Este fic participa en el minirreto de febrero para La Copa de la Casa 19/20 del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black

Mi primer Wolfstar. Espero no decepcionar a nadie.

Mil gracias a Kisshu por su revisión y sus amables palabras 3


—¿Era verdad?

—¿Qué, Sirius? —preguntó Remus sin siquiera levantar la vista del libro que estaba leyendo.

—Lo que dijiste en la fiesta.

—Dije muchas cosas, Canuto. Aunque me sorprende que recuerdes algo, teniendo en cuenta la cantidad de Whisky de fuego que habías tomado.

—¡Muy gracioso! —Sirius se burló lanzándole a su amigo una Quaffle de peluche, que Remus esquivó con una simple inclinación de cabeza—. Me refiero a lo que dijiste durante ese juego muggle que nos enseñó Lily: truco o verdad.

—Prueba o verdad.

—¡Eso! —exclamó Sirius, descontento porque le corrigiera. Tras ello, con una sonrisa pícara, añadió—: Dijiste que nunca habías besado a nadie.

Tras esas palabras, se instauró un pesado silencio en el dormitorio de Gryffindor. Remus maldijo a Frank Longbottom por contraer viruela de dragón que lo tendría hospitalizado una semana, maldijo a Peter por haber tenido un antojo nocturno que lo hizo salir de la habitación a las dos de la mañana y maldijo a Cornamenta por haberlo acompañado. En definitiva, maldijo a todos los que lo habían puesto en aquella incómoda situación: solo, con su mejor amigo, teniendo una conversación de la que no quería ser partícipe.

—Yo tampoco he besado a nadie.

Remus finalmente apartó los ojos de su libro y le dirigió a Sirius una mirada que reflejaba algo parecido a la traición.

—¿Es esta tu forma de burlarte de mí? ¿Pretendes que crea que el gran Sirius Black, el "hombre de las damas" nunca ha besado a nadie?

Sirius se pasó la mano por su largo cabello, suspiró profundamente y se levantó de su cama para sentarse en la de su amigo. Le puso las manos a ambos lados de la cara y posó su mirada en sus ojos, ignorando las cicatrices que le cubrían el rostro.

—Lunático, no sé cómo se siente un primer beso, pero sé a quién quiero dárselo.

Remus, aturdido por las repentinas acciones de su amigo, solo pudo abrir los ojos con sorpresa, mientras notaba el roce de unos labios contra los suyos.

—¿Acabas de…?

—Si —respondió Sirius satisfecho, guiñándole un ojo—. Y volveré a hacerlo.

No hace falta decir que cumplió su promesa.


—¡No os imagináis lo cerca que estuvo Filch de pillarnos!

—Cornamenta tiene razón. Tuvimos que esperar a que terminara sus rondas en…—Colagusano se detuvo de golpe confundido—. ¿Lunático, por qué llevas la camiseta de Canuto?


Y fin.

Nunca había escrito sobre esta pareja, pero tengo que decir que me cuadran xD No me costaría creer que tuvieron algo ;)