Bueno amigos, iba a subir uno de Cocodrilo, que es mi favorito, pero he decido dejarlo para cuando esto se me de mejor. Por favor, critiquenme mucho, que decir que soy novata es quedarse corto.

PRÓLOGO

Existen muchos tipos de personas, como es natural en un mundo tan grande.

Enamorarse de Shanks, es normal.

Enamorarse de Cocodrile, es normal.

Enamorarse de un Almirante, es pasable.

Enamorarse de Buggy… Tenía un problema.

Nara suspiró haciéndose una coleta rápida con su melena azul oscuro y dirigió las últimas instrucciones a sus hombres. Las últimas. Sonaba realmente definitivo, pero ya habían tenido suficientes aventuras, su banda, era obvio, necesitaba descansar. Con suerte serían solo un par de años.

Ella se había enamorado trabajando en el Oro Jackson, limpiando ollas en la cocina. El roce hace el cariño, o eso dicen, pero seguramente él ya no se acordaría de ella…

-¿Y qué me darás a cambio?- susurró demasiado provocativa para sus diez años.

-Venga cocinillas, necesito de verdad este favor. No te volveré a pedir nada-suplicó un Buggy joven.

-No, si lo voy a hacer, pero quiero saber…

-¡Lo que quieras! Friega la cubierta hoy y haré lo que quieras. Es mi oportunidad de coger un mapa del tesoro único que…- Nara desconectó, ¿acaso no todos los tesoros eran únicos? Observó al nariz roja abrir y cerrar la boca, parecía realmente apasionado con lo que decía.

-Tres deseos.-interrumpió ella.

-¿Cómo dices?

-Quiero tres deseos, como un genio.

-¿Me estas tomando el pelo?

-¿Me lo tomas tú a mi?-dijo cogiendo la fregona- la comida empieza en tres horas, tengo que estar en la cocina en dos ¿Te dará tiempo?

El peliazul se marchó corriendo como respuesta. Era la primera vez que hablaban y ya tenían un trato. Al fondo Shanks negaba con la cabeza.

-Maldita sea, Marcur, despeja de una vez la bodega, no tenemos todo el día.-dijo su mano derecha, Mason.

Habían pasado años, ella se había olvidado… No, olvidado no era la palabra, pero sin duda cuando su banda había decidido asentarse en esa aldea, los recuerdos habían vuelto.

¿Qué le pasaba? Nara no era nostálgica, puede que le faltase un tornillo, pero para ser buena capitana es lo que hace falta. ¿Verdad?

-¿Qué vas a hacer?-preguntó intrigado Mason dejando la bandera en el centro de la plaza, una calavera con orejas afiladas y pañuelo verde, como el que ella llevaba.-Se que odias quedarte en un sitio fijo, ni siquiera finjas que lo vas a intentar.- Mason jugueteó con la pistola en su sién, como tentándola.

-Voy a buscar a un antiguo amigo.