Capítulo 1 ELLA

Ya han pasado años desde que mi hermano mayor tomó la decisión de ser un shinigami sustituto, después de recuperar sus poderes lo han llamado constantemente a la sociedad de almas y allí ha recibido innumerables misiones. Yo por mi parte me he hecho más fuerte conforme ha pasado el tiempo, lo sé porque apenas me llegan a rozar los huecos se desintegran, pero para evitar llamar la atención de shinigamis y vasto lores trato de mantener oculto mi reiatsu. Ya tengo 17 años y el tiempo me ha hecho un tentador trofeo para el sexo opuesto, antes ocultaba mi cuerpo tras prendas que eran tres tallas más grandes de lo que debería de usar ¿por qué? Simple, no me gusta ser acosada por idiotas, y el constante ejercicio que hago desde que tengo uso de razón me ha hecho un cuerpo muy… ¿cómo decirlo sin sonar pretenciosa? Dejémoslo en que tengo un par de senos que incluso me llegan a estorbar, claro, sin ser exagerados cómo los de Inoue, una cintura pequeña complementada por un abdomen bien marcado, un trasero firme y redondo, y por capricho de mi querida cuñada Rukia me he dejado el cabello crecer hasta la cintura (según mi gemela, Yuzu, soy la envidia de cualquier modelo) pero para mí eso no es importante sólo trato de mantener mi peso para poder moverme ágilmente.

Mi interés por lo sobrenatural es nulo y aunque es cotidiano para mí ver espíritus simplemente finjo demencia. Este año saldré de la preparatoria y estoy considerando seriamente estudiar Derecho y especializarme en Criminología, si mi hermano puede poner en orden lo sobrenatural yo prefiero poner en orden a todos los delincuentes, violadores y asesinos que joden a personas inocentes por intereses, gustos y deseos obscenos que no son sino una patología para la sociedad.

En fin, hace unos días pasó algo horrible y me tiene muy preocupada lo que pueda ocurrir conmigo, pasaba por el parque rumbo a mi práctica diaria de fut, cuando repentinamente vi un hueco, estaba estrangulando a una pequeña niña de unos 5 o tal vez 6 años. El hueco lamió su mejilla y estaba por devorar a la pequeña cuando no sé en qué momento lo atravesé con una espada que no sé de dónde demonios salió. Cuando recuperé mis cinco sentidos casi me desmayo al ver mi cuerpo tirado a más de treinta metros de donde YO misma estaba parada con un extraño traje negro, que sólo he visto portar por los shinigamis de la zona y mi hermano, después de revisar a la pequeña y notar que empezaba a recobrar el sentido, corrí por instinto hasta mi cuerpo y al tocarlo me sentí absorbida por él. Al abrir los ojos noté que no estaba frente al parque donde pasó lo del hueco, me sentía aturdida, voltee a un lado y al otro y me tope con cierta rubia-pelirroja exuberante viéndome fijamente.

-¿Te encuentras mejor?- dijo ella con una gran angustia.

-¿Perdón?- dije aun lejana a la realidad.

-¿Eres una de las hermanas de Ichigo, cierto?- preguntó ella con un poco de angustia aun.

-Sí, tú eres la amiga de Toshiro ¿cierto? Los años no pasan por ustedes.- sonreí de lado dándole a entender que estaba en mis cinco sentidos y mucho mejor que cuando desperté.

-Capitán Hitsugaya, señorita.- dijo ella cómo si recordara algo amargo.

-Bueno cómo sea, ¿por qué no se han estado haciendo cargo de los huecos? Sabes este era muy fuerte y….- antes de decirle mi experiencia extracorpórea reflexioné y meditándolo rápidamente sabía que no era lo mejor decirle lo que me había pasado. Sería mejor olvidarlo, además "si no me acuerdo, no pasó"

-¿Y?- dijo ella tratando de hacerme continuar.

-Y eso es muy irresponsable, demonios, ya es muy tarde, espero que esos zánganos hayan entrenado a pesar de mi ausencia.- solté sin pensar al ver que ya estaba oscuro.

-Bien, será mejor que vaya contigo hasta tu casa de todos modos mi capitán y el teniente Abarai seguro ya están ahí.- definitivamente se salió por la tangente, igual, me acompañó hasta mi casa y se encerró con mi hermano en su habitación, también estaba ahí mi cuñada Rukia pero ni rastro de los antes mencionados. Yo simplemente me di una ducha y me fui a dormir sin cenar, tenía muchas cosas en qué pensar.

Eso fue lo ocurrido, de eso ya tiene un mes…hoy me han dicho que tengo excelencia académica y que de seguir así seguro seré aceptada en una de las mejores escuelas de Derecho del país, voy feliz hacia mi casa ignorando a todo el pervertido que me silba o acosa en la calle. Abro la puerta de mi casa y me reciben un par de hermosos ojos turquesa que por cierto me son muy familiares.

-Hola, ¿eres tú?- dice Toshirou, ¿cómo sé que es Toshirou? Sus ojos son algo que jamás podría olvidar. Pero ya no es ese chico de primaria, estoy frente a un joven con cara de pocos amigos que seguramente si sonriera pondría a cualquier chica a sus pies.

-No, soy un holograma…-pone cara de circunstancia, yo río por dentro. ¿Acaso puede mejorar mi día? Tengo excelencia académica y lo más seguro es que pueda estudiar en donde a mí me dé la gana, además a pesar de odiar a los pervertidos, no puedo negar que la visión del apuesto joven en que se ha convertido el capitán es bastante agradable de ver.- Mentiras, ya no eres el chiquillo de primaria que recuerdo.- solté sinceramente.

-Pues tú sí que sorprenderías a cualquiera.- dijo el capitán, aunque no pude ver su expresión porque estaba dándole la espalda.

-Karin, me puedes decir así.- sonreí mientras me sacaba la chaqueta.

-Hn.- asintió él.- será mejor que vengas conmigo a la habitación de Ichigo, tenemos que hablar de cosas muy importantes- dijo con su autoritario tono de voz, que no cambiará, sólo por hoy lo seguiré estoy muy feliz.

Y así pasamos a la habitación de mi hermano mayor, yo comencé a enervarme puesto que estábamos los dos completamente solos, Yuzu tenía clase de gastronomía, mi padre según el tablero de la entrada estaría en cirugía a saber a qué hora regresaría y cuando Toshiro me dijo que fuéramos a la habitación de mi hermano imaginé que él estaría ahí.

-Hace mucho que no te veía.- dije tratando de romper el silencio.

-Hn, sabes estoy sorprendido. Has cambiado mucho además…

-¿Qué demonios hacen solos en mi habitación? Capitán o no….-gritaba mi hermano hasta que Rukia le asestó un buen golpe en la cara.

-Basta Ichigo, no seas idiota, sabes perfectamente que esto es serio, además vete acostumbrando a verlos JUNTOS.- dijo mi cuñada enfatizando la última palabra.

-¿De qué van esas declaraciones Rukia? –realmente la duda me comía, Rukia jamás hablaba por hablar.

-Pues verás Karin, hace unos meses habíamos notado que a pesar de mandar constantemente a misiones a tu hermano para equilibrar la energía espiritual en tu ciudad, seguían llegando cientos y cientos de huecos. Primero era uno el shinigami encargado de purificarlos, total, sólo eran huecos de bajo nivel, pero después un solo shinigami ya no era suficiente, así que el capitán al mando ordenó mandar otro, y aun así no se daban a vasto. Ahora mismo hay 15 shinigamis en la zona y trabajan casi doble jornada…-Rukia hizo una pausa y no sé por qué pero esto comenzaba a oler mal.- Estuvimos investigando hasta que hace un mes un reiatsu tan poderoso como cuando cualquier capitán está por liberar su bankai fue notado. Extrañamente después de muy poco tiempo desapareció. Hace tres días la teniente Rangiku nos dijo que tú fuiste afectada por un hueco y que además justo cuando estaba por encontrar a la persona que había liberado aquel reiatsu desapareció la presencia y apareciste tú inconsciente, a estas alturas ya sabes lo que quiero decir.

-No iré a ningún lado, yo soy una humana y estoy por entrar a estudiar mi carrera, todos sus debralles espirituales y demás se los pueden meter en….

-Karin, no te estamos preguntando tu opinión, es necesario que vengas a la sociedad de almas.- dijo Ichigo firmemente.

-Y yo he dicho que no iré a ningún lugar.- le repetí al cabeza dura de mi hermano.- Sólo fue un descuido, no tienes que hacer tanto alboroto.

-¿¡O sea que ya lo sabías?!- gritó todo histérico.

-Lo sé desde hace años, sólo que ese día un monstruo estaba atacando a una pequeña niña, enfurecí y no pude controlar mi aura.- solté sin darle mucha importancia.

-Aun así irás con nosotros.- dijo muy seguro, pero yo no iba a dar mi brazo a torcer tan fácilmente.

-Mmmm déjame pensarlo…La respuesta es NO, N- O o sea NO.- ¿qué esperaba mi hermano, que me arrojara a sus brazos para ser un conejillo de Indias? No, yo soy una chica que sabe lo que quiere y está por conseguirlo, no estoy para ponerme a jugar.

-Perdiste Ichigo- dijo Rukia en un tono neutral…- Capitán Hitsugaya, dejamos a nuestra pequeña en sus manos, nosotros tenemos una misión que cumplir.

-¡Basta Rukia, esto no puede ser! –dijo mi hermano mientras era arrastrado a través de la puerta para llegar a un mundo que yo no tenía ganas de conocer. Después de esa escena nos quedamos nuevamente solos.

-¿Qué pasa aquí Toshiro, me puedes explicar?- dije con un tono lleno de reproche, nadie había dicho de qué iba eso de convivir con el capitán de lindos ojos color turquesa.

-Es muy simple, a partir de hoy tú y yo no nos separaremos pase lo que pase, incluso tengo ordenes de dormir en tu habitación, porque tienes una fuerza equivalente a la mía, eso sin siquiera activar el shikai de tu espada. Pero eso en sí no es el problema dirás por qué no otro shinigami, sencillo, el reiatsu que emanas es de fuego y si llegas a salirte de control el único capaz de controlarte seré yo.- dijo serio como siempre ha sido desde que lo conocí.

-Hn….- me quedé meditando todo el asunto y francamente esto no me gusta nada. ¿Hasta cuándo sería eso de estar pegada a él? Porque francamente no creo que le vayan a dejar de lapa un capitán a una simple humana.- Bien, por el momento si quieres estar cerca de mí me llamarás Karin a secas y en segundo lugar eso de que vas a dormir en mi pieza estás soñando, dormirás en la sala. No pienso compartir mi habitación con un hombre seas shinigami o no, eres un hombre.

-No, yo estaré cerca de ti quieras o no, tengo una misión que cumplir y lo haré te guste o no.- dijo el aferrado capitán.

-Pervertido.- le dije viéndolo directamente a los ojos.- ¿no te quieres bañar conmigo también?

-¿Pervertido?... ¿yo?- dijo sumamente rojo

-Claro, un hombre que no respeta la privacidad de una dama, lo es.- declaré cien por ciento segura de lo que decía.

-Pues pervertido entonces, pero no pienso alejarme de ti.- dijo aun sonrojado, yo me sorprendí bastante, creo que el capitán no será un hueso fácil de roer.

Los primeros días fueron los difíciles, pensé que mi celoso y escandaloso padre le prohibiría a Toshiro entrar a mi habitación, él era mi comodín guardado, pero extrañamente, sin un solo lloriqueo de su parte, dijo que no. Me rendí porque yo tenía que concentrarme en los exámenes finales y no iba a desconcentrarme ni con "Toshiro la sombra", realmente no me dejaba sola ni a sol ni a sombra, era como tener un guardaespaldas. Hace años yo lo seguía porque me intrigaba pero ahora soy una señorita y una muy ocupada, y eso de tener la mirada profunda de alguien siguiéndome todo el tiempo es estresante. Eso sin mencionar que hasta al colegio se anotó como estudiante de intercambio y se sentaba justo detrás de mí, los rumores eran ya un problema. Al principio no les daba importancia, pero después del tercer día de Toshiro pegado a mí ya todos daban por hecho que éramos pareja, algunos sólo nos veían y cotilleaban "sin que lo notáramos", otros llegaban y nos lo preguntaban de frente, yo siempre lo negaba pero el silencio de Toshiro les daba cuerda.

Por fin es viernes, después de toda una semana de finales, chismes y estrés, por fin me relajaré. Llegamos a la casa, le dije a Toshiro que se quedara en la sala y me diera veinte minutos de privacidad porque quería darme una ducha de sales sin "sombra", hoy estaba flexible porque asintió y se dejó caer en su sofá preferido, el que estaba justo frente al televisor.

"Demonios, esto es algo que realmente me hacía falta, el agua está casi a punto de ebullición y siento como cada músculo de mi cuerpo se dilata."

Así pasó un largo rato hasta que me quedé dormida, repentinamente, desperté por el roce de unas manos frías en mi rostro.

-¿Pero qué diablos?- grité al ver a Toshiro dentro del baño, en cuclillas a mi altura viéndome fijamente.

-¡Lo siento! Te estuve llamando un rato, pero no contestabas…y…- ¡Plaf! Le di una tremenda bofetada.

-¡Sal de aquí, PERVERTIDO!- salió corriendo, con su flequillo tapando su mirada.

Creo que me pasé, salió asustado, pero demonios, quién le manda a andar haciendo cosas como meterse al baño mientras que sabe que yo me estoy duchando. Me tomé mi tiempo en salir, necesitaba relajarme, me puse una camiseta negra y un pants entallado del mismo color, hoy no me interesa nada sólo quiero estar tranquila así que dejé de lado el bra y me dejé solo la camiseta.

Un poco de crema y perfume, sequé mi cabello y lo dejé suelto, hoy no me interesa si me veo "antojable" no pienso salir de mi casa, sólo quiero ver una película de acción comer un poco de chatarra y dormir como un oso. Abrí la puerta del baño y ahí estaba él al filo de la cama, levantó la mirada y abrió los ojos con una cara de sorpresa que no pasó desapercibida por mí…

Continuará…

¿Les gustó? Espero que sí =) los personajes no me pertenecen y la historia se va tejiendo porque esta pareja me encanta jeje ¿merezco un review?