Hola de nuevo, antes que nada pido una disculpa enorme por no haberme actualizado antes, tuve mudanza, me quedé sin internet y todo un show, este capítulo estaba programado para el 11 de enero, ya les explicaré al final mis razones pero si les adelanto que fue escrito con mucho cariño. Agradezco de todo corazón sus valiosos comentarios, sus favoritos y por seguir esta historia, estoy realmente emocionada al ver tanta respuesta y la gran visita que tuvo mi historia, gracias por su aprobación y por darle una oportunidad, estoy muy contenta.

Antes que nada este capítulo lo dividí en dos partes no quería hacerlos esperar más, pero la segunda parte ya está en proceso, en esta primera parte encontraran roces de Tadahoney para todos aquellos que les guste esta pareja que me ha conquistado también él corazón, ahora sí, sin mayor demora les dejo el segundo capítulo, disfruten, con cariño: mjoi25.


Capítulo 2: Intentos fallidos (Parte I)

- Tadashi- una voz joven se hace resonar a en las instalaciones del Instituto Tecnológico de San Fransokyo, su eco se disipa sobre el silencio del lugar; bajo la luz de la luna llena se encontraba aquel joven de cabellera negra desarreglada contemplando un monumento construido a las afueras de la universidad, el de su hermano.

-Hola hermano- le sonríe a la estatua imaginando que esta misma le devuelve la sonrisa, aquella que guardaba con tanto recelo en sus recuerdos y le reconfortaba el corazón cuando más lo necesitaba; sin prestar atención a su alrededor, el adolescente empieza hablar a solas sin importarle siquiera que alguien lo viese o escuchase.

- Por fin llegó el día- le resopla alegremente – ¿Sabes?, me he esforzado demasiado como tú querías que yo lo hiciera, sólo espero poder ganar ese galardón, jamás perdiste la fe en mi y eso te lo agradezco Tadashi, no te defraudaré, donde sea que te encuentres, quiero que estés orgulloso de mí, es una promesa - el chico suspira recordando aquellos momentos que vivieron juntos, su rostro dibuja una pequeña sonrisa.

- ¿Sabes Tadashi?, daría lo que fuera porque estuvieras aquí conmigo en este preciso momento, con ganas de regresar el tiempo y poderte ver entre la multitud dándome ánimos y diciéndome que todo estará bien, pero… hay cosas que no se pueden cambiar- el pelinegro hace una pequeña pausa tomando un ligero soplo de aire cayendo en la cuenta de su realidad, sus ojos iluminados por la luz de la luna se empiezan a apagar, su brillo natural se fue desvaneciendo con el paso de los segundos, sin previo aviso aquel hueco en su corazón se hizo sentir de golpe, una vez más aquéllos recuerdos dolorosos atormentaron como ráfagas la mente del adolescente, hiriéndolo como fuertes puñaladas en su pecho.

- Ya hace tiempo que te fuiste de mi lado, muchos me dicen que en realidad no te has ido mientras no olvide tu recuerdo- la voz del chico se torna más frágil y sus ojos castaños cristalinos, quebrantándose con cada palabra que se escapa de sus labios –Pero…no es así, me es tan difícil asimilarlo a veces y a pesar de que sigues en mi mente y mi corazón los recuerdos vuelven a mí y me atormentan; te has marchado, los recuerdos no me bastan, ¡te necesito aquí conmigo!- el pelinegro pierde la cordura de sus pensamientos, sentimientos de coraje e impotencia le inundan el corazón, provocándole una gran pesadez en su pecho.

- ¡¿Por qué Tadashi?!, ¡¿por qué te tuviste que marchar tan pronto?!- alza su voz reprochándole sin consentimiento alguno de sus palabras, no pudo contenerlo más, una lágrima se escapa de sus ojos recorriendo lentamente su mejilla.

-Teníamos tantos planes y proyectos juntos, ¡tú me prometiste que estarías siempre conmigo!, eras tan joven, tenías una vida por delante, ¡tú merecías vivir!, me hace falta tu guía, ¡yo jamás seré como tú!- desmoralizado se deja caer de rodillas al suelo bajando su mirada, cierra sus ojos tratando de encontrar paz en su agitado corazón.

-Tadashi te extraño- susurra en voz baja.

-Yo también lo extraño mucho- una dulce voz femenina hace volver al pelinegro a su realidad, aún desorientado se incorpora nuevamente de pie y con una de sus mangas de su sweater seca las lágrimas derramadas en sus mejillas.

- Honey… yo…yo no te vi llegar- baja su mirada avergonzado, no quería que la rubia se percatara de su dolor y sintiera lástima por él, pero era demasiado tarde, la joven lo escuchó todo, mas él no sabía que ella lo comprendía más de lo que pudiese imaginarse, pues de cierta forma compartían el mismo dolor, sutilmente coloca sus brazos alrededor de Hiro y lo abraza con dulzura, Hiro sorprendido se dejó llevar correspondiéndole el abrazo a la joven rubia, instantes después alzó su mirada y pudo ver que Honey lo miraba fijamente con aquellos grandes ojos esmeralda con bastante ternura y comprensión, como una madre vería a su hijo.

- Tadashi era una persona maravillosa en todos los sentidos, un gran hombre, un buen amigo dispuesto ayudar a cualquiera con su gran corazón de oro, pero sobre todo, el mejor hermano que pude a ver conocido, eras su mundo Hiro, él te quería mucho y lo menos que le gustaría en este momento es verte sufrir- dócilmente acaricia una de sus mejillas- Todos lo extrañamos Hiro, ninguna otra persona más ocupará su lugar en nuestros corazones y mientras no lo olvidemos, él vivirá siempre en nuestros recuerdos y sobre todo en nuestro corazón- le sonríe dulcemente la joven, Hiro sólo hace una pequeña mueca en sus labios regresándole el gesto.

- No lo olvides, él vive en ti Hiro- baja su mano de la mejilla colocándola en el pecho del adolescente señalando a su corazón -y en el mío también- susurra al final fijando su mirada en dirección al monumento de Tadashi, su gran sonrisa se va apagando poco a poco, no lo podía negar, ella también lo extrañaba demasiado, y aunque trataba de ser fuerte, era difícil evitar que aquellos pensamientos de dolor de vez en cuando inundaran su mente, Hiro la miró preocupado, en el fondo sabía perfectamente por lo que estaba pasando, pero no encontraba las palabras adecuadas para darle consuelo a la chica.

- Honey agradezco tu apoyo eres una gran amiga- la mira agradecido.

- No es nada, para eso son los amigos Hiro- dirige por un instante su mirada al chico sonriéndole pero no tarda en volver a clavar sus ojos al monumento de Tadashi, Hiro no sabe más que decir y sin pensarlo demasiado pronuncia con dulzura las siguientes palabras:

-¿Sabes? Tadashi te adoraba, él me lo confesó poco antes de… bueno… del incendio, dijo que eras una persona maravillosa por dentro y por fuera, siempre entusiasta, él dijo que amaba tu sonrisa, eres una chica especial Honey Lemon, nunca cambies- al escucharlo las mejillas de la joven se sonrojan y su mirada entristece un poco más, Hiro notó que sus grandes ojos esmeraldas se pusieron acuosos, se sintió tan culpable "Pero que fue lo que dije", no era su intención hacerla sentir mal, fue entonces que supo que aquel momento no era el adecuado para confesarle aquellas palabras.

- Yo lo lamento Honey, no debí decirlo, no fue mi intención hacerte sentir mal, perdóname yo no debí...-

- No, no, está bien, no te disculpes Hiro, yo sé que no fue tu intención- dibujó una pequeña sonrisa en su rostro ocultando su dolor, pero en cambio Hiro bajó la mirada, su rostro sólo reflejaba culpabilidad, un pequeño lapso de silencio incómodo envolvió a ambos, hasta que la chica decide interrumpirlo.

- ¿Te confieso algo Hiro?- el chico vuelve su mirada en ella, aún avergonzado.

- Yo también adoraba a tu hermano, sólo que... jamás pude decírselo- Honey le responde serena al adolescente, parecía que fuera quebrarse una vez más pero no lo hizo, el pelinegro no supo que responder, no quería herirla más, sabía que en el fondo de su corazón ella estaba destrozada, aunque supiera ocultarlo todo el tiempo tras su gran sonrisa.

- ¿Pero sabes?...- sus ojos vuelven a recobrar su brillo característico, Hiro se sorprende con tan repentino cambio de actitud- No me arrepiento de nada, tu hermano me enseñó lo maravilloso que es amar y a pesar de todo, le estoy muy agradecida por regalarme tan lindos momentos junto a él que nadie más podrá darme, fue lo mejor que pudo pasarme y eso al final es lo que cuenta, por eso no me arrepiento en lo absoluto de nada y conocerlo fue el mejor regalo que la vida pudo darme- su sonrisa característica vuelve a su rostro, antes de que pudiera decir algo Hiro, Honey retoma la conversación.

- Aún así Hiro, nunca dejes para mañana lo que puedes hacer hoy- aquello saca de onda al joven adolescente, algo en ella no era normal, sospechaba que iba a decir algo más.

- A sí que ¿tú que vas hacer?- lo mira pícaramente, algo tramaba la joven rubia, eso asusta un poco al pelinegro.

- A que te refieres con hacer- la mira confundido tratando de ignorar aquella posible situación a la que se refería su amiga.

- Pues que harás con tus sentimientos, los ocultaras ó ¿los confesarás?- lo mira con sus ojos bien abiertos casi acechándole.

- ¡Ehhh!- el adolescente se sobresalta sonrojándose rápidamente por aquella pregunta – A que te refieres- Hiro trata de evadir el tema pero resulta en vano.

- No te hagas, tú sabes perfectamente a que me refiero- lo mira retándolo a responder provocando que el adolescente se pusiera más nervioso.

-¿A…aa si?- al pobre chico se le empezaba a trabar la lengua, Honey sonríe en sus adentros al verlo así.

- Si no se lo dices ella jamás se dará cuenta, Gogo suele ser un poco despistada en esas cosas- al escuchar su nombre sus mejillas se pone aún mas rosadas y su corazón acelera su latir, era tan difícil de ocultar para el adolescente, por un instante, el silencio vuelve a envolver a los dos jóvenes.

- Y entonces ¿qué harás?- la rubia interrumpe abruptamente los pensamientos del chico, la mirada de este decae un poco.

- Mejor déjalo así, no lo vale- le responde al fin Hiro resignado -los dos sabemos perfectamente que yo no tengo ninguna oportunidad con ella- da un pequeño suspiro de tristeza.

- Pues jamás lo sabrás si no se lo dices- trata de animarlo.

- Pero tan sólo mírame, ya te lo dije ayer, soy sólo un niño para ella, además bien lo dijiste, ella no tiene interés alguno sobre estas cosas, ¿para qué decirle?, es mejor que me guarde esto que siento, además, no quiero que se sienta incómoda por mi culpa, ella no lo merece, mejor déjalo así, Gogo y yo sólo seremos buenos amigos y hasta allí- el adolescente no dice ni una palabra más en un lapso de tiempo, Honey sólo lo mira preocupada pero segura de sí, tenía un plan para animar al chico.

-¿Tu la quieres verdad? Hiro se pone aún mas rojo de como estaba, sólo baja su mirada y empuña sus manos, no fue capaz de responderle, "Lo sabía" se sonríe en sus adentros la joven rubia, tomando su silencio como un sí.

- Entonces eso quiere decir que si la quieres- se lo reafirma la chica retando a responder a su pequeño amigo.

- Bueno yo…yo en realidad, es que...- Hiro sólo se limita a balbucear, no es capaz de tan siquiera de ordenar sus ideas en su mente, Honey se sonríe, le causaba tanta ternura ver al pelinegro en esa situación.

-¿Sabes Hiro? a veces hay sentimientos que guardamos en nuestros corazones, como yo hice con los míos...- la rubia suspira al contemplar una vez más la estatua de Tadashi- Pero ¿estás seguro que puedes controlar los tuyos hasta no darles importancia?, no cometas mi mismo error- dirige su vista a sus ojos castaños, su mirada denotaba inseguridad, claramente sabía que su amigo no sabía ni cómo actuar ni que decir, necesitaba de una mano amiga y allí estaba ella para dársela.

- Bueno es que yo… yo no sé qué debo hacer- le comenta el adolescente afligido, Honey lo interrumpe para darle su consejo.

-Hay muchas clases de sentimientos, pero es necesario convertirlos en palabras para que nos entiendan-se lo dice con bastante dulzura a su amigo.

-Pero Honey...- resopla Hiro pero nuevamente es interrumpido por la joven rubia, colocando sus manos en sus hombros mirándolo fijamente con sus grandes ojos esmeralda.

-Díselo Hiro antes de que sea demasiado tarde, recuerda, nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido- le sonríe, pero el gesto del pelinegro es inexpresivo.

-¿Pero como esperas que lo diga? ni si quiera soy bueno para esas cosas- esquiva sus grandes ojos que lo acechan.

- Pues no sé, usa esa cabecita brillante, sólo dilo y ya- la joven lo sorprende con un pequeño zape en su cabeza, algo que la rubia no acostumbraba hacer.

- Pero no es tan sencillo- le reprocha el adolescente.

- Lo sé, pero lo valdrá te lo aseguro- le insiste la joven con su gran sonrisa de par en par.

- ¿Y cómo puedes estar tan segura que todo esto valdrá la pena? que no será un desastre y que todo esto no terminará muy muyyy mal- Hiro se sale de sus casillas subiendo el tono de su voz.

- Ummm, ¿instinto femenino?- le guiñe un ojo junto con una sonrisa pícara.

- ¿Es en serio Honey?- frunce su ceño mirándola con incredulidad-¿Es lo mejor que se te pudo haber ocurrido?- le reprocha Hiro ya un tanto alterado cruzándose de brazos.

-Bueno y por qué no lo descubres ahorita por tu cuenta- lo mira juguetona pero al adolescente no le causó ninguna gracia.

-¡¿Queeé?!- Hiro se sobresalta, al parecer Honey Lemon se percató de algo que el pelinegro no había notado aún, un pequeño chillido de emoción se le escapa de sus labios.

- ¿Y ahora que te sucede?- le pregunta el adolescente un tanto confundido por su extraña actitud, la chica sólo se limita a sonreír.

-Bueno Hiro, vuelvo en un momentito, olvide algo- la rubia emocionada se aleja corriendo por las escaleras del Instituto antes de que su amigo pudiera preguntar detalles, no le queda más remedio que limitarse a seguirla con la mirada hasta perderla de vista, "Mujeres, quien las entiende".

(O-O) (O-O) (O-O)

- Hola Hiro- no pasó ni un minuto cuando una voz familiar lo sorprende por sus espaldas, Hiro se paraliza al reconocerla, torpemente da media vuelta en su encuentro "Me las pagarás Honey" piensa en sus adentros.

- Go…ogo- el adolescente empieza a titubear - No te vi llegar- pudo sentir como la sangre de su rostro empezaba a hervir y el latir de su corazón se intensificó, lo único que pedía es que ella no lo notara.

- ¿Y Honey a donde se fue?- le pregunta serena dirigiendo su vista en dirección a las escaleras del Instituto mientras truena una de sus bombas de chicle sabor uva.

- Ahhh Honey…-Nervioso se lleva la mano detrás de la nuca "Esto no puede estar pasándome"

Bueno e…eella sólo me dijo que olvidó algo… emmm… quizás regresó a su laboratorio, no debe de tardar- los nervios empezaron a traicionar al adolescente provocando que titubeara cada vez que de su boca pronunciaba algo, pero aquello la pelinegra de mechones morados no parecía notarlo, le era indiferente.

- Umm ya veo, ¿Y los demás chicos no han llegado?- dirigió su vista a sus ojos castaños, aquella mirada era tan penetrante que provocó que el pobre chico se pusiera aún mas rojo de lo que ya estaba, pero a pesar de ello era inevitable dejar de observarla, no podía quitarle la mirada de encima, ella se veía tan hermosa esa noche, la luz de la luna iluminaba cada detalle de aquel fino rostro haciéndola ver aún más bella, aquellos ojos castaños como almendras lo hipnotizaban junto a esos labios color frambuesa que provocaban que perdiera la cordura, el pelinegro entra en un pequeño trance, pero el tronar de otra de las bombas de Gogo lo hacen volver a la realidad.

- ¡Hey Hiro! llamando a tierra, ¿te encuentras bien?, ¿me estas escuchado si quiera?- la joven pelinegra pierde el quicio ante su distraído amigo, pero trata rápido de restablecerse y guardar la calma, "Tranquila, respira, respira" se repite una y otra vez en su mente, sabía que algo no andaba bien, últimamente había notado al adolescente algo diferente y extraño en su forma de actuar, pero decidió no darle demasiada importancia.

-Perdón, perdón, ¿qué me preguntaste?- el adolescente estaba tan clavado en sus pensamientos que no puso atención y ninguna de las palabras que le dijo la chica "Torpe, torpe, ¿pero que me sucede?" se reprende en sus pensamientos, Gogo sólo le frunce el seño y se cruza de brazos, lo único que provoca es sacarla más de sus casillas con su pregunta.

- ¿Seguro que te encuentras bien?- le insiste una vez más alterada la joven pelinegra, Hiro sólo la mira confundido estaba en grandes aprietos, sin pensarlo dos veces le replica:

-Estoy bien, es sólo estrés por la convención, eso es todo- se inventa un pretexto para salirse del embrollo en el que estaba metido, ve como las facciones duras del rostro de Gogo se suavizan, al parecer se lo había creído, el adolescente sintió un gran alivio, aunque sus nervios seguían allí presentes.

- Tranquilo niño genio, todo estará bien- lo mira comprensiva sorprendiéndolo con un golpe de puño cerrado en su hombro, terminando con una pequeña sonrisa en sus labios.

- Auch- se queja el pelinegro mientras se soba el hombro "menos mal que Baymax no está aquí" pensó sintiendo alivio por eso.

- ¿Por qué hiciste eso? Ya se te hizo costumbre- le reclama jugando, la joven deja escapar una pequeña carcajada de su boca, nunca antes vio Hiro a Gogo sonreír de esa manera, aquello aceleró su corazón, la hacía lucir más hermosa.

- Mmm es sólo para animarte, niño genio- le guiñe uno de sus ojos sin dejar de burlarse del adolescente sacándole la lengua.

- Ja ja pues vaya forma de animar, niña nerd- le sigue la corriente burlándose de ella, pero no le funcionó la estrategia al muchacho, pues Gogo resultó ser mas astuta y con un movimiento ágil la chica se coloca a poco centímetros del rostro de Hiro retándolo, esto lo ruboriza demasiado, al parecer la chica disfrutaba verlo desatinar.

- Oh si, mira quien lo dice, el niño genio que ganará el galardón esta noche- clava sus ojos en los suyos intimidándolo, pero lo único que provoca es que su rostro se ponga más rojo que un tomate.

- Emm… no…no es para tanto, tú… tú también traes un buen proyecto, puedes ganarlo también- tartamudea una vez más el pobre adolescente, era inevitable no hacerlo teniendo a la chica tan cerca de él.

- Mmm es probable... pero no si estás tú aquí- truena otras de sus bombas alejándose de su rostro, dejando al pobre Hiro en estado de shock, todo fue tan rápido pero para él el tiempo no pareció pasar, un silencio incómodo envuelve a los dos jóvenes, el pelinegro era incapaz de decir algo por el nerviosismo en que se encontraba, temía meter una vez más la pata, después de todo no era necesario que estuviera Baymax presente para hacerlo quedar en ridículo, con él bastaba.

- Anda vamos adentro, seguro lo chicos no tardan en llegar- la pelinegra rompe el silencio que los dividía, sin decir más la joven da media vuelta y se dirige rumbo las escaleras del Instituto esperando que Hiro la siguiera, pero no fue así, el chico se queda paralizado bajo la estatua de su hermano, mirando como la hermosa joven que lo volvía loco se aleja de su lado, de la nada algo en su interior le empezó a causar una fuerte inquietud, una especie de incertidumbre que no dejaba su mente en paz, entonces aquellas palabras vinieron a él: "A veces hay sentimientos que guardamos en nuestros corazones pero, ¿estás seguro que puedes controlar los tuyos hasta no darles importancia?, hay muchas clases de sentimientos, pero es necesario convertirlos en palabras para que nos entiendan" sabía perfectamente lo que debía hacer.

- ¡Gogo espera!- sorprendida la pelinegra se detuvo dándose la media vuelta, el adolescente siente un fuerte vuelco en el estomago al ver aquellos ojos confundidos yacían nuevamente sobre él "¿Pero que he dicho?"

- ¿Que sucede Hiro?- le pregunta sorprendida Gogo, el chico se armó de valor y con pasos torpes camina a su dirección deteniéndose a escasos centímetros de ella.

- Yo…yo tengo que decirte algo importante- empuña sus manos para darse fuerza, su corazón ya latía a mil por hora, trato de mirarla fijamente a sus hermosos ojos castaños pero era demasiado intenso, costándole trabajo sostener su mirada fija sobre ella.

- ¿A sí?, ¿y qué es?- sus ojos se abren en sorpresa por lo que acaba de decirle su amigo, algo dentro de ella le decía que pasaba algo mas pero trató de ignorarlo conservando su calma, se cruzó de brazos y mantuvo su rostro inexpresivo, masticando tranquila su chicle como si nada pasara.

"Vamos Hiro, es ahora o nunca" se trato de dar ánimos así mismo, respira hondamente antes de hablar, mil cosas pasaron por su mente en ese momento pero expresarlas fue más difícil de lo que imaginó, al principio sus labios sólo emitían gemidos extraños las palabras no podían fluir libremente, nervioso se muerde el labio inferior y una vez mas lo intenta, ya no había marcha atrás.

- Bueno... es que… ¿es que no lo haz notado?- tartamudea al fin el chico " bien dicho genio, ¿no se te ocurrió algo mejor?".

-Emmm, ¿notar que?- la joven lo mira aún mas confundida, en su mente no entraba tan siquiera la idea de lo que realmente estaba pasando.

- Algo nuevo y diferente- exclamó después de un lapso de tiempo de silencio "Pero qué diablos estoy diciendo, trágame tierra"

- Aja... ¿y cuál es el punto?, ¿a qué te refieres con eso?- la pelinegra empezaba a perder su paciencia ante el chico, al notarlo, el adolescente supo que tenía que decirlo ya.

- Bueno… me refiero a que yo...- Hiro vuelve sus ojos a Gogo y sus mejillas hierven mas "Vamos tu puedes, no metas la pata".

- Es que tu…-

- Si, ¿yo qué?- lo interrumpe Gogo impaciente, no era de la clase de chicas que aguantaba tanto rodeo.

- Es decir…-

-Bueno…-

-Lo que quiero decirte es que tú...-

-¡Hola chicos listos para la gran noche! Es hora para la ciencia-

"¡Pero queeé!"


Ya sé, ya sé no me odien no debí cortarle en esa parte, pero no se preocupen verán mas de esto en la segunda parte. Como dije este capítulo iba actualizarse el 11 de Enero pues fue mi sexto aniversario con mi novio, las situaciones que verán sobre todo en el siguiente capítulo están inspiradas en las nuestras, espero las disfruten y darles ese toque especial con mi experiencia.

Como datos curiosos como dije en el capitulo anterior, varias escenas las saqué de los créditos finales de la película, esta vez el monumento a honor a Tadashi que sale en la noticia de un periódico y por último para todos aquellos fanáticos del anime que vieron Sakura Card Captor seguro notaron una frase, este es uno de mis animes favoritos, crecí con él así que quise hacerle un pequeño homenaje en este capítulo.

Me despido, nos vemos con la segunda parte, no olviden darle favorito o seguir esta historia y sobre todo dejar sus valiosos comentarios me hacen muy feliz leerlos, les mando un fuerte abrazo su amiga:mjoi25.