Majin Tantei Nougami Neuro - Fanfiction

Buenas :DD

adoro con toda mi alma este anime/manga. Neuro me parece uno de los personajes más bien diseñados que he visto en mucho tiempo.

me encantaría que hubiera algo más entre los dos protas jejjeje mi mente perversa lo desea jajaja

MIL GRACIAS A YUSEI MATSUI POR CREAR ESTE MANGA.


Me he inspirado en una imagen de internet. ¿Que pasaría si Neuro y Yako fueran a pasar unos días a un ryokan?

Con kimonos y aguas termales. ¿Habrá animales de Neuro por medio?

espero que os guste.

NEURO X YAKO FANFICTION


VACACIONES DEMONÍACAS

CAPITULO 1


La nueva misión en la agencia de Katsuragi Yako había sido demasiado larga, habían tenido que viajar a otra ciudad durante más de una semana, haciendo que no solo la paciencia de Yako se fuera a la mierda si no que también su cartera y los fondos en la tarjeta de Godai.

Después de aquella semana, horrible para todos menos para Neuro, pues había consumido un buen misterio, Yako se había tomado un fin de semana para ella sola. Ella lo quería así y agradeció a los dioses que Neuro no la hubiera ido a buscar durante aquel periodo de 48 horas.

En ese periodo la joven se dedicó a comer todos los platillos que más le gustaban y a jugar videojuegos en la televisión. Kanae había ido a verla un par de veces y habían charlado de hombres. Yako se había sonrojado varias veces al constatar la vasta experiencia de su amiga en cuanto a hombres se refería. Ella no tenía ninguna, solo un par de besos y algún enamoramiento fugaz pero nada más.

Kanae sonrió cuando al comentarle "sutilmente" que opinaba de su asistente, la detective se puso como la grana, llegando a tartamudear. Ella bien sabía que la detective sentía algo por aquel hombre extraño, como su amiga no entendía que le veía a aquel hombre, más misterioso que otra cosa y que ella no estaba nada segura de sus intenciones.

A pesar de todo, si era el que había elegido Yako y ella la iba a apoyar con lo que viniera.

-¿Te gustaría ir a un descanso en un ryokan?-Le preguntó cuando habían terminado de comer. Sacó dos tickets- Me han regalado dos pero yo no puedo ir. ¿Que dices, Yako? ¿Te interesa?

-Si!-Sonrió y aceptó los dos papeles que le ofrecía su amiga. Eran cinco días con todos los gastos pagados en un hermoso ryokan antiguo. Con lo que le gustaban a Yako las aguas termales.

Se despidió de su amiga, quien marchaba a una cita a ciegas con un par de amigos. Le ofreció ir con ella pero Yako se negó, alegando que quería preparar las cosas para la salida al ryokan.

La joven se dirigió a su cuarto en busca de la ansiada maleta de viajes, que siempre tiraba al fondo del armario.
Empezó a sacar ropa, sin importarle demasiado donde terminaba. Al final la encontró, bajo la ropa de invierno, y la sacó, limpiando un poco de pelusa que le había quedado en la parte superior. No era una maleta muy grande, básicamente era un macuto con unas ruedas, la izquierda no funcionaba.

-¿Que es esto, piojo? ¿Algún tipo de ritual de los humanos inferiores?

Yako se volteó, con miedo en los ojos, al escuchar la voz profunda de su jefe demoníaco. Allí, parado entre su ropa, con un sujetador de flores sobre su cabello rubio-negro, estaba él. Su tortura diaria, con aquella sonrisa condescendiente. Yako se levantó con rapidez y le apartó la ropa, tapando la evidencia de su sujetador en su espalda.

-No es nada, estaba haciendo limpieza-No podía dejar que se enterase del viaje al ryokan, se apuntaría seguro diciendo que iba a obtener shouki y le arruinaría el viaje. Definitivamente no se podía enterar.

-¿Para irte a aquí, tal vez?-La sonrisa de Yako se fue al ver sus dos tickets entre los dedos enguantados del demonio, quien le sonreía con inocencia, pero que en verdad estaba disfrutando con su rostro de miedo.

-¿Donde? ¿Como?-¿En que momento le había robado los tickets? ¿Cuando había entrado en su casa?

-¿Pensabas irte a disfrutar, dejándome aquí? -Yako tembló ante el tono de voz de Neuro, más cuando la sujetó del mentón y la obligó a mirarlo.

Se perdió en la intensidad de aquellos ojos verdes, sus piernas temblaron, con miedo de caerse al suelo pero se aguantó. Sus mejillas se sonrojaron y tuvo que apartar la mirada.

-¿Quieres venir?


Espero que os haya gustado