Disclaimer: Todo lo relacionado con "Los Tres Mosqueteros" y "Veinte Años Después" es de Dumas. No son míos ni gano nada por este fic.

Nota: Para Angela Giadelli, quien solicitó muy amablemente algo sobre este fandom. Espero que te agrade chica.


Había terminado con su correspondencia, a buena hora juzgó, el sol comenzaba a ocultarse y ya no era tan joven como para gastar de buenas a primeras su vista.

Athos se levantó del pequeño escritorio que se encontraba en la habitación que servía tanto como biblioteca y oficina. Estiró los brazos y piernas, tenía bastante tiempo sentado que se le había adormecido un poco e hizo un mueco, no era más que otro recordatorio que su juventud ya había pasado y, a pesar que aún se mantenía en forma gracias a su rutina matinal diaria, su entrenamiento como mosquetero no lo había preparado para la vejez y la ligera pérdida de vitalidad.

Se acercó a la ventana para observar el atardecer cuando escuchó la voz de su hijo en el jardín. Su hijo, aquel chico que vivía sin saber que era su carne propia, que se pensaba afortunado simplemente por llamarlo padre. Muchas veces contempló en contarle la verdad, pero desechó la idea casi inmediatamente en cuanto esta se presentaba.

Otra voz llegó del, una voz femenina. Louisa. Athos frunció el cejo, esa muchacha no le sentaba bien, no podía explicarse el por qué; solo que no le agradaba y no veía mucho futuro para Raoul con ella.

Pero su hijo la amaba, y es difícil disuadir a un corazón enamorado. Él había aprendido la lección muy tarde, solo esperaba que cualquier fin que esa relación de Raoul y Louisa tuviese un fin menos desdichado que el suyo.

Raoul era su sangre, su carne propia y sería como la muerte misma verlo sufrir. Solo quedaba esperar y rogar que la suerte estuviese del lado de Raoul. Aceptaría a Louisa por el bien de Raoul, por ese amor que le tenía. Y si las cosas acaban mal, estaría ahí para darle su apoyo a su hijo, como padre, era lo único que podía hacer.


N/A: Todo comentario, review o crítica constructiva es bienvenido. Gracias por leer.