Disclaimer: Todos los personajes del Silmarillion le pertenecen a Tolkien. No gano nada por este fanfic.
Entre los Valar sólo él conoce el futuro.
Sabiendo los males que les sucederá a los elfos era a menudo una carga pesada; aun cuando él lo sabía su responsabilidad, siempre existiría el peso de saber lo que el futuro. Nadie sabía lo que vendría en la medida en que lo hace, ni siquiera Manwë. Nadie realmente entendería lo mucho que él deseaba que no fuese su deber, o poder compartirlo con alguien.
Oh tenía Vairë, su amada esposa, que estaba era paciente y dulce; que podría quitar la preocupación de su rostro con su mano delicada y hacer que se sintiera renovado.
Pero hoy, mientras estaba parado frente a Míriel, es incapaz de decirle completamente lo que traería si decidía quedarse; siente el peso del mundo sobre sus hombros. Y lo intenta, le dice sin decírselo y espera que opte por dejar a sus salas y reunirse Finwë.
Pero ella escoge para quedarse. Él reconoce su decisión con un movimiento de cabeza mientras le dice que ella nunca va a salir de las salas hasta que Eä vuelva a ser creada. Míriel inclina la cabeza y acepta su destino. Y él la envía a la sala donde se encuentra -a partir de ahora- como residente permanente.
Ahora es su debe informar a Manwë de la decisión y ahora, el destino de varios elfos han sido sellados. Y él se ve nuevamente obligado a jugar el papel de observador silencioso, incluso cuando sabe, cuando quisiera hablar en voz alta. Pero cierra los ojos y permanece en silencio.
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