Disclaimer: La Saga Crepúsculo (The Twilight Saga) y todos sus pasajes, personajes, etc., así como las películas basadas en ellos, incluyendo la banda sonora, etc., pertenecen a sus respectivos dueños (Stephenie Meyer, etc.). Escribiendo este fic no pretendo otra cosa que entretener, sin ánimo de lucro alguno.

Aviso: Este fic participa en el Reto Drabble "Neófitos" del foro Sol de Medianoche.


Superación

—Me duele... Me duele mucho...

No podía dejar de sollozar como una niña. La quemazón era insufrible. De haber sido humana aún, las lágrimas le correrían por las mejillas como riachuelos. Pero todas se habían secado cuando se convirtió en vampiro.

—Lo sé, Esme. Aguanta conmigo—. Carlisle la abrazaba y ella se aferraba a él, temerosa de que el dolor la venciera, le apartara de un empujón con su fuerza de neófita, y saliera al encuentro de los humanos que pululaban por la zona cercana a su hogar, como corderos cerca de la guarida del lobo...

—No pienses en eso, Esme—le pidió Edward, apareciendo por la puerta—. Iré a ver si puedo alejarlos de aquí. Quizá se han perdido. Lo averiguaré.

—Gracias, Edward—respondió Carlisle de corazón.

"Muchas gracias", pensó Esme, demasiado dolorida para hablar.

—No es culpa tuya, Esme—respondió Edward antes de dejar la habitación.

Ignorando las punzadas de dolor y culpabilidad, Carlisle miró a Esme, que seguía aferrada a él con gran agonía, y se concentró en distraerla.

—Esme, concéntrate en mi voz. Combátelo conmigo. Encuentra la voluntad. Puedes superar esto. Yo lo hice y tú también puedes.

—Me duele demasiado... Tengo miedo... No quiero herir a nadie...

—Exacto. No quieres. Y por eso sé que puedes conseguirlo, Esme. Lo estás haciendo ahora mismo. Estás aguantando. Estás protegiendo a esas personas. Eres noble y valiente. Siempre supe que lo eras.

Esme enterró la cabeza en su pecho. Ella no se sentía así. Cada célula de su cuerpo deseaba la sangre humana, y aquello la avergonzaba y asqueaba, aunque combatía con todas sus fuerzas contra los impulsos de su instinto animal, temiendo dañar a un inocente. Se concentró en ese pensamiento, esforzándose por ignorar el dolor. No iba a dañar a esas personas.

o)O(o

El dolor fue remitiendo hasta hacerse más soportable. Edward debía haber alejado a los humanos. Carlisle miró a Esme, orgulloso de ella, y sonrió.

—Lo hiciste, Esme. Sabía que podrías.

Ella sonrío también, aunque débilmente y le abrazó.

—Siento mucho todo esto…

—Por Dios, Esme, ya te dije que no es culpa tuya—aseguró Edward mientras entraba por la puerta con un ciervo enorme—. Te sentirás mejor después de alimentarte.

Nada más ver el ciervo Esme no pudo contenerse más, escapó de los brazos de Carlisle y se abalanzó sobre el animal, desesperada por apagar su sed. Cuando acabó tenía la boca llena de sangre que le chorreaba por la barbilla y manchaba su vestido, y parecía muy avergonzada.

Edward le ofreció un pañuelo, que ella tomó agradecida.

—Gracias, Edward—le dijo—. Creo que ahora me daré un baño.

Sin decir una palabra más corrió escaleras arriba y se encerró en el cuarto de baño. Edward suspiró mirando a Carlisle.

—Le salvaste la vida, pero vas a tener que compensarla por ello, Carlisle.

Edward salió del cuarto en dirección a la sala de música, y el doctor solo pudo mirar con tristeza la puerta que Esme había cerrado.


Lo sé, es un final agridulce, pero no pude hacerlo más largo con un límite de quinientas palabras. XD Creo que lo alargaré más adelante. ;)