Adiós

La vida sigue, había dicho alguien que no sabía lo que era el dolor de la ausencia ni lo duro que es en realidad el dejar ir el pasado. Sé fuerte, le dijo alguien la fatídica tarde que tuvo que despedirse de ella para siempre. ¡Déjala ir! gritó la mejor amiga de su amada a través de una puerta que se negó a abrir desde que se encerró en su habitación luego del funeral, hace semanas.

Tiempo después nadie le dijo nada más, porque Natsume Hyuga se fue sin despedirse de ninguno de sus amigos tan solo cuatro meses después de la muerte de Mikan Sakura. ¿Qué sentido tenia vivir en un lugar que en cada rincón contenía recuerdos de algo que ya no podía ser?

A lo lejos, mientras él cruzaba libremente la puerta del frente de la Academia Alice sin mirar una sola vez hacia atrás, unos ojos azules le contemplaron con tristeza inmensa. Ruka Nogi fue consciente de que probablemente nunca volvería a ver a su mejor amigo, y aun así le dejo ir, Natsume tenía demonios nuevos a los que enfrentarse y nadie podía ayudarlo esta vez, al menos no en ese momento.

La sombra de un águila se proyectó por encima de Natsume, y este percatándose de ello, agradeció silenciosamente a su amigo por la despedida.

─ Adiós… ─ murmuró deteniéndose un momento, la brisa mecía su cabello negro, y él intentaba que la voz no se le quebrase ni que las lágrimas saliesen otra vez ─ adiós a todos.
Su presencia se perdió en la distancia, al mismo tiempo que su esperanza de algún día superarlo todo y ser capaz de volver.

Al otro lado de la muralla, Ruka era reconfortado por una mano en su hombro, Hotaru Imai le estaba demostrando que, efectivamente, ahora era su mejor amiga, y estaba ahí para él. En especial que ahora ambos habían perdido a dos grandes amigos.

Continuara...