Gracias por comentar, a las lindas personitas que se tomaron su tiempo ~
Lamento la tardanza, me robaron la lap, no tenia inspiración y mi pc de piso apesta...
En fin, tuve que redactar en fb, y si encuentran algunos errores, discúlpenlos :(
Sin más que decir disfruten y comenten, por ustedes actualizo 3
Capitulo 4: Errores.
Spencer era un buen cineasta, un buen tutor, un buen tipo en general, pero increíblemente distraído cuando quería…o bueno la mayoría del tiempo a juicio de Billy, quien se encontraba bastante molesto y frente el computador portátil de su habitación, el porqué de su enojo quizás era bastante infantil.
Para empezar, se debía a que su querido primo ya tenía al redor de un mes que no paraba en casa, por películas, fiestas de protocolo, firmas importantes…en fin el podía hacerse una idea y hasta cierto punto lo entendía después de todo no en vano quería ser famoso, pero…lo que le enojaba cabronamente era que aparte de no estar, no le dejaba salir. ¡Cómo retener al gran Billy Joe Cobra? ¡No había cerradura que pudiera con él! Pero claro, ¿Cortándole el dinero! El mayor tan fresco como una lechuga decidió que si él necesitara algo solo tenía que pedírselo, pero ¡allí venia la paradoja del problema inicial!; ¿Cómo Pedirle algo a alguien que no está? ; Más importante aun ¿Cómo ir a fiestas sin dinero?.
-Estúpido Spencer, ¡esto no se le hace a cobra!-dijo en un tono bastante mimado, antes de suspirar y recargarse mejor del fabulosamente cómodo sofá de su primo, resoplo..en fin, ¿Qué podía hacer sino dormir?.
Por esa simple razón cerro sus ojos, sin estar del todo consiente, de lo que ocurría a su alrededor…entonces fue como si todo se volviera nublado y confuso cuando pensó abrir sus ojos de nuevo, tenía algo de chocolate en sus manos y el castaño estaba delante de él..pero ¿se veía más joven?..¡Y más alto! O ¿Él estaba más pequeño? Ni idea, pero una risa incontrolable escapo de sus labios como si estuviera escuchando el mejor chiste del mundo.
-Baruch, enserio deberías dejar de comerte el chocolate de la tía te meterás en problemas –regaño el castaño, sin borrar la sonrisa de su rostro mientras sacaba de su bolcillo lo que parecía ser una servilleta que simplemente utilizo para limpiar las mejillas del menor- eres un caso..
El pequeño pelinegro, formo una expresión divertida en su rostro se sentía en casa cuando el otro estaba tan cerca de si, y más cuando le cuidaba de esa forma aun que ni bien a veces era un poco molesto.
En un abrir y cerrar de ojos, se encontraba en otro escenario totalmente diferente, una graduación tal vez, el caso era que se veía a sí mismo en medio del público, su madre a un lado, su tía al otro, todos aplaudiendo a Spencer que simplemente sonreía con orgullo y se apresuraba a recoger su titulo.
Y de nuevo se sintió abrazado por el otro, poco antes de notar como les tomaban varias fotografías, ¿qué estaba pasando? No sabía pero de nuevo tenia aquella percepción de seguridad que le caía tan bien, abrió sus ojos de nueva cuenta.
-¡Cantas muy bien! –Escucho decir a la conocida voz- estoy seguro de que podrías ser un gran artista si quisieras… Un calor se expandió por su rostro, a la vez que su pulso se aceleraba ¡qué diablos le pasaba! No comprendía en lo mas mínimo pero se sentía ansioso, feliz, y preocupado.
-Voy a participar en un concurso de cortos, si gano tal vez me den una oportunidad en el mundo del cine. Eso sí que lo recordaba, era lo que le había dicho Spencer antes de su gran salto a la fama y él..
-¡Estoy seguro de que ganaras! -¿En serio? -Claro Spence…eres mi primo después de todo je..
Le había apoyado lo mejor posible, claro en ese entonces, no sabía que triunfar como cineasta iba a significar perder a el contrario, se cierta manera sintió como apretaba los dientes con cierta rabia. De haberlo sabido tal vez no o hubiera apoyado, o hubiera hecho algo para que el otro no participara, ¿forma egoísta de pensar? Tal vez pero…poco le importaba.
-Spencer tiene que irse.
-¡¿Qué?! ; ¡¿Por qué?!
-Porque va a ser un gran cineasta Baruch.
-Pero…¿No puede serlo aquí? -Me temo que no hijo…pero no te preocupes, te llamara y vendrá de vez en vez, eso no va a cambiar.
Mentira.
Obviamente las cosas iban a cambiar y mucho pero él en su infinita inocencia, quiso creerle a su madre, se vio a sí mismo, esperando a su primo durante largas horas en la puerta de su casa. Las visitas del castaño se hicieron esporádicas conforme su carrera se fortalecía, primero 3 veces a la semana, luego 2, luego cada domingo, después cada mes, hasta que finalmente se hicieron anuales. En ese entonces su frustración fue interpretada por su familia como inmadurez y tristeza por sentir la ausencia de su primo en su mundo de juegos, y tal vez en parte era eso, pero…no creía que tanta soledad y ansiedad fueran normales solo por la desaparición física de quien considerabas un amigo muy querido o familiar cercano.
Cuando tuvo 13 años., comenzó a cuestionarse su sexualidad por esto mismo, pero no le interesaban los chicos en general..de hecho las chicas le gustaban mucho, sin embargo no podía evitar sentir aquel hueco en el estomago cada que sus familiares hablaban de la fama de ese alguien que para él ya no debía ser nombrado. ¿Por qué todo en su familia tenía que girar en torno a Spencer? Si era porque tenía talento, pues el también tenía…y se lo demostraría a todos los demás. En fin se quiso olvidar del asunto, el no extrañaba al castaño, él quería verlo, no quería hablar con él y mucho menos…definitivamente él no experimentaba ninguna sentimiento parecido al amor por el otro.
A los 14 años comenzaron sus salidas, con músicos y ¿para qué negarlo? Sus primeras fiestas salvajes también todos los adolescentes del mundo hacían lo mismo sin mayor problema, pero claro el siempre tenía que ser la excepción a la regla, sus padres empezaron a preocuparse, y trataron (de verdad trataron) De tomar cartas en el asunto...pero ellos no eran rival para cobra. Cualquier castigo era recurrible, ya la fuerza de voluntad que se tiene cuando eres un adulto maduro no es la misma que cuando eres joven, y el claramente se aprovecho de esto lo mas que pudo.
Al menos hasta aquel fatídico día pocos meses después de su cumpleaños número 15, cuando su madre sin ninguna delicadeza añadió.
-No podemos dejar que te sigas criando de esta forma ¡Haces lo que quieres! Y lo aceptes o no jovencito estas en muy mala junta…
-Aja si mamá-obviamente trataba de ignorar el discurso.
-Por eso…te cambiare de aires ¡No vas a seguir frecuentando a esta gente tan rara! Y mucho menos de fiesta en fiesta…
-¿Vas a castigarme de nuevo? -No ya entendí que eso no funciona… como dije te cambiare de aires. -Ahora en cristiano.
-Te vas con tu primo Spencer a pasar una temporada, seguramente alguien como él será una influencia positiva en ti.
¡Claro que no lo es!; Estúpido Spencer, estúpido y correcto Spencer…
El sonido de su respiración agitada, junto con la mezcla de sentimientos que estaba atravesándole fue más que suficiente para despertar al pelinegro, al parecer se había quedado dormido a causa del aburrimiento, con cierta vergüenza limpió la baba seca en su barbilla…ni cuenta se había dado, pero se sentía frustrado aun después de despertar. Como si todo lo que hubiera guardado para si mismo, en un baúl de recuerdos, a una esquina de su mente se hubiera abierto de pronto…obviamente en ningún caso para aportar algo positivo, no odiaba a Spencer ni mucho menos , pero le enojaba que tratara de ser perfecto ante todos menos él..¿Por qué no había seguido visitándolo? ¡Supuestamente era su condenado primo favorito! Podía parecer infantil y de hecho lo era…pero nadie abandonaba a Cobra.
Y se lo iba a demostrar.
-Billy ¡ya volví!.
¿Qué mejor momento que ahora? Casi agradecía que sus padres hubieran malinterpretado su comportamiento.
-Bienvenido a casa Bro…- gritó lo cierto es que no pensaba atacar tan pronto sería un poco tonto, tenía que esperar a que el otro bajara su guardia, no debía mostrarse enfadado o algo por el estilo, por el simple hecho de quedarse encerrado en casa toda la tarde (Aun que si le enfadara y mucho).
No debía ser tan obvio con sus intenciones, aun que no tenía muy claro lo que quería hacer, solo quería que su perfecto primo cayera en error, y sería suficiente para dejarlo satisfecho, uno que le pesara como a él, le había pesado el hecho de sentirse abandonado. Fue entonces cuando recordó el momento en el que por atrevimiento de su parte unió sus labios con los del castaño en la playa, recordaba perfectamente su exasperación y culpabilidad, casi igual a la que tuvo cuando le hizo dormir con él, lo cierto es que esas veces lo había hecho para fastidiar al otro. Pero bien usadas, esas podían ser buenas estrategias, solo era cuestión de pensar un poco.
Si Spencer se ponía de ese modo solo por un beso. ¿Qué haría, sí él forzaba aquello un poco más; ¿ Después de todo ya que estaba allí porque no ajustar viejas cuentas? Y fastidiar al otro claro estaba…joderle un poco su perfecta vida, una sonrisa entre divertida y maliciosa se formo en sus labios. Él nunca se le había insinuado a un chico o mucho menos pero…el castaño no era cualquier chico, era el chico que le había arruinado la tarde y la jodida infancia al ser un pésimo primo (Si, si todas las cosas que había hecho por él antes de dejarle se podían ir a la porra). Porque a Billy Joe Cobra nadie lo jode y se queda tan tranquilo, por vieja que sea la factura.
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Spencer no tenía ni la más remota idea de cómo o porque, se encontraba dándose un baño con su primo en ese momento, solo sabía que tan pronto piso la casa el pelinegro empezó a comportarse extraño, demasiado para su gusto solo recordarlo tratando de ser amable le hacía erizar hasta el último de sus cabellos, algo no estaba bien allí.
Podía olerlo, pero realmente no tenía bases para declararlo, ni de modo que le dijera a Billy que lo consideraba la reencarnación del mal y que por eso no podía conseguir que hiciera algo bueno desinteresadamente…eso seguro reforzaría los sentimientos negativos del contrario y no quería demoler a piedras lo que había construido con las manos, bien la petición de tomar un baño juntos podía tomarse como una muestra de confianza por parte del adolescente, quizás un simple acercamiento, del pupilo y el tutor pero si era así ¿Por qué se sentía tan nervioso?.
-Oye Bro ¿Te parece si te ayudo a lavar tu espalda?-preguntó con una sonrisa el pelinegro, haciendo que su primo negara con la cabeza bastante erizado.
-B-Billy se puede saber ¿Por qué has estado tan amable el día de hoy?-no quería sonar grosero, pero lo repetía..algo estaba muy mal allí.
-Bueno Bro..a ti no se te puede ocultar nada –sonrió por debajo el pelinegro, mientras se encogía de hombros- he sentido remordimiento por mis acciones pasadas (si claro), Y además de eso he analizado el hecho de que realmente te he molestado mucho cuando tu solamente tratas de cuidarme..por eso lo agradezco y esta es mi forma de hacerlo ¿Bien?
La sonrisa marca Cobra era tan brillante, que opacaría al mismo sol y aun así el castaño se mostraba desconfiado, y ¿Quién no lo haría? Cuando ese mismo chico que ahora profazaba estar regenerado, era el mismo que había destrozado cualquier regla de tu casa…existente o no.
-¿No me crees verdad Bro? Lo sabía piensas que soy un asco de persona como mis padres…-susurro apretando un poco el agarre de la toalla en su cintura, mientras bajaba la esponja que tenía en su mano, por supuesto era la vieja y confiable culpa..El fingir que estaba afectado por algo siempre hacia que la otra persona se afectara también y Spencer no sería la excepción.
-No es lo que quise decir Billy …lo siento tal vez estoy algo estresado-admitió el castaño, tal vez sus juntas le estaban jugando una mala pasada, la actitud del pelinegro no tenía nada de malo.
-Eso…me estás dando a entender que si ¿confías en mi Spence?-agrego falsamente conmovido, si su carera como cantante no le funcionaba, bien podía intentarlo con el teatro.
-Sí.
-¿Tanto como para dejarme lavar tu espalda? –el castaño se erizo y asintió con la cabeza, no sabía cómo pero siempre caía en el juego de Billy, haciendo justo lo que este quisiese, suspiro y sintió la esponja dar contra su espalda, lo admitiera o no ese simple gesto se le hizo relajante, también el sonido del agua chapotear debajo de ellos debido a que se encontraban en una tina, soltó un ligero bostezo, sino hubiera habido velas aromáticas seria el mejor escenario relajante, como eso salones a los que iban las viudas millonarias.
O al menos eso pensó en uno de sus ya conocidos ataques de inocencia.
-Bro..
-¿Hum? –la verdad siquiera estaba coordinando sus palabras.
-¿Tú crees que sí soy bueno?
-Si…solo estas pasando por la adolescencia todos, hacemos cosas a esa edad
-Ah…y ¿Te agrado?
-Claro…
-¿Me quieres?
-Sin duda…-bostezo- eres mi primo después de todo…
-Mmm…¿Me lo demostrarías?
-¿Para qué?
-No respondas con otra pregunta hombre…¿Lo harías o no?
-Si…bueno si fuera necesario, sí.
-Bien entonces…¿Puedo pedirte algo?.
-Aja…-para ese entonces estaba más dormido que despierto, pero entonces algo activo su sentido de alerta, y era el rostro del pelinegro que se encontraba peligrosamente cerca del suyo, su cerebro evoco inevitablemente, el recuerdo de la playa, y entonces sus ojos se abrieron con sorpresa, sin embargo solo pudo ver al contrario con una expresión algo traviesa...y aun que le tranquilizo que desviara su trayectoria hacia su oído…
-Entonces… ¿Tú tendrías sexo conmigo?
Eso no estaba bien ¡De ningún modo eso podía estar bien! ;¿Por qué tenían que pasarle esas cosas a él?.
-¿Q-Qué dijiste?
-Lo que oíste…esa es mi forma de interpretar que me quieren y tú me quieres ¿No Spence?.
¿Cómo ese chico había llegado a esa conclusión? No lo sabía. De lo único que estaba consiente en ese momento es que estaba a punto de quedarse sin aliento. Eso definitivamente no estaba bien.