Lexa se acababa de mudar a Nueva York porque había conseguido un gran trabajo en una de las mejores compañías de informática situada en el mismísimo centro de la ciudad.
Hoy iba a conocer a sus compañeras de piso, según la poca información que había conseguido sabía que se llamaban Octavia y Raven. Cuando llego allí no había nadie. Encontró una nota en la puerta del frigorífico donde decía:
Bienvenida, nos hubiera gustado estar allí para recibirte
PD tu habitación es la que está situada al fondo a la derecha, nosotras llegaremos a la noche. No podemos esperar para conocerte. Un beso, O & R.
Lexa tenía una acorazonada de que le caerían bien.
Antes de empezar el trabajo se fue a una cafetería que estaba a un par de minutos del nuevo apartamento.
También dio gracias de la ubicación del apartamento ya que las oficinas donde tenía que ir a trabajar estaban bastante cerca.
Al entrar a la cafetería en lo primero que se dio cuenta fue que cerca de la puerta había un cartel con una frase inspiradora, pensó que era un gran detalle. También se fijó en la decoración, era una cafetería preciosa, tenía toques clásicos pero también modernos. Era difícil de explicar. Pensó que si el café era igual de bueno que la decoración sin duda vendría aquí todos los días.
Se acercó al mostrador para pedir su típico café (capuchino), le atendió una chica rubia con unos ojos azules preciosos, pensó. Según el cartelito de su chaqueta se llamaba Clarke, le pareció un nombre hermoso.
-Buenos días
-Buenos días –respondió Clarke con una gran sonrisa
-Me gustaría un capuchino, por favor.
-Por supuesto, como veo que es una nueva cliente le propondré algo, ¿Qué le parece?
-Claro, ¿Por qué no?
-El pago de su café de hoy será a cambio de algo de información, como su nombre, por ejemplo.
Lexa pensó que no tenía nada que perder así que accedió
-Está bien, me llamo Lexa -contesto con una sonrisa.
-Precioso nombre, Lexa te diré que esta oferta solo será para hoy. Así que si le apetece puede venir más veces – dijo Clarke y le dedico una sonrisa y un guiño a Lexa. Le dio las gracias, cogió su café y se dirigió a una de las mesas que tenía vistas al exterior. No estaba ni muy cerca de la puerta ni muy lejos. Cuando probó el café, tenía algo claro esta cafetería iba a ser su favorita. Este café era el mejor que había aprobado en mucho tiempo.
Cuando lo termino se dio cuenta que solo le quedaba media hora para empezar a trabajar, dio gracias a los empleados de la cafetería y se fue. Pensó en la chica que le había atendido, tenía algo que no había averiguado aun que era. Quizá fuera la alegría y ganas que le ponía a todo.
Mientras se dirigía al trabajo cogió el IPod y se puso a escuchar Badlands. Le encantaba ese álbum. Era uno de los pocos álbumes en el cual no había una sola canción que no le gustara.
Su primer día en el trabajo empezaba hoy y no quería empezar llegando tarde. Entro a las oficinas y dio gracias por no llegar tarde. Según lo previsto saldría de trabajar a las cuatro de la tarde, en parte no le importaba mucho porque le encantaba el trabajo que hacía en la compañía.
Notas: Una mencion a Badlands de Halsey, porque porque no ;)
Ya me diréis que os esta pareciendo y si debo continuarlo :)