Disfruten, que sé cómo les gusta. (Disclaimer: Personajes de A. Toriyama, clasificación M)

Queonda.


Comenzó la pelea de egos. Vegeta se arrojó sobre la cama y Bulma se sentó sobre su ingle, vestida con un pijama de seda que resaltaba su pálida figura, y el cabello atado en una cola de caballo alta que no había logrado retener los mechones más cortos de su cabeza. El hombre de grandes manos sujetó a la dama de las caderas y la presionó contra su zona viril, a lo que ella respondió con un rápido suspiro y un desesperado beso húmedo que devoró sus labios ásperos con desenfreno, casi hasta dejarlo sin aire. Él gruñó cuando no logró levantarse, siempre había odiado estar debajo. Decidió así atacar, respondió al reto que ella enviaba implícitamente; corrió con uno de sus dedos la ropa interior femenina mientras que levantó a Bulma con su otro brazo. Sostuvo en posición su hombría y deslizó a la dama sobre él. Se sintió entrar forzosamente, haciéndose lugar en su cálido ser previamente trabajado. Por supuesto, ella no pudo evitar chillar, sabía que él iba ganando la batalla.

Ahora era su turno, y comenzó dándole un manotazo picante a la mano de Vegeta que le sostenía la cadera con la que empezó a hacer movimientos circundantes, negándose al ritmo que él imponía. Conocía las debilidades de su hombre, y se vio ganando territorio cuando él ladeó su cabeza hacia atrás con sus ojos casi cerrados completamente. Mantuvo las manos, inquisidoras en su intento por arrancarle la pijama conservadora de su decencia, lejos de su busto prominente y en pleno movimiento sólo para molestarlo. Acrecentó el ritmo implícito que comenzaba a llevar a Vegeta, en una velocidad vergonzosamente rápida, al éxtasis. Ella reprimía los mejores gemidos, que sabía que él deseaba oír, aunque reía al verlo presionar las sábanas como si fueran sus senos intocables, tan deseables, que en ese instante saltaban erguidos a centímetros de su rostro. Bulma sólo tuvo que gemir en su cuello una única vez antes de sentirlo llegar a la cúspide en su interior. Y le plantó un beso allí, cantando la tan preciada victoria.

¡Y lo habían logrado antes de que los niños despertaran para ir a la escuela!

Segundos después, sus hijos comenzaron a llamarlos desde sus respectivos cuartos.

—¡Mamá! ¿y mi falda?

—¡Papá! ¿ya te comiste todo el desayuno?

Ambos suspiraron con rabia reprimida. Era la primera vez en más de tres meses.

Oh, cómo añoraban su tiempo libre.


Hice este drabble (palabras: 402) PWP(sí, completamente asumido) por tres razones. 1, quería probar un lemon. 2, quería probar un VxB. 3, cada que intento hacer un PWP, sale cualquier cosa menos eso. Así que, esto es un competo porquesí. Pero sh!