pusieron un brazalete de oro, con varias runas que les conectaría con el mundo de los sueños.

Harry abrió los ojos y vio que se encontraba en un lugar oscuro, a su lado Bo estaba temblando de miedo. Los miedos de su tía eran grandes pero el joven no iba a perder a su familia ahora que la había encontrado.

- Mírame tía Bo, estoy contigo no te pasara nada.

- Tengo miedo.

- Es natural, pero debes se fuerte por la gente que te espera.

- Gracias Harry.

Vieron durante un rato la mente de Bo, gracias a Harry esta estaba más calmada, se notaba que aquellas pesadillas estaban estresando de gran manera a Bo. Pero Harry que había aprendido a distinguir tanto la magia como el aura de las personas, fueran magos, FAE o simples humanos noto una esencia más aparte de la Mare, dos personas estaban jugando con la mente de su tía y eso no lo iba a permitir. Uso su magia para conectar con el débil poder que aun quedaba dentro de la mente de Bo para conseguir identificar a los atacantes.

Harry entonces vio que estaba en la mente de otra persona, en la mente de la Mare que había atacado a su tía, no tenía que haber pasado, solo quería saber donde estaban los atacantes. La mujer se dio cuenta de la intrusión y se encaro con Harry.

- ¿Quién eres mocoso?

- Deja en paz a mi tía Bo o me encargare de ti.

- Vaya, así que la súcubo tiene un sobrino, me encargare primero de ti.

- No te permitiré hacerle daño.

- Lo dudo mucho, estas en mi mente y aquí yo soy quien lo controla todo.

Al momento Harry fue atacado por pesadillas mandadas por la Mare, pero el joven se había enfrentado a sus peores miedos combatiendo a los dementotes, tenía miedo si, pero era capaz de luchar. Por suerte su magia parecía servir en aquel lugar por lo que pudo luchar sin problemas. La mujer era verdaderamente poderosa, pero nunca había luchado contra un mago y al cabo de unos minutos estaba en el suelo de rodillas llorando.

- Tuve que hacerlo, los humanos no me alimentaban lo suficiente, la súcubo es poderosa, muy poderosa.

Harry miro a la mujer y vio la mirada de una madre preocupada, era una mirada que había visto tanto en Petunia cuando Dudley tenía problemas, una mirada como la de los señores Weasley cuando rescató a Ginny Weasley de la cámara de los secretos.

- Estás embarazada - no era una pregunta, era el único motivo por el que las pesadillas humanas no eran suficientes para la FAE.

- Si.

- Puedo ayudarte, hay otro modo, de esta manera hubieras podido provocar la muerte de tu hijo y no quieres eso.

- Claro que no, quiero que mi hijo nazca sano.

- Dime como encontrarte y te ayudare.

La Mare así lo hizo, no sabía el motivo, pero algo le hacia confiar en aquel mago. Harry despertó y se encontró en la sala médica, a su lado se encontraba Bo ya despierta junto a Lauren, Lachlan y Evony, la madrina de Harry había acudido avisada por el Ash.

- ¿Harry estas bien?

- Estoy bien Evony, necesito que se mande alguien a por la Mare.

- ¿Sabes donde esta?

Harry explico lo que había descubierto, sobre el motivo que había llevado a la Mare a alimentarse de Bo, decidieron que la Mare sería traída para ser ayudada no castigada, Harry no quería que lo fuera ya que hizo algo que cualquier padre o madre hubiera hecho, proteger a su hijo.

Al cabo de media hora la Mare fue llevada junto a otro FAE de las sombras a la presencia del Ash y la Morrigan. El hombre era el responsable de inducir en sueños a sus victimas mientras la Mare se alimentaba de los miedos que causaban las pesadillas.

No serían condenados a muerte, pero se les dio una serie advertencia, la Mare se disculpo con Bo por haberle causado esas pesadillas. Bo se curo gracias a que Kenzy llego con un Baku para ayudar a su amiga. Al momento la súcubo se quedo dormida tranquila como hacía tiempo no lo hacía.

El resto de días paso tranquilo, aquel día Harry estaba terminando de escribir varias cartas, cuando el espejo comunicador con los duendes se activo. Ragnok se mostró en el espejo. Hacía unos días había contactado con el duende para restaurar la casa de la familia Peverell.

- Señor Potter ¿espero no molestarle?

- Para nada Ragnok, en verdad es perfecto que haya contactado conmigo, me gustaría que entregase unas cartas si pudiera.

- No habrá problema señor Potter ¿para quién son las cartas?

- Una de ellas es para Amelia Bones, las otras dos son para Lucius Malfoy y el ministro Fudge.

- Las entregare cuando solo estén esas personas, que es seguramente lo que quiera.

- En efecto Ragnok.

- Por otro lado señor Potter, quiero informarle que las obras de restauración de la mansión de la familia Peverell están completas, ahora solo quien usted quiera podrá entrar a la mansión.

- Me alegra oírlo, seguramente la casa de elfos domésticos de la mansión están contentos.

- Más que contentos, saber que un heredero va a volver les ha animado en gran medida.

Estuvieron hablando durante un rato, el duende le comento que habían localizado uno de los Horrocrux de Lord Voldemort en una casa que había pertenecido a la familia materna del mago oscuro, aun no habían eliminado todas las protecciones, pero dentro de poco tendrían el objeto en sus manos.

- Bueno Ragnok, si necesitan ayuda estoy para lo que surja.

- Gracias Harry Potter.

Harry entrego las cartas y tras eso se corto la conexión, el joven entonces decidió volver a sus tareas pero debía reconocer que tenía curiosidad por saber que pensarían aquellas personas a las que había escrito.

Lucius Malfoy se encontraba sentado al lado de una ventana mirando como su hijo volaba en su escoba al aire libre. En ese momento vio como una lechuza entraba y dejaba una carta en la mesa delante de él. La lechuza salió volando al instante retornando su camino. El hombre cogió la carta, no reconocía la letra, decidió abrir la carta para ver de qué se trataba.

Estimado Lord Lucius Malfoy

Yo Harry James Potter Peverell deseo solicitar una reunión con usted. Seguramente le sorprenda esta carta proviniendo de mi, pero ruego que la lea ya que debemos tratar de varios asuntos de extrema importancia.

El asunto del que debemos hablar viene debido por el acto que su hijo Draco Malfoy cometió durante su primer año cuando me desafió a un duelo de magos y no se presento. Usted como buen político que es, comprenderá las repercusiones de los actos que pueden ocasionar lo que hizo su hijo. Pero no quiero que su familia pague por los errores de una persona, es por eso que solicito una reunión con usted el día 2 de agosto en la mansión Peverell.

Esta carta ha sido encantada por la magia de la familia Peverell para que solo usted pueda leerla y darle permiso para entrar en mi casa, también la carta está preparada para que no pueda mencionar a nadie lo escrito en ella. Le deseo un buen verano.

Harry James Potter Peverell

Lucius Malfoy suspiro, lo reconocía, la carta le había sorprendido, no se esperaba algo así de Potter, estaba claro que el muchacho había cambiado, esa no era la actuación de un Gryffindor, era el plan de una persona inteligente y astuta, usando la información a su antojo, era el plan de un Slytherin, miro por la ventana a su hijo. Sabía lo del duelo, el mismo Draco se lo había contado lo que había hecho para intentar expulsar a Potter. Pero como Potter no había reclamado creía que el joven no sabía nada, hasta ahora, estaba claro que el muchacho había decidido tomar su papel en serio.

Pero por otro lado estaba nervioso debido al segundo apellido de la carta, Peverell, un apellido antiguo y poderoso, todo sangre pura que se preciara sabía que el poder que ostentaba aquel apellido era inmenso dentro del mundo mágico. El propio señor tenebroso estaba lejanamente relacionado con la familia Peverell, a saber de cual de los tres hermanos Peverell descendía Potter. Tenía que ser listo y saber aprovecharse de lo que Potter podría ofrecerle.

Para el ministro Cornelius Fudge era un verano algo ajetreado, eran varias reuniones al día las que tenía para tener listo los acontecimientos que iban a tener, el primero serían los mundiales de quidditch que se celebrarían en ese verano. Mucha gente iría al estadio y quería que los ministros de otros países que vinieran se sintieran a gusto. El otro acontecimiento era el que iba a tener lugar en la escuela de Hogwarts, después de mucho tiempo el torneo de los Tres Magos se iba a volver a celebrar, era una suerte que su país albergara dos acontecimientos tan importantes en un año. Eso daría publicidad y muchos beneficios. Observo que una lechuza se acercaba a su ventana, era raro, como ministro de magia no solía recibir cartas directamente a no ser que fueran de sus más allegados amigos. La lechuza entro y dejo la carta encima la mesa. El hombre cogió la carta y la abrió.

Estimado ministro de magia Cornelius Fudge

Le escribo para informarle del regreso de la antigua y noble casa Peverell a Inglaterra. Le deseo invitar a usted a mi mansión para poder hablar tranquilamente durante el día 3 de agosto. Esta carta esta encantada por la magia de la familia Peverell para que no divulgue nada de información y pueda acceder a mi vivienda. Estará acompañado de Amelia Bones a la cual también le he enviado una carta, muéstrele esta carta para que sepa que usted también esta invitado. Pero esta carta no es solo para invitarle, debemos hablar de un tema muy serio que puede traer un grave problema al mundo mágico. En la carta a Amelia se explica todo. Le deseo un verano agradable.

Lord Peverell

Fudge estaba sorprendido, la familia Peverell fue la encargada de haber ayudado en gran medida a la creación del ministerio de magia, su palabra es la ley. Debía ser cuidadoso con este nuevo Peverell, pero lo que más le preocupaba era la presencia de Amelia Bones en la reunión, era una mujer fuerte y enérgica, que no se dejaba intimidar, si la jefa del departamento de leyes mágicas iba a estar debía tratarse de un grave problema de seguridad. Decidió ir al despacho de la mujer para saber que pasaba.

Amelia Bones estaba tranquilamente en su despacho leyendo varios informes de seguridad, la principal razón de trabajar tanto aquel verano eran los acontecimientos que iban a tener lugar, la seguridad debía ser perfecta y no quería ningún fallo. Estaba tan concentrada con el papeleo que solo cuando la lechuza se puso delante de ella se dio cuenta del animal. Cogió la carta y se dispuso a leerla.

Estimada Amelia Bones, jefa del Departamento de Leyes Mágicas

Yo el heredero de la familia Peverell me dirijo a usted con el fin de concertar una reunión el día 3 de agosto para no solo anunciar mi regreso, sino informarle de una grave injusticia contra un miembro de una casa noble y antigua. Esa persona de la que hablo es Sirius Black, último heredero de la casa Black. Seguramente piense que Black es culpable, como todo el mundo claro esta, pero el problema es que según mis informes Sirius Black no fue sometido a juicio. Eso esta en contra de las leyes sobre las casas nobles y antiguas, ya que según los estatutos del Winzegamot sea cual sea el crimen, un miembro de una casa noble y antigua debe tener un juicio justo interrogado por Veritaserum. Espero que como la actual jefa del DLM se encargue del asunto, intentare localizar con Sirius Black para así poder avisarle de que va a tener juicio. De ser inocente seguramente se presente al juicio, de no hacerlo el hombre será declarado culpable. Una cosa más, solo usted y el ministro Fudge podrán asistir a la reunión, esta carta ha sido encantada por la magia de la familia Peverell para darles acceso a la mansión pero también que no se divulgue nada sobre la información de la carta. Le deseo un verano tranquilo.

Lord Peverell

Era grave, era muy grave, de ser cierta la información de la carta si Sirius Black usaba su poder como miembro de una casa noble y antigua estaban verdaderamente en un problema. En ese momento el ministro Fudge entro a su despacho como una exhalación, llevaba una carta en la mano.

- Amelia.

- Me ha llegado la carta señor ministro.

- Puedo saber que dice.

Amelia le entrego la carta, gracias a la magia Peverell se pudo leer lo que decía. El hombre al terminar miro a la mujer.

- ¿Qué podría pasar si Black decide usar sus poderes?

- Podría exigir la disolución completa del ministerio Cornelius - Amelia como la actual jefa de la familia antigua Bones sabía sobre las leyes de las casas nobles y antiguas - no solo eso, incluso mandar a Azkaban solo con pedirlo a todos y cada uno de los trabajadores del ministerio y del Winzegamot por nuestro error.

- Pero nosotros no somos culpables.

- ¿Crees que eso le importara? imagínate por un momento que Black es inocente, años encerrado por un crimen que no cometió solo por que alguien no quería que saliera libre, como crees que se debe sentir el hombre.

- Entonces debemos investigar que paso, los responsables deben ser aquellos que debieron enjuiciar a Black cuando fue encarcelado.

- Eso haremos, pero con discreción, no sabemos quien puede estar en contra, ya cuando nos reunamos con este Lord Peverell espero que nos responda a varios asuntos.

Estuvieron hablando durante varios minutos, no sabían lo que depararía el futuro, pero estaba clara una cosa, quien fuera el tal Lord Peverell iba a traer grandes cambios al mundo mágico.

Albus Dumbledore se encontraba en su escritorio pensativo aun por una carta, la joven Hermione Granger le había escrito hacia varios días tras el contacto de Harry Potter con ella. Nada de lo que preocuparse, el joven parecía querer volver con sus amigos, pero aun no podía, por culpa del viaje de sus tíos. Había investigado sobre el viaje, por lo visto en verdad Vernon había hecho un gran negocio y había sido invitado a los EEUU. Solo eso, o eso creía ya que la información que le llegaba era enviada por los duendes, que estaban ayudando a Harry a mantener en la ignorancia a Dumbledore. El director de Hogwarts sabía que el regreso de Lord Voldemort estaba cerca, su espía Snape lo había confirmado ya que la marca tenebrosa de su brazo comenzaba a mostrarse ligeramente, demostrando que el mago oscuro estaba ganando de nuevo poder. Para el hombre era lo mejor que podía pasar, llegado el momento Potter se sacrificaría para eliminar el horrocrux de su cicatriz y tras eso se encargaría del mago oscuro, así Albus Dumbledore sería el mago más grande de todos los tiempo. Que lejos estaba de saber que su reinado se estaba acabando, que todo aquello que había planeado se derrumbaría como un castillo de naipes ante una ráfaga de viento. Dumbledore caería al igual que todos los que junto a él habían querido manipular a Harry Potter.

Un capítulo más, espero que les haya gustado. Debo reconocer que la idea de que use Harry parsel para dar placer no es mía, me he basado en uno de mis escritores favoritos Megamatt09, sus historias están llenas de lujuria y ha hecho que me anime a que Harry use el parsel en esta historia, no solo lo va a usar en sexo, pero va a ser el motivo por el que muchas mujeres lo deseen.

El siguiente capítulo espero tenerlo en pronto, si soy capaz espero tenerlo para dentro de una semana. Gracias por su apoyo.

Por otro lado la historia de Harry Potter y Smallville, tengo pensado actualizar el primer capítulo de aquí a dos semanas, me faltan unos detalles.

Gracias por los reviews, el que más me ha emocionado es el de Acqua Cullen Potter, ya que comentarios así son los que hacen que siga escribiendo. Gracias a todos y espero que me sigáis leyendo.