Convivir contigo.

Resumen: Spencer Wright es un joven y exitoso cineasta de 23 años, que recibe la inexcusable responsabilidad de hacerse cargo de su primo lejano Baruch Cohen de 15 años, quien a su vez tiene el palpable sueño de ser una gran estrella rock a nivel mundial, y prefiere ser llamado por su nombre artístico Billy Joe Cobra..Pero hay un problema ¡Son muy diferentes! ¿Podrán los dos soportar una convivencia ilimitada?, Vamos a averiguarlo.

Advertencias: Lemon, en medida que avance la historia.

Capitulo 1: La llegada.

—Mmm…—un ligero suspiro escapo de los labios, de un castaño a al vez que subía sus lentes sobre el puente de su nariz, estaba cansado luego del rodaje de su última película, lo que más quería era pasar ese fin de semana o de ser posible el resto de la semana siguiente solo en su cama, para reponer energías..pero no el destino tenía otros planes, para él y ya los sabia, paso una mano deliberadamente por su rostro llegando a rozar su barba de tres días, antes de dirigirse a la cocina por una bebida energética, ese era el día.

El día en el que él, había prometido hacerse cargo de su peculiar primo lejano…lo cierto es que su madre le había dicho que la familia estaba atravesando un momento difícil, no solo económicamente sino de gobierno, en otras palabras Baruch estaba fuera de control…llego a saber que se estaba juntando con gente rara, cantando en clubes nocturnos, su tía había tenido una crisis de nervios al pensar que su hijo podría caer en las drogas o algo por ese estilo...y allí era donde entraba él en la escena, según parecía todos estaban de acuerdo que la única manera de controlar al pelinegro, era alejarlo de ese entorno, y ¿Qué mejor lugar que con su primo lejano al que no ha visto en por lo menos 5 años?...tal vez muchos, pero llego a considerar que tal vez sus padres hacían eso para mostrarle a Billy que hay muchos caminos hacia la fama..y el suyo no era el correcto.

—Tal vez, me dé tiempo de dormir una siesta —susurro con pesar el cineasta antes de escuchar, el sonido incesante del timbre al parecer de alguien o muy ansioso o muy malhumorado, casi escupió su bebida y negó con la cabeza— o tal vez no…

De cualquier manera, no quería dar una mala impresión sin pensarlo demasiado, palmeo sus mejillas, y formo una sonrisa en su rostro, ¿Qué tanto había podido cambiar Billy? A los 10 años era muy adorable. Pero en fin debía prepararse mentalmente para recibir al demonio en su casa, o al menos eso le habían dicho sus amigos, trago algo de saliva y llevo sus manos al picaporte de la puerta, ahora el sonido del timbre era acompañado de unos toques, que impaciente era.

— ¡Al fin! Cielos viejo creí que me iba a pudrir allí afuera esperando—escucho decir a la voz inconfundible de cierto azabache tan pronto abrió la puerta, el castaño no hizo más que subir la mirada, podía ver que su pequeño primo ya no era tan pequeño..De hecho estaba convertido en todo un adolecente, con ropa un poco llamativa para su edad, que consistía en unos pantalones rotos, una camisa sencilla pero con un chaleco que poseía unos llamativos bordes de colore y como toque final una corbata, su cabello negro como la noche se encontraba peinado hacia atrás, mientras sostenía distraídamente una maleta — ¿Qué no hay fiesta de bienvenida? —bromeo el joven, de manera divertida, al notar como el contrario solo se encontraba mirándole sin soltar ni una palabra.

—He...No, me temo que no…el rodaje de mi película acabo muy tarde anoche, apenas estoy llegando a mi casa —se animo a aclarar el de lentes, mientras le abría espacio al azabache— pero pasa, siéntete como en tu casa…

—Je, eso iba a hacer…rayos ustedes los famosos ¡si que saben vivir!— al parecer el menor no tenía ningún reparo en agarrar confianzas, lo supo tan pronto se encontraba ojeando su sala y soltando comentarios sin censura alguna, Spencer se consoló sabiendo o al menos intuyendo que al menos el chico era sincero—Awuaa que decoración tan horrible…pero en fin ¡No importa!, Je algún día yo tendré una mansión el doble de grande y al menos el triple de mejor decorada.

El castaño sobo distraídamente su cien, tenía que evocar al dios de la paciencia, su primo acaba de llegar ¡No tenían hablando ni 5 minutos! Debía ser tolerante.

—Bueno, la decoradora que contrate me dijo que estaba bastante bien—agrego como quien no quiere la cosa.

—Uff… ¡ese es el problema! Ni siquiera la decoraste tu primito, este lugar no tiene alma —el castaño resoplo, tenía que ser músico ¿cierto?.

—Bien…mmm digamos que ese es el problema —cedió el castaño, ¿qué más podía decir? Nunca había sido tutor de nadie…pero tenía que dejar las cosas claras, y ser firme, sus padres y tíos estaban confiando en él— Baruch..

—Billy—interrumpió el pelinegro, mirando al contrario con el ceño fruncido antes de prácticamente arrojarse a si mismo sobre uno de los amplios sillones— llámame Billy así me llamaran mis fans, además no me gusta el nombre de Baruch— sentenció haciéndole sospechar al morocho que la primera regla ya estaba sobre la mesa.

—De acuerdo Billy ¿Sabes porque estás aquí? —pero aun podía intentar establecer un punto.

—Mmmm ¿Por bajarle el pantalón al profesor de física, en frente de la clase?, ¿Por burlarme de los vegetarianos?, ¿Por qué coloque fotos mías en los muros de la escuela? , si fue por lo ultimo déjame decirte que solo mejore la imagen tétrica de ese lugar —bromeo.

—Mi tía está preocupada, teme que estas llevando tu vida por el mal camino— sentencio de forma directa el castaño, había aprendido que con algunas personas las sutilidades no funcionaban, y con otras…

— ¿Qué? Eso es entupido hermano — respondió con simpleza el aspirante a cantante mientras de su bolcillo sacaba su mp3 como si de ante mano, supiera lo que iba a hacer por el resto de la tarde, el castaño por su parte quiso golpearse mentalmente ¿en que estaba pensando? Era obvio que su primo no iba a escucharlo, seguramente sus padres y tíos habían intentado ese discurso mil veces y no habían logrado acercarse a él…confiaban en que podría por ser el más joven, resoplo tendría que buscar otro medio.

—Billy ¿Quieres salir un rato a recorrer la ciudad? —preguntó nuevamente retomando su tono amable, a lo que el menor alzo una ceja mirándole divertido.

—¿Qué paso viejo? ¿Te compraste una nueva cadera? Estabas molido cuando llegue —río sin poder disimularlo, tampoco era como si le importaba ofender o no al contrario, que sin prestarle mucha atención comenzó a quitarse su chaqueta hacía mucho calor para salir a la calle en esas fachas, sin embargo se dejo su camisa blanca de mangas largas.

—Ten más respeto tengo 23 años, estoy lejos de ser un viejo.

—Pero hablas igual que uno— concluyo altanero para varear entonces, guardo su reproductor y bajo del sofá— ¡andando!

*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/

Tal vez salir con Billy, había sido buena idea, después de todo cuando este dejo de hacer comentarios sobre el espantoso color rojo que tenía su auto y que para sus efectos mejor lo pintara de color rubí…Realmente no la estaban pasando tan mal, tal vez porque por encima de todo él debía dejar de pensar y relajarse, cuando se estresaba demasiado se ponía hostil con los actores y debía remplazarlos para la siguiente película ya que se negaban a volver a trabajar con él, suspiro y paso una mano por sus castaños cabellos.

—Oye bro…—escucho decir al pelinegro, que hacía poco estaba volteado para mirar por la ventana y ahora le miraba con ojos grandes y suplicantes, sintió una gotita caer detrás de su cabeza, ¿Qué, quería? — pues…veras, tengo algo de hambre…y allí hay hamburguesas…vamos broamigo ¿me compras una?—pidió en un tono tan mimado, que el pobre Spencer realmente no supo como decir que no, acomodo sus lentes y disminuyo la velocidad del auto.

—Déjame ver donde me estaciono.

— ¡Viejo eres genial! —sabía que esa forma de llamarle no iba a durar mucho.

En fin, al poco rato de estacionarse, noto como el de cabellos azabaches bajaba del auto de un salto y corría hacia aquel local de hamburguesas, el joven adulto formo una ligera sonrisa en sus labios, bueno sin duda su primo estaba lleno de energía ¿no? Era una buena señal para alguien de su edad, hasta ahora si le había parecido algo egocéntrico y pesado muy a su manera pero…

De cualquier manera tardo un poco más en buscar sus lentes oscuros y un sombrero discreto, tal vez parecía algo tonto pero era un buen disfraz, no le gustaba armar escándalos con su presencia.

—Y la quiero con mucho tocino, y salsa —pidió sonriente el pelinegro, inclinándose sobre la barra de aquel lugar, mientras el cocinero, simplemente asentía a cada pedido y limpiaba su sudor con la manga de su uniforme, en definitiva amaba ese tipo de sitios sobre todo para darse un buen y resulto almuerzo, si lo pensaba desde otro punto de vista incluso tenía un metabolismo privilegiado, ya que por mas chatarra que comía nunca engordaba.

Repentinamente y sin notarlo comenzó a tararear una de sus canciones bastante contento, aun quede forma interna se preguntaba porque su "querido" primo tardaba tanto en llegar, resoplo pegándose un poco más de la barra al menos hasta sentir algo…algo que hizo que se piel se erizara por completo, alguien…¡¿Le estaba tocando el trasero?! volteo teóricamente su rostro antes de encontrarse con la cara sonriente de un señor que..Aparentemente hacia mucho que había pasado los 30 años, sintió su rostro caliente, muy caliente.

—¡QUÉ DEMONIOS LE PASA! —grito con todas sus fuerzas, mientras aquel hombre muy quitado de vergüenza soltaba una sonora carcajada mientras murmuraba "muy lindo", ¿qué? ¡¿Creía que era un chiste?! — ¡MALDITO VIEJO DEGENERADO Y DISFUNCIONAL LO VOY A DEMANDAR!— ratifico, sonrojado hasta las raíces del cabello, al menos hasta ver a cierto castaño, entrar despacio al local ¿hasta ahora aparecía? ¡Luego de que él ya se sentía ultrajado! ¡Pero que buen tutor le habían mandado! Volteo a mirar de nuevo aquel sujeto antes, de darle un golpe en el estomago para muy dignamente irse acercando a su primo.

—¡Mendigo mocoso! —le escucho decir al señor, antes de que se acercara con rabia, hasta quedar frente al castaño, que miro con duda a su vez al pelinegro. ¿Qué había pasado ahora? Billy había tenido 5 minutos solo… ¿Y ya causaba problemas?, aclaro su garganta.

—Disculpe, pero creo que esto podemos solucionarlo con una charla —agrego inútilmente el castaño, antes de sentir un golpe en su estomago, y observar como aquel sujeto, volteo a mirar al pelinegro de mala gana, mientras él se inclinaba a toser, entonces el pelinegro volteo el rostro y aquel sujeto se marcho haciendo una seña obscena…todo en menos de 35 minutos.

—Billy…¿Qué paso?—preguntó el cineasta tratando de recuperar el aliento, su primo gruño, mientras un ligero color aparecía en sus mejillas.

—Se lo merece, por mano alegre—algo le dijo, que el azabache no le diría nada más sobre el accidente esa noche.

*/*/*/*/*/*/*/*/*/*/

Sin embargo, cuando regresaron a el moderno departamento del castaño, el mismo no pudo hacer más que llegar derechito a su habitación y dejarse caer sobre su cama, aun le dolía mucho el estomago, ¡diablos! Ser el tutor de Billy parecía una labor más dura de la que él pensó en un principio, tal vez debería mandarle una disculpa a sus padres de ante mano, ¿En que estaban pensando todos, cuando concluyeron que él podía con eso?, de acuerdo..Billy no era malo, pero era muy problemático, tanto si lo pretendía como si no, y su agitada vida lo que menos necesitaba eran más problemas…es decir que ese primer medio día que habían pasado juntos fuera un presagio, de lo que le esperaba, cerro sus ojos con pesadez ocultando su rostro entre las almohadas, por supuesto..se había asegurado de que el pelinegro supiera cual era su habitación.

Perdió el sentido del tiempo estaba a punto de dormirse, cuando escucho una suave voz cerca de su oído.

—Oye bro…Spence…lamento lo del golpe.

Bueno, tal vez era muy pronto para darse por vencido.

¿Y? ¿Qué tal?, la verdad es el primer fic que hago de ellos xD, pero me lo tome con mucha seriedad muajaja viva el Billy x Spencer! w En todas sus formas 9w9. La verdad este cap es solo una prueba si les gustalo continuare, de ante mano gracias por leer mi fic! u.

Atte: Jessi.