El novio de mi mejor amigo.
Concéntrate Haru, no hagas idioteces… Es el novio de Makoto, de tu mejor amigo no te perdonarían que arruines esa relación… Piensa en Rin, él, mal o bien te ama.
Tragué saliva suavemente y me acerqué al rostro del azabache, bajé mis caricias a sus mejillas para luego pasar con mucho cuidado mi pulgar sobre aquel fino y suave labio, mordí con suavidad el mío pensando en cuanto deseaba quemarme… Quemarme en esos labios de una forma brutal e inconsciente, dejando que quemen mi piel por completo cubriendo cada centímetro de ella, que su lengua deje un rastro de fuego que me consuma por completo…
Esto es malo, si sigo pensando así, no podré controlarme. Desvié mi mirada quitando mi mano de aquellos labios, pero cuando lo hice el fuerte agarre de aquel quien yo creía que dormía tomó firmemente mi muñeca jalándome haciendo que caiga sobre su formado pecho.
-Nanase… ¿Querías aprovecharte de mi?...- Su tono de voz era burlón e infantil, sin duda se mofaba totalmente de mi.-¿Qué paso con el frio ´Haruka Nanase´, eh?...- Con su mano libre apresó mi cintura apegándome por completo a él mientras soltaba mi brazo alzando mi mentón obligándome a mirarlo a aquellos ojos. No, no quería verlo… Esos ojos, no puedo, ¡no puedo!, ayuda, voy a perderme, no quiero…
-¿Dónde se metió el Sousuke que no le miente a su pareja?.- Por suerte mi boca aun funcionaba en ´automático´ , si de mi mente dependiera me vería tan patético en estos momentos.
-No deberé mentirle, porque no dirás nada, claro, a menos que quieras que Rin se entere de que acosas a su mejor amigo cuando duerme.- ¿Este tipo habla enserio?, ¿ En qué carajos está pensando?.
-¿Me estas amenazando imbécil?.-
-Quizás no eres tan tonto como creía, captas bien lo que ocurre.- Sus ojos se veían profundos y de alguna forma divertidos, disfrutando de la "tortura" que me estaba proporcionando.
-Suéltame y vete, no quiero volver a verte por aquí a menos que esté Makoto.- Intenté zafarme moviéndome entre sus brazos, mas no podía, su fuerza era demasiada para mi, Dios en estos momentos desearía haber ejercitado un poco mas.
-¿Qué harás si no quiero?, quedó obvio que no puedes zafarte.- Hablaba tranquilo pero divertido al mismo tiempo, su rostro se acercó a mis labios dando un suave suspiro allí, dios, otra vez, sentí unas ganas inmensas de besarlo, debía contenerme por muy difícil que me sea .
-Detente… Por favor, detente…- Prácticamente le rogué mientras apretaba mis ojos y comenzaba a dar leves golpes en su pecho con mis puños cerrados.
-Quieto, Nanase…- Murmuró para luego apretar aun mas el agarre de mi cintura haciendo que sintiera por completo aquel formado y hermoso cuerpo, sentía sus pulsaciones, eran tranquilas al igual que su respiración, lo envidiaba realmente, mi cuerpo estaba totalmente inquieto, mi respiración y mi pulso estaban disparados, y en verdad no quería saber como se encontraba mi rostro. Finalmente lo obedecí me quedé completamente quieto, estático, esperando a que pasara lo que debiera pasar.
Sentí por unos momentos como su respiración cosquilleaba mis labios suavemente, también oí cuando tragó saliva al parecer algo nervioso, finalmente, aquella sensación que había querido sentir hacia momentos atrás… No lo pensé mal, el sabor a lo prohibido quemaba, ardia todo mi ser. Pero al mismo tiempo sabía tan dulce, sus labios eran expertos, se movían con seguridad y su lengua ya buscaba un recoveco para colarse en mi cavidad. En cuanto a mi, bueno, no estaba a su nivel, apenas podía seguirle el ritmo, sin contar que por lo agitada que estaba mi respiración casi no podía aguantar en aquel beso, debí romperlo sin mas desviando la mirada por completo.
-Nanase, deberías practicar mas ¿No crees?.- No puedo creer que este imbécil se ria de esta forma de mi… -También puedo darte clases…- Sentí mis mejillas arder completamente, para luego por fin poder zafarme de aquel chico poniéndome de pie.
-¿Ya lo conseguiste?...V-vete de una vez ahora…- Limpié mis labios, eso había estado mal… Osea, no mal, bien, pero mal… Olvidenlo.
-Nanase, si Makoto llega a enterarse de esto, ten por seguro que no volveras a ver a Rin.- Sin decir mas el de ojos verdes se puso de pie mirándome d e una forma fría e inexpresiva, nada comparado a la forma en la que me estaba mirando momentos atrás. Otra vez, solo sentir su mirada me dio un fuerte escalofrió.
Luego de aquella noche no vi mas a Sousuke, fue la semana mas monótona y aburrida de mi existencia, no podía nadar, tuve que trabajar toda la semana Rin no atendía mis llamados y Makoto estaría fuera unos días más.
-Zish, ¿Qué ocurre?.- miré al pequeño felino que Makoto había recogido días atrás, era una felina hermosa pelaje anaranjado con manchas blancas, y sus ojos verdes eran muy bonitos.
El animal estaba sentada observando por la ventana, por lo que me acerqué y miré junto a ella, sorprendiéndome por quien estaba allí.
-¿Kisumi?...-