Hola muy buen día tengan todos ustedes, ya hace tiempo que vi la película de Big Hero 6 y sinceramente opino que es genial, por lo cual me animé al fin escribirle un fic. Esta historia está basada principalmente en la pareja de Hiro x Gogo, admito que al principio me costaba relacionarlos, pero debo confesar que terminaron por conquistarme XD, simplemente son tan lindos juntos.

Esta idea ya la tenía rodando en mi cabeza hace unos días, así que por fin sin mayor preámbulo les dejo el primer capítulo, espero sea de su agrado. :)


Capítulo 1: Aceptación.

Era un día común, un día como cualquier otro en la gran metrópoli de San Fransokyo, sin nada nuevo que ofrecer, solo personas cumpliendo con su misma rutina una y otra vez día con día, todo aparentaba seguir igual con el transcurrir del tiempo:"tranquilo y ordinario", pero no al menos para el corazón del adolescente Hiro Hamada.

Ya habían pasado dos años desde que la vida del chico pelinegro cambiara por completo, desde los incidentes provocados por el profesor Callaghan, hasta la muerte de su hermano Tadashi, fueron tiempos difíciles para el adolescente, pero con el apoyo de su grupo de amigos y de su querido Baymax supo madurar y salir adelante; si bien, no podía cambiar el pasado, pero si aprender de él y mejorar el futuro.

Hiro ya tenía 16, era estudiante del Instituto Tecnológico de San Fransokyo y no cualquier estudiante, sino un genio destacado, él quería ser el mejor, pues quería que su hermano Tadashi donde quiera que se encontrase, se sintiera orgulloso de él; pero Hiro no era sólo un estudiante prodigio, sino también un superhéroe junto a su grupo de amigos, los cuales empezaba ya a querer como si fueran sus hermanos mayores, pero los días en San Fransokyo durante el transcurso de esos dos años fueron bastantes tranquilos para el equipo, pues sólo ocurría uno que otro incidente como el descarrilamiento de una tranvía, algún incendio o el robo a un banco, pero nada comparado con los incidentes provocados por Callaghan; tal parecía que la vida del adolescente era bastante rutinaria, pero no era sí.

Hiro ya había crecido, entrando a una nueva etapa de su pubertad, tal como le diagnosticaba Baymax tiempo atrás, estaba experimentando tantos cambios demasiado deprisa, tanto físicos pero sobre todo emocionales, los cuales se negaba aceptar cada vez que Baymax le confirmaba el diagnóstico, él no podía sentir aquello, simplemente no le entraba en la cabeza que a él llegaría pasarle y menos con aquella persona que él veía como su hermana mayor, simplemente no podía ser.

(O-O) (O-O) (O-O)

Era un día común como cualquier otro, al menos no para los estudiantes del Instituto Tecnológico de San Fransokyo, faltaba un día para la gran convención, en la cual la escuela otorgaba cada 2 años un galardón especial al mejor proyecto que se presentara en dicho evento, incluyendo con él una beca del 100% para estudiar en el extranjero por un año, al igual una remuneración económica para apoyar el financiamiento del proyecto ganador, era sin duda una gran oportunidad la cual Hiro no quería dejar pasar, tenía que ganarlo, quería hacerlo en honor a su hermano.

Era de noche, la luna ya brillaba a todo su esplendor iluminando las calles de San Fransokyo, mientras otros descansaban, el adolescente de cabellera negra desordenada se encontraba bastante concentrado en su laboratorio, al parecer aún no terminaba con su proyecto, tan concentrado estaba, que no se percata de aquella presencia que acababa de entrar a la habitación.

- Eyyy- una voz muy familiar hace que el pelinegro se sobresalte dejando de inmediato aquello que hacía, gira torpemente con su silla hacia donde provenía aquella voz, provocando que casi se caiga de esta misma.

-E-eyyy Gogo- titubea -yo, yo no te esperaba ¿qué andas haciendo tú aquí?-un cosquilleo incómodo recorre el cuerpo del joven adolescente, trata de ocultarlo con una sonrisa forzada.

La joven deja su casco en una mesita que se encontraba a un costado de la habitación, luego se dirige en dirección del nervioso adolescente.

- La pregunta es: ¿qué haces tú aquí tan noche?, deberías estar descansando, ya mañana es la convención- la joven se para ante él cruzada de brazos y lo mira de forma regañadiente, después de todo ella era como una hermana mayor para Hiro y a pesar de su carácter frío y duro, tenía un gran corazón que le hacía preocuparse mucho por él.

- Emm, es que yo quería dar las últimas mejoras a mi microbots- distraído se levanta de la silla con movimientos torpes -y pues no me había dado cuenta de la hora que es...-

"Auch" de pronto se quejó en sus pensamientos interrumpiendo su conversación, pues fuertemente una de sus manos chocó en una de las esquinas de su escritorio de trabajo, Hiro se traga el dolor y sólo dibujó una pequeña mueca de incomodidad en sus labios, no quería activar a Baymax y empeorar la situación, de por si esta ya era bastante incómoda.

"Demonios, torpe, torpe, ¿pero que me sucede?, ¿por qué actúo como completo idiota frente ella?" Hiro se queja en su interior, reprochándose en sus pensamientos una y otra vez, mientras se soba su mano lastimada la cual se estaba tornando algo enrojecida.

-¡Hiro!- se sobresalta la joven pelinegra de mechones morados tras ver el rostro de dolor de su amigo -¿Te encuentras bien?- , coloca una de sus manos en su hombro, esto ruboriza al pobre Hiro sacándolo abruptamente de sus pensamientos, dándole a sus mejillas un toque rosado.

-Sí, sí, estoy bien, sólo fue un pequeño golpe, no es nada, no te preocupes- nervioso esquiva la mirada de la joven y con un movimiento ágil se despega de ella retrocediendo hacia atrás, ocultando tras la otra mano su mano enrojecida.

-Mmm- Gogo refunfuñe en señal de protesta pues no le cree a Hiro -Déjame verla- le resopla algo alterada extendiendo su mano.

-No, en serio, me encuentro bien Gogo, no es necesario- le da una sonrisa, pero esto parece alterar mas a Gogo.

-¡Hiro!, te he dicho que me la muestres- la joven frunce mas su ceño, trata de tomar su mano para revisarla pero Hiro la oculta tras uno de los bolsillos de su sweater.

-Estoy bien de verdad- le suplica el adolescente, pero en cambio Gogo no quería dar marcha atrás, pues si bien, no conocía tan bien a Hiro a lo largo de 2 años, pero si sabía claramente que podía llegar a ser algo terco; pero tras tanta lucha la joven pelinegra de mechones morados parece darse algo por vencida.

- Bien, sino me la quieres mostrar a mí, activaré a Baymax para que te cheque- le dice Gogo a Hiro decidida.

-¡Nooo!- se sobresalta el joven adolescente, impidiendo el paso a su amiga, lo menos que quería en ese momento era activarlo, con el tan sólo hecho de pensar que Baymax podría delatarlo hablando de más frente a Gogo, le hacía ponerse más rojo y nervioso.

- Enserio, de verdad, estoy bien- le ruega una vez más Hiro, Gogo no parece estar al cien por ciento convencida, pero ya estaba cansada de todo ese drama.

- Bien- le responde con tono seco la joven guardando la calma, pero antes de que pudiera decir alguna otra cosa Hiro cambia el tema de conversación.

- Y se puede saber, ¿qué haces tú aquí tan noche?, pensé que habías terminado tu proyecto desde ayer- Hiro trata de establecerse, ocultando así su nerviosismo.

-Yo sólo vine por unas cosillas que olvidé en el Instituto, luego vi la luz encendida de tu laboratorio y decidí checar que estuvieras bien- le responde ya serena, como si no hubiera síntoma alguno de mal humor como el que tenía hace unos instantes, sin duda alguna Gogo era una chica muy bipolar, pero aquello parecía enloquecerle al joven adolescente.

- Ohh, gracias- su tono nervioso regresa, era tan difícil guardar la calma ante ella -sólo me faltan unos detalles y me voy a casa- le sonríe nervioso.

- ¿Quieres que te espere?, puedo darte un rait en mi bicicleta, no llevo prisa- señala Gogo bastante tranquila, Hiro por lo contrario pierde el control de si mismo, el cosquilleo en su estómago se intensifica.

-No, no, no, como crees, no es necesario, yo no quiero hacerte esperar, no es correcto, tú tienes tus pendientes, además puede que termine tarde como puede que no, si se me hace más tarde pido un taxi o que tía Cass venga por mí, además mi casa está más lejos y yo… Hiro empieza hablar bastante rápido haciendo casi inentendible su conversación a Gogo, provocando que pierda nuevamente un poco de su cordura interrumpiendo abruptamente al pelinegro:

- ¡Está bien!, ¡está bien!, ya entendí- Hiro se sobresalta ante tal reacción, sintiéndose un poco incómodo por hacerla molestar una vez más, "Seguro piensa que soy un inmaduro" se dijo en sus adentros.

"Lo lamento" el adolescente se disculpa tratando de mejorar un poco las cosas, Gogo por su parte trata de reponerse, pero al observar de reojo el rostro de su amigo se siente culpable, sabe que suele ser muy explosiva, costándole trabajo controlar sus impulsos, así que para reanimarlo, trata de bromear un poco con él, compensando su mala actitud.

No te disculpes, sólo no tardes tanto, genio- le sonríe sarcásticamente, Hiro se sorprende ante tal cambio de actitud, sin duda Gogo es una caja de sorpresas; así que decide seguirle la corriente.

-Ya te he dicho que no me digas genio, además no es para tanto, no soy tan así- reprocha el pelinegro jugando.

-Ajá- lo mira incrédula - Si como no, mira quien lo dice... GENIO- le da un codazo en su hombro, mientras truena con sus dientes su bomba de goma de mascar sabor cereza.

-Eyyy, ¿por qué tienes que hacer eso?- se queja Hiro mientras se soba su hombro.

-Mmm, digamos que es divertido... NIÑO- se lo recalca para molestarlo un poco más, claramente sabía que a Hiro no le gustaba que le dijeran que era un niño, pero para ella era divertida la forma en que reaccionaba el pelinegro.

- ¿Niño?.. Pero si ya no soy un niño, mírame ya tengo 16- le reprocha jugando, señalándose así mismo con sus manos como si tratara de impresionarla, Gogo sólo lo mira con incredulidad.

-¿A sí?, no me digas, demuéstramelo, dame tus razones-se sienta en la silla de Hiro que estaba a un costado de su escritorio de trabajo, se cruza de brazos y de piernas sin quitarle la mirada de encima al adolescente retándolo a responder, Hiro se encontraba frente a ella, aquella mirada clavada en él lo volvió a poner muy nervioso.

"Emm… pues yo… es que yo...- Hiro empieza a balbucear llevándose la mano detrás de la nuca, baja su mirada tratando de evadir los ojos de Gogo clavados en él, si bien no la veía directamente, pero podía sentir que lo estaba observando y no le quitaba la mirada ni por ningún segundo, sus mejillas nuevamente estaban enrojecidas.

Por unos cuantos segundos el silencio envuelve la atmósfera, para Hiro eso fue una eternidad, hasta que el tronar de otra de las bombas de Gogo hace reaccionar al adolescente de cabellera negra desordenada resoplando rápido sin pensar tanto en sus palabras:

- ¿Que acaso no lo haz notado?... soy más alto que tú- dirigió su mirada a sus ojos retándola a responder, al igual que ella se cruza de brazos para mostrar seguridad, pero en cambio la joven no hizo ningún gesto de aprobación, ni dijo ninguna palabra al respecto, al contrario, ella se mantuvo firme con su mirada sobre él, aquella actitud enrojeció más al adolescente no era lo que esperaba , " Bravo…pero que idiota soy ¿que no se me pudo ocurrir algo mejor".

-¿Y?...- replica Gogo después de unos instantes con un gesto en sus labios de: "¿y eso es todo?", un silencio incómodo vuelve a invadir al pobre Hiro pues no sabía más que decir, su mente estaba completamente en blanco, "Trágame tierra".

Al no decir algo mas, Gogo se levanta de la silla y camina hacia su dirección, deteniéndose en frente suyo; de pronto sucede lo imaginable, pues la joven coloca su rostro muy cerca al de él, Hiro pudo sentir como empezaban a hervir sus mejillas mas y mas y el latir de su corazón se intensificaba sin control al sentir el respirar y el aliento a cereza de su amiga muy cerca de él, quedando completamente paralizado.

Al cabo de unos instantes, con bastante serenidad Gogo le responde:

-Aja, pero sólo por un poco lo eres... niño genio- truena otra bomba y le da un pequeño zape en su cabeza, pero aquello a Hiro no le importó, ni parecía hacerle caso al dolor aunque fuera leve o tan siquiera abrir la boca para decir alguna frase de queja como de costumbre, él parecía estar hipnotizado con aquellos ojos cafés que se clavaban como cuchillos sobre él, la mirada del joven adolescente recorrió cada detalle de aquel fino rostro hasta llegar a aquellos labios suaves color frambuesa, estos estaban tan cerca de él que le hacían sentir extraño, como si fueran un imán y lo atrajeran mas y mas a ellos, pero se contuvo, reprimiendo sus impulsos, frunciendo sus manos en puños, podía sentirlas ya un poco sudorosas.

Gogo sin más que decir se despega de Hiro y lentamente se dirige a recoger su casco y de allí a la puerta, Hiro estaba en estado de shock por lo sucedido, todo fue tan rápido y difícil de digerir por las hormonas del adolescente, pero reacciona rápidamente al ver que la pelinegra estaba a punto de irse:

"Oo- oye... eres cruel" fue lo único que al nervioso joven se le pudo ocurrir "Pero que torpe, ¿qué me sucede?", Gogo al oír su voz se da la media vuelta, mas ya no se regresa y lo mira por una última vez.

-Y tú eres un pequeño niño genio- le saca la lengua terminando con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro cerrando la puerta tras de él.

- ¡Suerte con tu proyecto, te veo mañana!- pudo escucharla al otro lado de la puerta.

-¡Gogo espera!- la llama torpemente pero al parecer ya no lo había oído y sólo pudo escuchar sus pisadas alejándose por los pasillos.

"¿Pero qué demonios fue lo que hice?, ahora sólo pensará que actúo como un completo idiota" se llevó su mano a la cara por la vergüenza que sentía, aquello fue tan embarazoso que no sabría si podría mirar mañana a Gogo a los ojos, si bien ya le habían pasado situaciones vergonzosas frente ella, pero jamás algo así en la que se comportara como completo idiota.

Hiro camina lentamente hacia la ventana y observa a través de ella, aquella era una noche tan hermosa, con una luna llena iluminando a San Fransokyo a todo su resplandor sobre un gran cielo raso, observa el paisaje de la ciudad con tal de distraerse un poco de lo ocurrido, hasta que aquella figura femenina vuelve a llamar su atención sonrojando sus mejillas al contemplarla; era Gogo saliendo a paso veloz del Instituto, colocándose su casco para así subir a su bicicleta y desaparecer como ráfaga de luz de su vista.

El joven adolescente da un suave suspiro al verla partir, cada vez era más difícil poder negarlo, sabía que algo en él estaba pasando, algo que no era amistad, algo más que un simple cambio en sus hormonas adolescentes, quizás Baymax tenía razón y en realidad él si estaba enamorado de aquella pelinegra de mechones morados con lindos labios color frambuesa con olor a cereza.

(O-O) (O-O) (O-O)

-Qué lindo es el amor ¿Verdad?-

-Siiiii- Responde Hiro idiotizado sin dejar de ver tras la ventana, cuando de pronto ve reflejado en el vidrio una figura esbelta y alta, estaba tan entrado en sus pensamientos que no se había percatado de aquella presencia.

- ¡Pero queeé!- se sobresalta el adolescente al darse la media vuelta y descubrir que aquella figura reflejada en su ventana se trataba de la alegre Honey Lemon, la cual ya lo miraba con una gran sonrisa de par en par. "Pero qué diablos les pasa a todos hoy, ¿acaso me quieren matar de un susto?", antes de que Hiro pudiera protestar, pues ya bastante alterado se encontraba, la joven rubia empieza con sus preguntas incómodas:

-¿Así que enamorado Hiro? Awwwww que lindo- suspira Honey Lemon, el adolescente se sonroja rápidamente ante aquellas palabras, al parecer la rubia ya se había percatado de su metida de pata "Ay no esto no puede estarme ocurriendo", sin pensarlo dos veces Hiro se lanza en su defensa.

- N-No, no,no, claro que no, pero de qué demonios hablas…- balbucea el pobre Hiro por el nerviosismo, Honey lo nota, lo que hace que se sonría en sus adentros, - ¿qué te hace pensar eso?... además…¿qué haces tú aquí?, me has asustado, no vuelvas a hacerme eso- el pelinegro le reprocha sin pensar en ninguna de las palabras que decía, lo único que quería era evadir el tema, pero aun a pesar de la reacción de Hiro la joven rubia no parece nada alterada ni arrepentida, por lo contrario, seguía dibujada esa sonrisa pícara en su blanco rostro.

- Oh una disculpa por eso, hace rato llegué para darle las últimas mejoras a mi proyecto, sólo venía a despedirme pues vi la luz encendida de tu laboratorio entonces supuse que te encontraría aquí, llamé a la puerta pero no respondiste, entré y te vi suspirando tras la ventana…- Honey suspira al recordarlo, definitivamente lo había notado, Hiro no podía sentirse más avergonzado en ese momento – así que decidí no interrumpirte… perdón no lo pude resistir- se sonríe para sí misma la rubia, estaba a punto de auto defenderse el adolescente, cuando nuevamente la joven empieza hablar:

- Así que… ¿Es Gogo la chica afortunada?- sus grandes ojos verdes se abren aún mas ante tal pregunta, como si trataran de decirle: "Cuéntamelo todo", Hiro se sonroja demasiado, tanto que si tuviera un espejo ante él de seguro se vería tan rojo como un tomate, era lo que más temía que preguntara y ahora el pobre adolescente no tenía a donde huir, estaba atrapado.

-¡Q- quee!- Resopla evadiendo sus grandes ojos verdes, que parecían grandes imanes pues no le quitaban la vista de encima - ¡Claro que no!- el chico mira a todos lados menos a ella.

- Vamos, no lo niegues- Honey Lemon le insiste con una gran sonrisa, aquello al pelinegro no le causa ninguna gracia.

-¿Negarlo?, pero si no lo estoy negando, ¿Yo sentir algo por Gogo?, por favor...- el adolescente empieza a hablar de prisa sin control alguno, pero la rubia parecía estarlo disfrutando pues aquella sonrisa seguía aún dibujada en ella, Hiro se ponía cada vez más nervioso.

– Creo que estás confundiendo las cosas Honey Lemon, no es lo que tú crees, yo no siento nada por…-

-¡Cuidado Hiro!- Honey lo interrumpe, pero la advertencia de la rubia llegó demasiado tarde, en medio de su nerviosismo Hiro da un mal paso hacia atrás terminando por tropezar con unas cajas de cartón, haciéndolo que cayera de sentaderas.

- Auuchh- se queja del dolor, al parecer se había lastimado uno de sus codos en la caída.

- ¿Te encuentras bien?- Honey Lemon corre rápido en su auxilio extendiéndole su mano.

- Estoy bien, estoy bien, sólo me lastimé un poco, nada grave- coge la mano extendida de la rubia restableciéndose de pie nuevamente, de pronto se oye aquel sonido de activación muy familiar para ambos, "Oh no" piensa de inmediato Hiro, unos pasos esponjosos se acercan a ambos jóvenes.

- Hola, yo soy Baymax tu asistente médico personal, oí un sonido de angustia- Al escucharlo Hiro se lleva su mano a la cara, "Estoy perdido… aquí vamos de nuevo".

- En una escala del uno al diez ¿cómo calificarías tu dolor?-

-Hola amigo- el adolescente se acerca al robot malvavisco con una gran sonrisa fingida– Estoy bien no te preocupes, gracias, creo que este no es el momento adecuado ¿entiendes?- le termina susurrando a su amigo robot, pero este no parecía entenderle, Honey se sonrió para sí misma "Esto se pondrá bueno" pensó.

-Voy a escanearte- le responde el robot sereno, Hiro se altera poniéndose más rojo.

-¡No Baymax!, ahora no amigo, nada de escaneo, estoy satisfecho con…- trata de impedirlo, pero resultó un rotundo fracaso,- Escaneo completo- exclamó el robot.

- Tienes un pequeño hematoma cutáneo en tu mano izquierda, con un poco de hielo en la zona infectada bajarás la inflamación al igual que la aplicación de un ungüento a base de árnica…-

- Muy bien amigo, lo tendré en cuenta, es suficiente, hora de encogerse, estoy satisfecho…- le resopla el pelinegro, pero Baymax parecía no acabar aún.

- Además he detectado que tus niveles de hormonas y neurotransmisores indican que estás pasando por una etapa propia de la pubertad, en el cual…-

- ¡Baymax ya basta! ¡Te he dicho que es suficiente! Estoy…- el chico ya bastante alterado se abalanza sobre el robot empujándolo hacia su fuente de energía, pero de nada le sirvió, la rubia los miraba bastante divertida.

- Tu cuerpo sentirá emociones fuertes hacia una persona, manifestadas en: nerviosismo así como un cosquilleo fuerte en el estómago…-

-¡Baymax!-

-Diagnóstico: enamoramiento-

-Gracias Baymax- Hiro mira indignado a su amigo "¿Y ahora qué?".

Un pequeño chillido de emoción se escapa de los labios de Honey Lemon –Wiiiiii, lo sabía- grita emocionada la rubia, aquello sólo avergüenza más al pobre Hiro dejándolo mudo y bastante sonrojado, "Trágame tierra", "Trágame tierra", es lo único en lo que pensaba el adolescente en ese momento; al verlo tan serio, Honey decide reanimarlo:

-Tranquilo Hiro- se inclina ante él colocando sus manos en sus hombros -puedes confiar en mí- lo mira con dulzura con sus grandes ojos verdes.

- Pero yo, es que yo...- balbucea nervioso, el pelinegro no tenía ya argumentos para defenderse, ella ya lo sabía todo.

-No tienes por qué avergonzarte, es algo normal y muy hermoso- De pronto esa sonrisa característica de la joven se esfuma un poco, lanzando con ello un suspiro triste, como el amor es maravilloso, también puede doler: ¿Por qué tuviste que partir tan pronto?, ¿Qué no ves que aún te necesitaba?, hay heridas que ni el tiempo puede sanar tan fácilmente, aún eres parte de mi corazón, Tadashi".

-Pero yo… es que… ¡sólo mírame!- le reprocha el adolescente soltándose de sus brazos -Yo sólo soy un niño para ella y ella en cambio…– Hiro baja su mirada -Ella solo me mira como un hermano menor...jamás tendría una oportunidad con ella- Suspira tristemente.

- Y cómo puedes estar tan seguro de eso, jamás lo sabrás sino se lo dices- le sonríe tratando de reanimar al apagado adolescente.

-Voy a contactarla para que le digas tus sentimientos a tu persona amada y así mejorar tu estado de ánimo- la voz del amigable robot resopla de pronto apareciendo en su pantalla la fotografía de Gogo.

-¡Pero quee!- grita conmocionado Hiro - ¡No Baymax!, ¡No te atrevas!- se lanza sobre el robot tratando de cancelar la acción que estaba a punto de hacer.

- No vuelvas a hacer algo así ¿entendiste?- le dice con voz agitada el pelinegro, cansado camina a su escritorio de trabajo, se sienta y se dispone seguir trabajando con su proyecto dejando atrás a Honey, ella lo miró atentamente sabía que el muchacho no se sentía nada bien.

La joven camina hacia él colocándose a espaldas suyo, se inclina poniendo una vez más sus manos en sus hombros, y le susurra al oído:- Ánimo Hiro, si yo fuera tú se lo diría, pues nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido- Hiro nota su voz un poco quebrantada, perfectamente sabía a qué se debía, pero no le mencionó ninguna palabra de ello, no quería hacerla sentir mal.

- Gracias Honey Lemon-Fue lo único que se limitó a responderle a la rubia, más no la miró ya a los ojos.

- Por nada para eso son los amigos- le sonríe en su tono alegre habitual alejándose de él, Hiro ya no dijo ni una palabra más.

-Piénsalo Hiro- fue lo último que dijo la rubia tras cerrar la puerta, dejándolo a solas con Baymax, el silencio volvió a gobernar el laboratorio del joven adolescente.

"Y ahora que podría ser peor" Hiro cierra sus ojos reprochándose de todo lo ocurrido, pero no duró tanto pues un sonido proveniente de su celular lo sacó de su trance, al tomarlo ve que la pantalla está iluminada y en ella indicaba un mensaje, al abrirlo y ver de quien pertenecía las mejillas del pobre muchacho se vuelven a poner rojas como un tomate:

"Hiro, ¿todo está bien? Me contactó Baymax"

"¿Por qué a mí?"


Yei al fin mi primer capítulo terminado, he de confesarles que no fue fácil, es difícil poner tus ideas en orden a la hora de escribir XD, también disculpen si algún error gramatical o de ortografía se me pasó, cuando uno escribe se emociona tanto que cuando menos te das cuenta se te pasa xD, aún así siempre procuro revisar.

Por último, no se si lo notaron, pero algunas ideas en las que me basé para escribir aparecen durante los créditos de la película, por ejemplo donde Hiro aparece en la noticia de un periódico que es galardonado por el Instituto, sinceramente esos créditos me encantaron (amo el concepto de arte de esta película).

No me cabe mas que agradecer el tiempo que se tomaron para leerme, si les ha gustado no duden en comentar, sean usuarios o no de fanfiction, para mi su opinión es la que me inspira seguir escribiendo.

Hasta la próxima, felices fiestas y feliz año nuevo 2015, mis mejores deseos. ;)