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-Quédate Conmigo-

Summary: Elizabeth trata de ayudar a su hermana mayor de escapar del compromiso con su pretensioso primo, sin embargo, ¿puede una mujer sin dinero elegir con quien casarse en pleno siglo XIX?... ¿y si durante su plan, consigue la ayuda de un singular cómplice?

Nota del Autor: Los personajes de Orgullo y Prejuicio no me pertenecen, solo hago esta historia con fines de entretenimiento.


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-Capítulo 1. Una Noche para Recordar-

Elizabeth Bennet volvió a reír vistosamente por las ocurrencias de su amiga Charlotte Lucas, la cual le contaba a ella y a su hermana Jane, sobre los últimos acontecimientos sucedidos en la apacible sociedad de Hertfordshire.

Las tres jóvenes se encontraban en uno de los habituales bailes públicos que se realizan en Meryton, aunque en esta ocasión el número de invitados era inusualmente mayor, debido a la gran expectativa que se tenía por la llegada del Señor Bingley a la velada con un grupo "grande" de familiares y amigos.

Y ahora con el compromiso de Jane con el presuntuoso Señor Collins, la Señora Bennet había puesto especial atención en que sus otras cuatro hijas buscaran suerte con el Señor Bingley; aunque muy pocos sabían cómo era el caballero en cuestión, y también se desconocía cuáles eran sus verdaderas intenciones al alquilar una residencia en un lugar tan alejado de la alta sociedad londinense como lo era el condado Hertfordshire al sur del país.

Sin embargo, con una renta anual de cinco mil libras, era más que suficiente para que la madre de las Señoritas Bennet tratara de comprometer al misterioso Señor Bingley con una de sus hijas.

― Según escuche, el Señor Bingley vendrá al baile con un grupo de seis damas y cuatro caballeros ―les comento Charlotte a ambas hermanas. Aunque su padre había conocido al famoso Señor Bingley días atrás, nadie sabía con cuantos acompañantes había arribado desde Londres.

― ¿No eran doce damas y siete caballeros? ―le cuestiono Elizabeth con ironía, recordando lo que le había dicho Kitty la noche anterior sobre el singular grupo que acompañaba al Señor Bingley― aunque de las dos formas son demasiadas damas y muy pocos caballeros para mí gusto.

― ¡Lizzie! ―Jane no tardo en reprenderla por su audaz comentario, aunque no pudo evitar que se le dibujara una sonrisa en los labios por la osadía de su hermana.

― Sin embargo, lo único que hace al Señor Bingley meramente llamativo es su fortuna y su misterio actual ―agrego Elizabeth― para mi todos los hombre al final son siempre iguales.

―Si sigues diciendo lo mismo cada vez que conoces a un hombre, terminaras contradiciéndote en el futuro. –le advirtió Jane con una ceja levantada― Deseo el momento en que te enamorares de algún caballero y te arrepientas de sus palabras.

― ¿Tú crees? ―le cuestiono Elizabeth con una voz idealista― yo pienso que cualquier mujer debería tener la opción de elegir con quien casarse, al igual que lo hacen los hombres.

― Sin dinero ni posición social creo se sería muy difícil para nosotras, Lizzie ―le dijo Charlotte sonriendo por la idea de su amiga, ya que ella misma estaba dispuesta en buscarse un caballero para casarse si la sociedad se lo permitiera.

La amena conversación entre las tres jóvenes fue interrumpida por la llegada de un pequeño grupo de personas a la velada, siendo diferenciados fácilmente de los demás por su elegante forma de vestir y su porte distinguido; contemplando segundos después como Sir William Lucas se acercaba a ellos y los saludaba de manera efusiva.

― Después de todo solo es una dama la que acompaña al Señor Bingley. Charlotte ¿sabes quién es ella? ―le pregunto Lizzie al observar a los dos caballeros acompañados de una mujer.

― La joven debe ser Caroline Bingley, la hermana menor del Señor Bingley ―le respondió Charlotte, mientras que el salón se quedaba en un silencio momentáneo por la llegada de los tres nuevos invitados.

― ¿Y el caballero más alto es el señor Bingley? ―le cuestiono Lizzie nuevamente a su amiga, observando con interés al hombre que más destacaba de los dos, el cual a primera vista reafirmaba todos los rumores sobre el nuevo dueño de Netherfield Park. Aunque con el ceño fruncido y esa mirada fría podría llegar a intimidar a cualquiera que se le cruzara en el camino.

― No, es el otro caballero ―le respondió Charlotte apuntando discretamente al otro hombre, el cual era un poco más bajo de estatura, con el cabello rubio y una sonrisa amigable en el rostro.

― Ambos son muy elegantes ―comento Jane posando su atención por completo en el Señor Bingley.

― Creo que en estos momentos están más complacidos consigo mismos que por estar aquí ―dijo finalmente Elizabeth al observar la expresión altiva de la Señorita Bingley al contemplar el lugar.

― !Lizzie, Jane. Vengan aquí las dos! ―de entre los invitados se escucho la Señora Bennet, dedicándoles una señal con la mano a sus hijas mayores para se acercaran lo más rápido posible.

Jane y Elizabeth no tuvieron otra opción que obedecer y dar por terminado su plática con Charlotte, apenadas por del poco decoro de su madre al llamarlas en un lugar público.

― Me acaba de informar Lady Lucas que el caballero que está ahí es el mejor amigo del Señor Bingley, se llama Darcy; y tiene una cuantiosa fortuna y una gran propiedad al norte del país ―les explico la Señora Bennet a ambas, con un tono de voz lo suficientemente alto para ser escuchada por varios de los invitados alrededor de ellas― ¡Cuenta con una renta de diez mil libras al año!, ¿acaso no es el hombre más guapo que han visto en su vida?

― No dudo que sea apuesto para ti mamá ―le comento Lizzie con un toque de ironía, ya que su madre siempre media lo atractivo de un hombre con el tamaño de su fortuna.

Aunque Elizabeth no podía negar que el caballero en cuestión era apuesto a simple vista, incluso con su ceño fruncido y su expresión orgullosa. Tenía el cabello oscuro, el cual contrastaba perfectamente con sus ojos azules, además de tener la altura y porte suficiente para no pasar desapercibido por ella.

― Escúchame bien Lizzie, ahora que Jane está comprometida con el Señor Collins es a ti a la que pretendo emparejar con alguno de los dos caballeros ―agrego la señora Bennet, haciendo caso omiso al comentario sátiro de su segunda hija― ¡oh por Dios!, Sir Lucas los está guiándolos hacia aquí, sonrían niñas.

― Señora Bennet, el señor Bingley me ha expresado su interés por conocerle, a usted y a sus encantadoras hijas ―le comunico William Lucas con su característica sonrisa en el rostro, retirándose segundos después al ser llamado por su esposa.

― Señor es muy amable de su parte ―la Señora Bennet le sonrió al recién llegado― permítame presentarle a mi hija mayor Jane, y me alegra informarle que se acaba de comprometer hace unas semanas.

― Es un gusto conocerla Señorita Bennet, y enhorabuena por su compromiso ―Bingley le dedico una ligera inclinación, sin quitarle por el momento la mirada a la mayor de las hermanas.

― Y ella es Elizabeth, mi segunda hija ―le informo la Señora Bennet momentos después.

― Señorita Elizabeth, es un placer ―Charles le dedico una tenue sonrisa a Lizzie, mientras hacia otra reverencia.

― El placer es mío ―Lizzie le regreso el gesto al Señor Bingley, aunque su mirada involuntariamente se fijó en el caballero que se encontraba atrás de él; percatándose de que aquellos ojos azules que había admirado con anterioridad la estaban observando.

― Mi hija Mary está sentada por ahí, ―prosiguió la Señora Bennet señalando hacia el otro lado del salón, donde su tercera hija se encontraba sentada con una expresión un poco aburrida― y Kitty y Lydia, las más jóvenes se encuentran bailando en estos momentos.

― Es un honor para mí conocer a toda su familia ― le menciono Charles al dar un vistazo rápido hacia donde se encontraban las demás Señoritas Bennet, aunque su mirada volvió a caer en Jane.

― ¿Le gusta bailar Señor Bingley? Lizzie es muy buena bailando al igual que sus hermanas ―le comento la mujer mayor, siguiendo con su plan de emparejarlo con una de sus adoradas hijas.

― Para mí sería todo un honor comprobar sus habilidades Señorita Elizabeth ―le declaro Charles dedicándole otra reverencia a la joven acompañaba de una gran sonrisa.

Elizabeth le agradeció la propuesta con un pequeño ademan con la cabeza, aunque sus ojos nuevamente se desviaron hacia el Señor Darcy; el cual se encontraba a unos cuantos pasos alejado, escuchando la conversación en silencio.

― ¿Y usted que dice Señor, no desea bailar esta noche? ―ahora la señora Bennet le cuestiono al segundo caballero, esperando tener la misma suerte― tengo otras tres hijas sin compromiso que seguro estarán dispuestas a ser su pareja de baile.

― Disculpe mi descortesía, déjeme presentarle a mi amigo, Fitzwilliam Darcy ―le comento Charles acercando a Darcy hacia las tres damas.

― Bienvenido a Hertfordshire, Señor Darcy ―la Señora Bennet reboso otra enorme sonrisa, pensando cuál de sus tres hijas menores sería ideal para el caballero.

― Le agradezco Señora, pero raramente bailo ―le explico Darcy con una voz seria segundos después, declinando rápidamente su invitación.

― Pero espero que esta noche haga una excepción Señor, seguramente Lydia, mi hija más joven estará encantada de bailar con usted. ―le insistió la mujer, tratando de emparejarle a la menor de sus hijas─ Ella es una excelente bailarina para tener solo 16 años, y además de ser muy bella me atrevería decir.

La insolente persistencia de la Señora Bennet provoco que el Señor Darcy frunciera más el ceño, y Elizabeth se quedó sorprendida de que eso fuera posible en él.

― Discúlpeme ―Fitzwilliam se despidió solemnemente del grupo con una leve inclinación, antes de dirigirse hacia donde se encontraba Caroline Bingley, dejando a la Señora Bennet con su invitación en el aire.

― Nunca a había conocido un hombre tan descortés.

― ¡Mamá! ―le dijo Jane apenada por el comentario poco discreto de su madre frente al Señor Bingley.

― Disculpen a mi amigo, no está acostumbrado a hablar con personas que no conoce ―les explico Charles mientras observando como Darcy se alejaba rápidamente de ellos.

― No se disculpe Señor Bingley, usted no tiene la culpa de los pocos modales que pueden poseer los demás ―le dijo la Señora Bennet dedicándole una mirada de esquivez al Señor Darcy, cambiando su pasada opinión de que era un hombre apuesto.

― Entonces Señorita Elizabeth, ¿me complacería con el siguiente baile? ―le pregunto Bingley con una sonrisa cuando llamaron a todas las parejas para el próximo baile, teniéndole la mano para que lo acompañara.

Cuando llegaron al centro del salón, Elizabeth se paró frente a su pareja esperando que la música se reanudara; sin evitar sentirse fuera de lugar por bailar con un hombre como lo era el Señor Bingley. Aunque una vez que el baile inicio, Lizzie comenzó a sentirse más cómoda por la conversación amena y la agradable sonrisa que su acompañante le dedicaba.

Comprobando momentos después de que Charles Bingley era un buen partido para cualquier joven que buscara un feliz matrimonio; sin embargo, Elizabeth sentía que se había equivocado de pareja de baile en esta ocasión.

― ¿Acaso su amigo no tiene otra cosa que hacer que observarnos mientras bailamos? ―le cuestiono Lizzie después de unos minutos, sintiendo como aquellos ojos azules la contemplaban sin reparo desde el otro lado del salón desde que la música había empezado.

― Quizás no ―le respondió Charles dando un vistazo rápido a hacia donde se encontraba Fitzwilliam antes de continuar bailando, percatándose de la insistente mirada de su amigo hacia la Señorita Elizabeth.

― Aun así, no debería observar a las parejas de baile con tanta determinación ―Lizzie volvió a insistir en el tema, dispuesta a obtener algo de información del serio y misterioso Señor Darcy.

― Puede ser que le gusta lo que ve ―se atrevió a sugerirle Charles.

― ¿Al Señor Darcy? Si hace apenas unos minutos insinuó que no le gusta el baile ―Lizzie se sorprendió por la singular respuesta de su pareja de baile, aun sin entender enteramente a lo que se refería― ¿No supondrá que le agrado a su amigo?, ya que no me ha dirigido la palabra durante toda la velada.

― A Darcy se le dificulta entablar conversaciones con personas que no conoce cómo se lo comenté a su madre anteriormente, es por eso que declino bailar con una de sus hermanas.

― Como si en un baile no se pudiera presentar y conocer a las personas ―le dijo Elizabeth utilizando su toque sarcástico que siempre la caracterizaba, arrepintiese segundos después por ser tan directa en su comentario, esperando que no fuera tan insolente ante el Señor Bingley.

― En eso tiene toda la razón. ―le dijo Charles dedicándole otra sincera sonrisa, entretenido por las vivaces palabras de su pareja de baile― Y dígame, ¿la Señorita Bennet lleva mucho tiempo comprometida?

― Está comprometida desde hace tres semanas con nuestro primo, el Señor Collins, ―le respondió Lizzie percatándose que la música estaba a punto de acabar― aunque ahora él se encuentra en Kent arreglando unos asuntos antes de la boda.

― Ya veo. Fue un placer bailar con usted Señorita Elizabeth, ha sido una excelente pareja de baile y una gran conversadora ―le dijo Charles una vez que la música termino y el lugar se llenó de aplausos agradeciendo a la orquesta por su interpretación.

― Es placer fue todo mío, Señor.

Bingley asintió con otra sonrisa en el rostro y dio un par de pasos en la dirección contraerá a ella para marcharse; sin embargo, después de unos segundos dio una media vuelta con brusquedad regresando con una expresión contrariada y efusiva.

Elizabeth simplemente lo observo sorprendida por su repentino cambio de decisión, esperando con curiosidad a que el hombre le comunicara lo que quería decirle con tanta urgencia.

― Espero que me permita invitarla nuevamente, Señorita Elizabeth ―le pido Charles, dedicándole una afable sonrisa antes de continuar― tengo el siguiente baile reservado para la Señorita Lucas, pero me gustaría bailar con usted por segunda ocasión.

Elizabeth no pudo evitar parecer desconcertada por el repentino ofrecimiento del caballero. Estaba segura que Bingley se había interesado en su hermana Jane desde un principio, por lo que no entendía su repentina inclinación hacia ella.

― Por supuesto Señor ―le respondió Lizzie luego de unos segundos, aun impresionada por su inusual propuesta.

― Se lo agradezco Señorita Elizabeth, estaré esperando ansioso nuestro próximo baile ―le declaro Charles tomando la mano de la joven y depositándole un ligero beso antes de despedirse de ella, caminándose momentos después en dirección a su siguiente acompañante.

Elizabeth se quedó estática por algunos segundos contemplando como el caballero se alejaba de ella con una gran sonrisa en el rostro.

― ¿Cómo te trato el Señor Bingley? ―Jane le cuestiono acercándose a ella momentos después, observando la expresión de confusión en su hermana menor.

― Es un caballero en toda la palabra y muy apuesto también. ―le explico Lizzie, notando como su hermana miraba con interés al Señor Bingley, el cual estaba hablando animadamente con Charlotte― ¿Te gusta, Jane?

― Me parece un hombre agradable y apuesto. –le contesto Jane disimulando indiferencia por la pregunta― Y aunque me gustara o no, sería lo mismo, recuerda que estoy comprometida con nuestro primo.

Elizabeth no pudo reprimir una sonrisa cuando observo una expresión tímida en su hermana por hablar del caballero, a Jane le gustaba, de eso no había ninguna duda.

Al bailar con él, Lizzie pudo comprobar que el afable carácter del Señor Bingley encajaba a la perfección con el carisma de su hermana.

― Todavía no puedo creer que te conformes casándote con alguien tan nefasto como lo es el Señor Collins.

― Es por el bien de la familia Lizzie, el señor Collins prometió no quitarnos la finca de Longbourn si nuestro padre llegase a morir.

― Aun así, no te puedo imaginar casada con ese hombre ―le comento Lizzie, deseando que el Señor Bingley hubiera llegado antes que su primo a Hertfordshire, para que su hermana se diera cuenta de su equivocación en casarse sin estar realmente enamorada de su prometido.

― ¿Y qué piensas del Señor Darcy? ―le cuestiono Jane cambiando de tema― mamá lleva varios minutos diciéndoles a todos que es el hombre más orgulloso y descortés que ha conocido en su vida.

Lizzie se mostró pensativa por su pregunta, tomándose su tiempo para responderle mientras fijaba su vista en un punto específico del salón.

Cruzando su mirada instantes después con el hombre en cuestión, el cual la observaba desde el otro extremo del lugar, rompiéndose la conexión entre ambos cuando el caballero retiro su mirada con una expresión inquieta, provocando que nuevamente las palabras del Señor Bingley aparecieran en la mente de Elizabeth, "Puede ser que le gusta lo que ve."

― El Señor Darcy solo tiene la culpa de no querer aparentar cortesía hacia los comentarios absurdos de nuestra madre ―le explico Lizzie sintiendo como las comisuras de su labios se curvearan, dejando escapar una tenue sonrisa, mientras que su mente empezaba a ideal un plan para ayudar a su hermana.

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Hola, gracias a todos los que llegaron hasta aquí.

En general, esta historia es otra "distorsión" de la novela original de Orgullo y Prejuicio; y esta vez el cambio central fue que William Collins llego a Longbourn antes de que Bingley rentara Netherfield Park; por lo que eligió a Jane para casarse, provocando que ahora Charles se interese en primer estancia por Elizabeth.

Y si notaron a un Bingley más decidido y resuelto, es porque tome la personalidad del personaje de la serie de la BBC de 1995; la cual me gusto más. Además que no incluí a los Hurst (si, no me agradaron en el libro, así que los omito en mis Fic XD).

Bueno, esta es la idea general de esta nueva historia, tal vez el primer capítulo no abunda mucho en la pareja principal (Lizzy y Darcy), sin embargo en las siguientes actualizaciones lo hará. Así que espero sus comentarios para saber si este Fic les interesa.

Sin nada más que decir me despido.

¡Saludos!

Atte. Elizabeth Mustang