84Bueno hoy les traigo una nueva historia de amor, nalu fans, pero no se preocupen no abandonare los otros fanfics.
Los personajes no me pertenecen son de nuestro amado y trolleador Hiro Mashima...
Comienza la historia:
Capítulo 1: la princesa.
Despertar cada día siendo princesa es algo que aprendes a asimilar, pero recordar cada mañana que tu padre nuca quiso que nacieras siendo mujer es algo difícil.
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Layla-Lucy…-me llamo mi madre al ver cómo me escondía entre los arbustos-Lucy sal ahora-me ordeno con vos firme y asustándome.
Lucy-está bien-Salí agachando mi cabeza para esconder mi rostro.
Sin responderme se acercó a mí y tomo mi mentón para hacerme levantar la vista y también para examinarme.
Layla-¡Lucy!-me grito enojada al ver en mi rostro lo que quería esconder-¿Cuándo te has hecho esto?-me regaño tocando el corte a un lado de mi mejilla.
Lucy-lo siento, me escape hace un momento, para entrenar con gray-le respondí desviando mi mirada para no tener que recibir otro castigo.
Layla-Lucy ya te he dicho antes que eso no es lo que hace una princesa-me regaño nuevamente liberando mi rostro.
Lucy-no me importa-le respondí a riesgo de sonar desubicada con mi propia madre.
Layla-¿no te importa? Lucy es tu deber…-
Lucy-¿mi deber?-la interrumpí enojada-me deber siempre fue nacer siendo hombre ¿no es cierto?-me queje casi gritando para luego voltear y alejarme antes de que me siguiera regañando.
Camine por el amplio jardín del castillo, legue a ese hermoso lago en medio de todo, donde los patos y sus bebes jugaban en el agua, me senté en la orilla y trate de calmar mi enojo.
Gray-¿Qué haces aquí?-me pregunto llamando mi atención.
Mi amigo de siempre y guardián se sentó a mi lado, ese chico me cuido desde que tengo memoria hasta que un día decidí que él será mi maestro, tenía que demostrarle a mi padre que no era tan débil siendo mujer. Si bien gray tenía unos dos años más que yo siempre cuido de mí como si fuera mi hermano y yo lo adoraba como tal.
Lucy-solo estoy pensando-le respondí volviendo la mirada hacia los patos en el agua.
Gray-¿te regañaron por el corte que te hice?-me dijo algo asustado.
Lucy-tranquilo no le dije a mi madre que fuiste tú, después de todo aun soy débil es normal que me lastime-
Gray-no lo eres princesa, eres fuerte y no te preocupes tu padre lo vera algún día-me dijo tratando de animarme y extendiendo su mano para ayudarme a levantarme.
La acepte y me levante, juntos caminamos hacia dentro del castillo, su compañía siempre me calmaba cuando más lo necesitaba, la idea de que mi padre no me quiera por ser mujer me volvía loca y me entristecía siempre.
Layla-gray puedes venir un momento-lo llamo asomando su cabeza por uno de los cuartos el cual pertenecía al salón donde mi padre descansaba siempre.
Me imagine que él se encontraba ahí dentro pero lo ignore, solo me preocupe por mi amigo, estaba segura de que lo regañarían por entrenarme en escondidas de todos, observe a mi amigo y guardián alejarse hacia donde ellos estaban, la puerta se cerró y sin poder evitar mis angustias me acerque a la puerta para querer escuchar.
Layla-quiero que me cuentes del avance de Lucy gray-escuche que le decía a mi amigo, su vos sonaba seria.
Gray-está cada vez mejor su majestad, sus ataque son cada vez más precisos, muy pronto no necesitara de mi protección-le respondió no pude describir su tono de vos ya que apenas podía escuchar con precisión.
Layla-lo ves, te lo dije-le respondió animada, no pude saber a quién se lo decía hasta que escuche su vos.
Jude-los siento pero no importa que haga sigue siendo una mujer y una mujer no podrá vencerlo-
Esa era su vos, mi padre… lo sabía, para el sigo siendo un estorbo no importa lo que haga siempre lo seré. Sin darme cuenta mis lágrimas comenzaron a caer, escuche más murmullos del cuarto pero los ignore y Salí corriendo, atravesé todos los pasillos y llegue a mi cuarto, me encerré y me arroje a mi cama donde pude hundir mis lágrimas en la suave almohada.
Lucy-¿Qué puedo hacer para que me aceptes?-murmure para mí misma mirando el balcón de mi cuarto para poder observar como el sol se escondía lentamente al igual que mis ojos se cerraban para por fin caer profundamente dormida.
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En el bosque detrás del castillo una persona caminaba a paso tranquilo mientras observaba como la luz del día desaparecía dando paso a la oscura noche.
-parece que tuvo un mal día-murmuro el joven pelirosa al sentir en una brisa de viento el pesar de alguien desconocido.
Ignorando de quien se trataba se acercó a una cueva oscura, dentro de ella dejo sobre una de las piedras un saco con ropa, de ella saco las prenda para vestirse y cambiar las que ya tenía, en su torso un chaleco rojo y en sus piernas un pantalón azul oscuro.
-esta vez fue un joven-dijo cabizbajo mirando las ropas que había conseguido de su víctima anterior.
Intentando olvidar el ataque de un caballero de armadura que fue en su búsqueda por la tarde para matarlo se recostó entre un montón de hojas acumuladas por él mismo.
-¿Por qué no se rinden de una vez?-se preguntó el mismo observando el techo húmedo de aquella cueva.
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Desperté en la mañana mi boca estaba seca y sentía mi rostro pesado por las lágrimas que ya se encontraban secas, me levante con fatiga y camine hacia la puerta pero antes cambie mi vestido por un camisón blanco largo para dormir más cómoda cuando volviera al cuarto.
En silencio y con cuidado de no despertar a nadie, camine por los pasillos del castillo, cuando era pequeña siempre le temí a las armaduras posadas contra las paredes en forma de protección, sentía que cada vez que pasaba entre ellos me observaban y me seguían con la mirada a donde fuera, pero ahora no me puedo dar el lujo de temerle a algo que no existe.
Llegue a la cocina, estaba oscura asique prendí la luz y busque algo para prepararme, nuestra cocinera seguro estaba durmiendo asique decidí preparármelo yo misma, cuando me acerque al gran refrigerador donde guardaban la comida escuche unos pasos acercándose lo que me hiso alarmarme, rápidamente corrí hacia el interruptor de la luz, la apague y me escondí debajo de la mesa que gracias a que a la cocinera le gusta la limpieza tenía un mantel largo que me permitía esconderme mejor.
Gray-no creo que puedas lograrlo-escuche a mi compañero entrando con alguien que por los zapatos que tenía color azul, pude saber quién era.
Jellal-claro que podre, aunque por precaución te estoy pidiendo que me acompañes-le respondió mi otro protector a su compañero.
Gray-lo siento mi deber es cuidar de la princesa al igual que el tuyo, no estar jugando contigo a matar bestias-le respondió algo cansado.
Jellal-ya sabes que no es cualquier bestia gray, es "la bestia", vamos ven conmigo saldré del castillo dentro de tres días y solo conseguí que Erza viniera conmigo-
Gray-¿erza? ¿Cómo conseguiste que la protectora del rey te siguiera en esa estupidez?-
Lucy-erza…-murmure al escuchar ese nombre.
Esa mujer o joven más bien, era la protectora de mi padre, ella es la única mujer que logro vencer a todos las bestias que mi padre impuso para estar al nivel de su cuidado, aunque siempre reniega con ella y le exige demasiado ya que es una mujer, pero como siempre ella nunca se dejó caer ni vencer por nadie, es la mujer que más admiro por eso, aparte de mi madre.
Gray-lo siento pero creo que con Erza podrás tener suficiente no me necesitas-le dijo mientras se acercaba al refrigerador.
Jellal-vamos, Erza es muy buena pero necesito un estratega como tú-le dijo tratando de alagarlo para conseguirlo.
Gray-ya te lo dije no lo are, debo seguir entrenando a la princesa-le respondió ya cansado de que insista.
Jellal-¿y si te cuento de los beneficios de matarlo?-
-¿beneficios?-murmure al mismo tiempo que gray hablo.
Jellal-si, si esa bestia es derrotada te transferirán a la guardia del rey, es muy preciado el puesto, pero como erza ya lo tiene solo me ayudara, de esa forma tendrás el respeto del rey-explico haciendo que mis ojos se habrán.
Lucy-su respeto-murmure en vos baja y mirando el suelo donde me encontraba.
Gray-ya basta, no lo are, además juvia no me lo permitiría, sabes que es muy molesta siempre que estoy en peligro incluso cuando peleo contra Lucy siempre me regaña por lastimarme a mí y a la princesa-
Explico haciéndome reír en lo bajo al recordar como siempre la novia de gray nos seguía a los entrenamientos y se sentaba para observarnos pelear, y siempre que me lastimaba lo regañaba por ello.
Jellal-está bien dejare de insistir, pero solo si me preparas una estrategia-dijo mientras comenzaba a caminar hacia la puerta de salida.
Gray-muy bien pero entonces estarás en deuda conmigo-dijo caminando detrás de el para luego salir juntos y apagar la luz para dejarme sola y a oscuras.
Tratando de no hacer ruido Salí de debajo de la mesa para poder ir por el interruptor, prendí la luz y me senté en la mesa donde hacia un momento me escondí, observe el vaso vacío en donde gray bebió agua y nuevamente las palabras de Jellal venían a mi cabeza.
Lucy-el respeto del rey-murmure tomando el mismo vaso entre mis manos.
Observe las pequeñas gotas empañadas en el vidrio, pensé… pensé y pensé… ¿podría tener su respeto matando a esa bestia? Pero ¿de qué clase de bestia hablaban? Puede ser que tenga alguna oportunidad de matarlo para ganarme ese respeto que tanto espere toda mi vida, no solo su respeto también su amor…
Fin del capítulo 1
Bueno como este era más bien un prólogo lo hice corto pero les prometo que los capítulos siguientes van a ser más largos en fin díganme que les pareció.
Reviews please.
Próximo capítulo 26 de diciembre.