"… See I'm a waste of life
I should just kill myself
Yeah, I could slit my wrists
But it really wouldn't help
Wouldn't fix my issues
Or change your mind
Cause I broke your heart
And you buried mine …"
Broken fragment by Lund
Sus ojos estaban completamente vacíos. La sensación es algo que no podré olvidar jamás. La herida en su rostro se veía realmente repugnante. Era una herida que yo había causado.
En realidad no quería hacerlo. No era mi intención.
"¿Lo lamentas, Rey? Es un monstruo…"
No, en realidad no lo lamento.
Con el rostro febril, como si representara un gran esfuerzo incorporarse, me mira con el cuerpo casi totalmente inmóvil a excepción de su cabeza y cuello, que se alzan ligeramente para observarme mientras estoy a punto de huir. Hay literalmente un abismo entre nosotros dos. La base Starkiller se desmorona, se cae a pedazos a través del hiperespacio y en cuestión de minutos habrá desaparecido y Kylo Ren con ella. Ya no se ve arrogante. Ya no parece imponente. Ahora está desvalido y voy a dejarle morir en la nieve. O a esperar que lo haga.
No puedo sacar de mi mente la imagen de Han cayendo de la plataforma a través del complejo de la base. No pude escuchar qué había sucedido. No sabía qué pasaba entre ellos. Pero sí podía saber a través de La Fuerza, esa especie de poder que de pronto estaba descubriendo, que Kylo Ren y Han Solo se pertenecían de algún modo, se conocían y alguna vez se habían amado uno a otro. Sobre todo a través de las sensaciones de Han que parecían fluir y permanecer en el aire, podía uno darse cuenta claramente que él y Kylo Ren sostenían una conexión que nadie allí podría comprender.
Pero la comprendí.
Ahora podía tocar la mente de Kylo Ren y pude comprender que Han Solo había sido su padre. ¡Por eso me había odiado tanto cuando se dio cuenta de lo mucho que lo admiraba y de lo muy orgulloso que el propio Solo parecía estar de mí, una joven chatarrera a quien apenas conocía!
Estaba celoso. De mí. Una chatarrera.
¿Qué es lo que sucedió que mi pensamiento inicial de dejarlo allí desprotegido en manos de la muerte se truncó en otro totalmente opuesto?
"Está en tus manos…"
Sabía que en las condiciones en que estaba después de aquella batalla, no podría hacer nada ya. No podría controlar mis pensamientos ni entrar en ellos. Estaba muy malherido.
El abismo era gigante.
Pensé en saltar pero todo se desmoronaba alrededor, literalmente la tierra se desgajaba y era lo que había impedido que siguiera a su alcance.
Era una especie de azar.
Con las fuerzas que aún me quedaban, ilesa, logré saltar. Di un traspié mientras la tierra seguía deshaciéndose. A excepción de las explosiones que aún se escuchaban lejanas y del sonido de las piedras al caer, todo estaba en silencio. Incluso él parecía contener la respiración.
Permanecí tendida un momento, casi al borde, a punto de caer y me impulsé entonces, resbalando en las rocas, en la nieve, pero al fin sosteniéndome de unas cuantas rocas fijas en la tierra que aún no se rompía. Di dos bocanadas de aire y me incorporé.
Tenía miedo. Él tenía miedo de mí.
Lo miré fijamente. Sus ojos permanecían fijos en los míos, como si tratara de decirme algo, pero no lo hizo. Ni siquiera intentó entrar en mis pensamientos.
Sólo sus ojos.
Por fin dejó caer la cabeza en la nieve. El cabello negro y reluciente, completamente húmedo en sudor, yacía desparramado como una gran mancha obscura en la aún más grande mancha blanca del suelo. Las orbes verde-obscuras se cerraron y su pecho apenas si se movía, casi imperceptiblemente.
No dejé de mirarlo. Sabía que no hacía más que descansar. Pero no estaba muerto.
De su costado izquierdo manaba sangre, la que a su vez formó en la nieve una mancha roja que iba extendiéndose.
El rostro de Kylo Ren se relajó y entonces me di cuenta de que se había desmayado.
¿Sería tan insoportable el dolor como para que simplemente se desmayase?
Bien. Me hacía las cosas más sencillas.
Le tomé ambos brazos y comencé a arrastrarlo en la nieve, que hacía mi tarea muy problemática. Me detuve un momento y escuché. Del lado hacia el que lo arrastraba, silencio. Del otro lado, el sonido del Halcón, y Chewie del otro lado. Lo miré a lo lejos, y aunque su rostro estaba lleno de pelo, pude percibir su semblante interrogante y al mismo tiempo desaprobatorio.
Sin entender, regresó a la nave y la guió delante de nosotros hasta el único sitio que parecía una especie de claro sin señal de árboles. Seguí arrastrando el cuerpo de Kylo Ren hasta tropezar. No entendía por qué lo estaba salvando.
"Tú no eres un monstruo…"
Chewie me relevó. Bajó del Halcón y tomando de los brazos a Ren, lo alzó echándoselo por la espalda. Éste no despertó, pero sí emitió algunos sonidos quejosos.
- Gracias, Chewie.
Por respuesta, recibí un fuerte sonido, el que expresaba todo, menos cordialidad. Parecía como si fuera a comernos a él, a mí y a todo el que se le atravesara.
Dejó caer a Ren pesadamente en uno de los compartimientos que usáramos como habitaciones (porque tenían colchones) y mientras éste gimoteaba de dolor entre sueños, Chewie se retiró, furioso, y cerró rápidamente la compuerta. Hizo un sonido de advertencia dándome a entender que nos iríamos de inmediato y encendió la nave. Finn yacía a su vez en otro de los compartimientos, ya curado por el propio Chewie, pero a pesar de ello, no había despertado.
Una vez que salimos de la base y comenzamos a cruzar el hiperespacio, lejos de toda comunicación, Chewbacca permaneció en los controles de la nave, mientras yo iba y venía con toda clase de vendajes, medicamentos y ungüentos. Ren no se movía, sólo se quejaba entre sueños. Con una manta cortada en dos, la mojé en un poco de agua de una botella que teníamos entre las reservas y la puse sobre su frente. Suspiró, como si eso le aliviara. Casi no parecía la persona a la que había vencido. Tuve que cortar gran parte de las túnicas que llevara puestas, las que eran gruesas y complejas de remover con él acostado, y descubrí una serie de cicatrices, mismas que eran muy similares a las heridas que ahora tenía. La herida de la ballesta láser que Chewie le hiciera cuando mató a Han no dejaba de sangrar pese a la enorme cantidad de gasas y mantas que había usado para contener la hemorragia después de haber lavado y desinfectado la herida. Aún con todo el cuidado que pudiera tener en la nave, necesitaba ayuda y nosotros no podíamos dársela.
Me di luego a la difícil tarea de curar la herida de su rostro, más que nada de lavarla. Estaba cauterizada por el láser pero al mismo tiempo había dejado bordes irregulares y quemaduras que no sólo eran sumamente dolorosas sino que también dejarían secuelas y marcas físicas de por vida. Kylo Ren llevaría en el rostro por siempre la señal de su derrota, misma que se la recordaría día tras día. Quizá hasta dolería cada día mientras viviera.
Cuando terminé, salí del compartimiento cerrando la compuerta y fui a la cabina de mando. Chewie permanecía mirando al infinito a través del cristal frente a nosotros. Yo lo miré un momento, parecía melancólico y triste, pero no emitió sonido alguno. Ajusté las coordenadas y nos dirigimos al sistema donde la Resistencia se escondía.
Llevaría a Kylo Ren con su madre.
¿Qué tenían las madres que todos hablaban de ellas como seres increíbles y maravillosos que harían lo que fuera por nosotros?
La mía me había abandonado. No podía siquiera recordar su rostro.
Pero cuando llegara a la base, aprendería una lección al respecto.
Chewie me miró, como si me descifrara.
Pensó que entregaría a Kylo Ren para que fuese juzgado y asesinado de una buena vez por todos sus crímenes.