Hola a tod s ! Se que dije que la historia tendría tres partes y hoy quería publicarles la ultima para no hacerlos esperar mucho y poder continuar con la de Why Me, pero desafortunadamente no me dio tiempo de pasarla completa así que les dejo este trocito que es la primera parte de la parte 3 y en cuanto pueda les publico el final! Disfrútenlo tanto como yo lo hice escribiéndolo y no olviden dejar review, recuerden contestar a la pregunta del millón , final feliz si o no?
POV Kate!
No me había dejado confesárselo cuando estábamos sentados en el sillón pero ahora, mientras me siento en el séptimo cielo por el simple hecho de estar abrazada a él, con el calor de los últimos rayos del sol sobre mi piel contrastando con el frio de las olas que acarician mis pies, me doy cuenta de que esas mismas sensaciones contradictorias también habitan mi interior, porque estar así con él me inunda el corazón de un calor agradable mezcla de amor y ternura pero, al mismo tiempo, en un rincón escondido en el que he tratado de ocultarlo, se encuentra este frio abrasador que me carcome el alma junto con la culpa de estar mintiéndole que me tortura la mente incansablemente.
Tengo que decírselo, y tengo que hacerlo ahora porque ya casi hemos llegado de nuevo a su casa, al mismo tiempo que el sol termina de esconderse por completo dejando algunas nubes tiñéndose de ese tono violeta rosáceo que tanto me gusta. Durante todo el paseo he estado preguntándome cuál sería la mejor forma de plantearle el asunto porque no puedo simplemente decírselo y ya, necesito que me entienda, que comprenda mis razones, que me crea cuando le diga que lo amo tanto o más que él a mi pero que, en nombre de ese amor, si logra perdonarme mi mentira por omisión, necesito que me espere, un poco más, porque no puedo darle una fecha ya que no se cuanto tardaré en ser la persona que quiero ser para él, no se que tanto tiempo me tomará resurgir de mis cenizas como el ave fénix, pero él tiene que entender que es, después de mi madre y de mi padre, la persona más importante que hay en mi vida y que, si él todavía está dispuesto, quiero darle una oportunidad a esto que nos pasa, a esto que ambos sentimos cuando estamos juntos. Me gustaría que nos fuéramos conociendo más a fondo, compartir nuestros miedos profundos y secretos oscuros, dejarnos llevar tranquilamente, con calma, confiando el uno en el otro para avanzar juntos, en armonía y con comunicación para lograr, un día espero no muy lejano, forjar la relación sólida y duradera que desde hace años sueño con tener con él. Pero para que todo eso suceda tengo que lograr que perdone mi mentira, necesito convencerlo de que me escuche hasta el final aunque esté enojado, aunque quiera irse y no verme nunca más, necesito que, al menos, me escuche y trate de entenderme y no odiarme.
Perdida en mis pensamientos, no me he dado cuenta de que hemos llegado al jardín de su casa hasta que he sentido el pasto bajo mis pies, pero en ese preciso momento, cuando me doy cuenta de que si volvemos a entrar ya no seré capaz de hablar con él y lo miro a los ojos, después de mucho pensarlo y darle vueltas y vueltas mientras sentía cómo él me observaba respetando mi silencio durante todo el paseo, he llegado a la conclusión de que no hay una fórmula mágica, una manera perfecta de decírselo que hará que el resultado sea el que tanto deseo así que decido dejarme llevar, decirlo como salga y rezar por que él siga siendo tan comprensivo conmigo como hasta ahora.
-Rick- digo, absorta por la profundidad de su mirada, ahora solo iluminada por la luz de la luna y las estrellas que serán testigos del mayor logro o el fracaso más estrepitoso de toda mi vida.
Él aprieta levemente la mano con la que aun me sujeta la cintura para darme a entender que me escucha.
-He pensado mucho en cómo hacer esto y simplemente no encuentro un modo ideal así que solo voy a pedirte que me dejes hablar hasta el final ¿ok?- le digo y veo cómo asiente poco convencido de querer escuchar realmente eso que tanto me asunta decirle. –Yo … - empiezo titubeante y eso no es buena señal, solo espero no acobardarme antes de acabar y poder decirle todo lo que necesito que sepa- tengo que pedirte perdón y de verdad espero que puedas hacerlo porque para mi es muy importante tenerte a mi lado y, en estos momentos, no se dónde estaría si no fuera por ti. Se que no merezco ese perdón que tanto anhelo pero también se que eres un hombre bueno, comprensivo y generoso y, si alguien en el mundo puede perdonarme por ser una cobarde y haberte estado mintiendo durante todo este tiempo, ese eres tú- digo rápidamente, tratando de no hacer pausas para no perder el valor y continuar mi confesión, aunque estoy segura de que sabe de que hablo tengo que explicárselo. – Yo … debería habértelo dicho cuando me desperté pero … pero estaba Josh y no era el momento y luego … luego me entró el miedo y te alejé y mi mentira se fue haciendo más y más pesada y ya no supe cómo acabar con ella pero ahora … ahora estando aquí, así contigo, me doy cuenta de que eso tiene que terminarse, mis miedos no pueden impedirme vivir y si por esto … si por esto- continué después de verme interrumpida por un sollozo que no pude contener debido al pánico que me provocaba tan solo imaginar que lo que diría a continuación pudiera suceder- me odias y no quieres volver a verme en tu vida, si esta verdad te hace cambiar el modo en que me ves y te arrepientes de lo que me dijiste en el cementerio, entonces tendré que vivir con eso aunque la sola idea me aterrorice, pero no puedo continuar con esta culpa que me impide disfrutar de los hermosos momentos que paso a tu lado.
No sabía si me estaba entendiendo porque hasta a mi misma me constaba comprender mis palabras en medio de los sollozos y las lágrimas, pero necesitaba decírselo. Ahora que había comenzado no podía echarme atrás por estas estúpidas lágrimas que en los últimos días no me dejan ni a sol ni a sombra, opacando mis días y embrujando mis noches. – Yo … yo … te escuché en el cementerio y eso me dio fuerzas para luchar, para salir adelante, para recuperarme. Durante los meses que pasé en la cabaña de mi padre, muchas veces quise tirar la toalla, me sentía inútil y la rehabilitación me extenuaba hasta el punto de volverme incapaz de hacer casi cualquier cosa por mi misma, pero luego me acordaba de tu declaración cuando sentía que la vida se me escapaba con cada respiración, y eso me daba fuerzas para seguir un día más, para dar un pasito más hacia ese momento en el que pudiera acercarme a ti y decirte: te oí, oí todo lo que dijiste en ese momento y lo recuerdo, recuerdo cada segundo pero lo que se quedó grabado a fuego en mi interior fue tu mirada, la forma en que me suplicabas con los ojos, además de con la voz, que no me fuera, que me quedara contigo. Y quiero que sepas que necesito más tiempo, no se si mucho o poco, pero necesito volver a ser yo misma y no solo eso, necesito ser mejor que antes, necesito ser una persona capaz de derribar estos muros para dejarte entrar completamente, porque el sentimiento es mutuo y, si ese día hubiera podido articular palabra, juro que te habría respondido que yo también. En este momento, lo que más quisiera decirte es que nos demos una oportunidad ya, ahora, pero se que eso solo lo estropearía todo y acabaríamos hiriéndonos irremediablemente porque, en estos momentos de mi vida, ni siquiera yo misma soporto pasar todo el día conmigo. Pero te prometo que voy a seguir con las consultas con el Dr Burke para llegar a ese lugar en el que pueda abrirme a ti y repetirte esas dos mágicas palabras que salvaron mi vida. ¡Claro, si eso es lo que tu también quieres!- después de todo mi discurso, Rick seguía estático, sujetándome con una mano la cadera mientras con la otra me tomaba la mano. No se había movido ni un centímetro. Su expresión no reflejaba nada en absoluto, como si no hubiera oído una sola palabra de lo que había dicho, hasta podría jurar que ni siquiera había parpadeado desde que empecé a hablar. Y eso me hizo dudar, tal vez no quería saber nada más de mi, tal vez su rechazo hacia mi era tal, que ni se tomaría el trabajo de decirme que me fuera de su vida para siempre.
Mi corazón latía más rápido cada segundo que pasaba, mis miedos habían retomado el control completo de mi ser, solo quería correr, huir, esconderme en algún lugar donde no tuviera que soportar el rechazo del amor de mi vida, desde donde pudiera borrar lo que había dicho y optar por ser amigos y solo amigos, evitando para siempre tocar el tema de su declaración.
Tras lo que me pareció una eternidad, logré que mis miembros acataran mis ordenes y, separando sus manos de mi cuerpo, salí corriendo de regreso a la playa, necesitaba estar sola, sola con mi pena. Necesitaba desahogarme, llorar, llorar mares y océanos porque acababa de ver por última vez a la única persona en el mundo junto a la cual podría ser feliz.