Prologo

Todo lugar tiene sus secretos, su historia, sus anhelos y fantasmas. Todo lugar hay que aprender a verlo, a sentirlo, a vivirlo. A veces aquel lugar que decías conocer no era mas que una mascara la cual era visible para todos pero su interior solo era visibles por unos pocos, esos pocos eran los grandes afortunados o desafortunados dependiendo del secreto que esconda y del lugar de su procedencia.

La enloquecedora ciudad de Nueva York se podría decir que era la que más secretos escondía para los cuales su mascara no servía. Los ciudadanos de esa frenética ciudad conocían muchos de esos secretos pero casi ninguno llegaba a conocer todos los secretos que las fachadas de New York decían a gritos. Mafias, trafico de objetos antiguos, de drogas, de animales exóticos, peleas, policías corruptos..., y lo único que a estos ciudadanos les interesaba era nada más y nada menos que una historia contada en susurros, una leyenda de corta vida, un rumor de la calle.

Porqué pocos no habían escuchado ese rumor, porque todos conocían la historia y habían servido para propagarla. Pero solo algunos lo habían vivido en sus carnes y habían comprobados maravillados lo que todos los rumores de ese lugar contaban y decían.

Mas todo el mundo sabia que los rumores que se decían de ese lugar eran ciertos, La Ciudad de Cristal. Los rumores de este lugar eran muchos, algunos errados por el paso del tiempo, pero todos guardaban algunos elementos que no habían sido cambiado por el boca a boca. Estos elementos eran como el echo de que todos creían que era una verdadera ciudad de cristal bajo el asfalto de Nueva York, algo bastante lejos de la realidad. Se decía que allí podrías encontrar de todo, pero que había reglas muy estrictas que impedían cualquier actividad delictiva, y allí no se hacia ninguna pregunta, daba igual quien eres o cuanto tienes, las reglas jerárquicas de aquel lugar eran diferentes. Según lo que decían los rumores, todo se basaba en ti, las habilidades que tienes en cierto campo son los que te hacen estar más arriba o más abajo en la pirámide jerárquica de La Ciudad de Cristal.

Otro elemento no errado de esas habladurías era el hecho de como se entraba en ese mundo, la única posibilidad de entrar era que un miembro de la ciudad te invitara a ir más no todos tenia ese derecho y solo podían invitar a un número de personas reducido.

Este, el mayor secreto de Nueva York y al único que nadie ha podido hallar respuestas pues una vez dentro un juramento te impedía divulgar lo que hallas visto u oído allí.

Por lo tanto presta atención ahora si sigues con esto no puedes divulgar nada de lo que veas, leas u ollas pues aquí yo presente soy uno de los ciudadanos que te llevara a conocer La Ciudad de Cristal.

Estas seguro de seguir, quieres conocer los secretos que mi mundo esconde, quieres saber que es en realidad La Ciudad de Cristal. Pero como todo esto conlleva un precio, una ves descubras el secreto no podrás hablar de ello, tendrás que ayudar a proteger el secreto y una vez dentro ya no podrás salir, pues en La Ciudad de Cristal todo es eterno y nadie infringe las normas dictadas para proteger el mundo de las sombras.