A/N: Hace 2 días con un fic de 4 folios ya preparado como regalo (y ahora ya publicado), mi hermana me pidió otra cosa para su cumpleaños. Y dos días después con muchas horas de sueño atrasadas aquí está. Espero que cumpla tus espectativas MC, feliz cumpleaños again! xD
Este es un fic AU basado en la idea de que las personas ven toda la vida en blanco y negro hasta que conocen a su alma gemela, que es cuando empiezan a ver en colores. He modificado la idea original un poco, para que me resultara más creible.
Está situado al final de la temporada dos, sin que ningun monolito se tragara a nadie xD En este universo la cena que Fitz le propone a Simmons en la Season 2 Finale es una realidad; justo cuando vuelven de la misma empieza esta historia.
Espero que os guste.
- Ojalá hubiéramos hecho esto antes.
- ¿Cuándo toda la Academia pensaba que lo hacíamos, por ejemplo?
- Sí, por ejemplo – contestó Jemma con una sonrisa amplia y mirando a su acompañante embobada.
Habían pasado una velada estupenda. Cualquier miedo que pudiera tener sobre la vestimenta que debía llevar o sobre los temas de los que podrían hablar ahora era una total tontería. Fitz no había sido otra cosa que encantador desde que se habían sentado a cenar y ahora sus ojos azules la miraban de una forma que…
Espera. ¿Azules?
Jemma pestañeó un par de veces para aclararse la vista. Después de ver casi 30 años en blanco y negro, era normal que uno empezara a distinguir tan bien la escala de grises que diferenciara los colores. Además era tarde y el calor que sentía en sus mejillas le indicaba que había bebido un poco más de vino del que debería.
- Creo que voy a… Bueno mañana hay que levantarse pronto – empezó Fitz nervioso, señalando la siguiente puerta del pasillo, que era la de su habitación.
Viendo que Fitz no parecía encontrar la forma adecuada de despedirse, Jemma decidió sacarle de su agonía rodeando su cuello con una mano y dándole lentamente un casto beso en la mejilla. Cuando volvió a mirarle, sus orejas estaban medio tono más oscuras; eso la hizo sonreír orgullosa.
- Buenas noches Fitz – susurró Simmons, girándose para abrir la puerta.
Pero antes de conseguir entrar en la habitación, una mano la agarró por el brazo la y la volvió a girar, un segundo antes de que los labios de Fitz hicieran contacto con los suyos en un beso dulce que duró mucho menos de lo que ella habría deseado. Cuando abrió los ojos volvió a quedarse helada porque ahí estaban, los ojos de Fitz de un azul claro que podría estar mirando toda la vida sin cansarse.
- Buenas noches Simmons – añadió su compañero con una pequeña sonrisa antes de dirigirse a su habitación.
Cuando recuperó el control sobre sus extremidades, Jemma entró en su habitación y empezó a prepararse para dormir, con una lentitud muy fuera de lo común en ella.
Había leído muchísimas cosas sobre el cambio a la vista en color; había analizado estudios y había escuchado a aquellos que lo habían conseguido narrar mil cosas. Pero jamás se habría imaginado nada tan hermoso como ese azul claro y verdoso que le había robado el corazón.
Sin duda era una ciencia muy inexacta. Muchos lo experimentaban nada más conocer a su alma gemela, otros progresivamente cuando se enamoraban de la misma; y otros muchos… al primer beso. Sin embargo ella ahora seguía viendo normal, solo los ojos de Fitz parecían haber despertado algo en su visión. ¿Estaría empezando a enamorarse de él e irían apareciendo los colores de forma progresiva? No parecía que fuera el caso. Si las mariposas que llevaba un año sintiendo cada vez que le veía eran prueba de algo, era de que lo que sentía llevaba tiempo creciendo dentro de ella. Y si era de aquellos que adquirían los colores al primer beso, ¿no debería haberla deslumbrado el color al separarse sus labios?
Todo esto era muy confuso.
¿Y Fitz? ¿Habría visto algo también? No le había parecido verlo asombrado o alterado en forma alguna. Pero si él era su alma gemela, ella tenía que ser la suya también ¿verdad? No había opción intermedia.
Jemma respiró hondo y se metió entre las sábanas pensando que lo más fácil era que cuando se despertara al día siguiente, todo hubiera sido culpa del vino. Cuando estuvo cómoda, cerró los ojos reviviendo su primer beso con Fitz.
Esa fue la primera noche que Jemma Simmons se quedó dormida pensando en el color azul de los ojos de su alma gemela.
¿No lo he mencionado? El fic tendrá 3 pequeños capítulos ;)
Gracias por leer!