Segundo capitulo. El heraldo de la destrucción conoce a algunos personajes de Dragon Ball.

Recuerden dejar comentarios, me dan animo para seguir escribiendo.


Capitulo 2: El monstruo que vino de otro mundo

The Void divisa un planeta que alberga vida a poca distancia y se dirige hacia allí. Sabe fue lanzado fuera de su universo y eso le puso de muy mal humor, especialmente porque estaba cerca de acabar con la vida en la Tierra, así que se encuentra ansioso por descargar su furia contra alguien.

Nota un gran parecido entre su mundo y este astro, ambos son el tercer planeta desde su respectivo sol, son similares en tamaño, la superficie de cada uno está cubierta en su mayoría por agua y poseen una atmósfera rica en oxigeno. Por lo que ha visto, el resto del sistema planetario es idéntico al Sistema Solar del universo 616, así que llega a la conclusión de que este planeta es efectivamente la versión de la Tierra perteneciente a esta realidad.

Una vez allí observa atentamente mientras permanece flotando a varios miles de metros sobre el suelo. Descubre que el lugar está habitado mayormente por seres humanos. Solamente una pequeña proporción de la población mundial consiste en diferentes especies de criaturas humanoides, cada una de estas especies es semejante a una especie animal de la Tierra 616.

Las personas en este mundo continúan con su rutina diaria sin percatarse del peligro que en cualquier momento puede descender desde el cielo, pero el monstruo no está interesado en ellos por ahora. The Void se encuentra frustrado por no poder terminar la batalla contra los héroes de su mundo y no tiene una forma de regresar, así que su sed de sangre está dirigida hacia cualquier otro héroe. Sin embargo, tras dos de minutos de búsqueda, el monstruo no pudo localizar a alguien que luciera como uno de los héroes de su mundo o cualquier cosa que consideraría un "superhéroe", esto le parece inusual ya que no sabe que se encuentra fuera de su multiverso.

Su paciencia llega rápidamente a su fin y decide empezar la destrucción de este mundo. En caso de que existieran héroes, sabe que vendrán a detenerlo o él los encontrará en algún momento. Desea que haya héroes a los cuales quebrar y aplastar. Pero justo cuando iba a dar inicio a la matanza, una estructura flotando a la distancia llama su atención. Era una especie de plataforma invisible a los ojos de los simples humanos gracias a un poder misterioso, pero pocas cosas pueden estar ocultas ante los ojos de este monstruo. La bestia de ojos rojos se dirige a ese lugar a investigar.

Mientras tanto en el Templo Sagrado, Dende se encontraba parado cerca del borde de la plataforma observando el mundo a su cuidado y Piccolo estaba en pose de meditación. Piccolo nota que algo está molestando al joven Kamisama desde hace unos cuantos minutos y decide preguntarle al respecto.

-Te ves más pensativo de lo usual. ¿Sucede algo? -dice Piccolo.

-No lo sé, probablemente no es nada pero... -contesta Dende.

-¿De qué se trata?

-Sentí algún tipo de perturbación hace unos minutos.

-¿Perturbación? -pregunta Piccolo confundido.

-Nunca había sentido algo como eso, no tengo idea de lo que fue. De alguna manera tuve la impresión de que se originó dentro del Sistema Solar. La sensación desapareció rápidamente, así que supongo que no se trata de nada importante.

-Ya que eres un dios debes ser capaz de percibir cosas que el resto no podemos -explica Piccolo-. Pero no tengo idea de lo que pudo haber sido. ¿Pudiste sentir la presencia de alguna persona?

-No. No noté ningún ki o magia proveniente de ese lugar.

-Entonces seguramente no es nada de lo que debas preocuparte.

Antes de que Piccolo terminara la frase, Dende alcanza a ver algo gracias a su visión periférica. El joven Kamisama mira en dirección a lo que captó su atención, sus ojos de dios, una habilidad que tardó años en perfeccionar, le permiten ver con claridad objetos a una gran distancia. En cuanto obtiene una visión clara de lo que buscaba, su rostro cambia a una expresión de espanto. Dende acababa de ver un monstruo y lo que más lo asustaba es que se dirigía directamente hacia ellos.

-¿Pero qué es esa cosa? -exclama Dende en pánico. Piccolo inmediatamente se pone de pie, alarmado por el exabrupto del namekiano más joven.

-¿Qué? ¿A qué cosa te refieres, Dende? ¡Dímelo!

Dende no tiene tiempo de contestar porque el monstruo se estrella contra la plataforma. Toda la estructura se estremece y escombros son arrojados en todas direcciones. Piccolo usa su capa para proteger sus ojos de la nube de polvo mientras el joven Kamisama a duras penas logra evitar que la onda expansiva lo arroje de la plataforma.

Unos segundos después ambos namekianos ven surgir ante ellos la criatura de aspecto más siniestro que hayan visto en sus vidas.

-¿Qué demonios es ese fenómeno? -Piccolo murmura para sí mismo.

Mr. Popo, quien se encontraba dentro del templo, salió corriendo a la plataforma para ver que lo que sucedía. Su impacto es tanto como el Piccolo y Dende.

Los residentes del templo observan al intruso. Es una figura humanoide, delgada, más alta que Piccolo. Tiene dos apéndices similares a patas de insecto debajo de cada brazo y de su cabeza sobresalen dos cuernos o antenas. Sus dedos forman largas garras, su piel es negra como la noche más oscura y tiene dos ojos rojos resplandecientes.

-Hola -saluda el monstruo proveniente de otro universo.

-¿Quién o qué eres? ¿Y qué pensabas al estrellarte contra el templo? -Piccolo exige respuestas.

The Void simplemente ignora las palabras de Piccolo y fija su vista en Dende.

-Tienes un aura muy particular, pequeño. ¿A qué se debe? -el monstruo dirige sus palabras a Dende mientras lo señala con un dedo.

El namekiano más joven no contesta, está muy conmocionado para pensar con claridad. Algo en su interior le dice que está frente a un depredador y debe huir por su vida.

-¿Acaso no me oíste? ¡Eres tú quien debe dar respuestas aquí! -replica Piccolo-. Si no respondes por las buenas, responderás por las manos. -Piccolo usa un tono agresivo y se pone en su postura de pelea. El guerrero está perdiendo la paciencia rápidamente.

-No tengas tanta prisa en morir, hay mucho tiempo para eso -contesta The Void-. Primero quiero oír al muchacho. Veo que ustedes dos no son de este planeta. Siento un enorme poder en tu interior, lo que hay en la superficie es solamente la punta del iceberg, pero el niño tiene algo diferente. Algo único.

"¿Acaso ese sujeto puede percibir que Dende es un dios? ¿Y cómo está tan seguro de que no somos de la Tierra? Incluso sabe que oculto la mayor parte de mi fuerza, esto no me gusta para nada", piensa Piccolo.

-Mi... mi nombre es Dende -el joven namekiano finalmente se arma de valor para hablar-. Yo soy el actual Kamisama, guardián de la Tierra, además de ser un puente entre esta vida y la siguiente. Ahora dime quien eres y de dónde has venido -Kamisama exige una respuesta tratando de sonar tan firme como le es posible.

-Yo soy el heraldo de la destrucción -contesta el monstruo indiferente-. Si necesitan un nombre por el cual referirse a mi, un sujeto demente me nombró The Void hace mucho tiempo.

-¿Heraldo de la destrucción? -balbucea Dende temeroso de lo que eso significa.

-En cuanto a mi lugar de procedencia, no soy de este mundo.

-¿Quieres decir que eres extraterrestre? -pregunta Piccolo.

-No. Se puede decir que soy de la Tierra, solamente que no de esta Tierra... -Piccolo y los demás quedaron pensativos ante la ultima declaración-. En cuento a ti -dijo el monstruo volviéndose hacia Dende-, eres algún tipo de dios, ¿eso es lo que quieres decir?

-Sí... lo soy.

-No eres como cualquier dios que haya encontrado antes -comenta The Void-. De cualquier forma, pienso destruir este mundo y un dios sin un mundo que vigilar no tiene un propósito para existir. Lo más misericordioso de mi parte sería acabar contigo primero, ¿no crees?

The Void da un paso adelante y Dende retrocede. Piccolo se coloca en medio de ambos y extiende sus manos, una esfera de ki se forma en cada una, está listo para disparar contra el intruso.

-¡Antes deberás pasar sobre mi cadáver! -afirma el guerrero namekiano.

-Me parece bien -contesta el ser de otro universo.

El cuerpo de The Void empieza a transformarse ante las miradas de Piccolo, Dende y Mr. Popo.