Bienvenidos a esta nueva historia! La idea aquí es que hubiese pasado si Rick y Kate hubiesen tenido una relación y luego cada uno hubiese hecho su vida, por separado. Por supuesto que se reencontrarán varios años después, cada uno sin haber sido tan feliz como hubiese querido... el resto lo sabrán cuando lean la historia. Gracias por estar aquí, leyendo...

Taking Chances

Kate se tomó dos calmantes al hilo con un buen vaso de agua. Necesitaba matar esa jaqueca. Estaba cansada de sentirse así… quería volver a las calles, despreocuparse por el presupuesto, el porcentaje de casos resueltos y las rebeldías de sus detectives y oficiales… quería renunciar… irse, dejar todo de lado y dedicarse a… ¿a qué?

El sonido irreverente de su directo la hizo suspirar con cansancio y se tomó el puente de la nariz con frustración…

-Beckett…- dijo en un acto reflejo.

-¿Estás ocupada?- le dijo una voz masculina melodiosa que ella había aprendido a odiar esos últimos tiempos.

-Harry… no… dime…- dijo tratando de hacer autocontrol y no decirle que se fuera al diablo y que la dejara en paz.

-Me preguntaba si irás a la cita que nos dieron en la escuela… por los problemas con Allan…

-Iré yo, sí… ¿querías ir tú?- no olvides que es su papá, se dijo.

-Presiento que no me enteraré de todo si no voy…

-Como quieras… realmente estoy bastante ocupada aquí…- dijo ella con orgullo, no quería hacerse cargo de la acusación que su ex le había hecho.

-Como siempre- resopló el hombre, la poca disponibilidad de ella había sido la principal causa de su separación, para él, porque para ella había sido la amante con quien lo había encontrado hacía poco más de un año, en su propia cama.

Harry Benson había sido su marido por 12 años. Se habían casado porque ella había quedado embarazada. Kate creía que lo amaba, luego se dio cuenta de que su matrimonio había sido una forma de decantar su soledad… una salida y un tener alguien al momento de llegar a su casa…

Pero ya tenía a alguien, su hijo Allan. Un chico inteligente, a punto de cumplir 14 años, que tenía algunos problemas de conducta ahora, en el secundario, y que coincidían con su incipiente adolescencia y la separación de sus padres.

Por supuesto Allan tenía mejor relación con su madre y consideraba a su padre un patán por haberla hecho sufrir…

Kate miró la hora y se mordió el labio. No pasaría nada si un día se iba más temprano.

Vio pasar a Esposito frente a su oficina y cuando el detective miró hacia adentro le hizo señas de que entrara…

-Dime… Capitana…- dijo Espo con su acostumbrado buen humor.

-Me voy… ¿crees que podrás hacerte cargo?

-Por supuesto… ¿te sientes mal?

-Jaqueca…

-¿No tendrías que ir al médico? Solo este mes te he escuchado cientos de veces diciendo que tienes jaqueca…

-No voy a morirme, Espo… necesito relajarme…

-Necesitas una cita…

Kate lanzó una carcajada que la hizo olvidar durante un momento su miseria.

-Créeme, lo único que me falta ahora, es una cita…

Espo la miró y estuvo a punto de replicar, pero no se animó. Beckett era temible cuando se sentía amenazada y con jaqueca era todavía peor…

-Bueno, en caso de que quieras… hay un amigo mío que me insiste siempre en conocerte… Ricky… de la Academia… ¿recuerdas?

Kate sonrió y de pronto recordó ese momento fugaz en su vida en que se había dejado llevar para tener una relación con Rick Castle… sintió un nudo en la garganta. Nunca más se había sentido tan contenta, tan conectada a alguien… ni siquiera con Harry…

-Kate…

-Me voy… no organices nada extraño…

-Prometido, señor…- dijo Espo con voz gruesa y ella sonrió antes de levantarse de su sillón, acomodar su falda y buscar su tapado. Otra cosa que odiaba de su cargo, siempre de punta en blanco, nunca un jean, una chaqueta de cuero… botas…

Llamó a Allan para saber en qué andaba y lo encontró estudiando, milagrosamente. No lo entretuvo tanto y le prometió cocinar algo rico para compartir juntos…

-¿Saliste temprano del trabajo? ¿A qué se debe el milagro?- bromeó Allan.

-¿Qué pasa contigo? Una vez que salgo temprano me lo recriminas…

-Para nada… pero tengo que ir a estudiar a lo de Megan… la chica que…

-La que te gusta… lo sé…- dijo Kate y el chico hizo un silencio.

-No me gusta… o sí… me gusta bastante… pero ella no lo sabe…

-Estás loco si piensas que no lo notó… pero me alegra que todavía no te estés lanzando como loco para conquistarla…

-Celosa… eres muy celosa…- bromeó el chico y ella sonrió antes de cortar.


Decidió pasar por el supermercado antes de volver, si realmente quería preparar algo rico para comer, estuviera o no su hijo esa noche, entonces, tenía que comprar un par de cosas…

Resopló con frustración cuando vio la cantidad de gente que había tenido la misma idea esa tarde… ¿qué les pasa a todos?

Caminó por el lugar lleno de gente tratando de concentrarse y de olvidarse de su jaqueca, que de a poco iba cediendo por los calmantes…

Se dirigió a la caja con las pocas cosas que había recogido y de pronto se acordó de que le faltaba algo, cuando giró, vehementemente hacia atrás, se encontró un cuerpo grande, macizo y sintió que sus pies se mojaban con un líquido caliente… ¿café?

-Lo siento…- levantó la mirada diciendo, cuando vio que había derramado el café de la persona con la que había chocado- es un mal día… yo…- dijo y abrió los ojos como platos cuando lo miró a los ojos… después de tanto tiempo, y él la miró con una sonrisa cálida, más allá de estar bañado en café caliente…

-¿Kate Beckett?- dijo él y ella abrió la boca, tratando de asimilar que lo había recordado hacía menos de una hora y ahora estaba frente a él, y lo había bañado en café…

-Castle…- jadeó y una sonrisa se dibujó en su cara…

-Tanto tiempo…- siguió él, al que parecía no importarle lo que había sucedido, solo que la tenía a ella enfrente.

-Siglos…- dijo ella y sacudió la cabeza sonriendo- escucha, siento haberte manchado la ropa… ¿estás bien? ¿te quemaste?

-No te preocupes…- dijo él perdido en sus ojos- ¿cuántos… cuántos años hace?

-No lo sé… más de los que recuerdo…

-¿Quieres ir a tomar un café? ¿ponernos al día?

-En realidad… tendría que volver a casa… pero…- dijo y miró la hora- avisaré que llego más tarde…

-Bien… salgamos de aquí…- dijo él con mirada fresca, algo desilusionado, ¿se había casado ella? ¿estaba con alguien?

Rick se subió al auto de ella y se sintió en casa, por supuesto que no era el mismo que solían compartir cuando trabajaban juntos, pero la situación le trajo recuerdos…

-Hey… Allan… ¿ya te ibas? No, no… lo dejamos para otro día… no vuelvas tarde… yo… no, me encontré con un amigo que no veía desde hacía siglos… está bien, nos vemos…- dijo y luego cortó la comunicación y lo miró, sintiéndose algo extraña...

-¿Tu marido?- preguntó él con incomodidad.

-Mi hijo… cumplirá 14 en octubre…

-¿Allan? ¿Fue tu elección?

-¿Te cabe alguna duda?- le dijo ella y sonrió- ¿adónde quieres ir?

-No lo sé… ¿Remy's?- dijo él y ella arrancó el auto.


No fue mucho lo que hablaron durante el viaje. Él se dedicó a mirarla, con cautela, por supuesto. Varias veces hizo el intento de mirar su mano, para ver si tenía anillo, pero se dio cuenta de que podría estar casada o en pareja y no usarlo…

-Escucha…- le dijo cuando bajaban, viendo como ella sonreía distendida.

-Dime…

-Nada… siento haber sido tan desubicado, tenías que volver a tu casa… tu marido debe estar…

Kate lo interrumpió con una carcajada.

-Estoy separada, Castle… no funcionó…

-Lo siento…

-Bueno… creo que fue lo mejor…

-Pienso lo mismo… no volví a casarme luego de Gina…

-Pero me imagino que no te has hecho monje…

-Para nada… aunque últimamente me ha dado la crisis… esa de la que hablan…

-¿La de la mediana edad?

-Digamos que me planteo si podría haber sido distinto… si podría haber hecho una vida mejor, con alguien más…

-¿Alexis?

-Muy bien, en la Universidad de Toronto…

-¿Toronto? ¿Tan mal se portó?

-No… no… fue su elección… supongo que no me soportaba más…

-No digas eso…- dijo ella y apoyó una mano sobre su hombro.

-Por eso me planteo si he cometido demasiados errores… estoy solo… y ya no soy un adolescente… ¿y si ya es tarde para ser feliz?

-No digas eso…- dijo y sintió aquella vieja sensación de tener su cuerpo en alerta cuando él tomó su mano.

-A veces me pregunto si no fue un error que tú y yo termináramos…

-No, Castle…- dijo e intentó sonreír pero sintió un nudo en la garganta, ella lo había pensando infinidad de veces- nosotros no…- intentó seguir, y él puedo ver como los ojos se le llenaban de lágrimas…


Bueno, lo dejo aquí, espero que les haya gustado. Como siempre, gracias por leer y espero comentarios, para ver como voy! Gracias!