¡Hola!
Bueno, hoy les traigo este reto de hacer un One-Shot de ScourgexAmy
Deseo ver si el experimento causa buenos resultados.
¡Gracias por leer!
Hopeless Opus
Declaimer: Ninguno de los personajes aquí mencionados son míos. Amy Rose pertenece a SEGA y Scourge the hedgehog es propiedad de Archie Comics
"Lárgate" es lo que tu mente te ordena cada que tus pies se niegan a retroceder "Vete. Corre. Escapa... Largate"
No obedeces. Sabes que esto es importante, es necesario. Quieres hacerlo. Las luces neón azules contornean un bar de muchos de los bajos barrios de la ciudad. Un potente olor a orines con cigarro te llega a la nariz y sientes asco. Vislumbras la basura desparramada fuera del depósito, y necesitas ver por donde te mueves para no tropezar. Ese lugar es un desastre, piensas mientras llegas a las escaleras de entrada al lugar. Tus botas pisan algo blando diferente a la madera. Mierda. Efectivamente es mierda. Pasas la suela por el borde de la madera con enojo, y con un salto, finalizas tu camino no queriendo estropear más el calzado por sorpresas desagradables como esas. Abres la puerta y el fuerte olor de alcohol te invita a que lo pruebes. Pides una cerveza y mientras esperas a que llegue, empiezas tu búsqueda. Tu mirada pasea por todo el bar, Ves prostitutas y amigos borrachos, unos hombres peleando y otros más vomitando. Un sonido procedente de un micrófono llama tu atención a la zona circular en el centro del establecimiento, donde unas bocinas están conectadas a los lados. Te sientas en un taburete con la cerveza entre las manos y los codos recargados en la barra. De verdad, no te quieres perder esto. Un zorro gris hace una breve presentación del número siguiente y el nombre de la cantante, se te clava como una profunda aguja en el pecho. Amy Rose. Una pequeña eriza rosa de no más de 23 años hace su aparición enfundada en un delicado vestido carmesí, que resalta su presencia, sus labios de color durazno despiertan tu apetito voraz, y debes clavar más los codos en la madera para evitar aquel impulso. Ella toma el micrófono y la pista empieza a sonar "No One" y ella, ¡oh ella!
Empieza a cantar.
Sus caderas se mueven al ritmo de la tonada y te sientes desfallecer. Recuerdos se acumulan frente a ti, y uno en especial se roba el protagonismo, es aquella eriza, sentada a horcajadas sobre tu pecho, rodeándote la cintura con esas piernas que tantas veces besaste, y moviendo la cintura en un extraño baile sin música que te hacia enloquecer. Eso es justo lo que Rose está haciendo, y rezas por no saltar y desvestirle ahí mismo. De repente sus ojos verdes te ven y, y ya no sabes que hacer. Parece sorprendida, pero el dolor aún se asoma en aquellos orbes que te rompen poco a poco. Los borrachos la ven embobados y hacen coros desafinados como violines para acompañar a la chica. Cierras los ojos y piensas ¿por qué la dejaste ir? Ella era lo único perfecto y bueno que tenías en la vida ¿y ahora? Eres un perro solitario. La alejaste de ti porque creías que así estaría mejor y a salvo, tus amigos podría tomar decisiones desfavorecedoras para ambos si se enteraban de lo suyo, además de ese idiota erizo azul entrometido, y de los Zone Cops y de los GUN, y como si eso no fuera suficiente, la psicópata de Rosy reclamando tu cabeza cada que te ve. Puras tragedias. Pero solo por esa noche, te permites olvidar, beber un poco y disfrutar de la crueldad del destino al ver a la mujer que amas tan lejos de tu alcance. ¡Si! Eso era amor, no como las primeras veces que tratabas de tirártela a toda costa. No. El tiempo había jugado bien sus cartas, y en un momento dado, ella abrió su alma hacia ti. Era claro que no por ello ibas a dejar de ser lo que eras, pero si ayudaba a llevar la carga más amena. Porque siempre, siempre serías la contraparte siniestra, fría y calculadora de su hé ya de por si era malo.
Malo, malo, malísimo.
La canción termino, pero ella no bajo del escenario. Otra tonada surgió y volvió a cantar, esta vez, la letra era triste. Los borrachos se abrazaron y tu ves como la recorren con la mirada pérdida, como si fuese un ángel que había acudido a hacerles compañía esa noche. El pasado te inunda y luchas internamente por no llorar. Fijas tu vista en aquella belleza rosa. Tu belleza rosa. Su hechicero rostro es incluso hermoso en esa miseria, puede que más. Recuerdas la última vez que lo tocaste, y no fue nada suave como lo hiciste. Aún recuerdas tu puño estampándose en su piel de porcelana, y su sangre escurrir entre tus dedos. Pegajosa, roja y brillante. Ella lloraba y tu gritabas, no querías verla, ya no. Rompiste su orgullo como si de papel se tratase y la echaste a la calle. Se fue sucia y herida, rota y empapada, la mataste. La mataste y no te importo. Le hiciste ver que tu, un cerdo egoísta, solo la quería por su cuerpo, que nunca podrías ver nada que no fuera sexo, nada, nada. Que mentiroso te viste. En toda tu vida has dicho un millón de blasfemias de las que nunca te arrepentiste, y esta ¡oh, esta! Era la única en la que viste tu error. Con esa mujer podrías hacer todo; desde convertirte en un refinado tipo de sociedad y llevarla a los mejores restaurantes vestida de seda, hasta ir al espacio si ella lo deseara. Oh sí. Harías de todo por su amor. Renunciar a los Destructix y tal vez disculparte con los Zone Cops, matar a Rosy, hasta incluso, pedir permiso al rayo azul para casarte con Rose.
La noche transcurrió lenta, y ya cuando la mayoría de los ahogados en alcohol estaban dormidos, la eriza hizo una reverencia y se marchó.
Te pones de pie mientras dejas el suficiente efectivo que crees que costeara las 6 cervezas que consumiste y la sigues. Tienes que hablar con ella y decirle que todo fue un error, que quisieras volver a comenzar, que quisieras... volver atrás.
Imaginas que te perdona, que te abraza mientras te dice idiota. Así es como quieres que termine tu travesía.
Vas detrás del bar, y vislumbras un bocho azul estacionado cerca de una farola. El auto de la eriza. Esperas en la puerta trasera del establecimiento, sentado al final de las escaleras, y calmas tu nerviosismo con un cigarro. Pasan lo que crees que es una eternidad, y la puerta se abre, giras rápidamente la cabeza y ahí esta. Ella parece cansada y cuando baja la vista, hace contacto contigo. Sus labios tiemblan, parece haber visto un fantasma, un tóxico fantasma del ayer. No puede evitar que sus ojos jade se lustren y tu imagen se refleja en aquellas aguadas pupilas. Los ojos son las puertas del alma, y hoy lo compruebas después de tres años de no ver a tu rosa, y por lo que sus orbes reflejan, su alma está más que rota. Está destrozada completamente. Tratas de verla por todos los ángulos pero, no hay reparación para lo que tienes frente a ti. Al menos, te empeñas en intentarlo. Extiendes lentamente tu mano a la espera que ella la tome, tal vez eso podría ser un nuevo comienzo. Ya te podías ver, besándola y susurrándole miles de "lo siento", juntando todos los pedazos de lo que una vez fueron y pegarlos para siempre. Pero... no sucede; al parecer, eso simplemente quedaría en tu imaginación.
Amy suspira y se abrocha el abrigo que lleva bajo la manga, avanza con la cabeza alta hasta llegar a donde tu, y te traspasa.
Literalmente sientes que te traspasa.
Escuchas el sonido de sus pisadas decididas tras de ti, luego el sonido de una puerta abrir y cerrar, el motor siendo encendido y, las llantas chirriar y perderse. Aún no has bajado el brazo, y mucho menos has cerrado la mano.
Un trueno cruza el cielo nocturno abundante de nubes grises, que incluso se podían distinguir. Una gota cae, luego tres, y después, la verdadera lluvia comienza. Tu cuerpo empieza a mojarse, pero a ti no te importa.
Tu mano y brazo se retraen temblorosos hasta tus ojos; y lloras. No te importa derramar aquel líquido salado que se mezcla dulcemente con la lluvia de tus recuerdos. De tu chamarra sacas una arrugada carta roja con olor a fresa y canela, su esencia natural, y una margarita con solo ocho pétalos en la coronilla, los demás, se han quedado en tu bolsillo.
Te sientas de nuevo en las escaleras y sacas una pequeña botella con whisky en su interior. Bebes y lloras. Esa mujer, la única que ocupo tu corazón, se ha ido...
Otra vez eres un perro solitario, pero ahora, era diferente. Porque tu también estas roto ahora; y no sabes que hacer.
La lluvia resuena a tu alrededor y decides que esa sea el único acompañamiento de tu dolor, que pareciera haber sido peor que un disparo, podrían ser un millón de disparos ¿tal vez, más?
Ironía es lo primero con lo que relacionas tu porquería de vida. No querías que Rose sufriera de nada malo por estar contigo, pero jamás pudiste adivinar que tu serías el más lastimado en todo ese rollo.
Los recuerdos son lo único que te queda, ¡Ah! Y como olvidarte de aquellas balas incrustadas en el corazón.
Emprendes el camino a casa. Al menos todavía tenías un apoyo, pero nada de lágrimas al llegar.
Apenas das dos pasos y pisas algo.
Mierda. Como si tu vida no lo fuera ya.
Sí. Siento haber dejado a Scourge como un cursi pero bueno, así me imaginé yo la historia.
¿Qué les pareció? ¿Merezco Reviews?
Saludos.