Disclaimer: InuYasha y lo demás personajes no me pertenecen, sino a Rumiko-sensei la reina del manga.

Advertencias: UA, Si yo deseo que aparescan Unicornios rosas gays, apareceran Unicornio rosas gays.

Holi U.U ¿Mucho tiempo sin actualizar, verdad? No lo merecen cuando llegué a mucho más lejos que mi meta.

¡Más de 100 reviews! Dios, no me lo meresco. es un gran logro para mi, y solo me queda decirles gracias por el apoyo que le han dado a está historia. Sé que a veces me comporto muy idiota, con mis infantilismos o mis 'amenazas' de no actualizar, cuando en realidad no es cierto XD. Pese a todo, yo ya estoy agradecida del hecho de sólo leer, y no se sientan 'obligados' a comentar.

Seguiré siendo idiota, porque al fin y al cabo, tengo catorce y si hay un momento para ser inmadura, es este. Pero pese, a todo, muchas gracias, comenzare a comprometarme más en actualizar seguido.

No me cansaré de decirlo, muchísimas gracias. Sin más... Lean n.n

Capitulo.-10

- ¿El riquillo te dejo salir? ¿Sin el odioso enano?-. Exclamo sorprendido, dando un pequeño sorbo a cerveza que tenía en la mano.

- ¡No le digas a sí, Shippo-chan! Se llama Se-ssho-ma-ru-sama, y el enano es Jaken-sama ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?-. Se quejó Rin haciendo un mohín con los labios.

El peli naranja rueda los ojos.- ¿Qué tal mejor tu amiguito? ¿Te suena mejor?

Rin calla, sintiendo sus mejillas coloreándose ante la sonrisilla maliciosa que le regala su amigo. Y da gracias cuando su otro amigo interviene.

- Déjala en paz, Shippo.- Dice aburrido Kohaku, y Shippo ríe porque ya se estaba tardando en auxiliar a la pobre Rin.

Siempre era así.

Shippo molestaba. Rin se avergonzaba. Kohaku intervenía.

Era casi un ritual para este trío.

La música rezumba en sus oídos, siendo poco más, molesto. En realidad, no era lo suyo estar en un club a altas horas de la noche, cuando la mayoría de veces se encontraba estudiando para enorgullecer a Sesshomaru-sama. Pero, esta era una de las pocas ocasiones donde veía a sus amigos.

- Lo que quiero decir, es que es raro que te deje salir. Aún más cuando sabe que me verás.- Shippo se encoge los hombros más tranquilo.

- En eso concuerdo.- Y Rin sabe que sus amigos tienen razón, Sesshomaru-sama siempre intentó romper todo tipo de conexión con su pasado, y casi lo logró. De no ser por el chico de sonrisa parecida a la de un zorro. Ya que el vínculo que compartía como hermanos de la calle, no podía desaparecer tan fácilmente.

- Sesshomaru-sama ha estado muy distraído, supongo que es por su hermano...-. Murmura frunciendo otra vez sus labios.

- ¿El tal InuYasha?-. Dice Shippo, no conoce al tipo (al contrario de Kohaku) sólo ha escuchado de él, y había visto una que otra fotografía de él junto a la linda hermana de Kohaku, y otros dos niños, cuando fue a la casa de este.

Rin asiente.- Se va a casar con una chica muy bonita, aunque a Sesshomaru-sama no le agrada mucho...

- Nadie le agrada a tú Sesshomaru-sama, salvo tú y creo que sus padres.- Rueda los ojos el peli naranja, recordando las tantas veces que ha visto a Sesshomaru, en especial esos fríos ojos que te pueden congelar en ese mismo lugar.

- ¡No! O sea, si... Pero, es diferente. Jaken-sama me dijo que todos creían que InuYasha y una amiga de la infancia de él, terminarían juntos. Creo que la mayoría, se ha hecho esa idea incluyéndolo...-. Divaga la castaña observando un punto fijo del vaso que tenía en frente.

Rin conoce a su tutor legal, no al grado de saber exactamente lo que piensa, aunque si para darse cuenta de lo que le disgusta y que no. Y a Sesshomaru-sama le disgustaba ese compromiso.

Shippo se aclara la garganta, apartándola de sus pensamientos.

- ¿Esa... no es Sango?-. No hace falta a quién le dirigía esa pregunta. Kohaku miro sobre su hombro, y vio a su hermana mayor, la que siempre le decía que estaba mal beber, la que le debía darle un buen ejemplo.

Bailando y cantando Gee en completo estado de ebriedad.

- Ustedes no la vieron, yo no la vi.- Advierte, sintiendo de repente, vergüenza ajena.


InuYasha se remueve incómodo, de nuevo, intentando no sentirse tan sofocado en su propia cama, de nuevo.

Bufa, irritado consigo, con Kikyou y con el termostato de mierda que tenían.

A InuYasha nunca le había gustado dormir con alguien (Y no, no hablamos en doble sentido. Sino literal), desde pequeño, y aún sigue odiándolo. Es decir, él tenía todo el maldito derecho de moverse como se le pegue la gana, pero con alguien a lado suyo, era casi imposible.

Y no sabe cómo soportará dormir junto a Kikyou hasta que la muerte los separé. Más cuando ella tiene la estúpida idea de abrazar (Asfixiar) a InuYasha. Sin embargo, estaba tratando de acostumbrarse, por Kikyou.

El peliplata decide ya no darle más vuelta al tema, mira a su novia, futura esposa, y sonríe sin mostrar los dientes. Él le había dicho incontables veces a Kikyou que se veía mucho mejor sin tanto cosmético encima, lástima que ella hacía de oídos sordos.

Él piensa que debería ser más natural, más como...

...Kagome.

Se deshace del abrazo posesivo de Kikyou, por inercia al sólo escuchar ese nombre en su traicionera mente. Observa otra vez a su prometida, y se sorprende.

Se sorprende del inmenso deseo, de que en lugar de Kikyou, sea Kagome, la que este a su lado. Quizá, hasta que la muerte los separe.

No sabe si es por el sueño, pero cierra los ojos, dibujando a Kagome a través de ellos, en esos efímeros instantes dónde se miraban, se hablaban, se abrazaban, cómo si... Sólo eran fueran ellos contra el mundo.


Kagome maldice bajito, preguntándose quién carajo tocaba su puerta a las tres de la madrugada, a quién el portero dejo entrar al edificio, peor ¿Quién sabía su código de piso? Sí, todo apuntaba a que tal vez era un ladrón, aunque ¿Qué ladrón tocaría la puerta?

Aprieta más el bate de baseball (no encontró nada más intimidante) entre sus manos mediante se acerca a la puerta.

Quizá la escena era de lo más cómica, vistiendo un pijama rosa (Menos atractivo que el de su abuela), de arma un bate, y uh, ella tiritando muerta de miedo. Pero ¡Oye! Tenía justificación.

A las tres de la madrugada alguien toca a la puerta de una virginal joven que vive sola ¿No le suena un poco al Conde Drácula?

Después de deshacer todos los seguros, gira la perilla, lista para atacar a Drácula si era necesario.

Entonces deseó que fuera Drácula, un fantasma o hasta un ladrón, porque si había algo mucho peor que todo ello junto.

Era...

- ¿¡Qué mierda, Kagome!? ¿Quieres pelear? ¡A ver inténtalo!-. Grita poniéndose en modo combate, que más se escuchó "¿Qué... mielda, Kakome? ¿Quieles...? ¡A vel in... lo!" tambaleándose de un lado a otro.

... Una Sango ebria.

La pelinegra sobria, por un momento piensa en cerrarle la puerta, e ir a dormir. Porque ella aún recuerda la última vez que lidió con una Sango ebria, y no, no fue bonito. Sin embargo, la deja entrar ya que se suponía que ella era una buena amiga.

- ¡Auch!-. Se queja Sango después del golpe en su cabeza (Con cariño). Sí, una

- Cállate, y dime ¿Por qué estás aquí?-. Kagome habló lento para que le entienda, y no tenga que repetir lo mismo tres veces.

Sango la ignora, y logra llegar; como si estuviera caminando durante un temblor, a la cocina, directo al refrigerador.- ¿No tienes más, qué esta porquería de té?

Kagome pone los ojos en blanco, inhala, piensa que es su amiga, exhala.- No, y contesta mi pregunta.

Sango se resigna de mala gana, y toma dos botellas de té helado, sentándose en la encimera de la cocina, Kagome le ve y le imita.

- Entonces seremos patéticas, y ahogaremos nuestras penas con té-. La amargura es tan palpable que por un momento asusta a Kagome, está acepta dudosa la botella que le ofrece Sango, dándo su amiga el primer trago.

- Sí, porque escaparse de sus problemas mediante alcohol, no es patético -. Replica usando las mismas palabras que Sango siempre profesó "Las personas que escapan de sus problemas mediante el alcohol y drogas. Son patéticas" por lo que ella sólo se emborrachaba cuando celebraba. Ella ríe murmurando un "Touché"

La menor estaba extrañada, ya que su amiga no se encontraba destrozando la casa, con algo de vómito incluido, como regularmente solía hacer. Y eso era preocupante.

- Sango-chan-. Susurra pasando su brazo por los hombros de ella, intentando reconfortarla de alguna manera, aunque eso le cueste el olor a alcohol en sus fosas nasales.- ¿Qué ocurrió?

Sango comprende que la pregunta está incompleta, porque en realidad sería "¿Qué ocurrió con Miroku?". Obviamente, sólo algo relacionado con Miroku, la pondría en ese estado (También sus padres y hermano, pero Kagome quiere pensar que no le ocurrió nada a ellos).

De inmediato Sango se apoya en ella, soltando sus primeras lágrimas, primero era un sollozo lugo era un llanto casi desgarrador.- Me dejó, se cansó de mí por fin. Kagome.- Logra articular en balbuceos.

- Sango-chan...-. Alarga lento, sin saber bien que decir en una situación así, sólo le quedándole apretar más contra sí a Sango.

Y la deja llorar, porque sí quizá no resuelva el problema; al menos hacía el dolor menos fuerte, sólo un poquito.

La pelinegra sobria, antes hubiera pensado (De que InuYasha haya aparecido) que Sango estaba exagerando, que sólo era una ruptura. Ningún chico valía la pena para estar así, aún si es Miroku del que hablamos (Sólo que, Kagome seriamente pensaba si InuYasha podría ser una excepción a la regla).

Sin embargo, Kagome se queda callada. Ya que, seis años en una relación, cinco años conviviendo en un departamento. No eran poca cosa.

Más, cuando Sango y Miroku se la pasaban de riña en riña, y pese a todo seguían juntos. Debía significar algo.

No sabe cuánto se quedaron así, pensaría que el tiempo se detuvo hasta que Sango murmura algo que le llega doler a Kagome.

- Kagome-chan... Duele. Duele mucho.

- Lo sé, Sango-chan-. Miente Kagome, haciendo círculos con la punta de sus dedos en el brazo.

Claro qué, en poco tiempo... Kagome lo sabría.


Miroku pasa una mano por su rostro, no tiene ganas de nada.

Ya habían pasado tres días, y sólo quiere que Sango aparezca por la puerta, entonces él podría decir qué no fue en serio, nada de lo que dijo lo fue... Bueno, casi nada.

"¡Para con tus estúpidos celos, Sango!"

"¡Estoy harto!"

"Si vas seguir con esa paranoia... Será mejor que llegué hasta aquí"

Ese día, le había ido como una mierda, su jefe no se comportó como si tuviera algo clavado en el trasero. Lo único que quería por la noche, era ser bien recibido, abrazar a su novia y dormir acurrucados (Si Sango deseaba otra cosa, no se iba a oponer).

Y lo último que quería, era ser recibido por unos gritos reclamando por haber sido demasiado amable con una vecina.

Se había reprimido todo el día.

Desquitó todo contra Sango. Dijo cosas que no sentía, y cosas que... se había callado esos años.

Pero, aun así…

Quería a Sango, la quería con él.

La verdad, es que desde el principio yo deseaba no sólo escribir del InuKag, sino también de los demás personajes, darles importacia, personalidad, y no sólo personajes secundarios que están ahí de adorno.

¿Qué opinión tendrían si desarrollo una pareja homosexual en el fic? Siendo sincera, aún no estoy muuuuy segura, pero creo que habrá, ya que siempre quise escribir de una pareja homosexual, sin que necesariamente todo la historia sea de contenido homosexual ¿Me entienden?

¿Algún compatriota ecuatoriano leyendo esto? ¿Sí? Bueno, se que le terremoto nos afecto mucho no solo a Manabí, sino a todo el país. Es momento duro, pero hay que estar unidos ¡Yo se que podemos! Si no tienen nada para donar, por favor acerquense a los centros de acopio para donar tu manos (No literal) y ofrecer ayuda.

¡Dejen sus comentarios, y hasta luego!