Bueno, resultó más largo de lo que esperaba… Tanto la espera como el capítulo.
Un día después de navidad…
La verdad, no tenía muchos ánimos de seguir escribiendo esto. Tenía la idea de que a nadie le interesaría por ser una "recreación" de un juego que ya todos conocen...
Pero, si ya empecé la historia… ¿Por qué parar ahora? ¿Por qué no terminarla?
Estuve posponiéndolo mucho tiempo, poniéndome de excusa que a nadie le importaría de todos modos.
A fin de cuentas, esta historia también forma parte de mis sueños, y los sueños siempre es mejor compartirlos con la gente.
Así que, ¿por qué no continuamos por donde nos quedamos?
Capítulo 6: Puzzles y perros guardianes.
xxxxxx
"De veras que a veces no te entiendo".
...
Ella había recibido una extraña llamada: una mujer tartamudeaba y balbuceaba con nerviosismo, tratando de ordenar una pizza, sin saber que se trataba del número equivocado. La niña no sabía qué hacer y simplemente dejó que siguiera hablando, inclusive cuando trató de enviar un mensaje a través de su teléfono. Sin embargo, éste era demasiado viejo para recibirlo y terminó leyéndolo en voz alta, caracter por caracter, sin tener algún sentido para ella.
?: ...
Lo que la niña no sabía era que se trataba de un arte ASCII de una chica gato de anime, misma razón por la cual la mujer finalmente colgó.
"Bueno, eso fue extraño".
A no mucho andar, la niña encontró una caja de cartón a un lado del sendero, con una parte cortada que simulaba una ventana y cuyas alas actuaban como techo, cubierto ya por la nieve. Esta caja malgastada tenía una narración escrita:
"OBSERVAS LA BIEN CONSTRUIDA ESTACIÓN DE VIGILANCIA.
¿QUIÉN LA HABRÁ CONSTRUIDO?, TE PREGUNTARÁS.
QUIZÁS HAYA SIDO AQUEL TAN FAMOSO GUARDIA REAL.
NOTA: AÚN NO TAN FAMOSO GUARDIA REAL."
Casi pudo escuchar a Papyrus, diciendo con orgullo cada palabra.
"... Mejor no decir nada".
Siguiendo su camino por aquel bosque, la pequeña se encontró con otra estación de vigilancia, diferente a la que había visto con Sans y Papyrus: éste tenía una adorable cara de perro en el frente del techo y se encontraba cerrada de la parte de atrás, dándole más la apariencia de una casita para perros; sobre el mostrador, había una campana para llamar a su ocupante y, pegado en la pared de fondo, había un cartel de "SE BUSCA".
Varios pasos antes de llegar a la estación, la niña se había detenido a leer un letrero: "Absolutamente NO MOVERSE", decía. Naturalmente, aquello había dejado confundida a la niña, hasta el momento en que puso pie frente a la estación.
Un perro, de pelaje blanco y negro y del tamaño de un hombre, asomó desde el interior, mirando de un lado a otro con sospecha, mientras sus orejas puntiagudas trataban de detectar algún sonido. Éste estaba parado sobre sus patas traseras y, asimismo, vestía una camisa rosada sin mangas, con la misma cara del letrero estampado en su pecho.
No se podía decir nada más de su apariencia, ya que el mostrador lo impedía.
Su nombre era Doggo, según le informó la otra.
Doggo: ¿Algo se ha movido? ¿O habrá sido mi imaginación?
Al recordar que hay monstruos en busca de humanos, la niña se retuvo de saludarle y empezar a acariciarlo.
Doggo: *¿Murmurando para sí?* Sólo puedo ver cosas que se mueven.
"Será fácil burlarlo, entonces".
Doggo: Si ALGO se estuviera moviendo... Por ejemplo, un humano... ¡Me aseguraría de que jamás se moviese de nuevo!
"Muy bien, sólo tienes que permanecer inmóvil por unos segundos, entonces, yo-¡¿Pero qué haces?!"
Apenas su alma había dado indicios de aparecer, la niña acercó su mano lentamente a la cabeza del monstruo, fallando en percatarse de las dagas que Doggo estaba listo para usar.
Viendo al perro mostrarse sospechoso de sus movimientos, decidió hacer caso al reciente consejo y se quedó quieta, hasta ver cómo, poco a poco, comenzaba a calmarse.
*Fue en aquel instante en que su guardia estuvo baja, que ella aprovechó para acariciar su cabeza.
Doggo: ¡¿QUÉ?! ¡A-algo me ha acariciado!
Ella tuvo que contener la risa ante la divertida expresión de confusión que mostró aquel centinela. No perdió tiempo y volvió a acariciarlo, una y otra vez.
Doggo no tenía idea de lo que estaba pasando.
"Veamos… 'Doggo'... ¡¿Es en serio?!"
La pequeña ignoraba todo lo que la otra decía (o hacía).
Cuando finalmente las caricias pararon, Doggo volvió a introducirse dentro de su estación, murmurando algo de "necesitar galletas de perro".
…
A pocos pasos de ahí, se podían encontrar dichas galletas olvidadas en el suelo... fumadas.
...
"¿Me puedes explicar por qué acariciaste a tu enemigo?"
Le respondes, simple y sencillamente, que porque te gustan los perros.
[-w-]
"Claro", apuntó la voz con sarcasmo. "¿Por qué no acariciar a los monstruos que traten de matarnos?"
sans: oye, niño.
Al no haber visto a Sans por el sendero, el que te haya hablado de la nada casi hace que tu corazón se pare.
Tras recuperarte del susto, le devuelves a Sans el saludo.
sans: lo siento, no quería asustarte. no sé por qué siempre se que quedan 'helados' al verme.
"Ja, ja. Muy gracioso"
sans: de cualquier manera, ¿que tal te ha ido con Doggo?
Le dices a Sans que lograste pasarlo con tan sólo acariciarlo.
sans: sí, tendrá sus defectos, pero sigue siendo un buen 'perro guardián'.
Aquello logra sacar una risita tuya y un gruñido de la otra.
sans: pero, hablando en serio, hay una cosa importante que debes saber.
sans: mi hermano posee un ataque muy especial.
Procuras poner especial atención a esta nueva información.
sans: si ves un ataque azul, no te muevas y no te hará daño.
Asientes de entendido.
sans: hay una manera fácil de recordarlo: imagina una señal de alto. cuando ves una señal de alto, te detienes, ¿cierto?
Asientes de nuevo.
sans: las señales de alto son rojas, así que imagina una señal azul en su lugar.
sans: simple, ¿verdad? cuando pelees, piensa en señales de alto amarillas.
Espera, ¿no había dicho "señales azules"?
[...]
Le agradeces a Sans por su consejo y te dispones rápidamente a seguir adelante. Aquello, sin embargo, resultó en que resbalaras y cayeras de espaldas por el hielo que cubre parte del camino.
Te deslizas por la fría superficie lentamente y no haces ningún esfuerzo por levantarte hasta no detenerte; durante el trayecto, alcanzas a ver un letrero que llama tu atención. Una vez llegado al otro lado del hielo, te incorporas y das la vuelta para intentar leer el letrero, pero, al hacerlo, te das cuenta de que Sans ya no está.
[...]
"¿Tal vez se fue por el otro camino?".
A tu derecha, hay un segundo camino que puedes tomar, el cual se perdía entre los árboles.
Decides que primero vas a leer el letrero.
Siendo la primera vez que patinas (o al menos eso crees), te tambaleas continuamente, sin poder conservar el equilibrio.
"Ya habías ignorado letreros en las Ruinas", refunfuñó la voz.
Es cierto, pero, en aquellas ocasiones, los letreros estaban escritos en un lenguaje que desconocías: por esa razón los pasaste por alto. Este, por el contrario, parecía estar escrito en tu idioma.
"..."
…
Aunque un poco tardado, finalmente logras alcanzar el letrero, apoyándote en él para no caer. Este dice:
"Norte: Hielo.
Sur: Hielo.
Oeste: Hielo.
Este: Pueblo Snowdin… y hielo.
[...]
"No valió la pérdida de tiempo".
Bueno, al menos ya saben que hay un pueblo cerca…
…
"No tenías que hacerlo, ¿sabes?".
…
"Será un desperdicio de espacio si no piensas usarlo".
Tratas de ignorar a la voz y sus comentarios sobre el pedazo del Muñeco de Nieve. Ya hiciste una promesa y planeas cunplirla: llevar este pedazo lo más lejos que puedas.
Sigues caminando para toparte de nuevo con Sans y Papyrus por un sitio sin árboles y con parte del suelo descubierto (formando un cuadrilátero), de modo que te separaba de ellos.
Estaban discutiendo otra vez.
PAPYRUS: ¡ERES TAN FLOJO! ¡ESTUVISTE TOMANDO UNA SIESTA TODA LA NOCHE!
sans: creo que a eso se le llama… 'dormir'.
PAPYRUS: ¡EXCUSAS, EXCUSAS!
No tardaron en percatarse de tu presencia, por lo cual Papyrus cambió su ceño fruncido por una mueca de entusiasmo, mientras Sans… Bueno, él seguía igual.
PAPYRUS: ¡OH-HO! ¡EL HUMANO HA LLEGADO!
PAPYRUS: EN ORDEN PARA PARARTE… ¡MI HERMANO Y YO HEMOS CREADO ALGUNOS PUZZLES!
PAPYRUS: CREO QUE ENCONTRARÁS ÉSTE… ¡ALGO ELECTRIZANTE!
Sin embargo, el lugar estaba escaso de algún puzzle. Aquello te da muy mala espina.
PAPYRUS: ¡PARA QUE LO VEAS, ESTE ES EL LABERINTO ELÉCTRICO INVISIBLE! *Gritó con orgullo*.
"¡¿QUÉ?!".
De algún parte, el alto esqueleto sacó una esfera azul reluciente.
PAPYRUS: ¡CUANDO TOQUES UNA DE LAS PAREDES DE ESTE LABERINTO, ESTE ORBE TE ADMINISTRARÁ UNA FUERTE SACUDIDA!
Papyrus te explicaba con una voz enérgica, llena de entusiasmo… No podías compartir el mismo sentimiento.
PAPYRUS: ¿SUENA DIVERTIDO?
"¡No!"
PAPYRUS: ¡PORQUE...! *Un tanto inseguro* LA CANTIDAD DE DIVERSIÓN QUE PROBABLEMENTE TENGAS… ES EN REALIDAD BASTANTE PEQUEÑA, CREO.
Un poco más convencido, dijo:
PAPYRUS: DE ACUERDO, PUEDES IR ADELANTE AHORA.
A pesar de tu preocupación de ser electrocutada, estás determinada a llegar al otro lado del laberinto, por lo que das unos pasos hacia adelante, sólo para chocar con una de las paredes invisibles. Sin embargo, quien recibió la descarga fue Papyrus, dejándolo humeante y con ojos desorbitados (está de más decir que te sorprende que posea unos).
[?]
PAPYRUS: *Estampando su pie contra el suelo, molesto* ¡SANS! ¡¿QUÉ HAS HECHO?!
Sans, por otro lado, permanecía en completa calma.
sans: creo que es el humano quien debe sostener el orbe.
PAPYRUS: *Ya calmado* OH. DE ACUERDO.
Papyrus cruzó el laberinto sin problema–al hacerlo, dejó marcado el camino con sus huellas–, llegando a tu lado en unos instantes para "ofrecerte" el orbe.
PAPYRUS: ¡SOSTÉN ESTO, POR FAVOR!
Extiendes tus manos para recibirlo, pero el esqueleto, en su lugar, lanzó el orbe por el aire y se apresuró a regresar a su puesto. Justo en el momento en el que éste llega con su hermano, el orbe aterriza perfectamente sobre tu cabeza.
[...]
Decides dejarlo ahí.
PAPYRUS: ¡DE ACUERDO, INTÉNTALO AHORA!
Siguiendo los pasos de Papyrus, fue cuestión de segundos para cruzar el laberinto, y, por alguna razón, esto pareció dejar perplejo al esqueleto.
PAPYRUS: ¡INCREÍBLE! ¡CARACOL ESCURRIDIZO!
Aquello no lo dijo con desprecio o disgusto, sino más bien con una pizca de admiración y asombro.
PAPYRUS: ¡LO HAS RESUELTO TAN FÁCILMENTE!...
Algo decepcionado, añadió en un murmullo (más para sí):
PAPYRUS: DEMASIADO FÁCILMENTE...
PAPYRUS: ¡SIN EMBARGO!
PAPYRUS: ¡EL SIGUIENTE PUZZLE NO SERÁ TAN SENCILLO! ¡ESTÁ DISEÑADO POR MI HERMANO SANS!
Le diriges a Sans una mirada de sospecha y él sólo se limita a encogerse de hombros… Es difícil saber lo que siente si siempre está sonriendo de aquella forma…
PAPYRUS: ¡SEGURAMENTE ESTARÁS CONFUNDIDO!
PAPYRUS: ¡SÉ QUE YO LO ESTOY!
Papyrus nuevamente se marcha rápidamente del lugar, soltando la misma risa de antes, pero, en lugar de ir tras él, te dispones a hablar con Sans, quien se había quedado como la vez anterior… No sin antes dejar el orbe en el suelo.
sans: hey, gracias. mi hermano parece estar divirtiéndose.
Es bueno escuchar eso.
sans: por cierto, ¿has visto ese extraño traje que está vistiendo?
[?]
sans: lo hicimos unas semanas atrás para una una fiesta de disfraces.
sans: no ha vestido nada más desde entonces… sigue llamándolo su "cuerpo de batalla".
[^-^]
A pesar de estar discutiendo todo el tiempo, se ve que ambos se quieren y se preocupan por el otro. Piensas que son afortunados de ser hermanos.
sans: hombre, ¿no es mi hermano genial?
[Ambos lo son…]
"Sí, sí. Si ya acabaste con esta inútil conversación, es mejor que sigas moviéndote".
Te despides de Sans y avanzas unos cuantos pasos, dando un último vistazo hacia atrás, pero…
Sans ya no está.
Cruzando un pequeño puente y dando un vistazo a tu alrededor, te das cuentas que te hallas rodeada de precipicios, mientras el bosque y la nieve se extienden hacia el horizonte, decorando hasta la punta de altas montañas. Y, de no haberlo sabido, habrías confundido el techo inalcanzable de la caverna con el manto nocturno; la única diferencia es que no hay luna ni estrellas…
…
Luego de llegar al otro lado, ubicas un puesto ambulante, dirigido por un conejo antropomórfico de pelaje azul, el cual vestía una camisa amarilla y tirantes rojos (mismos colores del carrito y su sombrilla); éste andaba descalzo (como la mayoría de los monstruos con los que te habías topado hasta ahora) y un flequillo sobresalía de su cabeza.
En aquel momento, se apoyaba sobre su carrito, mientras mantenía sus ojos cerrados, sus orejas caídas y un rostro de decepción.
"Tal vez sea mejor dejarlo. Podría querer estar solo", sugirió la otra. "Además, ya no debemos perder más tiempo".
Oyes al vendedor murmurar algo, pero no alcanzas a entenderle. No estás segura si debas…
Justo en ese momento, tu estómago decide gruñir con fuerza, alertando al otro de tu presencia… y de tu hambre.
[O_O]
"Bueno, esto es incómodo".
Vendedor: ¡OHHH! ¡Un cliente!
[...]
Sus largas orejas se alzaron y su humor parecía haber mejorado. Algo avergonzada, te acercas a él y puedes notar como sus ojos centellean de alegría.
Vendedor: ¡Hola! Veo que tienes un poco de hambre.
Asientes, cabizbaja.
Vendedor: No tienes de qué avergonzarte. Seguramente vienes de muy lejos, ¿no es así?
[...]
Vendedor: ¡Bueno, no hay nada mejor que un Nice Cream con un clima como este!
Vendedor: ¡Es la delicia congelada que calienta tu corazón! Ahora a sólo 15G.
Tu estómago vuelve a gruñir.
Si bien el clima no es exactamente el apropiado para algo frío, no podrás seguir adelante con el estómago vacío. Además, sólo tienes la tarta de Toriel–que te niegas a comer ahora por su valor sentimental–y un caramelo que no logrará saciar tu hambre.
Está decidido, entonces: le entregas al monstruo el dinero, para luego recibir un helado con una carita sonriente en el envoltorio, el cual te apresuras a quitar para darle una probada.
[...]
Sabe a mora azul.
Continuas saboreando el helado con una sonrisa en tu rostro y aquello parece ser suficiente para alegrar el día al antes frustrado vendedor.
Él te pide de pronto que leas el reverso del envoltorio, el cual lleva un cumplido: "Te ves bien hoy".
Es sencillo y corto, pero crees que sería apreciado por cualquiera.
...
Dos estaciones de vigilancia que se erigían en una colina, apartados del sendero, lograron captar tu atención desde que los avistastes a lo lejos. Las estaciones son iguales a las de Doggo, excepto que éstas no llevan ocupante. Entre el espacio que las separa, se encuentra un letrero:
"Calificación de peligro de olor.
(Algunas de las palabras estaban escritas de cierto color.)
Olor de nieve-Muñeco de nieve.
Clasificación BLANCA. Puede volverse clasificación AMARILLA.
("Ewww".)
Olor no sospechoso-Perrito.
Clasificación AZUL. Olor de rodar por el suelo.
Olor extraño-Humano.
Clasificación VERDE. (Por alguna razón, éste último estaba escrito en rojo.) ¡Destruir a toda costa!".
[...]
"... Es obvio que no somos bienvenidas aquí".
…
Patada. Rebote. Patada. Rebote. Rebote…
Se derritió.
"No deberías perder el tiempo con ESTO", te regañó.
Tratas de bloquear la voz que resuena dentro de tu mente, pero es inútil.
Volviendo sobre tus pasos, te encuentras en un tramo del sendero más amplio, sin árboles alrededor y tierra descubierta. Con unas vueltas a la izquierda y a la derecha, un hoyo aguarda al final del campo improvisado, en cuyo punto de partida alguien había dejado una bola de nieve del tamaño de un balón de fútbol.
Entonces, te dispusiste a jugar un rato e intentar meter la bola en el hoyo, pero la tarea resultó más complicada de lo que parecía al principio: con el tiempo, la bola se derretía y patearla demasiado fuerte haría que se deshaga. Además, en la última vuelta para llegar al hoyo, hay hielo que te dificulta poder patearla a gusto y haciendo que se derrita más rápido.
"Podrías simplemente tomar la bola y meterla", sugirió, claramente irritada por el tiempo que te ha tomado esto.
Algo indignada, le dices que aquello sería hacer trampa.
Varios intentos más tarde, logras meter la bola dentro del hoyo y, al instante siguiente, surge una bandera morada, la cual tenía una bolsita con 2G y algo escrito en la bandera:
"MORADO-Incluso cuando te sientes atrapado, tomas nota y alcanzas la 'Bola'".
¿Qué significa?
"... (Perseverancia)".
[?]
sans: buena esa, niño.
Por tercera vez este día, el corto esqueleto estaba parado detrás de ti, logrando espantarte.
sans: lo siento, chico. no pretendía 'sacudir tus huesos'.
Le dices a Sans que está bien, que no tiene importancia.
Tras calmar los latidos de tu corazón, le preguntas qué hace aquí.
sans: nah. *Encogiéndose de hombros* no mucho. ¿qué hay de ti?
Le cuentas a Sans sobre el vendedor de Nice Cream.
sans: sí. lleva andando su negocio desde hace un tiempo…
sans: ¿sabes? he estado considerando vender comida también.
"¿De verdad?".
Le dices a Sans que te gustaría ser su primer cliente.
sans: bueno. ¿qué me dices de comprar un poco de nieve frita? serían sólo 5G.
Pese a lo extraño de la oferta, le respondes que sí.
sans: ¿he dicho 5G? quise decir 50G.
"NO".
[...]
Bueno, el precio es más alto, pero podrías recuperar el dinero en tu camino hacia Snowdin ("Suponiendo que haya más monstruos intentando matarte"). Además, es para apoyar a un amigo, ¿no?
"¿Realmente puedes considerarlo un amigo?".
Ignorando esto último, le dices a Sans que comprarás.
sans: *arqueando una ceja metafórica* ¿en serio? ¿que tal 5000G?
"¡Vete al…!" (Previniendote a todo, bloqueas esa última palabra).
Es un precio exagerado, tienes que admitirlo, por lo que lo rechazas esta vez.
sans: tienes razón, todavía es muy bajo.
[...]
Concluida la pequeña "discusión", decides seguir adelante junto con Sans. Pasó poco tiempo para entrar de nuevo al bosque y toparte de nuevo con Papyrus y… ¿Sans?
Volteas y el esqueleto ya no estaba donde debía estar hace unos segundos.
"¡¿Cómo?!"
Ignorando tu confusión, Papyrus no demoró en comenzar a hablar:
PAPYRUS: ¡HUMANO! ¡ESPERO QUE ESTÉS PREPARADO PARA…!
El esqueleto calló, al darse cuenta de que algo importante faltaba.
PAPYRUS: ¡SANS! ¡¿DÓNDE ESTÁ EL PUZZLE?!
sans: está justo ahí. en el suelo.
Sans apuntó a una hoja de papel tirada en medio del camino.
sans: confía en mí. no hay manera de que pase ésta.
"Oh, ya lo veremos".
Levantas la hoja y la examinas: es una "Sopa de Letras para Niños Monstruo", en cuya izquierda se ve la ilustración de un cubo de hielo con rostro canino, llamado Ice-E, quien pedía ayuda a los niños para resolver el puzzle (y parecía comenzar a derretirse). Debajo de la sopa, estaban las palabras que debías que buscar.
Estás segura que en ningún idioma "giasfclfebrehber" es una palabra, ni siquiera puede pronunciarse… ¿Y quien incluye la palabra "cigarros" en una sopa de letras para niños?
"¿Realmente estás considerando resolverlo?".
[...]
"Porque, en primer lugar, no tienes un lápiz. Y, en segundo lugar, no se puede resolver".
[?]
"*Suspiro* Mira la primera línea".
De inmediato descubres la palabra impronunciable, pero…
[...]
"giasfclfubrehber"
… Probablemente otra broma.
"Es más bien un error del editor. Aunque insignificante, el crucigrama no se puede resolver por este 'tecnicismo'".
...
Dejas el papel en el suelo y, al verte, Papyrus se dirige indignado a su hermano:
PAPYRUS: ¡SANS! ¡ESO NO HA HECHO NADA!
sans: whoops.
Sans se encogió de hombros, restándole importancia.
sans: sabía que debí haber usado el crucigrama de hoy en su lugar.
PAPYRUS: ¡¿QUÉ?! ¡¿CRUCIGRAMA?!
PAPYRUS: ¡NO PUEDO CREER QUE HAYAS DICHO ESO!
"Yo no puedo creer que vayan a discutir por eso".
PAPYRUS: EN MI OPINIÓN… JUNIOR JAMBLE ES SENCILLAMENTE EL MÁS DIFÍCIL.
Por primera vez ese día, la sonrisa de Sans se torció levemente y dirigió una mirada cuestionante a su hermano.
sans: ¿qué? ¿en serio, amigo? ¿ese revoltijo de letras facilísimo?
sans: eso es para huesos bebés.
PAPYRUS: *con una mirada estrecha* IN. CREÍBLE.
Justo después de decir esto, Papyrus se dirigió a mirarte, tomándote desprevenida:
PAPYRUS: ¡HUMANO! ¡RESUELVE ESTA DISPUTA!
PAPYRUS: ¿CUÁL ES MÁS DIFÍCIL?
[...]
¿Cómo se supone que lo sepas?
"¿Alguna vez has hecho alguno de los dos?".
Le dices (mentalmente) que sabes lo que son, pero nunca antes habías intentado resolverlos… Al menos, no recuerdas haber resuelto uno.
Los esqueletos, mientras tanto, aguardan pacientemente por tu respuesta.
"Bueno, yo creo que el crucigrama es el más difícil".
Pero Papyrus…
"Escucha, no me importa lo que decidas, siempre que sea rápido", apremió.
[...]
Si apoyas a Papyrus, tal vez deje de intentar capturarte. Además, no crees que a Sans le importe tu elección…
*Le respondes a los esqueletos: jumble.
Papyrus irradiaba de alegría.
PAPYRUS: ¡JA! ¡JA! ¡SÍ!
PAPYRUS: LOS HUMANOS DEBEN SER MUY INTELIGENTES, SI ELLOS TAMBIÉN ENCUENTRAN EL JUNIOR JUMBLE TAN DIFÍCIL.
PAPYRUS: ¡NYEH! ¡HEH! ¡HEH! ¡HEH!
Papyrus celebró un poco de la emoción, antes de marcharse.
Te diriges a hablar con Sans nuevamente.
sans: gracias por decir junior jamble para apaciguar a mi hermano.
Parece que todo el mundo salió satisfecho al final.
sans: ¿sabes? ayer se quedó atorado tratando de "resolver" el horóscopo.
Dejas escapar una risita y le dices a Sans que Papyrus es único.
sans: je. claro que lo es.
...
Yendo tras los pasos del alto esqueleto, arribaste a un pequeño claro, donde encuentras una mesa al lado del camino, en la que reposa un apetecible plato de espagueti con una nota al lado.
Es una nota de Papyrus:
"POR FAVOR, DISFRUTA DE ESTE ESPAGUETI".
Al final de la hoja, añadía:
"(¡POCO SABES DE QUE ESTE ESPAGUETI ES UNA TRAMPA, DISEÑADA PARA TENTARTE!
¡ESTARÁS TAN OCUPADO COMIÉNDOLO, QUE NO TE DARÁS CUENTA DE QUE NO ESTÁS PROGRESANDO!
COMPLETAMENTE ENGAÑADO POR EL GRAN PAPYRUS.)
NYEH. HEH. HEH.
PAPYRUS".
[...]
Tomas entre tus dedos el tenedor clavado en el espagueti, queriendo probarlo, pero ni siquiera puedes sacarlo: el platillo ha estado tanto tiempo afuera que se ha quedado congelado. Ahora, está pegado a la mesa.
Unos cuantos metros a la derecha, hay un microondas sobre otra mesa. Sin embargo, al no haber donde enchufarlo, es completamente inservible; lo más extraño es que todas las opciones decían "Espagueti".
[...]
Al dar un vistazo a una gran roca, te das cuentas de un pequeño agujero por el cual asoma un ratón.
Parece tener la vista en el espagueti.
[...]
Tienes una sensación de deja vú.
Te preocupa que éste y el ratón de las Ruinas no pueden hacerse con la comida, tan cerca, pero lejos de su alcance…
Pero…
Confías en que ellos hallarán la manera de sobrevivir.
"Sí… Tu también deberías enfocarte en mantenerte con vida".
[-u-]
De repente, la misma luz de antes aparece al lado de la mesa del espagueti. La tocas y se muestra el mensaje:
"Sabiendo que algún día, el ratón hallará la manera de calentar el espagueti…
Te llena de determinación"
Sonríes.
Si eso es posible... tal vez puedas regresar a la superficie algún día.
Pero todavía tienes un largo camino que recorrer.
*Encuentro Aleatorio
*Acariciar.
*Acariciar.
*Acariciar.
*Acariciar.
"¡DEJA DE ACARICIAR A ESE PERRO!"
[Nope -w-]
*Lesser Dog ha llegado donde ningún perro ha llegado antes.
Quería decirles que pienso modificar en la introducción y el primer capítulo, además de cambiar un detalle del cuarto capítulo (cuando la niña abandona las Ruinas) y poner el "bonus" antes de este.
Podría decirse que sólo los "retocaría", por lo que no será necesario que los lean. Estos capítulos dirán: "[Revisado y editado]" al principio.
Bueno, creo que es todo.
¡Estoy de regreso, motivada y llena de DETERMINA-GAH! *Un cuchillo se clava en la espalda de la autora*
*GAME OVER
X: *Mirando hacia los lectores* Creo que hablo por todos cuando digo que era lo menos que se merecía.
X: ¡Y antes de que digan algo, iba decir "Infierno", no lo otro!