Buenos días, llegó el final de la historia y en este capítulo en especial tengo que darle las gracias a mi compañera Ladydkl. Siempre hace un trabajo magnifico pero en este capítulo podemos decir que es suyo al 80% por cómo se lo ha currado. Así que hoy las felicitaciones son para ellas. Eres un crack y espero que te des cuenta para que puedas atreverte a escribir, yo sería una gran fan de tus historias. Mientras tanto tengo que dar gracias por poder disfrutar de tu trabajo, gracias por ayudarme y enseñarme cada día a ser mejor escritora.

También como no tengo que daros las gracias a cada uno de vosotros que leéis cada día el fic y en especial como no a los que gastáis un minuto más para dejarme un comentario ya sea por aquí, por twitter, o en forocastle. Mil gracias a todos por hacerme creer que algo que escribo pueda merecer tanto la pena.

Los personajes no me pertenecen…

Capítulo 32

POV RICK

El día del juicio había llegado. Después de muchos nervios, dudas y también alguna que otra discusión, estábamos ahí, delante de un juez. El decidiría nuestro camino hacia un lugar u otro. Parecía increíble que la simple palabra de una persona pudiera decidir nuestro camino. A pesar de todo, teníamos todas las esperanzas puestas en nuestro abogado, que estaba casi seguro de conseguir lo que pedíamos, siempre y cuando Kate subiera al estrado y defendiera su causa.

El miedo que asomaba al rostro sereno de Kate, era motivado por muchas cosas, pero desde luego, no por su declaración, ella estaba muy segura de lo sucedido, nada, ni nadie conseguiría que le borraran de su mente todo lo que sucedió para abocarla a la decisión irrevocable que tomo hacia unos meses, la de desaparecer, esfumarse, borrarse de la faz de la tierra, tanto ella como su hijo para que su padre no volviera a hacerles daño, al menos no más del que ya les había hecho hasta ese día.

También estaba el mal trago de verlo en la misma sala, ese sería el peor, tenía que enfrentarse a ese monstruo de su pasado que casi consigue matarla y no solo por fuera, sino por dentro, y sus temores sobre si soportaría su presencia la hacían temblar. Yo confiaba en ella, sabía lo fuerte que era, pero no toleraba que tuviera que pasar por eso, ya basto todo lo que sufrido, como para rememorarlo de nuevo. No quería que le hicieran daño gratuitamente, no se lo merecía.

Pero ella así lo decidió y tenía razón, si volvía a Nueva York y Will lo sabía, podía hacerle la vida imposible, perseguirla, meterla en líos, o lo peor, conseguir que la echaran del trabajo y de su posición, esa que tanto le costó conseguir. Nuestro asesor legal le dio la razón, y nos aconsejó que fuéramos nosotros los que lo denunciáramos. De este modo, la huida de Kate seria vista como una forma de defensa y no como un abandono. Eso ayudaría a que la custodia recayera en ella, pues Will estaba preso.

A pesar de nuestra negativa a que Luck viniera a declarar, fue requerido por citación judicial, eso significaba que si el juez no encontraba suficientes motivos para creer a uno u otro, se apoyaría en la declaración del pequeño. Esta declaración, se tomaría en una sala apartada para proteger al menor y en la que solo estarían presentes el juez y una persona allegada al niño, que no fueran sus padres. Kate escogió a Lanie, pues tenía suficiente confianza con el niño y le trasmitiría tranquilidad, así que allí estaba Luck, en esa sala esperando por si era precisa su declaración.

De todos modos, Kate encontró oportuno llevarle a un psicólogo para que el niño no tuviera algún trauma oculto, cosa que no ocurrió, Luck seguía tan alegre como siempre, con sus ganas de divertirse y gracias a esos consejos que le di hace tiempo, sin pesadillas. El especialista redacto un informe para apoyar la declaración a favor de la custodia de su madre y se prestaba a declarar el si era necesario, y desaconsejaba la declaración del niño, por sus posibles efectos secundarios al ver a su padre después de lo sucedido. Con el testimonio del psicólogo y el testimonio de Kate, esperábamos tener el juicio ganado.

Estaba sentado en el pasillo del juzgado, junto a ella, sentados, esperando a que el juicio diera comienzo. Por momentos pensaba que estaba más tenso y nervioso yo, que ella… que se veía decidía a pesar de los nervios…

- ¿Todo bien? – pregunte al oírla suspirar por tercera vez en menos de cinco minutos.

- Si, todo bien - dijo sonriéndome mientras entrelazaba nuestros dedos. Quería trasmitirle toda la fuerza del mundo para que no sufriera, aunque esto era algo para lo que llevaba mucho tiempo preparándose. Desde que interpuso la denuncia para ser exactos.

El juicio empezó con el testimonio del psicólogo forense, adjudicado por ley al menor, el simplemente afirmo todo lo escrito por nuestro médico que visito al niño unos meses antes. El efecto que causo al jurado esa declaración, me dio cierta tranquilidad, había ratificado el informe y también pedía la denegación de la patria potestad al padre (1).

A Will, se le veía tranquilo, incluso a veces miraba hacia donde estábamos y sonreía haciendo que me tensara y quisiera levantarme para partirle la cara… pero Kate estaba siempre ahí, dándome la mano para evitar que no me dejara llevar por mi furia. Eso me mantenía intranquilo, era como si tuviera alguna carta escondida y eso me sacaba de quicio.

- ¿Tiene algún testigo más la acusación? - preguntó el juez al finalizar la lectura del informe de nuestro psicólogo.

Llego el momento, pensé. La miré casi suplicante, aun podía echarse atrás y anular la denuncia, no quería que pasara por ese mal momento, no hacía falta, nosotros seriamos felices en cualquier lugar del mundo, no teníamos ninguna obligación a tener que pasar por ese mal trago para Kate. Pero ella me miro decidida y eso hizo que me sintiera muy orgulloso de ella. Había decidido luchar por su verdad… la verdad.

- Señora Sorenson, al estrado. – dijo el juez mirándonos fijamente.

Se levantó, ando hasta estar a la altura del juez y allí juro sobre la constitución decir la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad. Se sentó y su mirada se clavó en mí por un segundo para dedicarme una sonrisa de seguridad. Quería infundirme valor a mí, cuando era ella quien lo necesitaba… y en ese momento comprendí que eso era su declaración de amor hacia mí. Ella estaba rompiendo de ese modo con el pasado, con Will, con todo. Me estaba demostrando que eso era una forma de iniciar una nueva vida a mi lado. A la vez, serviría para cerrar las puertas del ayer y comenzar de nuevo una vida junto a mí.

Suspiro un par de veces para infundirse fuerzas ella sola, mientras el abogado contrario leía una serie de leyes que según él, Kate infringió. Una vez leídas, el juez cedió la palabra a nuestro abogado, que se levantó dispuesto a hacerle las preguntas que ya habíamos practicado como responder. Se acomodó en el estrado y empezó la declaración.

- Señora Sorenson ¿Podría explicarnos el motivo de su "huida"? Según se empeña en llamarlo el abogado defensor.

- Protesto… - dijo el abogado de Will.

- No da lugar – respondió el juez – y el advierto Sr. Abogado fiscal, me deje escuchar la declaración de la imputada, y no la interrumpa, sino les mandare salir de la sala.

Eso nos dejó a todos boquiabiertos, no esperábamos que tan pronto estuviera de nuestro lado y menos con esas palabras. Pero dejaba claro que no le daba ni el beneficio de la duda a Will. El abogado defensor le dijo algo al oído a su cliente y se acomodaron para oír lo que Kate tenía que decir.

- Responda Señora Sorenson… por favor – dijo muy educado dirigiéndose a Kate.

- La causa de mi "huida" fueron los malos tratos reiterados de mi marido – dijo enfatizando en esa palabra que había dicho nuestro abogado.

- ¿Cuánto empezaron esos malos tratos?

- Al poco de nacer nuestro hijo.

- Y antes ¿no intento agredirla? – le pregunto directo.

- No, antes no, su maltrato solo era psicológico – le mire serio, eso no lo sabía yo, lo que hizo que odiara más a Will si eso era posible

- ¿Por qué no le dejo con anterioridad?

- No era fácil… no me da vergüenza decirlo, le tenía miedo… luego me quede embarazada contra mi voluntad y después, nació mi hijo y… - a esas alturas de la declaración, la voz ya le temblaba y al advertirlo nuestro abogado, la interrumpió.

- Tranquila Señora Sorenson – dijo el abogado.

- Él siempre me amenazaba, decía que ya tenía lo que quería, que ya no le hacía falta, que se quedaría con el niño para darle una educación militar, como la que le dieron a él y que no volvería a verlo.

- Y finalmente… se cansó de las amenazas que le proferían.

- Algo así. Llevaba unos días en que debía acudir a mi trabajo con golpes demasiado evidentes, cosa que el intentaba evitar. Una noche… vino muy enfadado, escuche un portazo, imagine lo que me esperaba… pero esa noche, Luck debió despertarse con el portazo - dijo mirándolo por primera vez a Will, destilaba odio y dolor – el pequeño, no pudo volver a dormirse y vino a pedirme agua, con tan mala suerte que vio como su padre me daba un puñetazo en el ojo – le faltaba la respiración y las lágrimas corrían por su rostro sin que yo pudiera hacer nada para ayudarla y eso me hizo sentir impotente y dolido, pero su mirada seguía fija en el padre del niño, sin parpadear – el pequeño vino corriendo a defenderme, le dio una patada a su padre y después se aferró a mí, pero entonces Will, levanto la mano y aunque pensé que nunca sería capaz de pegar a su hijo, pero lo hizo… él le puso la mano encima a mi niño y entonces decidí irme… yo podía soportar sus golpes, pero que tocara a mi hijo, no lo permitiré nunca.

Se hizo el silencio en la sala… Will miraba con rabia a Kate, sus ojos destilaban rencor y odio, pero no podía hacer nada, porque comprendió en ese momento, que ella ya no le tenía miedo.

El abogado dio por finalizada su sesión de preguntas y el abogado defensor renuncio a interrogarla. Kate bajo del estrado mirando por última vez a Will con seriedad… sin miedo… sabiendo que seguramente sería la última vez que lo vería.

Todo había terminado, al menos en lo que refería a nosotros. Estaba orgulloso de ella, consiguió declarar sin perder en ningún momento el control, recordando esa noche como si hubiera sido ayer. Pero ya se había acabado todo. Cuando llego a mi lado le di la mano y le guiñe un ojo.

- Gracias por apoyarme – me dijo apretándome fuertemente nuestras manos unidas al tiempo que tomaba asiento.

Aquello duro un rato más, el abogado defensor argumento muchas cosas que fueron protestadas por el nuestro, hasta que el juez anuncio que había tomado una decisión.

-Señores Sorenson, fiscal y defensor, mi resolución es muy clara. La Señora Sorenson no ha querido hablar de las constantes amenazas recibidas de su marido, haciendo mal uso de su cargo. Lo que me lleva a concederle a usted – dijo mirando a Kate – el divorcio ipso facto. Después de eso, rescindo la patria potestad al Señor William Sorenson, por los malos tratos ocasionados al menor. Por lo tanto, la Señorita Beckett, a partir de hoy, tendrá la total custodia y dicha patria potestad del menor desde este momento y hasta su mayoría de edad. Sin tener derecho el padre a ninguna visita, debido a su estancia en la prisión condal del estado. Al ser el Señor Sorenson, procesado por secuestro, uso fraudulento de su cargo y agresiones varias, no le serán agregados más cargos a su sentencia. Finalmente, declaro cerrado este caso, sin posibilidad de recurso alguno.

- Rick… se acabó todo, somos libres - dijo abalanzándose sobre mí, con un abrazo.

En la actualidad.

Nuestra vida ha cambiado desde el último mes. Somos una bonita familia, ahora no tenemos que escondernos. Kate ha vuelto a su trabajo, a su comisaria, con sus compañeros y su gente, ayudando a quien lo precisa

Yo también tomé una decisión en su día y deje al detective Rodgers aparcado… tanto es así, que me di a conocer como Richard Castle y no me ha ido nada mal. Acabo de regresar de una gira donde he firmado mi último libro que ha sido "Best Seller".

Nada más cruzar la puerta de mi casa, veo a una Kate agotada, corriendo tras Luck que no para, aun me sorprende la energía que tiene mi pequeño.

- Luck para por favor – le grita Kate.

- No mami, a ver si me pillas.

- Luck… - protesta Kate

- Papi… - grita Luck corriendo hacia donde estoy y mi corazón salta de emoción, no es la primera vez que me llama así, pero aún me emociona cada vez que lo oigo. Lo levanto en brazos y le abrazo, dándome cuenta de lo que los echaba de menos.

- Hola enano ¿te has portado bien?

- Si, ¿a qué si mami? - dice sonriendo y mirando a Kate que se acerca con una sonrisa.

Dejo a Luck en el suelo y enseguida se va corriendo.

- Hola – le digo abrazándola.

- Hola cariño – me responde sonriente.

- ¿Cansada?

- Agotada, este enano puede conmigo -dice resoplando - ¿Y tú?

- Feliz de regresar a casa.

- Claro, supongo que fue insoportable estar todo el día rodeado de mujeres, ¿no? – dice socarrona.

- Aunque no lo creas, no era donde quería estar.

- Ah ¿no?

- No – respondo seguro y sin dejar de sonreír.

- ¿Y qué es lo que querías? – me pregunta sin soltar mi cuello donde sus manos revuelven mi pelo.

- Estar aquí… con vosotros – le digo besándola.

- Te he echado de menos.

- Y yo a vosotros. Tanto es así que… he tenido mucho tiempo para pensar.

- Ah ¿sí? – me dice con una mueca divertida.

- Oye, no te rías… hablo en serio – protesto

- Disculpa… dime… - me responde ahora ya seria, escuchándome

- Kate quiero dejar claro ante el mundo, ahora que soy conocido, que no estoy disponible para nadie que no seas tú – calle para poner más énfasis en mis palabras - ¿quieres casarte conmigo? - dije colocándome de rodillas con un anillo que había comprado durante el viaje.

- Rick yo…

- Solo tienes que decir que si – le dije nervioso.

- Rick claro… claro que me casare contigo - dijo emocionada y me levanté envolviendo su cintura y levantándola dándole vueltas celebrando esta felicidad que me envolvía.

La baje con cuidado colocándole el anillo y la bese suavemente.

- Papi... papa yo también quiero – era Luck ofreciéndome sus brazos para cogerlo. Nos miramos y sonreímos con complicidad. No hacen falta anillos… ya somos una familia, pero así y todo, me gustara poder decir que ya existe una señora Castle… Kate será la mejor señora Castle que pudiera existir.

Todo tutor legal o padre de cualquier niño, comparte dos cosas con la madre. Custodia y patria potestad. La custodia es la manutención, educación y guarda del menor. La patria potestad es la determinación de elegir sobre la vida del menor en caso de ser necesaria una decisión a vida o muerte. Muchas madres tienen la custodia hoy en día, pero la patria potestad, nunca se le es retirada al padre.

FIN

Gracias a todos por llegar hasta aquí y por supuesto de nuevo agradecer a Ladydkl por su gran trabajo sobre todo en el tema del juicio, todo es tan real gracias a su trabajo de investigación por eso hoy desde aquí quiero darte las gracias una y mil veces y declararme fan de todo lo que haces.

Gracias también a todos lo que leéis y comentáis porque habéis hecho esta historia mucho más grande de lo que es. Mil gracias a todos y espero seguir contando con vosotros.

Viernes nueva historia: Lo que hay detrás de los sueños (espero que le deis una oportunidad)

XXOO

Twitter: Tamyalways