Disclaimer: Gravity Falls y sus personajes le pertenecen a Alex Hirsch y a Disney.

Capítulo 5

El lago…

El maldito lago, del maldito sueño con… No, no estaba el maldito triángulo infernal.

Dipper miró a todos lados.

Nadie.

No sabía si eso debería hacerlo sentir mejor.

Se desplazó a lo largo de la relativamente pequeña isla. En varias partes del camino divisó algunas cosas que reconocía por libros y una excursión que había hecho con el tío Ford hace un par de veranos, así como una moneda conmemorativa de Oregón. Al fin y al cabo, era un lugar de rituales, mágico para aquellas tribus autóctonas que buscaban visiones, que, o bien estaban extintas o se habían desplazado a otras zonas a causa de la expansión de los británicos y después algunos asuntos sobre reservas indias. Piedras apiladas, restos de lo que parecían planchas de sacrificio u ofrendas, a Dipper le causaba cierta fascinación, sin embargo, no era un momento en el cual sintiese que podría disfrutarlo.

El cielo era colorido por la aurora boreal –¿Una aurora boreal?, es esta parte del mundo? – e iluminaba parte del camino rodeado de nieve, hacía frío, era invierno aun en sueños. Dipper pensó que quizá habría algo de interés en la parte alta de la isla, aunque eran alrededor de medio kilómetro para escalar entre la nieve y las rocas, eso lo hizo dudar un poco de su decisión.

¡Que idiota! Olvidaba que estaba en un sueño. – Dipper pensó y se concentró en volar de alguna forma. Salieron unas alas, similares a las de las lechuzas, a la altura de sus omóplatos y avanzó hacia la cima entre los árboles con cuidado de no ser descubierto por cualquier monstruo o peor aún, Bill Cipher.

– ¿Quiere más té, señorita alicornio? – Era la voz de su hermana. Se acercó más rápido y se escondió atrás de un pino para verla.

–Mabel

–Princesa Mabel, señorita alicornio. – Corrigió al animal mítico mientras le servía más té.

–Bien. Princesa Mabel, soy macho, por favor.

Mabel estaba sentada al lado de una de las mesas de rituales. Frente a ella estaba el unicornio con alas con el cual lo había rescatado el otro día, discutiendo.

¿Qué hace aquí Mabel? Más bien, ¿por qué está aquí? Quizá sea una especie de parte de recuerdo de ella atrapada durante el Weirdmageddon o será una creación de Bill Cipher… No, no podría, sino no me hubiera salvado. ¿Entonces? – Dipper seguía divagando detrás del árbol.

– ¿Por qué no pasas por una taza de té tú también, Dippersausage? – Le ofreció su "hermana" desde el tocón donde estaba sentada.

–¿Qué? –Dipper sin salir de su escondrijo exclamó, dudando acerca de la quizá persona que tenía delante suyo. – ¿Cómo supiste que estaba aquí?

–Dipper, somos hermanos, además no eres muy bueno escondiéndote aquí, vi tus zapatos y cabello sobresalir, además de las alas, eres… pues, muy grande… Espera, ¿Por qué eres muy grande? ¿Qué sucedió? –Dejó su taza de té a un lado y se acercó al árbol donde estaba escondido para jalarlo del brazo.

Dipper se vio al descubierto por una niña de aproximadamente 12 años, la misma que salvó de la burbuja del Weirdmageddon hace más de 6 años como si no hubiera cambiado nada, sin embargo, hasta hace sólo unos momentos estaba platicando con la que tenía su edad.

–¿Ahora me vas a decir? –Insistió la niña. – O es esos de otros secretos que tienes? Porque yo te acabo de ver hace unas horas y te habías vuelto a encoger.

La mente de Dipper viajó a grandes velocidades después de escuchar esto. ¿De qué está hablando? ¿Acaso hay otro yo en este lugar?

–¿Dónde estoy?

–¿Qué? No esquives mi pregunta, ¿dime como lo hiciste? – dijo sacudiendo la manga de su ropa.

–Solo crecí M-Mabel, tu sabes, el paso de la adolescencia y eso–dijo dudando si llamarla por el nombre de su hermana. Básicamente son lo mismo, ¿no?

–Pero volviste a tu forma y ahora volviste a hacerlo… Espera… –Dio un salto hacia atrás, empujándolo y haciéndolo caer, buscando una rama como arma. –¿Quién o qué eres tú?

El Alicornio se levantó de su sitio para ir al lado de Mabel y escudarla con una de sus alas.

–N-no, yo soy Dipper. – Se intentó arrastrar hacia atrás hasta que su espalda chocó contra otro de los árboles.

–¡No me mientas! Yo lo acabo de ver hace un par de horas.

–No, te lo juro Mabel que yo soy Dipper, mira. –alzó el cabello que tenía pegado a la frente para mostrarle su marca de nacimiento. –Tu tomaste una foto de mi primer beso para chantajearme después, amabas a los unicornios, pero descubriste como eran y los golpeaste ese verano, aunque no entiendo cómo es que ahora está de tu lado ese.

–Oye amigo, yo soy un alicornio, no me compares con ellos–giró ofendido su larga cara–aunque sí, son algo así como nuestros primos lejanos, pero ellos son unos tarados.

–¿Cómo es que no sabes de la señorita alicornio? La hicimos nuestra amiga hace una semana.

–No realmente, eso no paso, pero es algo así–La mirada del animal mágico se oscureció un poco. –Sólo, digamos que tenemos un acuerdo de no agresión.

–Bien, digamos que te creo, –entrecerró los ojos – pero eso aún no me responde por qué eres tan grande. –Volvió a amenazarlo con la rama poniendo la punta firmemente en su cuello– ¡Responde!, ¿eres un amigo de Bill?

–¡Argh! No, definitivamente no, ni siquiera sé que hago aquí, –Dipper habló con prisa– yo sólo salí a explorar y de pronto me encontré con la estatua de Bill y me golpeé. Luego desperté en el hospital tres días después, luego volvió a pasar esto cuando me dormí, sólo… sólo hace muchos años que no soñaba, desde que derrotamos a Bill cuando tenía 12 años… Eso es todo, por favor no me hagas daño.

–Pero yo tengo 12 años ¿cómo es posible eso? – Ella aflojó un poco el agarre de la rama

–N-no lo sé, quizá es un fallo, al fin y al cabo, sé que esto es un sueño, pero no sé de quién, yo ya no podía soñar y de pronto, de pronto te estoy viendo a la tú de 12 años junto a un unicornio y al desquiciado de Bill Cipher cada vez que voy a dormir.

–Pero…

–Pero no recuerdo nada hasta que regreso aquí, así nunca le podré decir al tío Ford para saber que está pasando, aunque sospecho…

–¿Sospechas qué? – Para este momento, la rama nuevamente ya estaba en el piso y el alicornio ya estaba sentado, aunque aún mantenía a Mabel cubierta con su ala.

–Quizá… Solo sean un recuerdo de alguien, o quizá sea una parte atrapada de ti misma cuando estabas en tu burbuja durante el Weirdmageddon, o no lo sé, – Pasó un momento meditando mientras se llevaba una mano a la barbilla. –Quizá mis sueños se detuvieron y ahora sólo están volviendo a avanzar desde donde se quedaron estancados, aunque así no funciona el cerebro.

–Pero eso no tiene sentido para mí, yo estoy aquí y tú también, al menos el tú de mi edad.

–¿Cómo es este Dipper?

–Pues… es igual a ti, sabes, un tonto nerd, así que no podría ser el Dipper cool que me caía bien en la burbuja.

–¡Hey! Espera… ¿Pero a qué se refería este Bill cuando dijo que le hice todas esas cosas horribles, realmente este Dipper hizo eso?

–Siii… ¿Por qué no? O sea, es normal, casi todo el tiempo están peleando cuando se ven. –Dijo como si fuera el asunto más normal del mundo.

–Entonces… quizá sea algo más este lugar. –Sintió un escalofrío recorrer su espalda y no necesariamente a causa de la nieve que le rodeaba. Ver a su "hermana" despreocupada por algo así no era muy tranquilizante.

–¿Qué te parece si nos acompañas a beber el té? – La niña le tendió la mano al mayor con una sonrisa, quien la tomó con algo de duda.

–Creo que habrá que volver a calentar el agua. –Sugirió el alicornio mientras regresaba a su asiento en el extremo de la mesa ritual.

–Déjame ayudarte con eso. –El chico se concentró en pensar lo que necesitaba hasta que empezó a ver el vapor salir de la tetera y las tazas de té puestas en el lugar. –Ya está listo.

Mabel y Dipper se sentaron alrededor de la improvisada mesa. Un silencio incomodo pronto se situó en el lugar mientras la niña le servía la taza de té. A lo lejos, se escuchaba el ulular de las aves nocturnas y el arrastrar de algunas hojas que no habían sido cubiertas por la nieve, llevadas por el viento. La luna era cubierta ocasionalmente por pequeñas nubes aborregadas haciendo variar por momentos la luz del lugar.

–Y bien…–Mabel se animó a romper el hielo. – ¿Cómo es mi yo grande?

Dipper asumió que haría en algún momento ese tipo de preguntas, así como otras, pero no estaba seguro de contestar muchas cosas específicas, además, quizá ella en este momento pudiera estar controlada por Bill, o inclusive ser él. Dio un trago a su té mientras evaluaba la situación y decidió ir con cuidado.

–Ella y yo ahora estamos en la universidad, en realidad siempre has sido bastante buena con las manualidades y la moda, así que ya te imaginarás hacía qué decidiste poner tu interés. Has hecho muchos amigos, pero eso no es novedad. Y aunque puedas pensar lo contrario, al fin estas más tranquila con eso de tener novios. –Dipper esbozó una sonrisa tranquila mirando al vacío recordando cómo es que su hermana había decidido eso.

–Eso me cuesta un poco de creer, ¿Cómo es que no tengo novio en el futuro? ¿Estoy fea? –Su voz se escuchaba desesperada. –¿Estoy gorda y fea? ¿Alguien hizo rumores para que no se me acercaran?

–No realmente Mabel, sólo… Sólo un día decidiste que no valía la pena desperdiciar tu tiempo impresionando a esos tontos que te gustaban. –Dio otro trago a su té. –A todos nos sorprendió bastante, pero desde allí tus intereses se fortalecieron e impulsaron tu decisión de ir a una escuela de modas.

La mirada de la menor estaba fija en la cara del otro, un semblante de curiosidad atravesaba su rostro, enterrada en el silencio, salvo por los sorbos té del alicornio.

–Papá y mamá no se opusieron a tu decisión –continuó Dipper – aunque tuvimos una especie de discusión porque insistías en que me quedara contigo.

–¿Y qué hiciste?

– Pues, terminé postulando en una universidad cercana, aunque ya lo había decidido previamente, así que te calmaste. – Sonrió de forma nostálgica al recordar la escena.

Mabel había entrado a su habitación gritando un montón de disparates acerca de que nuevamente la abandonaría yéndose lejos de él.

¿Es que no me quieres? ¿Es porque soy egoísta? – Le cuestionó a Dipper

Mabel, cálmate.

¡No me quiero calmar, quiero que me contestes! – Arrojó uno de los libros a su cara, donde apenas alcanzó a esquivarlo.

Mabel, postulé para Stanford.

Lo ves, al final si me vas a abandonar. ¿Quién me seguirá en mis aventuras o las tuyas? ¿Quién me suplantará en una cita a la que realmente no quiera ir? – El ruido de su llanto y las quejas aumentaron.

No, no al tío Stanford, Mabel. –La tomó de los hombros intentando calmarla. – A la Universidad de Stanford. Está a una hora de San Francisco, podemos vernos cuando tengas tiempo libre de la universidad. – A grandes rasgos ya tenía una idea de cómo su hermana vendría con una cosa como esta.

¿Es enserio?

Sí, supongo que podemos vernos entre semana si tenemos tiempo o los fines de semana, si es que eso quieres.

Se detuvo cuando escuchó esto, como si nada hubiera pasado y lo abrazó. De verdad que a veces no comprendía a su hermana.

–Bueno, soy tu hermana, no te puedes deshacer fácilmente de mí.

–Eso es definitivo, jajaja.

–Y… ¿al final has logrado conseguir una novia? – Una mirada sugerente para molestarlo salió del rostro de la chica.

Se asomaba entre las montañas lejanas el albor a pesar de la densa oscuridad salpicada de estrellas que se veía a través de las copas de los pinos donde estaba sentado Dipper. A pesar de que la plática era bastante fluida y menos incómoda, parte de su paranoia por el demonio afloraba. Como si algo lo mirase a cierta distancia, volteó para observar entre los árboles, pero no había nada.

–¿Pasa algo? – La pequeña Mabel le preguntó. Veía en la cara de Dipper un poco de inquietud. Siguió la misma dirección con su mirada hacia donde el otro había volteado. Nada.

–Fue solo mi imaginación.

Sintió un viento frío, como si alguien hubiera abierto de pronto la entrada de un sitio antiguo, dejando escapar la humedad y el frescor que se ha guardado en la oscuridad a la que se ha sometido durante cientos o miles de años. Sintió el vello de su espalda erizarse hasta su nuca y luego un tirón suave en el cabello. Volvió a fijar su vista hacia atrás. Vacío, salvo por la nieve y la vegetación.

–Mabel… ¿viste algo detrás de mí? – se llevó la mano a la parte posterior de su cabeza, donde sintió el tirón.

–No, no he visto nada. –Bebió de su taza de té en sorbos pequeños y tomó una galleta. –¿Seguro estás bien?

–En realidad, ahora no lo sé.

Nuevamente, volvió la sensación a volcarse sobre él, oleadas más profundas de frío que penetraron de golpe en su piel y nuevamente el tirón de cabello, el cual ya no fue suave sino fuerte, haciéndolo caer hacia atrás en la nieve.

–Querida hermana, ¿Me darías una taza de té a mí también?

–¡Dipper!

Dipper se levantó rápidamente para ver a la persona que habló.

Nuevamente, no había nada, al menos no lo que había a su alrededor hasta hace un momento. Desconcertado, se levantó del piso y observó su almohada tirada junto con la sábana que lo cubría hasta hace unas horas. Miró por la triangular ventana, el sol estaba asomándose a través de las montañas, iluminando un panorama conocido.

NdA.:

Vaya, vaya, hace más de un año que no actualizo esto, de hecho, ya tiene más de 6 meses que tenía terminado este capítulo. Estaba igual que mi tesis, sin embargo, aun así, tristemente puedo decir que está historia está más estructurada que mi tesis q-q. Al menos, ya casi termino la parte experimental. Lo curioso es que tengo la impresión de que mi presentación final será a través de videollamada por esto del Covid 19 Jajaja Q-Q.

En fin, si al menos estaré en cuarentena, creo que debo de continuar mi tesis y también, darle tiempo a esta historia y a otras que tengo por allí escritas sin terminar para publicar, incluso hay una que tengo el prólogo publicado desde el 2009 y otras casi terminadas, pero sin salir a la luz (Zelda, South Park, crossovers de Over the Garden Wall con Adventure Time y Gravity Falls, etc). Espero que a aquellos que hice esperar por tanto aun sigan esta historia y me dejen un review, vamos, quiero saber que teoría tienen acerca de origen de los sueños de nuestro adorable chico, o al menos si aún sigue existiendo este fandom.

Estaré tratando de actualizar más frecuentemente, sobre todo ahora que tengo un golpe de inspiración y creo que en estos días también empezaré a subir a AO3.