Hola holaaaaaa! Siiiiii estoy de vuelta de nuevo! Pero no os acostumbréis, con Why Me no pasará, 1 porque no a tengo acabada y esta sí y 2 porque es una historia medianamente larga y esta solo tendrá un capitulo más después de este!

Pueden agradecerle a mi abuela, que no puede leer de otro modo, el hecho de que este actualizando tan rápido! ( si ya lo se, ¿que tipo de loca escribe una historia así y se la da a leer a su abuela? pues yo para hacerle honor a la herencia (en vida) de mi madre de ser la loca de la familia)

Disfruten este capitulo, es un poco más corto que los anteriores y el proximo también lo será pero no le encontraba sentido a hacer el corte en otro lugar y publicarlo completo habría resultado muy largo, principalmente porque ya me tengo que ir y les quería dejar actualización antes de eso aunque Ilexi05 se queje de que estas no son horas (en este hemisferio) de leer cosas de este tipo

Bueno ya dejo de darles la tabarra con tantas explicaciones y las dejo leer ... NO OLVIDEN LA REVIEWWWWW please


III

Él la escuchó gritar incoherencias mientras sus jadeos se hacían más sonoros y su respiración se agitaba más y más. Verla así lo estaba matando, sentía que en cualquier momento iba a explotar y solo la había rozado con la punta de su nariz, pero no podía, se mantendría fuerte hasta el final para ella, sabía que para Kate no era cualquier cosa abrir esa puerta y, ahora que le estaba permitiendo hacerlo, no iba a dejarse llevar, iba a mantener la cabeza fría o, lo más fría posible, por ella.

Se aventuró un poco más esa vez y lamió la superficie completamente empapada de la ropa interior, comprobando, por primera vez, que su musa y amor de su vida, era el fruto más delicioso que jamás probaría.

La estaba volviendo loca y él lo sabía, por como se retorcía, por los sonidos celestiales que salían de su boca y por la forma en la que, en esos momentos, sus piernas aprisionaban su cabeza en un intento simultaneo de hacerlo parar y, al mismo tiempo, rogarle que continuara, impidiéndole alejarse.

Suavemente, sin ejercer mucha presión, liberó su cabeza de su cárcel y la miró a la cara. Estaba completamente traspirada, sus mejillas pinceladas de un rojo intenso, su labio inferior aprisionado entre sus dientes y los ojos cerrados con fuerza. La imagen que ella le devolvía le provocó tanta ternura que no pudo evitar elevarse y besar sus labios, acariciando el inferior con su lengua mientras le susurraba- No lo tortures, no es culpa suya- para luego, lenta y delicadamente, deslizar por las piernas de Kate la última barrera que lo separaba de ella, haciéndola suspirar y abrir los ojos.-Te amo- le dijo al ver cómo su mirada oscura brillaba, e inició su camino de regreso a su centro, dejando un reguero de besos por su mandíbula, cuello, pecho, vientre … sin detenerse esa vez en ningún punto, tan solo surcando toda su piel con su contacto ardiente y dedicado. La miró desde donde se encontraba, apoyando delicadamente su barbilla sobre su monte de venus, y la vio sonreír con debilidad, dándole permiso, esta vez.

Él se desplazó un poco más abajo y observó la superficie brillante, que palpitaba, hinchada, derramándose en la espera por él. Se inclinó un poco y sopló suavemente, provocando que de la boca de ella escapara un gemido sonoro que inundó la totalidad de la estancia, haciéndolo estremecerse. Respiró profundo, tratando de contenerse y esperar por ella, verla derretirse entre sus brazo, bajo sus atenciones antes de dejarse llevar el mismo por ese fuego devastador que lo estaba consumiendo desde las entrañas. Volvió a acariciar su botón de mirto con la punta de su nariz haciéndola gritar y suplicar esta vez – Por favor, Rick, por favor.

-Es que estás tan … lista y yo ni siquiera he hecho nada aun. Siento que voy a explotar solo de comprobar cómo me deseas.

-¡Hazlo, Rick, hazlo, por favor!- suplicó lastimeramente, desesperada, al límite de sus fuerzas.

Él no quiso torturarse ni torturarla más y se sumergió en ella, acariciando con sus labios y su lengua la calidez de sus pliegues, la humedad de su entrada, la hinchazón de aquel capullo de crisálida que a penas estaba descubriendo. La oía gemir y gritar mientras una se sus manos se perdía en su cabello, ejerciendo una ligera presión, como si temiera que se separara y acabara con aquella deliciosa y devastadora tortura. No podía pensar en nada, su mente estaba embotada, flotando en una dimensión paralela que le impedía todo acto que no fuera puramente instintivo, no lograba moverse, tenía la sensación de que en cualquier momento dejaría de respirar, solo era capaz de sentir, sentir como él la exploraba y la llevaba hasta el borde del abismo una y otra vez, magistralmente, disminuyendo la cadencia para no hacerla caer, no todavía.

De repente un ruido extraño invadió la burbuja de voluptuosidad que ambos habían creado. Le costó reconocer que era el timbre del celular de ella y, cuando lo hizo, decidió ignorarlo, si era importante lo llamarían a él también y entonces, solo entonces, se plantearía tomar aquella llamada. Pero la persona al otro lado de la línea no parecía estar de acuerdo con él, era la tercera vez que la melodía sonaba por completo. ¡Por Dios, era domingo y no estaban en medio de ningún caso, se suponía que si aparecía un nuevo cadáver no debían comunicárselo a ellos sino adjudicarle el caso al detective de guardia, ¿quién insistía así?!

Molesto, se separó de Kate que continuaba extasiada y completamente ajena a aquel irritante sonido que, a pesar de provenir de la mesita junto al cabecero de la cama, ni siquiera había oído. Ella abrió sus ojos y lo miró extrañada, desconcertada y algo frustrada por aquella interrupción.

-Es tu celular Kate, lleva sonando 5 minutos, contesta, apágalo o.. no se … haz algo.

Ella flexionó la pierna derecha para lograr alcanzar el aparato y él se dejó caer sobre ella, justo donde segundos antes había estado succionado, lo que provocó que ella lanzara un grito ahogado y bastante sensual -que hizo que el bello de todo el cuerpo de Rick se erizara- al mismo tiempo que tomaba la llamada.