Hey! Sí, ya sé, dudarán de que esto realmente este sucediendo pero soy yo, y no puedo decir que he vuelto porque este será el último capítulo hasta que vuelva de mis vacaciones (me estoy yendo hoy mismo) de las que pienso volver renovada y sin bloqueos porque sí, lo admito, este último tiempo, al margen de unos pequeños problemas de salud, estuve bastante bloqueada, creyendo que más de lo que había escrito no podía escribir, releyendo mis historias y pensando en que no se me ocurría ni una sola idea que fuese distinta...

Pero en fin, no quería dejarlos sin nada hasta la vuelta, que será en un par de semanas... lo bueno es que visitaré New York después de muchos años y confío en que esto me dejará más inspiración, ¿no creen?

Otra cosa: muchísimas gracias por todos los mensajes de aliento, nunca fue mi idea dejarlos esperando o no seguir, la realidad es que el bloqueo me superó y no quiero escribir cualquier cosa con tal de cumplir...

Bueno, aquí les dejo el capítulo, espero que lo disfruten y nos vemos...

Capítulo 22

Kate cerró la puerta de un golpe, estaba furiosa. Otra vez Rick y sus niñerías… estaba demasiado enojada como para comprenderlo…

Escuchó golpes en la puerta y bufó con fastidio…

-No quiero hablar…- dijo en voz alta.

-Kate…- escuchó del otro lado y sin siquiera cerrar los ojos pudo imaginarse a su marido con cara de perrito abandonado, arrepentido… pero ya era tarde…

-Déjame en paz…

-Pero… ¿podemos al menos hablar?- insistió Rick y ella bufó, otra vez, para hacerlo más notorio para él y abrió la puerta, quedándose allí, tapándole el paso para que él dijera lo que quería decir y luego la dejara en paz.

-Habla de una vez…- dijo con una mirada que Rick sintió que lo traspasaba.

-Kate… - tartamudeó él y ella suspiró- fue solo un juego…

-¿Juego? ¿Te parece? Para ti todo es un juego, pero se trata de un hijo, de nuestro hijo, Castle…

-¿Es un varón?- dijo pestañeando, sin poder creerlo…

-No te diré nada, te lo has ganado… sigue con tus jueguitos… sigue apostando dinero al sexo de nuestro hijo…

-¿Me estás confirmando que es un varón?- insistió él.

-Ninguna confirmación, le pedí al técnico que no me lo dijera… estoy molesta Rick… ahora… déjame en paz…- dijo y empujó la puerta, cerrándosela prácticamente en las narices, pero sin trabarla, por lo que Rick supo que si la dejaba calmarse, probablemente pudiera entrar más tarde… plan B, tenía que pensar en uno, ahora mismo…

Caminó hacia la cocina pensativo, ese plan B tenía que ser muy efectivo, porque a las hormonas de Kate no era fácil ganarles… sobre todo sabiendo que Kate podría haberlo matado por lo que hizo sin la intervención de las hormonas…

Se detuvo en seco cuando la luz de una idea apareció en su mente… sonrió con satisfacción y tomó su chaqueta, ese plan no podía fallar… de eso estaba seguro…


Kate se dejó caer con cuidado sobre la cama y apoyó la cara directamente sobre la almohada, todo aquello era una locura, porque a pesar del enojo, Kate reconocía que la discusión había sido una tontería… ¿serían las hormonas? ¿todavía?

La realidad es que Kate encontraba muy molesto que mientras ella sufría todos esos cambios en su cuerpo y tenía todos esos fantasmas que atacan a las mujeres en su condición de primerizas, sobre si todo saldrá bien, si el bebé será sano o si serán buenas madres, su marido se pusiera a jugar y a apostar como si ella fuese una gran ruleta… y todos estuvieran apostando al negro o al rojo…

Se lamentó, realmente hubiese sido importante conocer el sexo de su bebé… pero había sido presa de la rabia y le había pedido al técnico que no se lo confirmase, solo para molestar a su marido… y ella también había resultado damnificada, porque si había algo que ella estaba desesperada por saber era el sexo de su bebé… ya que de esa manera podría comenzar a decorar su habitación, podría comprar algo, o quizá hacerlo con sus manos… pensar en el nombre… "si es varón, no se llamará Cosmo", pensó y sacudió la cabeza…

Cerró los ojos con fuerza cuando se acomodó boca arriba y acarició su vientre. Quería evitar llorar, tenía la impresión de que si no era por emoción, su hijo se sentiría tan triste como ella y eso era impensable… el pequeño Castlecito… o Castlecita debía ser la persona más feliz del mundo… ella se aseguraría de eso…

Se imaginó sus ojos, cristalinos… ¿celestes o ámbar? De cualquier modo serían increíbles… se imaginó su cuerpecito tibio, buscando más calor en sus brazos, quiso imaginarse su aroma… a bebé… pero ella no lo conocía demasiado, no estaba acostumbrada a los bebés porque nunca le habían simpatizado… hasta ahora, por supuesto…

Quiso pensar en un aroma, algo que le recordara a su niñez, a su madre… flores silvestres… ese era un hermoso aroma para asociar con su hijo…

Se quedó dormida… anhelando que el tiempo pasara rápido para conocer esa carita que la cautivaría por el resto de su vida…

Se olvidó del enojo, después de todo lo que habían pasado ella y Rick, su hijo era lo más importante… había que enfocarse en eso…


Rick entró a la casa con una sonrisa en la cara y un ramo de flores. No tenía idea de por qué, pero a pesar de haber ido a comprarlas convencido de que elegiría la docena de las mejores rosas de criadero, que sabía que a Kate le encantarían, había optado por un ramo más sencillo, unas flores que lo habían cautivado con su aroma suave, fragante, silvestre…

Decidió preparar uno de esos cafés que Kate acostumbraba a adorar y se esmeró en dibujar un hermoso corazón para llevarle…

Se acercó a la habitación y se sintió bastante nervioso, quería que todo saliera bien… sin duda el plan B daría resultado, con un poco de suerte y si Kate había bajado el nivel de enojo luego de descansar un rato…

Abrió la puerta de la habitación y la vio descansando, con sus manos sobre su vientre, la lámpara de la mesa de noche la iluminaba apenas, pero Rick supo y vio una hermosa sonrisa en su cara…

Se inclinó sobre ella y la miró. Repasó mentalmente sus rasgos… tendría que esmerarse en no cometer esos errores tan tontos, la había perdido demasiadas veces, ya no quedaba más tiempo por perder y él quería vivir cada minuto a su lado… con ella y con su bebé…

Volvió a sonreír y ella abrió los ojos…

-Kate…- dijo en voz bajísima.

-Rick…- jadeó ella, sus ojos en los de él, y Rick supo que el enojo había pasado…

-Lo siento…- dijo Rick sabiendo que el enojo podía haber pasado pero el tema quizá no estaba olvidado.

Kate alzó la mano y tocó sus labios.

-Me quedé dormida… soñé con un lugar ideal… un campo interminable de flores… lirios, eso creo… era perfecto, Rick… y estaba mi madre… compartíamos eso…

-Kate…- dijo Rick y tragó saliva, entregándole las flores.

-No puedo creerlo…- dijo ella sentándose en la cama para recibir las flores y acercarlas a su nariz para aspirar su aroma- eran como estas... idénticas...

-Ya ves que nuestra conexión sigue intacta...- dijo alzando las cejas y ella sonrió.

-Como el primer día...

-Fui con toda la intención de comprarte las mejores rosas pero… al final me gustaron estas… y… hay algo más que quiero decirte…- dijo él y le entregó la taza de café…

Kate sonrió al ver el corazón dibujado y le dio un pequeño sorbo.

-Dime…- dijo ella y sonrió otra vez.

-Más allá de las tontas apuestas… sé que para ti era importante saber el sexo de nuestro bebé…

-Yo… creo que iré a buscar otra orden para un ultrasonido… le diré a mi médico que la perdí… lo sabremos pronto…

-En realidad… ya lo sabemos…- dijo él y aclaró su voz cuando ella se puso seria de golpe.

-¿Lo sabemos? ¿qué quieres decir?

-Bueno, cuando me dijiste que le habías pedido al técnico que no te lo dijera se me ocurrió ir a hablarle… y recordaba perfectamente…

-Rick…

-Kate… tenías razón, tendremos una niña…- dijo con una voz tan suave que creyó que ella no lo había oído.

Kate pestañeó un par de veces y sintió que las palabras se le acumulaban en la garganta, no podía hablar… sus ojos se llenaron de lágrimas y Rick la vio temblar suavemente…

-¿Una niña?- preguntó cuando pudo hablar, en medio del llanto.

-Una hermosa niña… que será igual a ti…- le dijo Rick y la abrazó con fuerza mientras lloraba a la par de ella.

Se quedaron un rato en silencio, de a momentos llorando, en otros riendo y todo el tiempo abrazados…

Rick deslizó una mano hacia el vientre de Kate y lo acarició con ternura.

-Siempre lo supiste, ¿verdad?

-Siempre…- dijo ella con orgullo- pero si hubiese estado equivocada hubiese sido muy feliz también…

-Yo también… soy muy feliz… y hubiese sido muy feliz… porque es contigo… no hay nadie en este mundo con quien hubiese querido tener más hijos que contigo, Kate…

-Lo sé…- dijo ella y luego de lanzar una carcajada agregó- más te vale…- y él rió.

-Tendremos que pensar en un nom…- comenzó a decir él y ella lo interrumpió.

-Lily… se llamará Lily… y me recordará ese hermoso lugar y a mi madre…

-Lily… me gusta…- dijo sonriendo y luego besó sus labios- me encanta… Lily…

Kate sonrió complacida y besó sus labios mientras sus dedos y los de Rick se entrelazaban sobre su vientre…


Bueno, hasta aquí llegamos... obviamente que habrá más de esta historia, no sé si tan pronto como ustedes quisieran, pero habrá continuación, lo prometo! Hasta la vuelta!