-bueno creo que mejor me voy, solo quería que supieras esto, disculpame de nuevo y no volveré a molestarte-, se levantó para retirarse, pero vegeta la halo hacia él y la tiro al pasto, bruscamente, se posiciono, encima de ella, -¿crees que me voy a tragar tus mentiras de nuevo?, ¡tal vez te haya gustado que te metiera mi pene, zorra!, pero eso no quiere decir que a mí me haya gustado, se acabó el imbécil del que todos se burlaban, no me interesas tu o los cobardes de tus amigos, para todos les reservo una sorpresa, pero la mejor parte te la vas a llevar tu, así que no me vuelvas a fastidiar, y si tienes ganas de coger, busca a tu estúpido noviecito, si no se le para, chupáselo como lo hiciste conmigo, tal vez te resulte-, con una sonrisa de lado, la soltó y se levantó en un solo movimiento, Bulma se quedó tendida en el suelo, no podía creer que ese fuera el vegeta dulce y tierno que ella conoció, este era en verdad todo lo que Bulma siempre creyó, que lastima que se dio cuenta muy tarde que de todos sus miedos, ninguno era fundado hasta ahora.
Bulma se levantó como pudo, sentía una pesadez en todo su cuerpo, sin poder evitarlo, comenzó a llorar, el miedo, que le había hecho pasar vegeta, era digno de una película de terror, el odio en su mirada, la fuerza que aplico sobre ella, las palabras tan hirientes y dolorosas, bien sabia ella que le había hecho mucho daño, pero ya no estaba segura si se merecía todo ese rencor; ¿además que quiso decir con que tenía reservada una sorpresa para todos en especial para ella?, no, debía ser algo muy malo, y seguramente ella tenía razón, planeaba una masacre con todos y en especial con ella, tal vez torturarla, secuestrarla, violarla y desde luego matarla; ¿pero que podía hacer?, si por las buenas no reaccionaba, ¿cómo lo haría entrar en razón de otra forma?; se levantó y fue a su salón; en el camino vio como nuevamente molestaban a vegeta, pero esta vez no solo se quedaría mirando, dos de los estudiantes ya lo tenían contra la pared, mientras jalaban su cabello, Bulma, sin pensarlo, se acercó y empezó a empujar a cada uno de los jóvenes, -¿Qué te pasa tonta?, ¿ahora vas a defender a este perdedor?, ¿acaso es tu novio o algo así?-, Bulma enojada, parada frente a vegeta, -si es mi novio, ¿y qué?, los perdedores son ustedes, creen que porque alguien es diferente, tienen derecho a lastimarlo, estoy segura que reaccionan así porque ustedes son los que tienen miedo, de que alguien como vegeta, sea mejor, sin tener que andar de brabucón, cuantas veces todos hemos visto que lo golpean, injustamente, no de uno en uno, si no en montón, ¿y a eso le llamas ser hombre, valiente o mejores?, vegeta es cien veces más hombre que todos ustedes, y si lo quiero-, Bulma gritaba y lloraba, mientras decía todo, salió de su corazón, las miradas hacia ella eran de asombro, los tipos que molestaban a vegeta, esbozaron una sonrisa y se marcharon de ahí, vegeta estaba atónito, Bulma lo defendió, frente a todo el mundo, además grito que lo quería, le dio su valor, eso no podía ser una mentira, nadie miente frente a un número considerable de gente, y además en una situación como en la que ellos se encontraban.
Vegeta la tomo de los hombros, -¿es verdad todo lo que dijiste?-, la giro para tenerla de frente, -si vegeta, ya no podía aguantar que te tratáramos así, todos hemos sido muy injustos contigo, pero comprendí el alcance de nuestras acciones, cuando me dijiste todas esas horribles cosas en el jardín, entendí, que hasta la persona más noble y buena viéndose envuelto en tanta porquería puede llegar a ser vengativo y malo, además me di cuenta de que siempre te he querido, pero caí en el juego de verte con alguien patético y desagradable, por cómo te trataban, pero con las pocas cosas que hiciste por mí, comprendí que en verdad eres muy valioso, después de que estuvimos juntos, me dio miedo sentir que eras el hombre que siempre quise, y que por el contrario de lo que te dije, congeniamos más de lo que quisiera, somos el día y la noche y juntos complementamos un día completo, ¡te quiero!-, se acercó a su oído para susurrarle algo, -y dime zorra y lo que quieras pero, me encanta tu pene dentro de mí, al escuchar esto, vegeta se pudo rojo como jitomate, sonrió, se acercó a Bulma y la beso.
-mujer, eres una tonta, ahora te van a molestar igual que a mí-, pero Bulma sonrió y movió en negación la cabeza, -no me importa, seremos dos contra todos; no me arrepiento de nada vegeta, ya te lo dije te quiero, no es broma, ni una mentira, ni nada, soy todo lo sincera que jamás he sido-, vegeta la abrazo, -pero, ¿Cómo puedes querés a un inadaptado, feo y aberrante como yo?-, le decía abrazándola fuertemente, -no vuelvas a insultarte de ahora en adelante, comenzare una terapia profunda, para subir tu autoestima, el futuro padre de mis hijos, y mi esposo, no puede pensar así-, vegeta se separó un momento, no entendiendo que trataba de decir, -¿a qué te refieres?-, Bulma sonrió y agacho la mirada, -pues que quiero que seamos novios y después esposos, y quiero que seas el padre de mis hijo, pero si te molesta me voy y no te veré mas-, dijo soltándose de sus brazos, pero vegeta con una notable felicidad en la mirada, la halo de nuevo a su cuerpo, -tonta, verdaderamente tonta, seré tu esposo, aunque no me agrade mucho la idea, y tendremos tres o cuatro hijo, aunque te advierto que hare pruebas preliminares muchas, muchas veces-, los dos rieron, se tomaron de la mano y salieron de la escuela, era un día soleado de primavera, digno de saltarse el resto de las clases, para disfrutarse, los dos ahora como novios.
No sabían que les deparaba el destino, tampoco importaba mucho, solo sabían que habían encontrado el uno en el otro, aquello que desearon tanto y con tantas fuerzas, su complemento perfecto; vegeta tomaría las cosas con calma, ya no sería tan "intenso", como decía Bulma; y ella sería más entregada, un poco menos práctica, dejaría que vegeta la llevara a su manera, -bueno solo un poco y de vez en cuando-, pensaba Bulma mientras devoraba y se dejaba ser devorada por su amor, el chico, de la última banca junto a la ventana.
FIN