Líder de escuadrón

-Hange, espero me puedas tener un reporte actualizado de las estrategias de exploración. Necesitamos hacer un inventario de armas y asegurarnos que los elementos de la caballeriza estén al corriente con tratamientos médicos- decía Erwin mientras extendía una pila de papeles hacia Hange quien se encontraba sentado frente a él al otro lado del escritorio.

-Sí, sí, sí- comentaba con entusiasmo. –Aunque no sé por qué me pides a mí que haga esto Erwin, ya sabes que lo mío es más análisis de datos que otra cosa. Díselo al perro de Mike-

-Oye…- interrumpió Erwin con voz grave –No creo que Mike aprecie que quieras darle más trabajo del que ya tiene- Hange y Erwin rieron al unísono. Infantilmente bromeaban sobre Mike y su afán por olfatear todo lo que se encontraba a su alrededor. –Bueno, bueno, pero, en toda seriedad, no puede ser Mike. Desde que Shadis se retiró y me nombraron comandante, hay mucho papeleo que hacer… archivo… registro; no creo que eso te resulte de lo más entretenido-

Hange se cruzó de brazos y suspiró. Tenía razón. Si algo detestaba era sentarse detrás de un escritorio a llenar formularios con datos tediosos. Aunque realizar reportes y estrategias de exploración, tampoco era lo suyo, al menos podía dejar volar la imaginación.

Habían pasado seis meses desde la última misión. Y aunque ya habían pasado varias misiones desde lo que les pasó a Isabel y Farlan, quienes murieron víctimas de un titán aberrante, Levi decidió seguir formando parte de la legión, aún sin confiar en Erwin Smith del todo. Sentía resentimiento, casi odio por él; el hecho de que los haya dejado ir a esa misión con su falta de experiencia, a pesar de que sus habilidades eran innatas, no podía sentir algo de arrepentimiento, cosa que estaba luchando por combatir. Aunque detestaba su presencia, incluso el escuchar su nombre, las palabras que Erwin le dijo ese día no abandonaban su mente "Todo era culpa de los titanes"… No había que arrepentirse pero aún así, sentía culpa y sentía remordimiento.

Sentado rodeado de sus compañeros, estaba ausente, sólo su cuerpo estaba ahí, sin involucrarse en conversaciones, sin prestar atención a los rostros, sólo se encontraba sentado hundido en su mente, recapitulando los hechos trágicos de los últimos meses. De pronto sintió que alguien lo sacó de sus pensamientos. Petra tocaba su hombro mientras reía mirando a sus compañeros.

-¿No es cierto Levi?- preguntaba Petra carcajeándose con Gunther y Eld a lo que parecía, era a costa de Oluo quien sostenía un tenedor y cuchillo en respectivas manos con furia, al grado que sus puños temblaban.

-¿Eh?- contestó aún teniendo la mano de su joven muy familiarmente sobre su hombro.

-¡Oluo está imitándote!- exclamó. Las risas de sus compañeros resonaban en el comedor y Oluo cada vez se veía más avergonzado. Oluo había sido foco de burla desde que Levi lo salvó de un titán en una de las misiones anteriores y debido a esto, comenzó a tenerle gran admiración, por lo que intentaba adoptar actitudes de su héroe.

Levi lo miró de reojo pero no se preocupó en determinar si tal cosa era cierta o no; aún no se daba el lujo de fraternizar y mucho menos de hacer bromas, simplemente no tenía ánimos para tal cosa y sólo se enfocaba en las cosas que creía más importantes: entrenar. Al ver la falta de interés de Levi sobre el tema, Petra y los demás dejaron el tema por la paz, volviendo a un ambiente un poco más moderado.

La hora de la comida terminó y Levi, seguido de sus compañeros, se levantó de la mesa y salió del comedor para llegar a la sala común donde el escuadrón del que formaban parte, tendría una junta de estrategia con el comandante y los capitanes. Levi sabía que muy pronto irían a una misión y pensaba que ya era hora de que así fuera. Estar encerrados, organizando estrategias le estaba afectando al grado de que batallaba para dormir por las noches. La junta no duró mucho, establecieron que saldrían a la siguiente misión en tres días. Usualmente las misiones se llevaban a cabo una vez al mes pero debido a las pérdidas tan grandes que sufrió la legión debieron esperar más de lo usual en espera a nuevas armas y elementos para sumarse a los escuadrones. Levi no podía decir que estaba feliz de que habría una nueva misión pero se sentía con la cabeza más despejada y más enfocado a un propósito que el de sólo estar en la misma rutina todos los días.

-¡Qué fastidio!- dijo Oluo una vez que salieron de la reunión como tratando de portar una actitud desinteresada e irreverente, cosa que poca gracia le hizo a sus compañeros, especialmente a Petra.

-¡No lo digas tan casualmente! ¡No es como si lo hiciéramos por gusto!- exclamó Petra con frustración, desesperada por la actitud de Oluo pero también por su comentario.

-¿Eso crees?- preguntó Levi en un tono pasivo pero algo intimidante.

-S-sí… e-e-eso creo- respondió la joven ahora indecisa sobre su respuesta.

-Estás equivocada, Petra- contestó Levi deteniendo el paso y haciendo contacto visual con los redondos y ambarinos ojos de la joven. –Nadie está aquí a la fuerza; quienes estamos aquí es por convicción y decisión-

Petra se mantuvo en silencio, incluso Oluo dejó a un lado su fachada fanfarrona y miraba junto con su compañera a Levi quien siguió caminando.

En retrospectiva, Levi se sorprendía de que tales palabras salieran de su boca pero era lo que creía firmemente ahora. Se lamentaba por la muerte de sus amigos pero lo que vivía ahora era el camino al que fue guiado por circunstancias ajenas a las suyas, aunque pareciera que era más por sus decisiones. Se repetía esta idea como un mantra sagrado para disipar las visiones que lo atormentaban por las noches y las sustituía con la voz de Erwin diciéndole aquello que domó su rabia el día el día de sus pérdidas. Aunque no era lo más placentero para él, ya que aún le resultaba irritante la presencia de su comandante, pero era mejor eso a estar sintiendo pena, culpa y tristeza por el suceso tan macabro que le tocó vivir. Se llevó la mano a la sien ya que comenzó a dolerle un poco la cabeza. Caminaba sin rumbo, sin mirar a sus compañeros hasta que el sonido de su nombre lo detuvo en seco.

-Levi, necesito hablar contigo-

Erwin se encontraba detrás de la puerta de su oficina, asomando sólo una parte de su cuerpo y de su rostro. Levi se mantuvo de pie unos segundos observando sin responder, hasta que decidió entrar muy a pesar de su deseo de marcharse y dejarlo con las palabras en el aire. Al entrar, Erwin cerró la puerta y caminó hacia su escritorio donde se sentó y le indico a Levi con un gesto que se sentara en la silla frente a su estación de trabajo. Levi lo observaba en silencio, conteniendo su desagrado de estar ahí.

-Necesito hacerte una propuesta- dijo Erwin al fin, clavando sus claros ojos azules sobre Levi.

-¿Qué?- preguntó sin devolverle la mirada ya que dedicaba más su atención a la tierra que se acumuló en la yema de su dedo índice al pasarla sobre el escritorio del comandante.

-Quisiera hacer unos cambios administrativos- continuó sin prestar atención a lo que Levi hacía con la suciedad de su escritorio y en cambio, entrelazó ambas manos mientras mantenía una pose erguida frente al cadete.

-¿Qué clase de cambios?-

-Como se me nombró comandante, queda una posición disponible para líder de escuadrón-

Levi de pronto lo miró confundido. –Seguramente hay alguien con más experiencia y calificado que yo; Petra, Oluo…-

-No- interrumpió Erwin con voz grave. –Es cierto que hay soldados con récords más impresionantes que el tuyo, con más experiencia y entrenamiento que el que has tenido, sin embargo, tu capacidad y destreza con el dispositivo de maniobra 3D está fuera de lo ordinario; es más avanzado que el de muchos soldados que llevan años de práctica. Levi, tengo la impresión de que con tus tácticas de combate, si son empleadas a los nuevos soldados, tendremos una baja considerable en números de heridos y muertos.-

Levi se mantuvo callado frotando las yemas de sus dedos para deshacerse de la tierra mientras pensaba en lo que Erwin le estaba proponiendo. Lo detestaba pero no podía negar que lo que estaba diciendo resultaba tener mucho sentido. Erwin esperaba a la respuesta de Levi, observaba sus movimientos y sabía que había dado en el clavo; no estaba seguro de que aceptaría pero al menos sabía que lo había puesto a pensar.

-¿No crearía eso conflicto con tus soldados?-

Erwin rió. Levi aún tenía la costumbre de referirse a todo el cuartel como si fueran ajenos a su vida. Comprendía por qué… el cadete se rehusaba a entablar relaciones y Erwin entendía que era debido al dolor y al temor a la pérdida pero decidió no corregirlo, no aún.

-Levi, escoja al cadete que escoja habrían conflictos. Aunque muchos están aquí por un sentido de justicia y sobrevivencia, muchos erróneamente se encuentran aquí por el poder o por otro tipo de ambiciones. Podría escoger a la persona con mayor número de exterminios y asaltos y aún así muchos no lo verían como algo justo. Poco importan las opiniones de los soldados, lo que me interesa es preservar los intereses de la humanidad-

Escucharlo hablar así le producía una sensación desagradable pero no porque estuviera en desacuerdo con lo que hablaba, sino que ese sentido de justicia que tanto dejaba salir de su boca tan naturalmente le irritaba. Se sentía en conflicto por sus sentimientos, deseaba golpearlo pero sentía arrepentimiento por tales impulsos. Erwin, ignorante a la maraña de emociones por las que estaba pasando Levi, levantó una de sus cejas en señal de exaspero.

-¿Y bien?- preguntó algo impaciente recargándose sobre la silla de manera más casual.

-Si crees que esto va a ayudar a que no mueran más miembros pues, no me queda de otra- dijo poniéndose de pie como dando por terminada la reunión.

-Van a seguir muriendo más soldados- respondió Erwin a Levi quien ya le daba la espalda y se detuvo al escuchar su voz. –No podemos evitar que sucedan estas cosas pero sí podemos reducir los números-

-Lo dices como si fuera cualquier cosa- respondió Levi con una risa sarcástica mirándolo con desprecio. –Números-

-Las palabras no cambian los hechos ni los sentimientos, Levi- contestó Erwin de una manera que silenció a Levi.

Cada vez más notaba ciertos segmentos de tristeza en las palabras del comandante pero nada de manera evidente, sólo eran pequeñas cosas que recogía de vez en vez y analizaba, lo cual provocaba que su coraje se redujera en intensidad. Siguió avanzando hacia la puerta y salió pensando en los ojos tristes que pudo notar de manera fugaz y luego pensando en lo que acababa de pasar. ¿Qué demonios significaba ser líder de escuadrón? De pronto sintió que alguien tocó su hombro y pensando que era Petra se giró lentamente sin manifestar molestia pero era Erwin, otra vez, teniendo contacto con él. Sin tener ganas de explotar, sólo dejó escapar un chasquido y se sacudió la mano del comandante de su hombro cosa que no le hizo ni el menor ruido a Erwin quien se mantenía firme frente a él como si no hubiera pasado nada.

-Aún hay que hacer papeleo. Ve con Hange, ella se encargará de todo-

De pronto de quién sabe dónde, Hange apareció sosteniendo un montón de papeles. Lo rodeo de los hombros y lo condujo hasta su oficina en donde pasaron una tediosa tarde llenando formularios y redactando documentos.

-El comandante tiene mucho interés en ti Levi- dijo Hange acomodando los papeles que serían parte del expediente del nuevo líder de escuadrón.

Al escuchar esas palabras, Levi se llevó la mano a la sien y sobó con bastante presión ya que su dolor de cabeza parecía sólo empeorar por lo que no respondió al comentario de Hange; no quería darle estímulo a la conversación pero poco sabía de Hange que no necesitaba de invitación para seguir hablando.

-Fue muy insistente en instalarte como el nuevo líder del escuadrón. ¡Por primera vez! Por primera vez fui yo quien estuvo en desacuerdo, "es muy pronto" le dije. Sé que estás por tu proceso de recuperación-

Levi levantó la vista y la miraba a los ojos, tratando de comunicarle con la mirada que esperaba silencio pero Hange simplemente no entendía el mensaje. Su compañera prosiguió.

-Erwin está desbordándose en intentos de reinstituirte apropiadamente- comentaba sin fijar la vista en Levi, sólo se enfocaba en acomodar cada hoja en el orden correcto.

-¿Reinstituirme? He estado entrenando, yendo a las misiones-

-No es eso- interrumpió Hange extendiendo una carpeta con los documentos mientras ajustaba sus lentillas –Necesitas estar también presente desde aquí- dijo poniéndose la mano sobre el pecho. –En esto nunca vamos a estar del todo bien obviamente; ver a un titán por primera vez te marca para siempre, nunca vuelves a ser el mismo, pero necesitamos estar luchando con el corazón-

-Psht. Qué basura- respondió sintiendo de pronto bochorno por las palabras que Hange decía, palabras que le parecían vergonzosas.

La misión fue corta y poco informativa. El cielo se encontraba nublado y comenzó a caer una lluvia no tan intensa pero sí lo suficiente como para entorpecer a los titanes y alejarlos. No hubo avances ni ningún tipo de información que pudiera servir para un nuevo registro. La persona que más decepcionada se encontraba era Hange, ya que regresó con las manos vacías pero Erwin se sentía realmente aliviado ya que no habían perdido a nadie en la misión, a lo mucho había habido algunos accidentes con los caballos debido a la irregularidad del suelo por el agua pero nada más.

Erwin llegó exhausto y se dirigió directo a su habitación; no a la oficina, no a hacer reportes, lo único que quería era quitarse el cinturón y liberarse de las correas que ya estaban comenzando a molestarle. Se dejó caer sobre la cama, sin moverse, sólo sintiendo el palpitar en sus pies. Estaba cansado, nervioso, asustado y no sabía si se sentía culpable de tener un día más para vivir. Aún no deseaba morir, esperaba vivir lo suficiente para exterminar titanes pero más para descubrir la verdad sobre ellos; sentía que aún quedaba mucho por hacer. Dejo escapar un suspiro y se sentó en la cama, quitándose poco a poco las correas. Se aflojó la corbata y se quitó el saco el cual aventó sin preocuparse en dónde caería.

Alguien tocaba la puerta.

-Entre- dijo llevándose la mano a los ojos como anticipando que vendría algo más relacionado al trabajo.

Levi entró a la habitación sin reserva y se paró al lado de la cama donde yacía Erwin casi a punto de quedarse dormido.

-Levi- dijo Erwin al abrir los ojos. No se enderezó.

-Necesito órdenes para comenzar el entrenamiento del escuadrón mañana- dijo en tono serio mirándolo con indiferencia.

-Esperaba que tuvieras un plan- dijo rascándose la cabeza mostrando un lado completamente descuidado ante Levi quien sólo lo miró por unos segundos y se dio la vuelta pretendiendo salir pero Erwin lo detuvo. –Escucha, sé que no fue una misión muy productiva pero hiciste un buen trabajo-

-¿Esperas ganarte mi simpatía?- preguntó Levi en tono sarcástico cruzándose de brazos.

-No. Pretendo que veas que te respeto como miembro de esta legión; espero que con el tiempo puedas hacer lo mismo conmigo. No deseo tu amistad, Levi, es mucho pedir y es en realidad algo a lo que no aspiro de nadie aquí. Estamos temporalmente-

Para sorpresa de Erwin, Levi tomó una silla que se encontraba cerca de un escritorio que estaba contra la pared. La arrastró y la colocó al lado de la cama de Erwin. No sabía muy bien por qué lo hacía, fue un impulso, algo del momento. Estaba cansado, cansado de sentir rabia. Erwin se enderezó lentamente, sentándose en la orilla de la cama sintiéndose consternado y algo confundido.

-¿Es ingenuo desear que las futuras expediciones sean como las de hoy, cierto?- preguntó epro era de esas preguntas de las cuales no se esperaba tener respuesta, sin embargo, Erwin negó ligeramente con la cabeza.

-No. Es lo más humano que se puede esperar- contestó colocando lentamente su mano sobre el muslo de su camarada.

Levi no sabía cómo reaccionar, en realidad, nunca había fraternizado de esa manera. Lo más cercano a una familia eran Farlan e Isabel, y aún así, su relación nunca llegó a un plano físico como estaba pasando. Se estremeció cosa que Erwin notó y removió su mano en seguida colocándola sobre su propio muslo.

-¿Cómo van tus cagadas nocturnas?- preguntó cambiando abruptamente de tema provocando que se dibujara una sonrisa en el rostro de Erwin quien no sabía si estar sorprendido o qué.

-No he ido- contestó dejando escapar una risa.

Levi de pronto empezó a sentirse relajado. Era diferente a ver reír a Petra o a sus otros compañeros. Estaba siendo testigo de uno de los errores más grandes que había cometido: juzgar injustamente a Erwin Smith.