Hola a todos! Bueno pues este es mi nuevo perfil aquí en , es el principal, anteriormente tenia otro con el nombre de Yumeiko02 (donde publiqué unas adaptaciones que están completas)
Esta es una nueva historia, bajo mi autoria Yumeiko, espero que les guste. Tengo mi otro perfil en , pero aquí también estaré subiendo esta, espero que les guste.

Sin más los dejo leer...

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Dos Mundos

Capítulo 1. Coincidencia

-Sakura
Me había decidido al final por unos pantalones de mezclilla entubados azules, un zapato de tacón negro bajo, una blusa de tirantes negra y arriba de ella un suéter color beige, una bolsa negra muy a la moda, unos lentes negros y un gorro un poco grande pero que en estos días son muy bien vistos; color negro por supuesto. No era una amante del color negro, pero hoy tendría una cita con Kiba Inuzuka el chico más popular de la Universidad y no quería parecer ni muy necesitada ni tan poco interesante, algo neutral de acuerdo a un chico como él.

Baje y como si fuera obra del destino en la puerta principal de la mansión estaba mi papá, últimamente suelo verlo muy seguido.

—Hola—lo saludé cuando él checaba algo en su celular.

—Hola hija, ¿vas a salir? —me pregunta dejando su celular de lado.

—Sí, tengo una cita —contesté.

—Está bien… ¿me tengo que preocupar? —papá me preguntaba eso puesto que solo se preocupaba cuando era un chico que realmente me gustaba y lo decía por una mala experiencia que tuve cuando tenía 14 años y tuve mi primer enamoramiento.

—Descuida papá, no es nada grave —reí.

—Cuídate mucho hija, regresaré en la noche —me dijo dándome un beso en la frente y abriendo la puerta para ambos irnos.

El subió a su auto y yo al auto en el que me esperaba mi chofer personal.

Mi nombre es Sakura Haruno, tengo 19 años y soy hija única, también en mi familia solo tengo a mi papá, mi madre es alguien que no existe en la vida de ambos. Gracias al duro trabajo de mi papá vivimos como vivimos y pues no lo voy a negar, me gusta estar mimada pero también estoy consciente de muchas cosas. Estoy estudiando administración de empresas por pedido de mi papá, debo admitirlo me gusta lo que estudio pero a veces me distraigo un poco -mentira, mucho- pero trato de dar lo mejor de mí. Físicamente tengo un cuerpo muy bonito y desarrollado, senos ni tan grandes pero tampoco tan chicos, tengo un trasero de acuerdo a mi figura, mi piel es blanca, mi cabello es rosa y mis ojos son iguales a los de mi padre, verde esmeralda claro, es algo que me encanta y que comparto con él.

-Sasuke.
—Kai tranquilízate, si sigues así no te vuelvo a llevar al parque —regañaba a mi hermano menor mientras íbamos de camino al parque más atractivo de Tokio, por alguna razón a Kai le encantaba, solo era un niño de 7 años.

—De acuerdo hermano, lo siento —se disculpó y caminó más lentamente, ya que íbamos de camino a la estación del metro.

Mi nombre es Sasuke Uchiha tengo 23 años; soy un chico de estatura alta, mido alrededor de 1.87 m y estoy bien físicamente hablando, todo en su lugar, a pesar de mi carrera que me quita mucho tiempo siempre trato de mantenerme en forma; soy de piel blanca, mis ojos son grandes y negros al igual que mi cabello, mi cabello es largo y desordenado simplemente porque no me apetecía peinarlo, solo cuando es estrictamente necesario. Mi situación económica es estable, no soy pobre ni rico, pero trato de dar lo mejor de mí, había conseguido una beca del 100% en la universidad en la facultad de medicina y desde que entre hasta ahora la sigo manteniendo, de vez en cuando me quito el estrés saliendo con mi pequeño hermano acompañándolo al parque. Vivo en un barrio humilde con mi mamá, mi papá, mi hermano pequeño Kai y mi hermano gemelo Itachi sólo que él estudia arquitectura.

Kai y yo subimos al metro en la estación y empezó el viaje, contar 5 estaciones, Kai se lo sabía de memoria. Luego de 20 minutos, por fin llegamos a donde queríamos y como era de esperarse, este niño nunca entiende, apenas abrieron las puertas y mi hermano pequeño salió corriendo, se sabía el camino para salir del metro y como al salir estaba el parque, sabía exactamente a donde iba, pero no me gustaba que hiciera eso, él lo sabía. Así que ahí estuvo mi carrera, tuve que seguirlo rápido.

-Sakura.
Me puse en el poste en medio de la parque principal de Tokio, justo donde Kiba me había dicho que estaría, estoy demasiado molesta, me había dicho que estaría aquí temprano y yo vengo llegando 20 minutos tarde y el señor ni una pisca de presencia. Empecé a caminar de un lado a otro y luego me dispuse a cruzar de un poste a otro en medio del camino del parque. Cuando iba de regreso a donde se suponía que me esperaba Kiba, un pequeño niño de cabellos negros corrió y me hizo perder el equilibrio haciendo que casi me cayera pero pude apoyarme bien, cuando me iba a acomodar de nuevo otra persona choco conmigo y por lo que pude también escuchar, ambos caímos al suelo. Me había golpeado en el trasero me queje y me trate de sobar, cuando iba a levantarme vi una mano que me ofrecía ayuda, yo mire hacia arriba y me topé con unos ojos hermosos, eran grandes y de un negro profundo, no pude evitarlo lo observe detenidamente y era como si el hombre perfecto estuviera frente a mí. Unos ojos negros y enormes, una nariz ni demasiado grande ni demasiado pequeña, normal, unos labios tan bonitos que daban ganas de besarlos y que decir de su cabello, desordenado y sexy, me encantaba. Tuve que volver a la realidad y evitar esos pensamientos, me sonroje al instante y quité la mirada de él muchacho y acepté su mano, el me ayudó a levantarme.

-Sasuke
Era tan linda, tan bonita, sus ojos, su nariz, su boca, su cabello, pero lo que más me mataba de ella eran sus ojos, unos hermosos ojos color verde jade, me perdí en ellos tan solo chocamos miradas, estuvimos viéndonos unos 10 segundos creo, no recuerdo si fue más o menos, pero para mí era como si no hubiera nadie más a mi alrededor, solo era ella.

Luego de mirarnos, ella quito su mirada y pude darme cuenta de que se había sonrojado un poco, ¿yo lo provoqué? ¿Ella se sonrojó por mí? ¡Diablos! ¡¿Qué estoy pensando?! Eso no es lo importante ahora. Ella aceptó mi mano y la ayudé a levantarse, ahí me di cuenta, ella era mucho más baja que yo y eso que traía tacón aunque era bajo. La observé mientras se limpiaba la tierra y el polvo de su ropa… ella era… observando su vestimenta, una chica de clase alta, su ropa era de diseñador y si no era así, era de marca, su reloj marca 'Rolex' no era mentira, esos lentes 'Dolce&Gabanna' tampoco lo eran y si me pusiera a decir todas las marcas que esta chica traía encima creo que no me alcanzarían las horas del día… espero que no se enoje tanto por el choque.

—Lo siento, iba detrás de mi hermano y cómo iba muy rápido no pude detenerme a tiempo para evitar el choque, te pido una disculpa —bajé los ojos apenado, no tenía idea de cómo iba a reaccionar, era una chica rica y suelen ser poco comprensibles, escuché su risa.

—Tranquilo, también es mi culpa, yo estaba caminando de un lado a otro —sonrió, su sonrisa era la más bonita que había visto jamás, era tan hermosa y su voz no era chillona ni nada parecido, era perfecta—. Entonces el niño que paso corriendo era tu hermano… si lo vi, ¿lo estás buscando? Creo que deberías correr entonces, no se fue tan lejos —me recomendó preocupada.

—Claro, iré por él —no podía dejar de observarla, de verdad que no podía, de no ser por mi hermano, no me alejaría de ella.

Cuando me iba a despedir de ella, sentí a mi hermano a un lado de mí con la cara triste.

—Hermano ya no alcance nada, se lo terminaron todo —me dijo triste.

— ¿Qué? —le pregunté sin entender.

—Había visto ayer en la televisión que venderían los dulces 'HR' y se acabaron, yo quería probarlos —me decía mi hermano muy triste.

— ¿Hablas de estos? —le preguntó la chica a mi hermano sacando de su bolsa unos dulces con la marca que él había dicho.

A mi hermano se le iluminó el rostro y se acercó a ella.

—Sí, sí, sí, son esos… ¿Dónde los conseguiste? Yo quería unos, pero la niña que estaba antes que yo, se llevó los últimos —le dijo triste.

—Descuida, te los regalo —le dijo ella entregándoselos.

— ¿De verdad? —le preguntó.

—Claro —le dijo con una sonrisa.

Kai me miró queriendo saber si podía aceptarlos.

— ¿Cuánto te costaron? Yo te los pago —le dije a la chica.

—Tranquilo es un regalo —sonrió—. A cambio, invítenme a comer algo delicioso me muero de hambre y parece que la persona que estaba esperando me dejo plantada, además tómalo como deber porque me tiraste —nos dijo sonriendo.

—Hermano, ¿la tiraste? —Kai me veía con sorpresa mientras iba a abrir la bolsa de dulces, pero se la quite.

—Fue tu culpa por no explicarme la razón de tu prisa y choqué con ella, te los comerás después de que comamos… —me dirigí a ella—. ¿A dónde quieres comer?

—No lo sé, digan ustedes.

—Hermano, vamos a 'Morde', vamos, vamos —me decía mi hermano pero no creía que era un lugar adecuado para llevar a la chica que estaba frente a nosotros, aunque un lugar adecuado para ella ni siquiera me alcanzaría para la mitad de uno de nosotros.

—No creo que a ella le guste… —dije no muy seguro.

—No lo conozco, pero si tu hermano dice que está bien, vamos —sonrió.

—Ven vamos —mi hermano sin pena tomó la mano de ella y camino hacia la calle, estaba a solo dos cuadras.

Mientras íbamos caminando mi hermano la cuestiono.

— ¿Y cómo te llamas? —le preguntó aun teniéndola de mano.

—Me llamo Sakura Haruno —Sakura… que nombre tan bonito.

—Yo me llamo Kai Uchiha y el gruñón que viene detrás de nosotros es mi hermano mayor Sasuke Uchiha—Sakura se empezó a reír por cómo me llamo mi hermano.

—Bonitos nombres, me agradan —dijo notablemente feliz.

Cuando llegamos al pequeño restaurante que mi hermano había sugerido, note que Sakura lo observaba sin estar muy segura de entrar, pensando si era sano o no comer en un lugar así, creo yo.

— ¿Qué esperas? Entremos —dijo mi hermano tomando a Sakura de la mano y llevándola a una mesa libre.

—Nunca había venido a este lugar —comentó observando todo el salón.

— ¿Enserio? ¿En qué mundo vives Sakura? Este es mi restaurante favorito, el mejor 'Ramen' está aquí, ningún otro lugar como aquí. —decía emocionado mi hermano.

— ¿Ramen?

— ¿No me digas que no sabes que es el Ramen? —le preguntó mi hermano sin poder creérsela.

—Lo siento Kai, pero no lo sé —dijo sonriendo.

—Entonces tenemos que pedirte eso —mencionó Kai.

En ese momento llegó la camarera y mi hermano sin que ella pudiera decir algo le pidió dos platos de Ramen y me miró para que yo también dijera que quería, yo asentí y pidió otro más para mí.

Kai estuvo hablando con ella sobre comidas que nosotros acostumbramos y aparentemente ella no las había visto jamás, nuestras vidas son muy diferentes. Durante cinco minutos creí que era mi imaginación, pero mientras mi hermano hablaba con ella yo me daba cuenta como ella se me quedaba viendo, y en veces cruzábamos miradas: cuando eso pasaba ella solo me sonreía, ¿lo hacía apropósito? ¿Cuál era su objetivo? Era lo que yo me preguntaba.

Llegó la camarera con los platillos y al instante Kai comenzó a comer el tazón de Ramen, mientras Sakura lo observaba curiosa.

— ¿Qué pasa? —le preguntó mi hermano.

—Nunca había visto esto, no en persona —dijo tomando los palillos y analizándolo.

—Cómelo, prometo que no te arrepentirás —le dije llamando su atención.

—Está bien —ella entonces comió e hizo una cara de felicidad—. Sabe mejor de lo que pensé, pero que delicioso —al instante empezó a comer igual o peor que mi hermano, se notaba su felicidad.

Cuando terminamos de comer pagué y los tres salimos del restaurante.

—Creo que es hora de despedirnos —mencioné, la verdad no quería alejarme de ella, pero si no nos íbamos ahora se nos haría noche para llegar a casa y sería un problema con Kai.

— ¡NOOOOOOOO! Yo estoy muy a gusto con Sakura, no me quiero alejar de ella —dijo mi hermano tomando nuevamente a Sakura de la mano… verdaderamente los niños pequeños sabían aprovecharse de ser pequeños—. Además, haremos mucho tiempo para llegar a casa.

— ¿Mucho tiempo? —preguntó Sakura mirándolo.

—Si… tenemos que subir al metro, luego son dos estaciones y luego hay que cambiar de vagón, son otras tres estaciones, cambiamos de vagón y nuevamente son otras mil estaciones, luego ya cuando estamos en la de nosotros, tenemos que caminar como 8 cuadras para llegar a casa, hacemos como dos horas, es cansado, no quiero —Kai se estaba poniendo insoportable y no me avergonzaba de lo que era mi vida, pero con ella que se podía notar que era chica de limosina, me sentía un poco inferior.

— ¿Por dónde viven? —nos preguntó—. Mi chofer y yo podemos llevarlos, igual no tengo otra cosa que hacer, ¿Qué dicen? —me tomó de sorpresa su ofrecimiento y eso no sabía cómo tomármelo.

— ¿Chofer? ¿Tienes un chofer? ¿Nos puedes llevar? ¿En serio? Te lo agradecería demasiado, hermano, ¿podemos? —me preguntó Kai.

—No Sakura, no tienes que molestarte… —traté de declinar su oferta, pero ella negó.

—Vamos, no tengo problema, sirve que pasamos más tiempo, juntos —eso último que dijo me gustó, pero no quería dar problemas.

—Si hermano, por favor, recuerda que mamá no quería que llegáramos tarde, por favor hermano, di que sí, por favor —Kai empezó a pedírmelo y pues en esta situación no me quedó de otra más que aceptar lo que mi hermano me decía…

—Está bien —dije.

— ¡SI! —dijo feliz mi hermano.

—Está bien, permítanme un momento —ella sacó su teléfono y llamó a creo su chofer, luego colgó—. No tarda en llegar aquí.

Minutos después se detuvo una Suburban negra del año, si creía que ésta chica era de dinero me equivocaba, esta chica era millonaria.

— ¡WOW! ¡Qué camioneta tan grande! ¡Está genial! ¡WOW! —decía mi hermano viéndola.

De la camioneta bajo quién parecía ser el chofer y él nos abrió la puerta, los tres subimos y mi hermano empezó a platicar con ella en la camioneta. Yo le dije al chofer a donde iríamos y el al instante sabia a donde le estaba diciendo.

-Sakura
Luego de unos veinte minutos mi chofer se estacionó por fin y volteó.

—Hemos llegado, éste es el límite hasta donde hay paso a autos —dijo mi chofer y volteé a ver a los hermanos.

—Sí, en nuestra colonia no pueden entrar autos —dijo Kai.

—Entiendo —dije analizando lo que estaba aprendiendo de ellos.

Los tres bajamos cuando mi chofer abrió la puerta y vi que había un callejón pequeño y más allá estaban las casas, me di cuenta de que eran chiquitas, bonitas pero chiquitas, creo que sería interesante entrar en una de ellas.

—La segunda casa es la de nosotros —me dijo Kai—. Sakura de verdad que muchas gracias, nos ahorraste un viaje de dos horas, me dio mucho gusto conocerte, espero poder verte otra vez —me dijo el pequeño, yo le sonreí y acaricié la mejilla.

—Por nada Kai, yo encantada —sonreí y él se despidió de mí.

—Nos vemos en otra ocasión Sakura, hasta luego —me dijo el niño y se fue corriendo a su casa. Ese niño era tan encantador, a diferencia de Sasuke tenía el cabello sumamente corto pero igual de negro al igual que los ojos, solo que el pequeño era cachetón, algo que lo hacía ver tan encantador, seguramente cuando creciera será todo un rompecorazones.

—Que descanses Kai —sonreí.

Ahora solo estábamos Sasuke y yo, puesto que mi chofer se había subido a la camioneta, de verdad que desde que lo vi había hecho que se diera cuenta de que me gustaba, de indirectas que le daba, él simplemente no entendía.

—Bueno pues… buenas noches Sakura y muchísimas gracias por el viaje —me dijo amablemente.

—Por nada Sasuke.

—Hasta luego, que tengas buenas noches —él apenas se había dado la vuelta, pero si creía que yo lo iba a dejar ir así como así, estaba muy equivocado.

Lo tome del brazo.

—Espera un momento —él me miró sorprendido—. Dame tu teléfono —le dije seria, el sin estar muy seguro me lo tendió y yo al instante escribí mi número y me marque—. Bien, ahora tienes mi número y yo tengo el tuyo —escribí mi nombre en el contacto y luego me tomé una foto, él estaba muy sorprendido por lo que yo estaba haciendo, pero si no se daba cuenta de que me gustaba con esto, no sé cómo tendría que hacerlo entender—. Quiero que volvamos a salir —dije para que entendiera.

— ¿Con mi hermano? —se estaba haciendo el dificilito, pero eso no funcionaría conmigo.

—No… solo contigo —contesté de manera segura.

— ¿En serio?

—Sí, quiero conocerte mejor.

—Oh… es una sorpresa.

—Así que por eso guarde mi teléfono, espero que me llames, no me dejes esperando mucho —le pedí, pensando que sería de esos chicos que esperan unos días para llamar.

—Si… claro que te llamaré Sakura.

— ¿Cuántos años tienes? —le pregunté por primera vez desde que lo conocí en la tarde.

—23 —contestó al instante.

Yo me empecé a reír.

-Sasuke
Cuando le dije que tenía 23 años ella se empezó a reír, no entendía porque lo hacía… lo que si me había dejado atontado era que ella había sido la que tomó la iniciativa de pedir el número… yo estaba pensando si hacerlo o no, pero entre de decidir eso pensé en mejor huir, no soy bueno en las citas y me da miedo pensar que solo estaba jugando y solo fueron imaginaciones mías.

— ¿Qué pasa? ¿Cuál es el problema? —me preocupé, ¿será ella mayor que yo?

—Yo tengo 19 —contestó—. Eres más grande que yo, pensé que eras de mi edad —confesó riendo.

— ¿Hay algún problema? —me preocupé por si ella ya no tendría interés de salir conmigo por ser mayor que ella.

—Para nada —sonrió, su sonrisa era tan hermosa, creo que será algo que no podré sacarme de mi cabeza jamás, su manera de sonreír, me encantaba.

— ¿Sasuke? —escuché la voz de mi hermano gemelo y volteé, Sakura también lo hizo, pude notar en sus ojos mucha sorpresa.

—Buenas noches —dijo Sakura y en su voz se notaba una sorpresa enorme, ella estaba por decir algo pero le dije con la mirada que le explicaría enseguida.

—Buenas noches —le contestó mi hermano a ella sorprendido. Me di cuenta de que el me preguntaba con los ojos ¿quién era ella? y ¿qué onda con la camioneta que estaba atrás?, le indique que le contaría todo en la casa y el asintió, obvio todo en miradas—. Con permiso —fue lo único que dijo para después seguir el camino a mi casa.

—Es mi hermano gemelo Itachi —contesté a la mirada de Sakura mientras lo veía irse.

— ¡Están igualitos! Parecen dos gotas de agua, increíble —decía alucinada—. ¿No es muy platicador?

—Lo sé… no es eso…

— ¿Entonces?

—No le es común encontrarme con una chica afuera de casa.

—Oh…

— ¿Nos confundirías? —cambié de tema.

—No.

— ¿En serio? ¿Por qué estás tan segura?

—Sé que no te confundiría, la razón te la diré después.

—De acuerdo —bufé, realmente quería saber.

—Kai es la versión pequeña de ustedes dos, que ternura —dijo ella aplicando lo que yo, cambiando el tema.

—Si… Itachi y yo tenemos 23 y Kai 7 —confesé a ella.

— ¡Vaya! Es mucha la diferencia de edad —ella tenía los ojos como platos haciendo cuentas.

—Sí, pero nos llevamos bien, créeme, aunque por alguna razón Itachi y Kai son los que continuamente se pelean y se molestan, yo soy el intermedio… se podría decir que soy el hermano del medio puesto que nací tres minutos después que Itachi —sonreía al recordar las peleas de mis hermanos y ese pequeño detalle.

—Yo soy hija única así que no sé lo que es tener hermanos, me parece interesante —'hija única'

—A veces no están bueno como parece.

— ¿En serio?

—Sí, llega un momento en que no los soportas, a veces siento que yo soy el mayor y tengo dos hermanos de 7 años para ser sincero —ambos empezamos a reír, y era verdad, Itachi frente a todos se comportaba de acuerdo a su edad, pero cuando estábamos los tres juntos y empezaba la pelea, él y Kai parecían de la misma edad.

— ¡Que divertido! —sonrió ella.

Sakura iba a decir algo pero sonó su teléfono e hizo una mueca, me hizo un ademan de que esperara un poco y contestó.

—Si… no… tranquilo… adiós —fue todo lo que dijo y me miró—. Era mi papá, me tengo que ir —dijo un poco molesta.

—Tranquila, ve con cuidado y nos vemos después.

—Promete que me vas a llamar —me pidió esperanzada… entonces no era mi imaginación, a ella ¿le gusto? ¿De verdad le gusto?

—Lo prometo —ella me hizo el ademan de que estrecháramos los dedos meñiques y sentí rozar mi piel con la suya, una corriente eléctrica se desbordó por todo mi cuerpo, luego ella se alejó.

—Ya lo prometiste, si no lo haces se te va a caer el dedo —me dijo bromeando.

—No lo creo.

—Pasara si no me llamas —me amenazó riendo.

— ¿Quieres ver que no? —le dije riendo.

— ¡No!

— ¿Por qué?

—Porque si quiero que me llames —me dijo avergonzada.

Me empecé a reír.

—Lo haré, ahora ve a tu casa, tu papá te espera y en mi casa también lo hacen —le dije.

—Está bien, que descanses Sasuke —rio—. Cuídate —me sonrió y luego subió a su camioneta cuando le abrió la puerta su chofer y se despidió de mí con su mano. La vi irse y ahora que estaba solo no me podía creer lo que había pasado.

Soy yo o, ¿esa mujer está interesada en mí? Sea lo que sea, si lo está o no lo está, yo si lo estoy y claro que le voy a llamar, quiero volver a verla sonreír.

Me fui caminando a mi casa y entré, nada más entré y ahí estaba mi hermano Itachi.

— ¿Quién era esa mujer? —la mirada acusadora de Itachi no dejaba de observarme retadoramente.

¿Cómo le voy a explicar que la conocí en el parque y tan solo cruce mirada con ella quedé prendado de ella? ¿Cómo explicárselo a mi hermano que no dejaba de mirarme acosadoramente?

CONTINUARA…

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¿Que les pareció? Espero que les haya gustado y disfrutado, tengo el capitulo siguiente ya hecho. Y pues si quieren dar algun comentario o sugerencia, será bienvenida, el siguiente capitulo es donde empieza todo el movimientoXD! En fin, lo subiré el día de mañana sin falta:D! Un abrazo y nos vemos entonces.

Yumeiko