-Mira, Katniss! – grita Octavia mientras me trae escopetada un pedazo de pastel – Lo han preparado especialmente para ti, para vuestra boda. ¿Por qué no pruebas un pedacito?
-Oh, lo siento – me excuso – aunque quisiera no podría comer nada más. Todo era tan delicioso que…
Veo que Flavius también se acerca con unas cuantas píldoras en la mano.
-Toma – dice, y me ofrece una – es una especialidad del Capitolio.
-¿Qué es? – pregunta Peeta mostrando a la vez interés y sospecha.
-Te hacen vomitar – explica Flavius – así puedes hincharte de nuevo. Nadie aquí podría probarlo todo de no ser por ellas.
Siento arcadas y me llevo a Peeta a un rincón.
-Peeta, es horrible – le digo – En el Distrito 12 nos morimos de hambre, y aquí vomitan para comer más.
-Tampoco es tan raro, Katniss. Ellos tienen su cultura y nosotros la nuestra.
Se dirige al estilista pelirrojo.
-Eh, Flavius! ¿Qué te parece probar ahora una especialidad de nuestro Distrito?
-No se…
-Va, tío. No nos hagas el feo a la novia y a mí.
-Es que…
-Porfaaaaa…
Flavius finalmente acepta, y entra en el servicio de caballeros después de Peeta, quien ya ha sacado una píldora ligeramente más grande.
-Mira, al igual que vosotros os tomáis eso para poder comer más, nosotros utilizamos estas para tener menos hambre y comer menos.
Flavius la coge con dedos temblorosos, y hace ademán de metérsela en la boca.
-Nooo,Flavius! Que no se come! – lo detiene Peeta antes de que lo haga – Mira, te enseño como se hace, bájate los pantalones.
-Q-QUE?! Peeta, no soy de esos!
-Que no, hombre! Que la píldora es un supositorio, no me seas cagueta!
Flavius duda, pero lo obedece y Peeta se pone a lo suyo.
-Bueno, y tú que has tenido algo que ver, ¿cómo ha…? No, no, relaja las nalgas! Eso es… Decía que como ha ido la preparación de Katniss.
-Fue un espanto, tuvimos que trabajar mucho – se queja Flavius – Claro, la tia no ha usado nunca crema anti-acné y se le nota. Además tiene una verruga en el culo que… mira, mejor ni te cuento.
-Tu trasero en cambio – comenta Peeta con admiración – es terso y suave. ¿Cómo lo haces?
-Oh, conozco a unos especialistas que hacen trabajillos como estos. Te podría pasar su número si quieres que te… AY, PEETA! Ve con cuidado, no me claves las uñas.
-Lo siento, tío – se excusa el panadero – Voy a necesitar estas uñas en la arena. De todas formas, no iré enseñando el culo por ahí como Finnick, así que casi que mejor dejamos el tema de la cirugía.
-Como quieras.
-Bueeeno – dice Peeta, levantándose y admirando su trabajo - ¿Cómo te sientes?
-Algo… lleno – dice Flavius – siento que voy a reventar.
-Eso es bueno, así es como nos hace sentir normalmente. Así perdemos el hambre y no gastamos tanto en comida.
-¿Y cómo hago para…? - dice Flavius con timidez – ¿para quitármelo?
-Haciendo fuerza, amigo mio – dice Peeta, dándole palmaditas en los hombros – Haciendo muuucha fuerza.
"Estos del 12 están locos" pensaba el pelirrojo "Solo espero que Peeta tampoco quiera enseñarme el baile regional del distrito"