Se que tengo una historia a medias y otra perdida en el limbo, pero últimamente no he tenido oportunidad de escribir. Pero esta tarde, después de quedar un poco decepcionada con el final del 8x02 y con el 8x03, me salió esto que aunque es un poco dramático, me gustó más que la version real! Al menos están juntos!
Espero que les guste, inicialmente iba a ser un OS pero no pude acabar de pasarlo completo y ya es tarde, así que en estos días estaré publicando la segunda y ultima parte. Esta en primera persona, hay varios cambios de punto de vista, espero que se entienda bien.
Dejen reviews por fa, aunque sea para acordarse de mis familiares más próximos !
XX Y
Parado frente a la puerta del loft, seguía tratando de asimilar lo que acababa de ocurrir.
¿Cómo podía ser que, después de lo vivido estos últimos días, cuando finalmente empezaba a sentirme feliz y tranquilo porque todo había terminado, ella hiciera esto?
¿En qué he fallado? ¿Qué he hecho o dicho tan malo para que ella me haga, una vez más, a un lado?
¿No le he demostrado lo suficiente cuánto más fuertes somos juntos que separados?
¿Nuestro amor no es suficiente para mantenerla a mi lado?
¿Tendría razón Braken y ser solo mi esposa no es suficiente para ella? ¿No soy lo suficiente para hacerla feliz?
Con todos estos cuestionamientos haciendo erupción en mi mente, me dejo caer en el sofá, apoyo los codos en las rodillas y escondo la cara entre las manos, tratando de serenarme y pensar con claridad.
Esto no puede quedar así. No puede acabarse así. Kate no puede simplemente huir de nuestro matrimonio sin una mísera explicación y esperar que yo me quede sin hacer nada, rezando por que cambie de opinión.
Salgo corriendo del edificio, tratando de encontrar mi coche en medio de la bruma que empaña mi visión, debido a las lágrimas que no dejan de fluir vivamente de mis ojos.
Tengo que poner distancia lo más rápido posible. Tengo que alejarme del loft o, más bien, de Rick, lo más que pueda antes de no ser capaz de sostener mi decisión.
Esto es lo mejor para ambos, necesito resolver este embrollo para estar en paz, para poder regresar a él y rogarle con todas mis fuerzas para que me perdone y podamos vivir ese final feliz que ambos anhelamos.
Podría haber intentado ignorar el asunto y seguir con mi vida pero me conozco. Sé que no habría sido capaz de mantenerme al margen. Este instinto justiciero me sobrepasa cuando se trata de algo relacionado con la muerte de mi madre. Y sé que habría acabado poniéndonos en peligro a ambos. Pero eso no puede suceder, no soportaría que algo le sucediese, no a él, y menos, por culpa mía.
Perdida en mis reflexiones, conduciendo por inercia sin fijarme en el camino, solo me doy cuenta de dónde estoy cuando noto que me he estacionado y el coche ya no está circulando. Me desabrocho el cinturón y salgo a la fresca noche. Miro desde lejos esos columpios que han sido testigos de algunos de los momentos más importantes de mi vida en estos últimos años. Se siente correcto estar aquí. Es el lugar adecuado para tomar fuerzas y determinacion para lo que viene.
Me encamino lentamente hacia ellos, aun incapaz de controlar el mar de lágrimas que fluye de mis ojos. Me rompe el alma alejarme de él, lo necesito más que al aire que respiro, pero por eso mismo tengo que ser fuerte y mantenerlo afuera de esto. No puede sucederle nada y, la única manera de que permanezca a salvo, es que no sepa nada de todo esto y, sobre todo, que no nos vean juntos.
Al llegar, me siento y acaricio el metal como si, al hacerlo, pudiera sentir su piel bajo mis dedos. Me siento en conexión con él aquí, en "nuestro lugar".
Me balanceo suavemente, sientiendo la brisa agitar mi cabello. Cierro los ojos y dejo que los recuerdos invadan mi mente y mi cuerpo. Necesito llenarme de él, de todos los momentos felices que hemos compartido para tener la fuerza de seguir adelante con esta decisión.
Me levanto con determinación. No voy a permitir que vuelva a huir sin dar la cara. No va a escaparse de mi, no va a volver a hacerme a un lado. No de esta forma, sin una buena explicación de por medio.
Salgo del loft con las llaves del coche sujetas fuertemente en la mano. Sé dónde ha ido. Mi corazón puede sentir que ella está ahí. No puede estar en otro lugar y pienso ir a hacerla cambiar de opinión en este momento.
Me dirijo velozmente hacia el parque, tomando cualquier atajo que me ahorre aunque sean unos segundos. Necesito alcanzarla antes de que se vaya, antes de que se aleje y ya no pueda encontrarla.
Al entrar en la calle, veo su coche estacionado tras una camioneta negra. Es extraño porque a estas hora no suele haber nadie en el parque. Pero decido no darle importancia mientras me acerco, lo primordial es que su carro está ahí y eso significa que Kate aun no ha desaparecido.
Salgo del coche y me extraña no verla sentada en los columpios, donde esperaba encontrarla, aunque uno de ellos aun se balancea como si hasta hace unos momentos hubiera habido alguien sentado sobre él.
Imagino que ha debido ir a dar un paseo por el pequeño bosque que forma parte del parque y me dirijo hacia él.
Al llegar al lindero, veo marcas de arrastre al mismo tiempo que unos murmullos y el crujir de ramas me ponen en alerta. Algo raro está sucediendo aquí y, por más que encontrar a Kate sea una prioridad para mi, no puedo evitar dirigirme hacia el sonido para ver si puedo ayudar en algo.
Una vez en el pequeño claro en el que se encuentran las personas que había oído, la indignación se apodera de mi. Tres hombres se ciernen sobre una figura femenina que parece inconsciente y empiezan a devestirla. Ese tipo de acto evapora de mi ser todo raciocinio, invadiendo mi cuerpo de una ira justiciera por lo que, a pesar de estar claramente en desventaja, me avalanzo hacia ellos.
Al oirme, uno de ellos se voltea hacia mi y me doy cuenta de que lo conozco. No se de dónde pero sí sé que ya lo había visto antes. El sujeto le dice algo a sus compinches y ellos también se giran hacia mi. Y, entonces, todo queda claro en mi mente. Mi cuerpo se queda estático en contra de mi voluntad, inmovilizado en el punto en que me encontraba.
Oigo unas ramitas romperse bajo el peso de alguien y me maldigo a mi misma por ser tan obvia. Seguro que Castle adivinó dónde estaba y ha venido a pedirme unas explicaciones que, por su propia seguridad, no puedo proporcionarle.
Respiro hondo, trago saliva y me mentalizo para afrontar otra situación que no va a resultar, en lo más mínimo, menos incómoda ni dolorosa que la vivida hace unos minutos en el loft. Pero cuando, tras casi un minuto, nada sucede, abro los ojos y giro la cabeza para encontrarme cara a cara, no con Castle, sino con los tres individuos que habíamos detenido en el despacho de Rick.
-¿Quién en su sano juicio se acerca a una policía tras haber huido de estos, en vez de escaparse y desaparecer lo más pronto posible?- es lo único que puedo pensar antes de sentir cómo una aguja se introduce en mi cuello y una sensación de flacidez invade todo mi cuerpo, como si mis músculos hubieran dejado de sostener a mi esqueleto.
-Hemos pensado que, ya que Hyde está muerta, bien podíamos divertirnos un poco con la poli sexy a modo de venganza por las descargas electricas de hace un rato, antes de acabar con ella.- oigo decir a uno de ellos y siento que, ahora sí, estoy perdida.
Intento soltarme del agarre que dos de ellos ejercen sobre mis brazos pero sé que es en vano, mi cuerpo no responde.
El tercero, que parece ser el jefe, me agarra de las piernas y se encaminan hacia el bosque. A la entrada de este, el individuo me suelta y mis pies caen pesadamente en el piso.
-Tenemos que darnos prisa,- dice mietnras los otros dos avanzan arrastrandome por las axilas- en dos horas tenemos que estar en la base- concluye antes de volver a tomarme de los tobillos para adentrarnos un poco más en el bosquecillo.
Desvío mi vista hacia la mujer del piso y, a juzgar por la risa de los tres tipos, mi rostro debe haberse descompuesto.
Los miro con un asco y una ira desmedidos. Uno de ellos tiene el pantalón por los tobillos y los otros dos, aunque aun siguen vestidos, también se han deshecho de sus armas que se encuentran en el suelo, sobre la cabeza de Kate.
Sé que, aunque esten desarmados, mis posibilidades de salir victorioso de un combate cuerpo a cuerpo contra ellos tres, son nulas. Pero no puedo dejarlos cometer tranquilamente un acto tan atroz y, mucho menos, con mi esposa. Solo espero poder "entretenerlos" el tiempo suficiente para que a Kate se le pase el efecto de lo que sea que le hayan suministrado y nos saque de este embrollo.
Cargo contra el imbécil de los pantalones bajados y lo estrello contra uno de sus compañeros haciéndolos caer a ambos pero, como era de esperar, el tercero me agarra por la parte de atrás de la camisa y me lanza contra el árbol más cercano.
–Va a resultar muy dificil salir de esta sin heridas graves. Y eso si salgo vivo.- pienso mientras me levanto dolorosamente para volver a enfrentarme a los tres armarios que estan de nuevo en pie.
-¿Eso es todo lo que tienes, caballero andante?- se burla uno de ellos- Ya pensé que tu valentía rozaba la estupidez cuando preferiste la bolsa de tarántulas a revelarlos el paradero de tu mujercita.
Bufo y emprendo la carga de nuevo. Esta vez se apartan y caigo sobre Kate en cuyos ojos veo reflejado un pánico que la creí incapaz de sentir. La beso en los labios y le sonrío sabiendo, al oir el seguro del arma, que, al menos, vamos a morir juntos.