Bleach y sus personajes no me pertenecen, son creación del gran y un poco odiado Tite kubo, yo solo tome a los personajes para hacer esta historia.

Hola! Gracias a todas (os) los que entran a leer el fic, a los que dejan review, y a los que lo ponen en fav o follow.

El capítulo pasado estábamos en medio de la pandemia, espero que todos sigan bien de salud, y aunque ahora se ha ido controlando la situación, pero sigue habiendo riesgos, así que por favor ¡CUÍDENSE!

En relación a la historia, sé que tuvo un giro un tanto inesperado, pero como que me gusta darle un poco de acción a las historias, aunque puede que sea un poco forzado, me gusta cómo va quedando, y espero que les guste a ustedes también, cada vez nos vamos acercando más al final, espero subir más capítulos antes de que se acabe el año, pero no prometo nada, porque tiendo a ocupar toda mi inspiración para un capítulo y después sufro como una sequía por largos periodos, quisiera ser más constante, pero mi mente no funciona según mis requerimientos, es como que tiene vida propia, y se toma largos periodos para vagar. Sin más que agregar, aquí el capítulo, espero lo disfruten y nos leemos en el siguiente.

Frase: "Pero, a pesar de todo, procuré no concentrarme en las cosas buenas. Porque las cosas buenas son las que te vuelven loco cuando las extrañas ¿sabes?"

Capítulo 24

Luego de terminar nuestro almuerzo, nos despedimos y cada cual siguió su camino, ella iba a visitar a una amiga y yo debía volver a Tokyo.

Intenté dormir un poco durante mi viaje de regreso, sin embargo, lo que Tatsuki me había dicho me seguía dando vuelta en la cabeza. Dentro de mí era plenamente consciente de que Rukia en algún momento volvería a su vida fuera de Japón, pero hasta que no lo escuché en voz alta no lo había asimilado, en un par de días se iría otra vez y no la volvería a ver, porque si algo me había quedado claro estos días, era que ella nunca esperó encontrarse conmigo y se aseguraría de que no volviera a ocurrir, pero ¿era eso algo que debía importarme? Si ella se iba significaba que yo volvería a tener tranquilidad, volvería a la vida que había construido en estos años, eso debía ser algo bueno ¿verdad? Entonces ¿por qué sentía que mi garganta se apretaba al pensar en eso? Tras la conversación que había tenido con Tatsuki una duda se había plantado en mi cabeza ¿Sería posible que hubiera otra razón por la cual Rukia se había ido hace 7 años? Durante las interacciones que habíamos tenido estos pocos días, ella me había vuelto a decir que no sentía nada por mí, y le había creído, incluso habría dado el tema por terminado, si no la hubiera visto llorar frente a la tumba de mi madre, era la primera vez desde que nos habíamos reencontrado que la veía tan vulnerable, por un momento fue como si el tiempo hubiera retrocedido y fuera la misma persona que había amado, porque al mirarla pude ver una profunda tristeza en sus ojos, por esos pocos segundo sus barreras cayeron y volvió a ser la Rukia que había conocido, MI Rukia, al parecer dentro de ella aún vivía la mujer de la cual me había enamorado, la Rukia que estaba seguro que me había amado, pero eso se contradecía con lo que salía de su boca, entonces ¿Cuál era la verdadera Rukia? ¿La que me decía de frente que no sentía nada por mi o la que se tomaba el tiempo de venir hasta la tumba de mi madre a dejarle flores? Cuando se había ido hace 7 años se encargó de que no pudiera hablar con ella, si solo había dejado de amarme podría habérmelo dicho a la cara, hubiera dolido de igual forma, pero por lo menos hubiera actuado como siempre lo había hecho, plantándole cara a los problemas, lo cual por lo que dijo Tatsuki siguió haciendo después de dejarme, entonces ¿por qué conmigo había sido diferente? ¿de verdad había existido otra razón para que actuara así? Podría ser una esperanza inútil, pero ahora que la duda había sido plantada, no podía quedarme con la idea dando vueltas en mi cabeza, tenía que hacer algo antes de que fuera muy tarde, y la única que podía responder a mus preguntas era la ojivioleta, pero si no actuaba rápido volvería a desaparecer de mi vida.

El resto de la tarde lo pasé en una completa indecisión, y como no sabía que camino tomar, pensé en hacer una lista de pros y contras.

Contras de hablar con Rukia

- me va a decir que nunca me amo, destruyéndome otra vez.

- me veré como un arrastrado.

- tendré que disculparme por la forma en que la traté, doblegando mi orgullo.

- puede que me vuelva a mentir.

- le daré poder sobre mi.

Pros de hablar con Rukia

- que aún me ame.

Era obvio que la lista de los contras era más larga, y podría seguir enumerando cosas, pero al ver la parte de los pros, supe exactamente lo que debía hacer. De inmediato tomé mi teléfono.

-¿diga?

- si dijera que quiero hablar con ella ¿me ayudarías?

Casi podía ver la sonrisa apoderándose de sus labios - ya tengo pensado un plan

Nunca esperé encontrarme en esta situación, haciendo un plan para poder hablar con Rukia frente a frente y exigirle que hablara con la verdad, antes solo bastaba con que la viera directamente a los ojos y sabía si mentía o no, pero ahora ella había levantado nuevas murallas dejando sus sentimientos ocultos, y yo no podía atravesarlas si ella no me lo permitía, nos habíamos alejado tanto, que ya casi no reconocía a la persona que encontré frente a mi, aún tenía sus mismos rasgos, su misma piel blanquecina y tersa, su típico mechón dividiendo su rostro, el cual era abarcado por sus grandes ojos violetas, en los cuales te podías introducir, perdiéndote en el infinito, pero ahora cuando los miraba los veía completamente vacíos.

Pedí faltar a mi trabajo al día siguiente, lo cual causó que tuviera una gran discusión con mi jefe, terminando en una amenaza de que si seguía así sería mejor que ya no volviera, aunque la posibilidad de quedar desempleado debería aterrarme, por dentro sentía un poco de gozo, solo entonces me di cuenta de cuanto odiaba mi trabajo. Era cierto que ese trabajo había servido para intentar encausar mi vida, pero ahora que ya no tenía una cortina bloqueando mis sentimientos, era plenamente consciente de las cosas horribles que tenía que hacer allí, por lo cual las ganas de renunciar eran tan grandes, que si me despedían haría un baile de la victoria.

En cuanto al plan, habíamos quedado de acuerdo con Tatsuki que ella hablaría primero con Rukia para tantear el terreno, yo quería enfrentarla inmediatamente, pero dijo que primero había que sacarle algo información, para que cuando yo hablara con ella, no pudiera seguir mintiendo.

Gracias a Renji, sabíamos en qué hotel se alojaba, aunque Tatsuki no me dijo que tuvo que hacer para adquirir esa información.

Al llegar Hotel nos separamos, yo me quedaría al otro lado de la calle mientras Tatsuki entraría y le pediría a la recepcionista que le avisara que venía de visita. Los segundos pasaban y la espera se me hacía eterna, entonces noté que una limusina se estacionaba frente al edificio, no le di importancia hasta que vi a una mujer de rubia cabellera bajar de este e ingresaba al edificio ¿Qué diablos hacía ella aquí? No pasaron ni 2 minutos cuando las puertas se volvieron a abrir y vi como la pelirubia llevaba del brazo a Tatsuki y Rukia, seguidas de cerca de la pareja que Rukia había llevado a la boda, todos subieron a la limusina, no entendía lo que estaba pasando, entonces mi celular vibro.

Cambio de planes, Rukia iba a salir con sus amigas así que iré con ellas, síguenos.

Voltee a ver nuestro vehículo de transporte. Cuando ideamos el plan decidimos venir los dos en la motocicleta de Tatsuki porque mi auto era muy llamativo, y si bien era cierto ella me había dado unas clases de como conducirla, no estaba seguro de que fueran suficientes, esperaba recordar lo que me había explicado, y que en el trayecto no me detuviera ningún policía. Cuando finalmente pude encenderla, la limusina iba tres calles más adelante, menos mal era un vehículo grande y circulaba despacio, porque de lo contrario esta si sería una misión imposible.

El vehículo dio varias vueltas hasta que se estaciono fuera de un bar, el cual tenía un gran letrero con letras de neón que decía Club Espadas. El grupo bajó del vehículo y entró al lugar, no estaba seguro de como iba a resultar nuestro plan si se iban de fiesta, así que le envié un mensaje a Tatsuki.

¿continuamos?

Y solo me respondió un simple si.

No sabía qué hacer, los minutos pasaban y comenzaba a impacientarme ¿debería entrar? Tal vez, pero si era una discoteque el ruido no permitiría que habláramos tranquilos, lo normal sería que buscaran un lugar más tranquilo, tal vez hablarían en el baño, y ahí yo no podía intervenir. Tatsuki me había dejado claro que ella debía hablar primero con Rukia, y me avisaría cuando yo pudiera intervenir, así que no me quedaba más que esperar.

De a poco la noche se volvía más fría, ya había pasado alrededor de media hora desde que habían entrado al club, sabía que este plan era una locura, y aunque estaba seguro que ella no diría nada nuevo, cuando la vi frente a la tumba de mi madre, algo dentro de mi se removió, se veía tan afectada, era como si sintiera su pérdida, aun cuando no la había alcanzado a conocer, y esa era una de las cosas que quería preguntarle, y aunque fácilmente podría excusarse con que estaba fingiendo, era algo que no tenía lógica, porque en ese momento estaba sola, no había necesidad de aparentar frente a alguien, además cuando vio mi celular el horror se apoderó de su rostro, como si hubiera visto a su peor pesadilla, tras lo cual se fue de inmediato, ocultando su rostro bajo su sombre, como si no quisiera ser vista ahí , ¿De qué se estaría ocultando o escapando? Si no la hubiera visto ese día, se habría ido de Japón sin yo enterarme no volver a hablar con ella, pero en esos pocos segundos todo cambio, porque en ese pequeña fracción de tiempo pude volver a ver la Rukia de hace 7 años, y si dentro de ella aún quedaban rastro de esa mujer, yo haría hasta lo imposible para poder hablar con ella, para hablar con la Rukia de la cual me enamoré.

No fui plenamente consciente de que habían salido del club hasta que vi unas siluetas sentarse en la cuneta de la calle, y al volver a verlas me percaté que estas eran Rukia y Matsumoto ¿Qué hacían aquí? Desde la distancia en la que estaba podía escuchar que hablaban, pero no distinguía que decían, no estaba seguro de si debía acercarme o no, Tatsuki me había dejado claro que debía esperar a que ella me diera una señala, pero verla ahí me removió por dentro, sobre todo porque se veía completamente conmocionada, sus manos temblaban levemente y sus rostro tenía una expresión de cansancio, tan preocupado estaba que no me di cuenta que mis pies me acercaban a ella involuntariamente, quedando a pocos metros detrás de ellas, fue entonces que Rangiku le dijo algo que hizo que Rukia levantara la voz.

– claro que no, él nunca puede saberlo, porque si se entera sentirá lástima por mí, y se culparía por no haberlo sabido antes, incluso se odiaría si mismo por lo que ha hecho estos días, y no puedo permitirlo – entonces note que lágrimas se agolpaban en sus ojos – solo yo tengo la culpa de todo esto, él no tiene que cargar con ese peso, Ran, tú me lo prometiste.

¿De qué mierda estaba hablando? ¿A quién le había ocultado algo? Debía estar hablando de alguien más, porque era imposible, mi mente se negaba a creer que se estuviera refiriendo a mí, tal vez era una mitómana y le había mentido a muchas personas.

- lo sé, no se lo diré, tranquila, es solo que recuerdo cuando vino a mi casa el día que te fuiste, buscándote, y yo…

Esas palabras me desbalancearon por completo y sentí como me comenzaba a faltaba el aire, necesitaba llenar mis pulmones de oxígeno, y aunque estaba en el exterior, sentía que estaba en una habitación cerrada y cada vez se había más pequeña, sofocándome, con pasos temblorosos me alejé de ellas, sacándome el casco mientras volvía a la motocicleta, para cuando llegué estaba dando grandes bocanas de aire, regulando mi respiración y mis latidos ¿Qué demonios? ¿Acaso era cierto? ¿Habría Rukia tenido otro motivo para irse de la forma en la que lo hizo? Dios, esto era mucho para procesar, no podía pensar con claridad, pero ¿no se suponía que para eso había venido? Para averiguar todos sus secretos, este era un momento clave. No podía seguir esperando a Tatsuki, lo había escuchado con mis propios oídos, y no había forma en que se escapara de esta con sus excusas. Sentía como un nuevo ímpetu comenzaba a recorrer mis venas, era ahora o nunca, había llegado el momento de enfrentarla. Me di vuelta dispuesto a confrontarla, sin embargo, en ese momento vi como un sujeto la agarraba por detrás y la metía dentro de un vehículo, mientras ella forcejaba, intentando soltarse de su agarre, una vez estuvo adentra, la puerta se cerró y de inmediato el auto comenzó a avanzar, pasando por mi lado, la ventana del copiloto estaba aún estaba abajo, y vi como un sujeto con un parche en un ojo le gritaba a alguien.

- amárrenla bien, no quiero errores.

El vehículo siguió avanzando por la calle ¿Qué mierda? Miré a mi alrededor y vi a unas cuantas personas que había presenciado lo mismo que yo, todas en completo shock.

- ¿Qué esperan? Llamen a la policía.

Una chica salió de su trance y comenzó a marcar en su teléfono.

- oye tú, anota la patente de mi moto, los voy a seguir.

Volví a ponerme el casco y encendí la motocicleta, ahora si iba a poner a prueba que tan buena profesora había sido Tatsuki cuando me enseñó a manejarla.

El vehículo había seguido derecho por la calle, por lo cual no me fue difícil alcanzarlo, aunque me mantuve a una distancia prudente, no quería alertarlos, por lo que vi era a lo menos 3 sujetos y yo estaba solo, enfrentarlos no era una opción lógica.

El trayecto no estuvo exento de dificultades, en varias esquinas estuve a punto de perderlos, sobre todo porque parecía que hacían giros extraños a propósito, en esas ocasiones tenía que dejarles más ventaja. Poco a poco íbamos dejando atrás la ciudad, acerándonos a un sector más empresarial, con menos tránsito vehicular en las calles, y cada vez debía dejar más distancia entre nosotros, hasta que se detuvieron en lo que parecía un galpón abandonado, y vi como un sujeto de pelo rosado sacaba a Rukia y la ponía sobre su hombro, para luego entrar al lugar.

No estaba seguro de cuantos sujetos eran en total, o si habrían más dentro del galpón, así que decidí quedarme en un callejón, desde el cual tenía que asomarme para ver la entrada, todo parecía tranquilo, por lo cual decidí llamar a alguien.

- te dije que esperar mi llamada, aún no he podido…

- Tatsuki, olvida el plan, a Rukia la acaban de secuestrar.

- ¿de qué estás hablando?

- mientras esperaba fuera, vi como salían Rukia y Matsumoto, hablaron un poco y en algún momento Matsumoto debe haber dejado sola a Rukia, fue en ese momento que llegó un vehículo del cual se bajó un sujeto, metió a Rukia dentro de este y se fueron.

- debe ser una broma, eso es imposible, si fuera así…

- no es broma, yo los seguí en tu motocicleta, les dije a las personas que estaban afuera que llamaran a la policía, sin embargo, no sé si lo hicieron, ¿puedes corroborar eso? Si no, llama tú, te enviaré la dirección.

- No puede ser ¿tu estas allá? Ichigo, no cometas ninguna locura.

- tranquila, yo…

Entonces por la calle se acercó otro vehículo y se estacionó detrás del que ya estaba, de este se bajó un sujeto alto de cabello castaño, junto a otros sujetos que estaban a su lado, hablaron entre ellos y de pronto todos voltearon a ver en mi dirección. Mierda.

Me volví a poner el casco, y corrí para subirme la motocicleta, pero antes de que pudiera encender el motor vi a un sujeto delante de mi, apuntándome con una pistola.

- Bájate y no dispararé.

No lo dijo con tono de preocupación, como si tomar una vida fuera algo importante, más bien era como si no quisiera dispararme porque podría ensuciar su ropa y le causaría molestias tener que limpiar después.

- está bien – me bajé.

- y quítate el casco, lentamente.

Hice lo que me dijo, mientras llegaba otro sujeto detrás de él.

- vaya que eres rápido Ulquiorra, creo que tendré que empezar a hacer ejercicio contigo.

- no podrías seguir mi ritmo.

El sujeto se rió entre dientes – puede que tengas razón – entonces caminó hacia mi - ¿y bien? ¿Qué haremos con él?

- Aizen-sama dijo que lo lleváramos dentro.

- muy bien ¿nos vas a dar problemas naranjito?

Puse mis manos en puños, estos sujetos iban en serio, esperaría que estuviera un poco más cerca para atacarlo, pero antes de que entrara en mi radio, sentí un golpe en la cabeza, lo que me hizo caer de rodillas.

- déjense de juegos, tenemos cosas más importantes que hacer.

- Haribel, le quitas lo divertido a esto.

Intente ponerme en pie, pero las fuerzas de a poco me iban dejando.

- ahora vamos a que conozcas a Aizen-sama

Entonces todo se volvió negro.

No estaba seguro de cuánto tiempo había pasado, y cuando por fin pude abrir los ojos, todo lo que veía era una intensa luz blanca que apuntaba directo a mis ojos, pero no los aparté, porque era la única forma de acostumbrar mi visión, y poco a poco comencé a ver lo que había a mi alrededor, por lo visto estaba en un cuarto pequeño sin muebles, y al intentar moverme noté que estaba amarrado a una silla.

- y bien ¿Quién eres?

- ¿quién eres tú?

- no, no, no, aquí yo hago las preguntas – solo veía una silueta que se movía detrás de la luz - ¿de parte de quien vienes? ¿Kempachi?

No le contesté, no sabía quién era la persona con la cual estaba hablando, ni la que acababa de nombrar, así que preferí callar.

- Así que no vas a responder – más silencio – parece que voy a tener que usar otros métodos para hacerte hablar.

¡AHHHHHHHHHHHHH!

Un grito se escuchó desde fuera de la sala, y era la voz de una mujer, una que conocía muy bien.

- Rukia – sentí como todo mi cuerpo entró en tensión y comencé a removerme en la silla – sácame de aquí ¡AHORA!

- ya veo, tu vienes por la pelinegra, esto se pone interesante.

Escuché como se abría y cerraba una puerta, era obvio que me había salido de la habitación, aunque no estaba seguro de que no hubiera nadie más aquí, pero eso no importaba, debía encontrar la forma de salir, el grito que acababa de escucha era de puro terror.

Estaba amarrado en las piernas y el torso con lo que parecía ser una cuerda, con mis manos en mi espalda, en las películas se veía muy fácil salir de estas situaciones, pero era mucho más difícil de lo que parecía.

No se cuanto tiempo habrá pasado, mientras intentaba soltar las cuerda, pero no sentía ninguna diferencia, y comenzaba a sentir como mis músculos se cansaban de tanto esfuerzo cuando la puerta se abrió.

- Vamos a dar un paseo naranjito.

Entonces pude ver que un sujeto con pelo rosado se acercaba a mi, mientras uno de cabellera negra y ojos verdes comenzaba a cambiarme las amarras, ya no estaba amarrado a la silla, si no que me habían puerto en pie, con los pies amarrados y las manos en mi espalda, apenas podía dar un pequeño paso sin sentir que me iba a caer al piso. Al salir de la habitación nos encontrábamos en un pasillo, el cual tenía varias puertas a ambos lados, caminamos hacia la derecha, la cuarta puesta estaba abierta, y cuando entramos sentí la ira apoderarse de mi. No podía dar crédito de lo que mis ojos veían, frente a mi había una cama en la cual estaba Rukia recostada, no estaba seguro de si estaba despierta o no, porque estaba amarrada de pies y manos a los pilares de la cama con los ojos vendados, pero eso no era lo peor, lo que hizo mi sangre hervir fue que su ropa estaba rasgada, quedando gran parte de su cuerpo expuesto, aún tenía puesta su ropa interior, aunque en la situación en la que nos encontrábamos, nada hacía presagiar un esto tuviera un buen final.

- Rukia – la palabra que salió de mis labios fue solo un susurro, y cada letra fue como si un puñal se clavara en mi pecho.

- Así que si la conoces.

- les dije que lo había visto en el club.

- Calle Ulquiorra, nadie quiere a un sabelotodo.

Los sujetos hablaban como si nada, mientras Rukia yacía frente a nosotros.

- Bueno, ahora dinos ¿Quién eres?

¿querían que hablara con ellos? ¿estaban locos?

- suéltenla - no estaba seguro de si la palabra había salido de mi boca.

- ¿dijo algo?

- suéltenla - ahora si sentía mis cuerdas vocales moverse.

- vamos, habla más claro.

El sujeto de pelo rosado se acercó a mi, aproveché esta oportunidad para impulsarme hacia adelante, chocando con él, lo que provocó que este cayera hacia atrás y se golpeara contra una pared, yo también caí contra el piso, por suerte alcancé a ponerme de lado, de lo contrario habría estampado mi cara en las cerámicas. Aun con mis manos y piernas amarradas intenté ponerme de rodillas, y me arrastré hasta la cama.

- ¿Qué ocurre? ¿Quién está ahí?

Quise decirle que yo estaba a su lado, que todo estaría bien, pero las palabras se atoraron en mi garganta, y antes de poder hacer cualquier otra cosa, sentí un fuerte golpe en mi estómago, haciendo que me doblara de dolor.

- ¿Quién mierda te crees que eres naranjito? - otro golpe, esta vez en mi cara – eso fue algo estúpido de hacer.

Sentía golpe tras golpe, hasta que probé mi propia sangre manando de mis labios y perdía la visión de mi ojo derecho por lo inflamado que estaba.

- suficiente.

- ¿Qué? ¿no viste lo que mi hizo?

- ¿acaso no escuchaste Szayelaporro? Ulquiorra dijo suficiente.

Con mi ojo izquierdo vi al sujeto que llegó en el segundo auto, de pelo café, parado en el umbral.

- señor – el sujeto me soltó e hizo una reverencia – es que este sujeto me…

Puso su mano en alto y acalló de inmediato sus palabras - ¿quién es?

- no lo sabemos, aún no nos dice su nombre.

- parece ser un conocido de la señorita Rukia.

Sus ojos se estrecharon en mi dirección – levántenlo.

El sujeto de pelo rosado me escupió en la cara y me puso en pie.

-Ulquiorra, sácale la venda por favor.

El pelinegro se acercó a la cama, al apoyarse en el colchón el cuerpo se Rukia se retorció hacia el otro lado, para apartarse de él, sin embargo, no podía ir muy lejos, las amarras en sus extremidades se lo impedían. La primera vez que intentó sacarle la venda, al estar cerca de su rostro, Rukia lo mordió, aunque el sujeto no mostró ningún signo de dolor, solo levantó la mano y le dio una cachetada, eso hizo que todo mi cuerpo se inundara de ira, y cuando iba a gritar algo, alguien puso un paño en mi boca, acallando mis alaridos, entonces el sujeto hizo su segundo intento y esta vez si le pudo sacarle la venda, al contacto con la luz sus ojos se cerraron, sin embargo poco a poco fue acostumbrándose.

El sujeto de pelo café se sentó en la cama, a su lado.

- veo que no te has portado muy bien Rukia-chan

- Aizen – lo dijo como si le diera asco el solo nombrarlo.

- veo que aún me recuerdas.

- lo que sea que este planeando, no te resultará, nada podrá arreglar tu imagen.

- ¡Oh! Te equivocas Rukia-chan, yo sé que no tengo arreglo, por ahora me conformo con arruinar tu vida – terminó la frase dando un ligero toque en la punta de la nariz de la pelinegra.

- no te atrevas a acercarte a mis amigos.

- y si lo hago ¿Qué? ¿Cómo me lo vas a impedir desde aquí? – se rio satisfecho – no me mires así, no tienes de que preocuparte, la verdad solo tenía pensado hacer algunas fotos comprometedoras con mis amigos aquí presente y enviarlas a diferentes lugares, para que tu imagen estuviera arruinada, pero el plan ha cambiado, porque no viniste sola.

- ¿de qué hablas?

Entonces el sujeto se levantó de la cama e hizo una seña para que me acercaran hasta quedar a su lado.

- no me digas que no reconoces a nuestro invitado, vamos salúdalo.

Levanté lentamente la mirada y la miré, tenía la mejilla izquierda roja por la cachetada que le había pegado el tal Ulquiorra y cuando nuestros ojos se encontraron, los suyos estaban llenos de asombro, al parecer yo era la última persona que había cruzado por su mente de que pudiera estar aquí.

- si mal no recuerdo es el mismo que estaba en la boda de la hija de Arizawa -san.

Puso su poker fase – no sé de qué hablas.

- ¡oh! Yo lo recuerdo muy bien, fue con él, con quién te perdiste en el patio por unos minutos mientras la fiesta estaba en su esplendor.

- es solo un conocido, no tiene nada que ver conmigo.

- ¿en serio? Si es así – levantó una pequeña hoja rectangular frente a los ojos de Rukia - ¿por qué cargas una foto de él en tu cartera?

Entonces la expresión de Rukia cambio a una de completo horror.

- creo que él es más importante de lo que nos quieres hacer creer querida Rukia-chan, y como tu no me quieres decir la verdad, vamos a tener que usar otros métodos para que nos cuentes la historia – chasqueó los dedos y fui sentado en una silla- Ulquiorra, puedes comenzar.

El sujeto de pelo rosado se rio entre dientes.

- esto se va a poner feo.


Natsumivat: amo ver que me comentas cada capítulo! por lo menos sé que alguien sigue mis locas historias! Me alegro saber que estaban todos bien en tu casa, espero que aún lo estén, si bien ahora está más controlado, hasta que no exista una vacuna ¡hay que cuidarse! Suele pasar que empiezas con una idea que crees será un One-shot y terminas en una historia con varios capítulos ajajaja yo la verdad cada vez me voy quedando sin amigos, debe ser porque tengo una personalidad difícil, o me tomo las cosas muy en serio cuando no debería hacerlo, la verdad es que ya no sé muy bien, pero de un tiempo a esta parte siento que no estoy echa para tener amistades ajajaj, que loco. Obviamente me encantaría leer tus historias, yo igual tengo ideas medias locas a veces, pero no me decido a desarrollarlas más porque por un lado aún tengo estas historias inconclusas y por otros creo que a nadie le interesarían xD Esperoa que sigamos compartiendo nuestras historias y partes de nuestras vidas, has sido un apoyo constante a mis historias y los aprecio mucho. Saludos.

Inverse L. Reena: Mil gracias por seguir la historia, tiendo a hacer giros extraños en las historias, no me gusta que sea todo muy plano ajajja, espero que te guste este capítulo, creo que no tardé tanto ajajja. Saludos.

Obito Uchiha 2017: Hola! muchas gracias por tu review, me alegra muchos saber que te gusta esta historia. Creo que no me demoré tanto en actualizar, otras veces he tardado más tiempo, y espero que te guste este capítulo también. Saludos.