Esto sí que era unas vacaciones, llevaba una semana disfrutando del mar, el sol y la playa. Cádiz era maravillosa y muy bonita. Este descanso me iba a sentar muy bien, para así volver a San Francisco cargada de energía.

El hotel estaba situado en la playa, con unas vistas de la bahía increíble. Y la verdad es que no quería que las vacaciones se terminaran, pero por mucho que me apenara irme, me quedaban apenas unos pocos días de relax.

Esa noche me fui a ver ÓPERA DON GIOVANNI en el Gran teatro falla. Un edificio emblemático e importante en la historia de Cádiz. Por lo que había leído en folletos, ahí eran donde celebraban el carnaval unas de su fiesta más importante.

El edificio parecía una antigua opera con ladrillos rojos, y tres arco de herradura en su fachada principal, es un majestuoso edificio en pleno corazón de la ciudad.

Esa misma noche conocí a un hombre, los dos compartíamos palco en el teatro. Y después de mucho conversar decidimos quedar al día siguiente para tomar algo y conocernos mejor. Mi idea no era conocer a nadie, pero ya que estaba de vacaciones pues había que aprovechar.

Esa noche en el teatro solo saque como se llamaba, su nombre era Jameson Bans, no sabía más nada de él, pero os puedo asegurar que era un hombre muy guapo. Era un hombre apuesto, varonil, pelo oscuro, ojos grises, y unas facciones muy marcada, eso sin olvidar su bronceado que quitaba el sentido. Ya en el hotel, como tenía acceso a internet y a la base de datos de la policía, busque más información sobre él y esto es lo que encontré:

"Jameson Bans un famoso importado de vino, trabaja desde , pero acababa de abrir una nueva oficina en Cádiz, para exportar los vinos desde aquí y así controlar mejor su negocio. Era una persona muy influyente y rico. Tenía varias propiedades a su nombre, pero lo que más destacaba era un palacio en la Riviera Francesa, al parecer es su residencia de verano. Y acaba de comprar una finca en Cádiz, donde vive actualmente, mientras hace negocios"

Pues a simple vista parecía un hombre legal, con un negocio legal, por lo que no tenía que preocuparme mucho. Al ser detective no puedo evitar, busca información de todas las personas que me rodean o contactan conmigo de alguna forma, es una costumbre que he desarrollado con el paso del tiempo.

Y como mis días de vacaciones ya estaban llegando casi al final, porque no pasármelo bien antes de volver.

Quedamos a las 20:00 en un restaurante, que daba a la Alameda, el sitio era precioso, Balandro se llamaba. Un sitio lujoso, perfecto para una cita, bueno si es que esto lo era. Estaba nerviosa, hacía tiempo que no estaba con un hombre, y no sé si esto saldría bien.

El llego puntual, iba vestido con traje de chaqueta, muy elegante, era normal que más de una mujer, que estaba en el lugar lo miraran.

-Buenas noches señorita Wells. Un placer volverla a ver.

- Lo mismo digo señor Bans.

- Debo de decirle que esta noche está usted hermosa.

- Yo podría decir lo mismo de usted.

- Bueno señor Bans hábleme un poco de usted

Yo ya sabía a qué se dedicaba, pero él no sabía que soy policía, por lo que le deje, que me diera la información él.

Pues soy importado y exportado de vinos a . Llevo poco aquí, acabo de abrir mi nueva sucursal, pero solo estoy de paso. En unos días volveré a

Un buen negocio, además las tierras de Cádiz producen muy buenos vinos

Es usted de aquí, parece que conoce mucho de Cádiz.

Yo? No que va, solo estoy de vacaciones soy de Philadelphia.

Americana como yo, y a que se dedica?

La verdad no sé qué tenía ese hombre, pero os aseguro que me atraía de una forma extraña.

Soy inspectora de homicidios, en San Francisco

Jameson cambio su gesto, pude notar como se ponía algo tenso.

Es policía, vaya un trabajo fascinante y arriesgado no?

Bueno. Si claro, mi trabajo es que ningún asesino quede libre. Y asegurar a las familias que cada noche, velamos por ella.

Voy a ser directo señorita Wells

Llámame Noa

Me gustas, nunca he conocido a una mujer como tú, hay algo en ti, que me atrae. Y quiero descubrir lo que es.

Curioso a mí me pasa lo mismo contigo

Nos quedamos un rato mirándonos y disfrutando de la cena.

¿Cuando tiempo se quedara aquí?

Pues me queda 1 semana, más o menos.

Perfecto aún tenemos tiempo de conocernos y disfrutar. ¿Te parece si quedamos el viernes en mi finca sobre las 9:00?

Genial, dame la dirección.

No, dime en que hotel te alojas y mi chofer pasara a recogerte.

Le di la dirección del hotel y nos intercambiamos los números de teléfonos. Antes de despedirse, me dio un leve beso en la mejilla. Me ruborice al instante y eso que no soy chica de hacerlo.

Pero a quien quiero mentir, este hombre olía genial, hacía tiempo que no me lo pasaba también con un hombre. Tomé un taxi y me dirigí al hotel.

Los días fueron pasando, hablamos casi todos los días, y a veces quedábamos a tomar algo, mientras charlábamos de todo. Y por fin llego el viernes, estaba atacada de los nervios, la verdad deje de contar la de veces que me he cambiado, cuando iba por la 15.

¿Esto era una cita no?