Euforia

Capítulo 9

¡Demonios! esto ha sido una pesadilla, algo me decía que las cosas iban a cambiar radicalmente desde que Higurashi Kagome llegó a MI dormitorio. Al ir a casa de mis padres y descubrir que soy un demonio, sí, un demonio, me sentí extraño cómo si mi vida no fuera del todo mía. ¿Ahora resulta que soy un demonio? Quisiera fingir que todos están locos y esas cosas no existen pero sé que eso no está a discusión, desde que era un pequeño niño era capaz de percibir cosas extrañas, eso me hizo un niño retraído, prefería estar en el mundo que me había tocado vivir antes de ser la burla de alguien. Siempre fui analítico, desde pequeño veía las cosas de manera distinta a los otros niños, en alguna ocasión hice un comentario acerca de un juego que a mi punto de vista era una pérdida de tiempo, llamaron a mis padres y se armó un gran revuelo, desde ese momento decidí que iba a ser mejor guardar mis opiniones para mí mismo. Llegó la secundaria, yo veía extraños a mis compañeros, no es que tenga algún complejo pero siempre me sentí superior a ellos, por lo tanto decidí que lo mejor sería ignorarlos, para mí eran seres inferiores, seres que no merecían mi atención. Me sumergí en el mundo de la literatura, libros y libros, en su mayoría interesantes algunos bastante malos pero me encantaba leer, era lo único que valía la pena para mí, instruirme.

Al llegar a la Universidad ya tenía la fama de ser frío, prepotente e inalcanzable, no está de más mencionar que más de una mujer se me declaraba pero yo las veía a todas insignificantes y desabridas, yo no sentía la mínima atracción por el sexo opuesto, seguramente algún día llegaría alguien interesante, pero alguien que pudiera ser mi compañía tenía al menos que estar a mi nivel. Vivía solo en mi dormitorio, tres fascinantes años estudiando antropología, era el consentido de todos los profesores y cómo no serlo desde muy joven había leído y leído, ya a los dieciocho años estaba bastante empapado de distintos conocimientos. En fin, lejos de ser cómo yo imaginaba, graduarme con honores, hacer fortuna y disfrutar de una vida llena de tranquilidad llegó mi némesis, una simple mujer, había leído que son incluso causantes de guerras. Y algo me lo había dicho, desde que sentí su presencia, algo me dijo "huir", ¡Pero no! Fui más racional y dejé de lado mi instinto. Debí de cambiarme de Universidad, mudarme a otro continente, Europa hubiera sido interesante.

Ahora no hay marcha atrás, y no me jode ser un demonio, no me jode que apenas hace unos diez minutos apareció un ser que estaba aquí "para romper el sello". Apenas lo rompió comencé a recordarlo todo, y mi sangre comenzó a hervir de coraje, comprendí por qué nunca encajé en el que era "mi mundo", maldito Inuyasha, jamás le perdonaré los casi veintidós años que me hizo pasar como humano, jamás le perdonaré que ayudara en el asesinato de Rin, jamás le perdonaré todas sus traiciones, sobre todo jamás, ¡he dicho, jamás perdonaré! Qué por su culpa me haya enamorado de una estúpida humana, desgarraré su piel sólo para llegar hasta sus entrañas y metérselas por el hocico. Y claro, cómo no iba a caer en las redes de esa mujer siendo un estúpido humano, cómo no iba a rendirme a sus encantos si la he visto en múltiples facetas, odio reconocer que incluso cuando he notado que está sumida en un profundo sueño me he acercado a perderme en su rostro, algunas veces lleno de paz y otras lleno de miedo. Odio reconocer que he tenido que mantener mi distancia, desde el día que se abrazó a mí; supe que algo andaba mal, muy mal. Yo el gran Lord Sesshomaru enamorado de una insignificante humana, ya no quiero pensar en eso, ella se acerca pero el campo de energía que me rodea no le permite acercarse, sale tras el ser que rompió el sello. No tenía pensado ir tras ellos hasta que recordé que ese era el acompañante de Inuyasha cuando atacaron el Oeste y el maldito me traicionó, lamentablemente cuando estaba por salir tras él ya era demasiado tarde su aura de maldad había desaparecido.

-Humana, llévame al pozo que te llevaba a mi época, es hora de ajustar cuentas.- dije tomando su mano fuertemente, lo hice por inercia, creo que debo de mantener en calma mis sentidos me siento un tanto confundido y por alguna extraña razón mi pecho dolió por unos segundos.

-¿Sesshomaru?- preguntó la mujer, yo simplemente la solté y me impuse la tarea de controlarme yo no soy un humano, mucho menos pertenezco a esta época, sólo quiero regresar a mis tierras, asesinar a Inuyasha y al intruso y volver a ser quién era.

-¿Esperabas a alguien más?- le dije en un tono seco, lo mejor es alejarla lo más que pueda, yo no busco "amor" ni caer por nadie, mucho menos por un insignificante humano.

-No, no esperaba a alguien más... y creo que va a ser imposible purificarte.- dijo ella con una mirada pensativa.

-Y no será necesario mujer, cómo te dije antes, quiero que me lleves al pozo por donde tú llegabas a mi época.- dije cortante, ella me miraba fijamente, cómo si buscara algo en mi mirada.

-Bien, una pregunta ¿has recordado quién eres?- preguntó, yo sólo asentí.

-Vamos humana, necesito volver de inmediato, necesito ver qué ha pasado en mi ausencia.- dije restando importancia a su pregunta, aunque en estos momentos mi mente está un poco ofuscada acomodando los años que he pasado aquí.

-Sesshomaru, ¿te encuentras bien?- preguntó ella.

-Sí, no veo por qué no habría de estarlo.- "aléjate de mí, no te quiero cerca, retírate"

Estaba librando una lucha interna, y ella al parecer se había dado cuenta, comenzó a cerrar el espacio entre nosotros, ahora fue ella quien tomó mi mano.

-Sesshomaru, no veo necesario qué mientas, se te ve mal, será mejor que descanses un poco antes de que vayamos al templo, ¿qué pasaría si llegamos a la época antigua y eres atacado en este estado? Yo creo que pasaría lo mismo qué te pasó la última vez, ahora sabemos que tenemos enemigos, y si no somos precavidos podríamos perder la vida.- dijo ella serena, en un tono conciliador. Y no es que no sea consciente de lo que ella dice es sólo que no quiero estar a solas con ella.

-Y quién te ha dicho que tú irás conmigo.- dije escuetamente, ella aun sostenía mi mano y a pesar de quererla lejos algo me impedía alejarla.

-Sesshomaru, entremos, es necesario que descanses un poco. Y claro qué iré, Inuyasha merece un buen escarmiento, yo no he olvidado lo qué me hizo, de no haber sido por ti probablemente me hubiera jodido la vida.- dijo ella con un tono autoritario pero relajado y al final con algo de rencor dirigido al imbécil de Inuyasha.

-¿Lo verías morir? ¿Estás consciente de que lo qué busco es asesinarlo de la manera más dolorosa que pueda?- por un momento pensé que ella iba a tirarse a llorar o incluso me iba a reprochar o a detener pero ella sonrió de lado de una manera un tanto maléfica.

-Sesshomaru, si es posible que tú siendo su hermano lo odies, no crees que es posible para mí también. Sólo por ser una sacerdotisa he sido estigmatizada, y debo de ser buena con el que es bueno y también con quién no lo es. Desde que pasó lo de Inuyasha y de que tu madre nos dijera que Jaken había dicho que Inuyasha mató o ayudó a matar a Rin ya no puedo verlo de la misma manera. ¿Es que por haberle amado debo de perdonar todo lo malo que haga? Si has de matarlo que así sea, si he de ayudarte que así sea. Por el momento sería interesante quedarnos en el dormitorio, te prometo que mañana podemos salvar al mundo hoy de verdad quiero descansar.- y de nuevo una sonrisa de parte de la mujer, pero era una sonrisa diferente, seductoramente honesta.

¿Será que he pasado por desapercibido el carácter de esta mujer? Si bien la recuerdo como compañía del imbécil de Inuyasha jamás conviví con ella, y estos últimos meses, no he tratado mucho con ella o al menos no de manera directa, mi humanidad era asquerosa hacía que le sacara la vuelta pero que al mismo tiempo siempre estuviera cerca, en este momento me siento capaz de enfrentarla. Viéndolo fríamente siempre he pensado que un ser puro es aquel que toma decisiones buenas o malas, pero que asume las consecuencias de sus actos sin arrepentirse jamás, sean cuales sean. Y esa es la impresión que me deja esta mujer, desde el principio a pesar de todo no fue la típica fan que se me lanza encima. En fin, la sigo de nuevo a la habitación al parecer hoy he perdido, lamentablemente no puedo partir yo solo ya que ella jamás me llevó o me dejó saber en dónde vivía y al tenerla siempre cerca tampoco se me hizo necesario investigarlo.

Me recuesto en mi cama y ella hace lo mismo, al parecer la zángana sí tenía planeado dormir y comer todo el día, me dejé llevar por mi mente todas las sensaciones que tuve durante mi transición siendo humano probablemente son más de las que sentiré en un par de siglos. Siempre los humanos serán existencias efímeras e inferiores que tienen cierta tendencia autodestructiva, sin embargo puedo reconocer que hay un par de seres humanos dentro de los millones de la población total del mundo que valen la pena. Escuché que se movía, no quise abrir los ojos hasta que habló.

-Iré por algo para comer, ya es tarde y tengo mucha hambre, ¿vas a querer algo? Digo, no creo que quieras que alguien te vea así, podrían pensar que estás disfrazado.- dijo ella con un dejo de burla en su voz, en efecto me perdí en mis pensamientos y no me percaté de que ya eran las seis de la tarde.

-Quiero carne, cruda.- le dije, con la mirada perdida en el techo.

-Parece que definitivamente regreso Lord Sesshomaru, ¿sabes? Me costaba mucho trabajo llamarte Matsumoto después de saber quién eres. Pero bueno, espero no tardar.- la vi de reojo salir, y salió en pijama la muy descarada, ¿es posible que una mujer pueda ser tan…descarada?

Desde que me tiré a meditar no me he movido de mi lugar, ella fue y regresó, yo sin moverme vi que llegó cargada como si diez personas fueran a comer, traté de no darle importancia y sólo recibí mi encargo. Vi cómo se lanzó a su cama con la enorme pizza que traía, sacó un poco de golosinas y una enorme soda. Después de analizar la situación la ignoré y me dediqué a comer un enorme filete, siempre tuve preferencia por la carne con poca cocción ahora comprendo el por qué, en este momento no podría ingerir nada cocido. Apenas terminé algo despertó en mí, mis instintos animales están afilándose, por eso quería que nos fuéramos, la veo, tan indefensa y joder que le quiero hacer un par de cosas. No es lo mismo tener bajo control la sangre youkai por quinientos años, que bajar la guardia por veintidós y recuperarlos de una. No le quito la mirada de encima y ella lo nota.

-¿Por qué me ves así Sesshomaru? ¿El filete ya te lo comiste y te quedaste con hambre? ¿Quieres de mi pizza? No creo terminarla…-me puse de pie y me acerqué a lo que se podría definir cómo su territorio, no es precisamente comida lo que mi sangre exige.

Me acerqué a su rostro y lamí la comisura de sus labios, había un poco de queso. La sentí tensarse, pero eso no me interesa, yo soy Lord Sesshomaru y si quiero algo sólo lo tomo. Aventé todo lo que me impedía llegar a ella y la dejé recostada sobre la cama, por la posición en la que estaba antes de que yo me acercara no fue difícil dejarla a mi merced.

-¿Qué haces Sesshomaru?- dijo sorprendida.

-Tomo lo que me pertenece.- dije mientras lamía su cuello, noté que mi cuerpo encajaba perfectamente sobre el de ella.

-¿Y quién te ha dicho que soy tuya?-dijo en un suspiro, y no quiero alardear pero no me ha golpeado o sacado de encima de ella.

-Yo sólo tomo lo qué deseo.- dije mientras la veía directamente.

-¿O sea que me deseas?- preguntó, sin alejar su mirada de la mía.

-¿Habrá algo malo en eso?- dije mientras pasaba mi mano por su estrecha cintura, sentí un temblor de parte de ella. Mi sangre clama por ella y yo no pienso contenerme, ella va a ser mía, en siglos no había sentido el mínimo de atracción por ninguna hembra, de ninguna especie.

-No, nada malo pero entonces quiero que me cojas duro, rápido y sin reservas…

Continuará

Hola! Qué opinan mis queridos lectores? Quién quiere la continuación? Yoooooo jeje, gracias por los reviews! Y sip, en efecto Kagome va evolucionando, tiene sus problemas existenciales, casi la violan y ha pasado por cada jodedera...pero aquí va a evolucionar, ya no puede seguir siendo la protagonista que se da látigo sola por un mal amor. Espero sigan disfrutando la historia, cuídense :D