Disclaimer: todos los personajes pertenecen a Akira Toriyama. La historia a continuación es mía.

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A la mañana siguiente decidieron ir a nadar al rio que se encontraba cerca, además vegeta le enseñaría a pescar; ya en el lugar, en lo que Bulma se desprendía de su ropa, y vegeta terminaba de poner la caña al borde el rio, pensó en hacerle una broma, sigilosamente llego detrás de ella, la tomo en sus brazos, -hora de bañarse-, la llevo a la orilla, entro con ella en los brazos, Bulma le gritaba lo bruto que era, pero lejos de insultarlo, solo lo hacia reír, asombrándose ella misma, pues jamás en la vida y de verdad nunca, lo había visto tan feliz, el mismo era otro, si ella había cambiado su forma de pensar, tan retraída y moderada, él era la antítesis de su yo mismo, jugaba, reía, parecía un niño, y Bulma disfrutaba de eso al máximo, amaba verlo así; llego hasta la mitad del rio casi llegándole el agua a la cintura, Bulma seguía retorciéndose en sus brazos, -no vegeta, no me vayas a aventar-, con una mirada malvada y divertida que distinguió en su rostro, -como adivinaste mujer, te dije que era hora del baño-, dicho aquello la arrojo de su brazos, viendo como Bulma se sumergía en el líquido frente a ellos, después de unos segundos salió con una mirada asesina, pero vegeta no paraba de reír; entonces pensó regresarle el favor, haciendo su mejor cara de ofendida y triste, fingió que se resbalo con el fondo del rio, sumergiéndose de nuevo, salió y le pidió con la mano a vegeta la rescatara, vegeta no la hizo esperar, pues de verdad se preocupó, en eso Bulma lo halo hacia ella, haciéndolo sumergirse juntos, ambos salieron a la superficie en seguida, y ahora era Bulma la que no paro de reír, tanto por haberlo hecho caer en su broma, como la forma en la que le caía el cabello, todo hacia atrás, dejando ver su frente aún más amplia de lo que ya la tenía; vegeta entrecerró los ojos disgustado, -o por favor amor, ¿no me digas que te enojaste?-, dijo Bulma poniéndose muy cerca de su rostro, oyó que un gruñido salía de su garganta, Bulma cambio su semblante a uno de preocupación, y a uno de susto cuando lo vio acercarse con aspecto furioso, entonces el la levanto lo suficiente para arrojarla de nuevo al agua y de nuevo comenzó a reír desmedida y malvadamente, Bulma volvió a salir del agua, -bestia, bruto, animal, ¿Qué te crees que puedes tratar a tu mujer de esa manera?, odioso-, lo decía con dificultad retomando el aliento, vegeta la veía circunspecto, por lo que Bulma, se acercó nerviosa, ¿tal vez fue muy agresiva y grosera, y lo había ofendido en serio?, porque el hombre no movía un musculo de los que sobresalían fuera del agua, -¿Qué…que te sucede?-, termino de decir para sacarlo de esa posición estática, fue entonces que vegeta hablo, -nunca te referiste a ti misma como mi mujer-, sentencio, -ah, era eso, me asustaste de verdad, ¿Qué es malo que diga que soy tu mujer?-, dijo perpleja, ¿acaso era malo para el que ella se considerara su mujer?, vegeta seguía observándola, pero al fin soltó, -al contrario, creo que ahora si las cosas marchan como deben, pues internamente ya sabes que eres mía, eso me agrada, pero tardaste mucho en darte cuenta tu misma-, Bulma agacho el rostro quería hundirse en el agua de la vergüenza, vegeta tenía razón, nunca quiso entender que ella siempre le perteneció, retiro sus pensamientos cuando lo sintió frente a ella, vegeta levanto su cara para que lo viera, se acercó y la beso, posesivo como era el, apasionado hasta la medula, Bulma lo abrazo también y de nuevo se entregaron a las sensaciones que los hacia amarse intensamente cada vez que podían, -¿recuerdas las lecciones de sexo bajo el agua?-, lo dijo epicúreamente, Bulma lo veía fijamente a los ojos, esos tan negros y a la vez tan llenos de vida, que tanto la hacían sucumbir, -si pero he perdido un poco la práctica, así que porque no me refrescas las lecciones-, le regreso el gesto, vegeta sonrió de lado, al tiempo que la volvía a besar ferviente y lleno de deseo, hicieron más que el amor, más que el sexo, entremezclaron el erotismo, la sensualidad, y por supuesto el sentimiento.

Los días seguían transcurriendo, Bulma y vegeta, eran tan felices que si han de decirlo, se olvidaron un poco de sus hijos, la cabaña podría decir como testigo mudo, que todos sus rincones habían sido escenario del amor que la pareja se profesaba, no había quedado un solo lugar que no tuviera el toque de ambos, por cualquier razón u acto que realizaran era seguro que terminarían haciendo el amor, también se habían tomado el tiempo de hablar profundamente, de todo, aclarando hasta el más mínimo y posible mal entendido, a sabiendas que en lo futuro no se guardarían nada, llegaron a esa conclusión después de darse cuenta que por mucho ese fue el motivo para que gente sin escrúpulos los separara tan fácilmente; cada uno reconoció sus errores, como el que vegeta fuera tan mujeriego, entendiendo Bulma el verdadero motivo de su actuar y la soledad que lo había arrastrado desde siempre a ser de esa forma; Bulma también reconoció que su falta de seguridad en sí misma, a pesar que pensara le sobraba, la habían hecho reaccionar a el de esa forma, alejándolo para protegerse a sí misma de una decepción imaginaria, pues vegeta le hizo hincapié en que jamás pensó, ni pensaría dejarla el, la amo desde siempre, queriéndolo o no, y dándose cuenta a regañadientes de ello, Bulma era su mujer, el mismo sabía que los dos tenían como él decía "los caminos cruzados", y su destino era uno y lo mismo, por lo que nada había que hacer si no dejarse llevar y amarse como debían; así que decidieron, muy en claro que ante cualquier dificultad que pudiera presentarse en lo futuro, debían sincerarse con el otro y tomar una decisión juntos, como la pareja que ya eran.

Por lo que respecta a sus queridos niños, tanto Bra, que ya había sido dada de alta en el hospital, a pesar de que aún tenía que usar vendajes en la cabeza, un collarín rígido y muletas para su fractura de fémur; pero bueno todos eran demasiado gentiles con ella, en especial Goten que la cuidaba y consentía como objeto precioso, y es que para él, Bra representaba una verdadera joya; así que no le costaba nada tratarla de esa forma; por lo que a trunks trata, se llevaba muy bien con sus primos, a pesar de la diferencia de edades también encontró en ellos, verdaderos amigos, además de compartir la sangre que los hacia muy parecidos en la forma de actuar y pensar; sus tíos los trataban como si de sus hijos se tratara, Milk los atendía incluso más que a sus propios hijos, y ni que decir de los cuidados que Bra recibía por parte de ella, hasta cierto punto le hastiaba a la pequeña, que con el carácter heredado de su padre, la desesperaba en mucho la actitud de su tía, y podía darse cuenta el por qué Goten era tan retraído, su madre lo tenía del cuello, pero no por eso dejaba de quererlos mucho, Goku era todo lo contrario, si se le antojaba algo, el hombre iba y lo compraba, los hacía reír con sus chistes, y con lo despistado que era, de vez en cuando le fraguaban bromas pesadas, pero el hombre lejos de enfadarse se echaba a reír con ellos, como si de otro niño se tratara. Yamcha regreso a Estados Unidos, prácticamente tres días después de que Bulma se despidiera de él, no tenía sentido quedarse más, sin embargo le hizo la observación a trunks que si en algún momento, o por cualquier cosa lo necesitaban, el estaría siempre a su disposición, esperando que siguieran siendo amigos; trunks no pudo si no estar más que agradecido con el hombre, había demostrado cabalmente, que en verdad amaba a su madre, y que no guardaba ningún resentimiento hacia ninguno de los pertenecientes a esa familia, en especial a su padre, por lo que le dio un fuerte apretón de manos, un abrazo sincero y permitió que de la misma forma se despidiera de su hermana, la que también lo abrazo cariñosa y sinceramente, los dejo triste pero confiado en que al regreso de sus padres, tendrían la familia que merecían y la felicidad que creían perdida.

Bulma miraba de nuevo hacia la nada, parada fuera de la cabaña, Vegeta camino sin que ella se percatara por detrás, a veces le extrañaba la fijación que tenía hacia el amanecer o el atardecer, si, el mismo consideraba que era un espectáculo único y hermoso, pero no tanto como para quedarse suspendido mirando por horas, bueno minutos en su caso, -¿Qué piensas Bulma?-, dijo tomándola de la cintura, pegándola a su cuerpo, -no quisiera dejar esto, es tan hermoso, tan tranquilo, temo que si regresamos, algo ocurra y de nuevo nos separemos-, giro a él, para encararlo, Vegeta vio en sus orbes azules ese temor, que por momentos a él también le pasaba, pero las cosas habían cambiado, y no eran unos chiquillos, ni tampoco los orgullosos inmaduros, que habían sido años atrás, -no tienes de que temer, hemos hablado, aclarado todo, nos hemos confesado hasta el más vergonzoso secreto, nada hay que pueda separarnos Bulma-, le aseguro, lo vio profundamente a los ojos como tratando de entrar en ellos y quedarse ahí protegida, -lo sé, y sé que es tonto que piense así, discúlpame, no me hagas caso, ahora más que nunca debemos regresar, los muchachos nos deben estar esperando, sé que Bra está bien lo presiento, confió absolutamente en trunks, en Milk y en Goku, y tengo muchas ganas de abrazarlos y verlos, pero este lugar,…, el estar a tu lado así, amándonos sin restricciones me ha dado tanta paz y armonía, como jamás pensé que podría tener-, recargo su cabeza en el pecho de vegeta, aspirando de nuevo su aroma, eso la tranquilizaba por completo, vegeta la abrazo más, -¿Qué te parece si nos escapamos de vez en cuando aquí y hacemos travesuras, he?-, Bulma levanto el rostro sonriendo ampliamente, -eso de verdad suena muy tentador, pero no pienso irme sin hacer esto…-, sin que él lo previera, lo beso, empujándolo ligeramente para que entraran a la casa y comenzaran una vez más a entregarse el uno al otro, por alguna razón satisfacían su pasión, pero a la vez sus cuerpo les pedían más y más, así que simplemente dejaban fluir el momento.

Miraba su reflejo distraída, veía a una mujer y aun no podía creer que era ella misma, los acontecimientos se estaban dando tan de prisa, que aún no terminaba de adaptarse a todo; desde su llegada cuatro días después de despedirse de su amada cabaña, en donde ella y vegeta, se habían reencontrado de una forma tan profunda y feliz. Desde luego fueron recibidos con bombo y platillo por toda la familia a pesar que solo Trunks sabía que sus padres estaban por regresar, obviamente la segunda en enterarse, fue Bra, quien prácticamente lo torturo desde el mismo instante en que oyó vibrar el teléfono que sabía su padre le había dado; de ahí en adelante, todos y de verdad todos, se enteraron del regreso de la pareja y que lo mejor de todo es que regresaban como eso, una verdadera pareja, por lo que ameritaba una celebración a lo grande. Llegaron en primera instancia al departamento de vegeta, ambos querían tener un momento final a solas, ya que intuían que en lo futuro, teniendo a sus hijos cerca, sería un tanto difícil, volver a estar a solas para realizar sus travesuras acostumbradas; además querían tomar un buen baño, pues hacerlo en el rio no era del todo reconfortante, como una buena ducha con agua caliente, bajo la regadera, obviamente de ahí en más, siempre se bañaban mayormente juntos.

Despejados de todo, subieron al automóvil de Vegeta, -¿quieres que conduzca educado o como siempre lo hago?-, Bulma no evito sonreír ampliamente, recordando, donde escucho por primera vez, aquella pregunta, -en esta ocasión no estoy embarazada, pero tengo dos hijos y un hombre, a los que deseo cuidar y amar por mucho tiempo, por lo que si fuera tú, conduciría "educadamente"-, vegeta rio, -bueno eso de que no estés embarazada está por verse, ya sabes que siempre acabamos de la misma manera, así que no dudes que podría suceder-, encendió el vehículo, y se dirigió a la casa de su primo, presentía, que algo podría estarlos esperando, por lo que giro el rostro a ver a su hermosa mujer y sonrió, sin que ella pudiera verlo, cuando Bulma sintió su mirada el, la regreso de nuevo al camino que se sumaba al frente, pero Bulma sabía que siempre la veía cuando Vegeta creía que no se daba cuenta, -te amo Vegeta, tenlo siempre presente-, quería que sintiera que siempre lo apoyaría y estaría a su lado, el juzgó en sus palabras esa seguridad, ahora real, y condujo con más confianza y alegría hacia su destino.

Al llegar ayudo a bajar del vehículo a Bulma, y juntos tomados de la mano, se encaminaron a llegar a la puerta de la mansión Saiyajin-Son, antes de que pudieran acercarse al timbre, la puerta se abrió y todos salieron a recibir a la pareja, los principales, aunque despacio y con más cuidado Bra y trunks, -mama, papa, los extrañamos mucho-, dijo la pequeña llegando lo más apresurada a los brazos de su padre, mientras trunks, hacia lo mismo con Bulma, -mama, papa, que felicidad que ya estén aquí, y lo mejor, verlos juntos-, sonrió a ambos, vegeta tomo a la niña en brazos con mucho cuidado, dado que aun llevaba las muletas, -Trunks, ¿me quieres explicar todo este revuelo?, no fui claro en decir que no quería que nadie lo supiera, precisamente para evitar todo esto-, dijo frunciendo el ceño, visiblemente molesto, por lo que Trunks bajo el rostro, apenándose de inmediato, -hay papa, no fue su culpa, yo lo torture varias horas para que me dijera la verdad, y después quise que todos les diéramos una sorpresa, ¿no te agrada mi sorpresa?-, dijo haciendo puchero, desde luego que Vegeta cedió de inmediato, su hija era su verdugo y lo sabía, no podía negarle nada; pero Bulma era otro asunto, -Bra te agradecemos el gesto, solo que esperábamos reunirnos con todos más tarde-, movió la cabeza en desaprobación, la niña agacho el rostro al igual que su hermano, pero Vegeta la contuvo, -bueno déjala, esto ya está hecho-, salió detrás Milk para reunirse con sus sobrinos y en la entrada, -Bulma que alegría verlos, tardaron mucho en regresar, bueno no es reproche sé que era necesario, pero en verdad todos los extrañamos mucho-, tomo las manos de su amiga; Bulma sonrió abrazando a Milk de inmediato, Vegeta solo la miro por dos segundos con disgusto, y virando a donde veía venia su primo, -Vegeta, Bulma, que alegría que ya estén aquí, hombre un poco más y pensábamos que nos habrían abandonado, he, pero bueno sabía que necesitaban tiempo así que es una alegría enorme que ya estén de vuelta-, codeo a Vegeta mientras le hacía un guiño, en señal de complicidad, -veras Kakaroto, no tenemos por qué darles explicaciones a ti o a nadie, llegamos cuando debíamos y es todo lo que tienes que saber, ¿entendiste, insecto?-, lo empujo despacio, aunque también estaba contento de verlos a todos, incluida la arpía mujer de su primo; Milk frunció un segundo, para después invitarlos a entrar, ya que estaban dando espectáculo público en la calle. Ya dentro de la casa fueron sorprendidos por todos lo demás miembros de la familia saiyajin que se encontraban cerca, Bardock y Gine fueron al encuentro del tumulto, Raditz y su esposa, una pelirroja llamada Penny, se quedaron en una de las mesas del jardín aguardando a que todos se acercaran, y desde luego evitaran el conglomerado; los chicos también informaron a su tío Tarble de las buenas nuevas, pero se disculparon por no poder estar ahí por el momento, pues él no podía solicitar un permiso en su trabajo, y Gure estaba cuidando a su bebe recién nacido, quedaron en acompañarlos, en cuatro meses, y quizás si todo salía como lo esperaban antes; la recepción fue un sencillo pero cálido festejo, de nuevo se oyeron las risas de todos, las bromas de los niños y la familia saiyajin volvió a cubrirse de vida, con la nueva generación.

Sin que ellos mismos lo vieran venir, la idea entro en la mente de Bulma, por un comentario de Milk, -Bulma, ¿no crees que es tiempo que tú y Vegeta, formalicen su relación, y se casen por fin?-, Bulma bajo la mirada, nunca se había planteado la situación, nunca quiso en verdad casarse, lo atribuía a su miedo a ser herida de nuevo, pero quizás en el fondo ella no creía en ese lazo socialmente designado, la idea no le disgustaba con Vegeta, él era su amor, ¿pero y si él no quería someterse a esos menesteres?, sabia lo mucho que a él le disgustaban esas cosas, el no creía en una religión determinada, era libre de pensamiento, y le valía nada, lo que la gente pensara de él, pero era una ilusión que toda mujer a fin de cuentas tiene en sus más íntimos deseos, verse vestida de blanco, caminando hacia el lugar donde la espera el compañero de vida; si, no podía negarse a sí misma que lo había pensado varias veces, incluso cuando Vegeta y ella vivieron juntos, pero ¿Cómo se lo plantearía a Vegeta?, tenía temor, las cosas con Vegeta, estaban de lo mejor y no quería estropearlo, -sería una opción, pero no se Milk, tu sabes que Vegeta y yo estamos bien así, como ahora, sin embargo lo considerare-, Vegeta veía a lo lejos como conversaban Milk y Bulma, por momentos, aprecio la mirada decaída de ella y sintió un puño en el corazón, a pesar de estar bien con Bulma, de sobradas formas, aún tenía miedo que algo mandara todo al demonio, y pensó hablar con Bulma en cuanto llegaran al departamento, no pasaría otro mal entendido jamás en la vida; la velada transcurrió tranquila, siendo casi de madrugada, Bra, Goten y Gohan, cayeron dormidos en los sofás de la sala, sin finalizar una película que habían puesto en el reproductor; Vegeta tomo a Bra delicadamente, Goku hizo lo mismo con Goten y trunks ayudo con Gohan a subirlos a los cuartos que ocupaban desde hacía unas semanas, los acostaron a cada uno en sus respectivas habitaciones y regresaron al jardín donde se encontraban los demás, Trunks también se despidió y de la misma forma subió a la habitación junto a la de su hermana, para descansar y vivir el nuevo día que les aguardaba, junto a su familia.

Vegeta se sentó junto a Bulma y la miro a los ojos, tenía tanta curiosidad por saber que había estado hablando con Milk, que la había puesto de cierta forma, pensativa; Bulma lo vio y le sonrió ampliamente, quería besarlo pero sabía que a Vegeta le disgustaban las escenas románticas en público, era tan distinto cuando estaban ellos dos solos, él era todo lo expresivo, que nadie podía imaginar; -¿Qué pasa Bulma, hay algo que me quieras decir?-, la ojeo para distinguir algún cambio en su gesto, Bulma bajo la vista, con lo que le confirmo a Vegeta que algo pasaba, -no nada, no te preocupes-, sonrió de nuevo regalándolo un furtivo beso en la mejilla, sin que nadie lo notara, pero Vegeta no era tonto, ya hablaría con Bulma mas adelante.

Una hora más tarde, entraban por la puerta del departamento de Vegeta, -ahora si quiero saber, que diablos te ha puesto tan rara, sabes que no hay más secretos entre nosotros-, la detuvo al pasar por la sala, Bulma no quería mirarlo a los ojos, sabía que la estudiaría, y sagazmente sabría que algo le molestaba, - no me pasa nada, de verdad, estoy aquí a tu lado, ¿no?-, giro la vista un poco, -no empecemos Bulma, se bien que algo hablaste con la mujer de kakaroto, no me engañes, quiero saber que fue-, Bulma al fin lo encaro, -está bien te lo diré, solo que no quiero que te molestes, no es una exigencia, solo fue un comentario-, soltó finalmente, -¡habla!-, frunció vegeta, -es que Milk, me pregunto que, ¿Por qué no nos casábamos?, yo le dije que tu no creías en eso, ni yo tampoco, aunque en el fondo y para serte sincera, me agradaría hacerlo, pero no pienso obligarte a ti-, espero Bulma una respuesta por parte de él, -aja, conque era eso, pensé que habíamos quedado en que no quiero que pienses por mi mujer, no he dicho jamás que no quería casarme contigo, si no lo hice antes era porque no lo sentía necesario, y la persona no me inspiraba a realizar el acto-, Bulma sintió que lo decía por ella, sintió dolor y bajo la cabeza, no quería que Vegeta se diera cuenta de ello, sin embargo Vegeta lo noto enseguida, -pero contigo siempre fue distinto, no quería sacar cosas del pasado, esto se iba a quedar en el olvido, pero dadas las circunstancias, ahí te va, el día que te fuiste, el día de la dichosa junta en mi oficina, había decidido,… pedirte que,… fueras mí,… esposa-, Bulma levanto el rostro de inmediato al oír aquello, -pensaba pedirte esa noche que te casaras conmigo, pero…-, no concluyo, cuando Bulma se le fue encima, lo abrazo y beso efusivamente, -Vegeta, mi Vegeta, te amo, como he sido tan tonta, eres mi único y verdadero amor-, siguió besándolo, Vegeta quedo impávido, sin mover un solo musculo, en reacción a la sorpresa recibida, cuando logro moverse, -no he dicho que sigo pensando en hacerlo-, Bulma se congelo en un instante, al oírlo, -¿pero si tú me lo pides?-, Bulma lo miro inquisitiva, para después ver como él sonreía de lado, confirmando su broma, -está bien señor, ¿seria usted tan amable y gentil de concederme su mano en matrimonio?-, hizo un gesto en burla, Vegeta sonrió, -uhm, debiera pensarlo, es una decisión muy importante, debe convenirme el hacer lo que me solicitas-, Bulma lo golpeo en el hombro, -ah, payaso, sabes mejor que yo que tú me amas más y te mueres por casarte conmigo, anda niégalo-, Vegeta la detuvo de sus intentos de golpe, la abrazo más fuerte y la acerco a su faz, -no Bulma, no lo niego, te he amado desde mocoso, te hubiera hecho mi esposa desde aquel entonces, lo quise hace años, y lo sigo queriendo el día de hoy, eres la única mujer por la que he sentido esto, ante ti no me afecta expresarlo, así que, si, seré tu marido-, se acercó más para besarla ardientemente y sellar con ello la promesa.

Evocar ese momento le trajo una sonrisa al rostro, estaba a nada de celebrar su boda, la unión que en ciertos momentos, pensó imposible, ahora estaba a solo unas horas; debido a que todos, cooperaron y hasta cierto punto, metieron su cuchara para que ninguno de los dos protagonistas del evento, declinaran la resolución; trabajaron duro, haciendo que los preparativos estuvieran listos en días, lo que les hubiera llevado semanas; el vestido que Bulma llevaba era un top ceñido en el pecho, dejando por debajo de las costillas, una caída recta, abierto por en medio y luciendo por la misma abertura al final unos discretos pero hermosos holanes, confeccionado en seda y gasa; el tocado fue escogido por ella, no quería un velo ostentoso y mejor se decidió por una corona de diamantes, sobre su cabello en corte Bob mediano, suelto.

La ceremonia seria precedida por un Monge budista, pues lo que tanto Bulma como Vegeta deseaban era concretar su unión, no el medio por el que lo hicieran; tres días después de que Bulma le pidió matrimonio a vegeta, este fue a comprar la sortija. Desde la mañana siguiente, vegeta había pasado a una joyería donde habitualmente compraba los regalos que les daba a sus diversas amantes, era una lugar exclusivo, pero dejo muy en claro que el pedido que haría sería el más especial y definitivo que hubiera hecho jamás; mando confeccionar una sortija basado en el recuerdo de la que le llego a ver puesta a su madre, lo más fiel que sus recuerdos le permitieron, pues la joya fue enterrada con su mamá, el día que la sepultaron. El diseño era una especie de copa de la que emergía una flor, por lo que sabía esa había sido la joya de la familia saiyajin Ouji, las matriarcas habían heredado está a sus hijos el día que ellos les confirmaron la firme y seria decisión de contraer matrimonio, pues para ellas el compromiso era en absoluto serio y definitivo; sin embargo la prenda se había ido con los deseos de tener una vida normal como la habían tenido sus antepasados.

Pero vegeta pensaba que él tenía la fuerza de todo lo que representaba a los saiyajin Ouji, por lo que el haría que esa tradición volviera a resurgir, vigorizándola y que mejor que entregando la nueva alhaja de la familia a su amada Bulma, la mujer con la que siempre quiso estar.

No necesitaba usar zapatos, de hecho nadie lo estaba haciendo; estaba sumamente nerviosa, solo tenía que caminar unos cuantos pasos para llegar al que había sido adaptado como altar, donde tanto Vegeta como el monje budista la esperaban, dadas las circunstancias, se decidió que Trunks entregara a Bulma a su padre, Bulma respiraba muy hondo, no tenía sentido sentirse de esa manera, ya no era una chiquilla, conocía de todas las formas posibles a Vegeta, y a pesar de todo se estaba muriendo de los nervios; oyó se había la cortina de la pequeña carpa que había sido adaptada para que la novia terminara de arreglarse, -ya estoy lista Trunks, vamos-, dijo sin visualizar a la persona, cuando giro casi se cae de espaldas, quien estaba frente a ella, no era su hijo, -¿papa, que haces aquí?-, el Dr. Briefs se acercó temeroso, -Bulma hija, no sé qué decirte para pedir tu perdón, si pudiera regresar el tiempo atrás lo haría, pero eso es imposible-, soltó lágrimas, Bulma no sabía que hacer o decir, tenía tantos sentimientos encontrados, -¿Cómo supiste de mi boda?-, el hombre levanto la mirada, -fue tu esposo y Trunks, viajaron hace dos días, hablaron con tu madre y conmigo y nos pidieron que por ti, dejáramos tantos resentimientos de lado y comenzáramos a disfrutar de la familia que tenemos-, Bulma, quería llorar y se contuvo como la más fuerte, tantas horas de maquillaje no las arruinaría, ni siquiera por sentir que su corazón quería salirse del pecho e ir a los brazos de su Vegeta, una vez más el demostraba la maravillosa persona que era, cuan afortunada era Bulma, lo tenía todo y a mares, -papa, no puedo decirte que te perdono por completo en este momento, pero es un gran paso que ambos estén el día más importante de mi vida, bueno después del nacimiento de mis hijos, si Vegeta los ha perdonado, voy a seguir su ejemplo-, sonrió tranquila, seco las lágrimas de su padre y se aferró de su brazo, -entonces vamos papa, el amor de mi vida me está esperando-, salieron de la carpa y caminaron por dos trechos de playa, hasta que llegaron a donde se encontraban ya todos reunidos, entre una lonas color blanco y cielos de tul, Vegeta veía contento la escena, ni decirse de Trunks o de Bra, que irradiaban felicidad, padre e hija llegaron al frente, el doctor Briefs soltó a Bulma y observo un momento a Vegeta, le extendió la mano, Vegeta correspondió al acto, estrechando los dos las manos; la madre de Bulma se acercó tomando a Bulma por sorpresa a acariciando sus hombres, Bulma volteo a verla, -es un pasador de zafiros, pertenecieron a todas nuestras antepasadas, ahora es tuya, ya sabes la tradición hija, algo azul para la suerte-, Bulma sintió el objeto y sonrió sabía cuál era aun sin verlo, -gracias mama-, giro a donde estaba el que sería en unos instantes su esposo ante todo el mundo, tomo su mano y el hizo lo mismo, -gracias Vegeta-, el hombre le regalo una sonrisa cálida, como nunca.

Los botos fueron dichos jurándose el amor que ya se tenían el uno al otro, el beso que sello la unión, los nueve tragos de saque y todo el protocolo para quedar formalmente como una pareja unida ante la sociedad, el beso fue tierno, delicado y corto, pues no quería dar el espectáculo frente a nadie.

Vegeta tomo a Bulma de la mano, se encamino con ella al mar, Bulma sin protestar se dejó llevar con total confianza por su esposo, entraron al agua, -Bulma aquí, solo entre tú y yo, te digo mujer, que pase lo que pase en esta o en mil vidas, sea humano o extraterrestre, vivo o muerto, en este dimensión o en las que sean, tu siempre serás para mí, en esta historia o en otras, somos solo tú y yo, y nuestro amor prevalecerá para siempre por generaciones-, Bulma no evito derramar las lágrimas necesarias, lo abrazo y beso profundamente, -te amo Vegeta, y siempre lo hare-, Vegeta la levanto en sus brazos sin dejar ese beso que los consumía y llenaba completamente de felicidad.

FIN

Como siempre gracias a los que leyeron esta historia, nunca me he considerado una escritora profesional, así que claro que tengo errores de redacción y literarios, pero pienso que si uno no hace lo que desea terminara con una vida frustrada, y es por eso que hago esto, a los que me siguieron hasta aquí mil gracias, a los que decepcione mil disculpas; realizare un epilogo en esta semana para cerrar; y quiero invitarlos a leer mi siguiente historia a partir de la próxima semana, sábados como siempre.

Los quiero y admiro, a quienes solo leen y a quienes además escriben también, un gusto se hayan tomado su tiempo y me lo dedicaran.

¡HASTA PRONTO!