Disclaimer: Los personajes pertenecen a Akira Toriyama. Esta historia es una traducción del fic Aftershocks, escrito por aria710.
Epílogo
495 días después
No sabía cómo se suponía que debía hacer esto. Aterrizar primero. Eso ni dudarlo. Pronto aterrizaría, probablemente en segundos, ¿y luego qué? Las palabras de su madre hicieron eco en su cabeza. Sí, eso era todo. Él aterrizaría y encontraría a Son Goku, sin alterar demasiado la línea de tiempo. Bueno, al menos no en formas que no implicarían un futuro mejor.
Ante un fuerte destello de luz, Trunks sintió que su aliento abandonaba todo su cuerpo. Sus ojos se volvieron llorosos debido el repentino impacto de la luz del sol. Finalmente había llegado. El adolescente guardó la máquina del tiempo en una cápsula y despegó en el aire; su flequillo morado levantándose con el viento.
Tendría que esperar, por supuesto, a que comience su misión.
Aproximadamente 573... Punto 18220...
Él asintió, apagando su reloj de pulsera.
-Debería estar por aquí, entonces…
Trunks aterrizó en el suelo y hojeó su estuche de cápsulas. Serían unas tres horas más hasta que llegara Son Goku, lo que significaba unas tres horas más hasta que Freezer llegara también. "Me pregunto cómo es él..."
Freezer no, por supuesto. A Trunks realmente le importaba poco un extraterrestre que pudiera eliminar de un solo Ataque Ardiente. No era nada en comparación con los androides, aunque su madre le contó que tuvieron un mal momento con ese alienígena en Namekusei.
"No puedo sentir su Ki en ningún lado."
Tal vez la nave estaba demasiado lejos, aunque Trunks había pensado que sus habilidades de detección de Ki eran avanzadas. Si estaba buscando específicamente a Freezer, a pesar de que el alienígena era relativamente débil, debería ser capaz de sentirlo.
Pero los únicos Kis poderosos que sentía no estaban en el espacio. "Tal vez Freezer ya aterrizó... y Son Goku también." Eso explicaría por qué los Kis estaban tan juntos entre ellos, sin embargo...
Inmediatamente se congeló, reconociendo la ubicación al instante. Trunks se transformó de inmediato y voló hacia el oeste.
Sobrevoló el desierto y las ciudades más pequeñas al instante. Gohan lo había entrenado bien. Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Trunks al pensar en su viejo maestro. Se preguntó cómo sería volver a ver a Gohan. Pero él no sería el mismo. Esta era una línea de tiempo diferente, un mundo diferente. Y el Gohan que encontraría aquí sería mucho, mucho más joven. Sin embargo, no pudo evitar estar emocionado.
Solo esperaba que el plan de su madre funcionara, y no haberse atrasado demasiado para la llegada de Freezer y Son Goku.
No estaba seguro de si alguna vez había visto su ciudad así antes, tal vez solo a través de los ojos olvidadizos de un bebé. Era perfecto. Prístino. Rascacielos altos y miles de pequeños Kis a cientos de pies de distancia. No había nadie gritando o corriendo, ni incendios ni edificios colapsados por explosiones de energía. Así era como debía ser su hogar, y Trunks se permitió disfrutar de la paz por un momento.
No tardó mucho en llegar a donde había sentido los grandes Kis, y cuando sus ojos azules vieron la familiar casa en forma de cúpula, se estremeció. Madre...
Ignorando la posibilidad de ser visto por humanos normales, Trunks aterrizó rápidamente y comenzó a correr, su espada envainada rebotando ante cada paso.
-¡Oye!
La voz joven le hizo detenerse en seco. El adolescente de cabello púrpura se dio la vuelta para ver a un niño con cabello negro en una posición de lucha. "¡Gohan!" Reprimió una pequeña risa. El Gohan que conocía era muy alto y con cicatrices en la cara, no un niño de metro y medio. Era curioso cómo el tiempo podía cambiar completamente a una persona.
-¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?
Su mente se congeló ante las preguntas. Trunks realmente no había pensado en lo que iba a decir. Realmente se suponía que solo debía hablar con el mismo Goku. Decir la verdad siempre era una opción, pero parecía ser una estupidez. No quería arriesgar su existencia, incluso si eso significaba salvar la línea de tiempo alternativa. Él también era un Saiyajin, y quizás tendría otro papel importante en el futuro. No podía arriesgarse a eso.
-Nadie de quién preocuparse.
-¿Entonces, por qué estás aqui? –Preguntó Gohan, sonando más curioso que amenazante-... Tú... tu Ki es muy extraño.
El joven ignoró las interrogantes.
-Gohan, ¿dónde está Freezer? –Estaba sorprendido de que su propio mentor no estuviera más preocupado por el malvado alienígena, pero tal vez, su actitud defensiva hacia él fuera el resultado de la presencia de Feezer.
Los ojos de Gohan se abrieron ante ambas declaraciones.
-¿Eh? ¿Freezer? ¿Y cómo sabes mi nombre?
Enrojeciendo por su leve desliz, el adolescente suspiró y se cruzó de brazos.
-Eso no es importante en este momento. Tengo que derrotar a Freezer y esperar a que llegue Goku.
-¿Llegar? ¿De qué estás hablando? ¡Oh! –Gohan saltó un poco-. ¡Debiste conocer a mi papá mientras estaba en ese otro planeta! ¿Te contó sobre Freezer? Sin embargo, no debes preocuparte. Freezer está muerto.
-Lo siento, pero debes estar equivocado. Pensaste que Son Goku mató a Freezer en Namekusei, pero no fue suficiente. El padre de Freezer reconstruyó su cuerpo y debería estar aquí... –El chico de cabello púrpura hizo clic en su reloj-, en 2 horas y 24 minutos.
Gohan se sentó en el césped verdoso, con el rostro retorcido en confusión. Estaban lejos de la casa principal de la Corporación Cápsula, probablemente en un área aislada, reservada para meditar o tal vez donde su abuela había mantenido a todos sus animales-. Usted es el que está equivocado, señor…
El adolescente parpadeó.
-Um, ¿qué quieres decir?
-Mi padre no fue quien derrotó a Freezer.
-… Entonces, ¿quién...?
-El tío Vegeta lo destruyó en Namekusei. ¿Te mintió mi papá? Eso no suena propio de él…
"¡Qué!"
-Mi... quiero decir, Vegeta fue el que mató…
-Sí. Y luego fue junto con mi papá a buscar al padre de Freezer, y supongo que también fue derrotado –Gohan se encogió de hombros-. Sé que pelear y matar está mal, pero ellos eran muy malvados.
¿Su madre le había estado mintiendo todo este tiempo? Siempre había parecido idolatrar a Son Goku. Esa era la razón de toda esta misión, ¿no? Darle la medicina a Goku porque él sería la respuesta para derrotar a los androides. Siempre le confundía por qué su madre, una autoproclamada y comprobada genio, pensaría que una sola persona podría ser capaz de derrotar a los monstruos que hicieron de su vida un infierno.
Siempre se había preguntado de dónde había venido: su mitad Saiyajin, la mitad que le daba tanta fuerza y poder. Su madre había dicho que su padre era un príncipe y que era terco, orgulloso y arrogante, y un montón de palabras que deseaba no haber escuchado jamás. Ella fue demasiado detallada sobre la situación para el gusto de Trunks, pero tenía que admitir que estaba agradecido por la honestidad. No esperaba exactamente ver a su padre y a su madre como una familia feliz aquí o en cualquier otro lugar. Fue simple atracción lo que llevó a su nacimiento, nada más. Todavía recordaba lo que ella le había dicho justo antes de que él se fuera.
-No te hagas muchas ilusiones.
Pero, ¿cómo podría no hacerlo?
Ahora estaba pensando que había algo más profundo detrás de la apatía fingida de su madre. ¿Ella estaba resentida? Sobre qué, Trunks no lo sabía. Pero eso explicaría por qué le dijo que Son Goku fue quién mató a Freezer cuando claramente no lo hizo.
Entonces, ¿por qué inventarse que sobrevivió y apareció luego en la Tierra? ¿Por qué no admitir que murió en Namekusei?
-Eso explica por qué no siento su Ki…
Gohan levantó una ceja.
-¿Puedes sentir el Ki también? El tuyo está suprimido en este momento, ¿no?
Trunks asintió con la cabeza, pero no ofreció ninguna respuesta a la pregunta detrás de esas palabras. Gohan era muy intuitivo, y ese parecía ser el caso incluso cuando era un niño.
La sombra de un hombre apareció en la esquina detrás de unas palmeras.
-¡Gohan! ¡Aún no hemos terminado!
No reconocía esa voz en absoluto, y la apariencia de este hombre tampoco era familiar. Había visto a Goku antes, en las fotos que adornaban la sala de estar cuando solía visitar el Monte Paoz. "¿Este es él?"
Trunks miró mucho tiempo a este nuevo invitado. Tenía el pelo largo y negro y ojos oscuros, obviamente un Saiyajin. "No... no es mi padre, pero ¿quién es él?"
Llevaba una camiseta normal y jeans, se veía cómodo pero extrañamente fuera de lugar. Sus ojos se entrecerraron hacia Trunks.
-¿Quién eres tú?
Gohan se volvió hacia el Saiyajin mayor.
-No lo sé, tío Raditz. Simplemente voló aquí buscando a mi papá.
"¿Raditz?" Su madre nunca le habló de otro Saiyajin. Trunks tosió, sin saber exactamente cómo proseguir.
-¿Está Son Goku por aquí?
-No parece ser amenazante, pero su Ki es realmente alto –Raditz se cruzó de brazos y empujó la cabeza hacia un lado-. Puedes hablar con mi hermano. Solo espera un momento.
-¿Su... su hermano?
-Sí, Kakarotto o 'Goku' es mi hermano. Iré a buscarlo para que no interrumpas la fiesta.
-Gracias –Trunks asintió con la cabeza en señal de respeto-. Su confianza significa mucho. Prometo que soy un aliado.
Raditz asintió, rascándose la cabeza.
-Sí, por alguna razón pareces muy familiar –el Saiyajin mayor se alejó de los dos jóvenes y regresó a la casa principal.
"Entonces, ¿Goku ya está en la Tierra?"
Otro factor en el que se equivocó su madre. Quizás su memoria era peor de lo que Trunks imaginaba.
Gohan se derrumbó en el suelo, secándose la frente. Fue entonces cuando Trunks se dio cuenta de que su maestro había estado entrenando. El joven pareció reconocer su silenciosa pregunta.
-Al tío Raditz le gusta usar la sala de gravedad cada vez que tenemos la oportunidad. Al igual que al Sr. Piccolo. ¿Te contó mi padre sobre él?
-No –Trunks se sentó en el suelo. Realmente no podía mentir, especialmente a Gohan-. Estoy... no puedo decirle a nadie por qué estoy aquí, excepto a tu papá.
-¿Oh, por qué?
-Yo... podría afectar el futuro negativamente –ignoró la mirada confusa en el rostro de su mentor y optó por la redirección-. ¿Estabas entrenando durante una fiesta?
-No es realmente una fiesta para niños. Me vi obligado a venir o a quedarme estudiando. ¡Oh! ¡Aquí viene!
Goku dobló la esquina, vestido con un Gi naranja brillante que se destacaba sobre el paisaje verde. Trunks se puso de pie ante su presencia, inclinando ligeramente la cabeza con respeto. Pero Goku solo parecía desconcertado.
-¿Quién eres tú?
-¿Quieres decir que no lo conoces, papá? –La preocupación de Gohan creció.
-No –Son Goku se acercó al adolescente Saiyajin-. Pero... me resultas familiar. ¿Nos hemos visto antes?
-No exactamente –Trunks se volvió serio, alejando todos sus pensamientos confusos y conflictivos. Tenía una misión que cumplir y una advertencia que dar-. ¿Podemos ir a otro lugar para poder hablar en privado?
Goku asintió y tocó el hombro de Trunks. Con dos dedos en la frente, los teletransportó a ambos lejos de la Capital del Oeste.
Trunks odiaba ser el portador de malas noticias, pero Goku parecía sorprendentemente... emocionado. Supuso que era el Saiyajin en él. Trunks también podía sentirlo a veces. Ese impulso innegable de pelear, de enfrentarse a alguien que fuera potencialmente más fuerte. La sensación era más fuerte cada vez que se convertía en Super Saiyajin, una transformación que felizmente le mostró a Goku para probar su linaje.
-¿Confía en mí entonces? ¿Se preparará para los androides? –dijo Trunks, volviendo a la normalidad. Había algo inquietante en la reacción de Goku a todas sus noticias, y no era solo la parte de la emoción. Eso era comprensible. Era razonable que Goku también se sorprendiera con todo eso del viaje en el tiempo, pero el Saiyajin solo asintió cuando Trunks le dijo su nombre.
-Sí, claro que confío en ti, Trunks. ¿Por qué no lo haría?
"Porque no sabes quién soy..." Dejó que el pensamiento se deslizara, buscando en su bolsillo para darle a Goku el medicamento para el corazón.
-Pensé que se estaría preguntando por qué hay otro Super Saiyajin además de usted.
Goku pareció analizar la cara de Trunks por un momento.
-Tu futuro es realmente diferente, ¿no?
El adolescente no sabía exactamente cómo responder a eso, y Goku nunca le dio oportunidad de hacerlo. En un instante, desaparecieron del desierto al que los había llevado Goku y regresaron a los terrenos de la Corporación Cápsula.
Estaban más cerca de la casa esta vez. Trunks podía ver los globos azules y blancos que enmarcaban la puerta del patio. No había nadie afuera, excepto un alienígena verde que Goku presentó como Piccolo.
Trunks lo recordaba de las historias de su madre, y estaba feliz de ponerle una cara al nombre, incluso si este no era muy hablador.
-Él no es realmente una persona de fiestas. Vegeta ha mejorado, pero solo un poco. Le costó mucho adaptarse a la Tierra –Goku se rascó la cabeza, riendo-. Bueno, no tanto exactamente, pero ya lo verás.
"¿Qué está diciendo?"
-Son Goku, con el debido respeto, ¿no deberíamos contarles a los demás sobre los androides? Son mucho más poderosos que Freezer.
-Freezer no parecía tan poderoso.
Trunks entrecerró sus ojos azules.
-¿Vegeta le dijo eso?
-Sí, lo hizo; y también pude sentirlo mientras todavía estaba en Namekusei.
-¿No tuvo ningún problema para regresar a la Tierra?
El alto Saiyajin de cabello oscuro rió de nuevo.
-¡Oh! Debes haber oído hablar de eso. Sí, tuve un pequeño problema, pero tan pronto aprendí la teletransportación, regresé a la Tierra. Probablemente habría sido difícil encontrarla si Vegeta no fuera un Super Saiyajin. Necesitaba un Ki poderoso para detectar la ubicación.
"¿UN QUÉ?"
¡No tenía idea de que su padre también tuviera la capacidad de transformarse! Por todo lo que sabía, Goku era el único que podía transformarse en Super Saiyajin, antes que Gohan y él mismo.
-Tu línea de tiempo es realmente diferente, ¿no?
-Solo espera –Goku condujo a Trunks a la puerta del patio, tocando suavemente antes de abrirla para revelar una pandilla de personas, reunidas alrededor de un sofá-. ¡Hey, he vuelto!
-¡SON GOKU!
Trunks reconoció la voz y se volvió, esperando ver a una pequeña, pero severa Milk, acercándose a su esposo. Era raro que Trunks viera a Milk enojada en su línea de tiempo, las cosas eran demasiado deprimentes como para enojarse por algo; pero hubo algunos casos, cuando Gohan todavía estaba vivo, en el que su naturaleza ardiente salía a relucir.
Pero no había estado esperando esto.
Ella no parecía tan enojada con su esposo. No, eso no fue lo que hizo que su quijada se cayera por completo. "Yo... no lo entiendo."
Incluso a primera vista se notaba, pero no parecía que llevara mucho tiempo. Trunks miró a Goku y luego a Milk, confundido y casi alarmado de que no supiera de esto. El Saiyajin estaba sonriendo alegremente mientras su esposa parecía que estaba a punto de golpearlo.
-Irte a entrenar durante el Baby Shower de tu propio hijo. Tu falta de modales todavía me sorprende, Goku.
-Lo siento, Milk. Sabes que no puedo dejar pasar la oportunidad de entrenar. Especialmente porque Vegeta accedió a dejarme usar la Máquina de Gravedad esta vez.
Al oír el nombre de su padre, Trunks miró a su alrededor, pero ninguno de sus padres estaba presente. Extraño. Lo que era aún más extraño era que había otro bebé mitad Saiyajin en camino del que su madre no le había contado. Investigó el Ki del bebé, buscando cualquier tipo de defecto que pudiera conducir a un aborto espontáneo o cualquier otra razón por la cual este bebé no existiera en su futuro. Pero no encontró ninguno. El feto parecía estar sano y probablemente era masculino.
-Oye, ¿quién es ese?
Trunks se volvió hacia el hombre bajo y calvo que hacía la pregunta e inmediatamente tragó saliva. Este debe ser Krillin. ¡Se suponía que él no se encontraría con todas estas personas! Por mucho que le hubiera gustado ver a su padre, estaba empezando a pensar que su sola presencia había afectado el futuro de maneras impredecibles. Tal vez este nuevo bebé lo estaba reemplazando. Tal vez en esta línea de tiempo sus padres no se unieron en absoluto, y él nunca existiría.
-Es solo un amigo, Krillin. Quería pasar y darle su bendición a Milk –Goku le dio unas palmaditas en la espalda a Trunks-. ¿No es así?
Trunks asintió y se inclinó cortésmente frente a Milk.
-Espero que su embarazo vaya bien, Sra. Son.
-Se quedará aquí por un tiempo. Tiene algo muy importante que contarnos. Pero puede esperar hasta mañana –Goku le dio a Trunks una mirada aguda-. Permítete disfrutar este día.
Su mente estaba completamente atontada. Trunks tenía tantas preguntas, pero siguió los deseos de Goku y se sentó en el sofá, a una distancia considerable de Milk que estaba mirando la pila de regalos envueltos frente a ella. Gohan y Raditz pronto se unieron a la multitud de personas y el niño pequeño se sentó junto a su madre.
-Estoy emocionado de tener un hermano pequeño. ¿Seguro que va a ser un niño, mamá?
-Podía sentirlo contigo, y también puedo sentirlo con este.
-¿Ya tienes un nombre? –El hombre con cicatrices dijo esto. Trunks pensó que lo reconocía como el ex novio de su madre.
Milk sacudió la cabeza.
-Tengo algunas ideas. Sin embargo, debe ser especial. Tuve la suerte de que mi esposo sobrevivió y regresó a la Tierra. Este es un regalo del cielo –Milk le sonrió a Goku y agarró un regalo envuelto en papel dorado de la mesa de café frente a ella.
-¡No te atrevas, Milk! –Una mujer de cabello azul atravesó la puerta que conducía a la cocina, con un gran pastel blanco-. ¡No se abrirán los regalos hasta después del pastel!
Bulma dejó el pastel sobre la mesa, sus ojos azules de repente se encontraron con los de Trunks.
-¡Oh, hola!
No podía contar cuántas veces se había quedado sin palabras hoy, pero ese número parecía aumentar.
-H-hola.
-Dios mío, ¿no eres tímido? ¿Un amigo que Goku recogió en una de sus aventuras? –Ofreció Bulma.
Trunks asintió de inmediato. No se suponía que esto fuera tan difícil, ¿verdad? Bulma parecía estar mirándolo, con los ojos muy abiertos como si tratara de descifrar quién diablos era en realidad. Sin embargo, ella no lo estaba bombardeando de preguntas; lo cual era extraño para la madre que él conocía y amaba, pero Trunks aprovechó su suerte. Rechazó la oferta de pastel y se levantó, lleno de torpe tensión.
-Por favor discúlpeme, pero ¿hay algún baño que pueda usar?
Por supuesto que sí, pero él preguntó de todos modos. Se suponía que era un invitado aquí.
-Sí, claro. El de aquí abajo está siendo remodelado. Usa el de arriba. Segunda puerta a la derecha.
Trunks asintió con la cabeza.
-Gracias –dijo, e inmediatamente subió las escaleras.
La segunda puerta a la derecha estaba convenientemente al lado de una habitación con dos Kis adentro. Y después de lavarse la cara al menos cinco veces y asegurarse de que había usado la máquina del tiempo correctamente, Trunks se concentró en las energías cercanas. Ambos eran poderosos, obviamente no eran humanos, además uno era mucho más pequeño que el otro. Se dirigió hacia la puerta cerrada, sabiendo quién estaba dentro. Era obvio. Justo ahí. A metros, no, a pies de distancia de él. Y sin embargo, todo lo que pudo hacer fue pararse allí.
Exhaló lentamente y solo escuchó los ligeros murmullos del otro lado de la puerta.
-Eres... eres él, ¿no?
Trunks se congeló en el pasillo, girando tímidamente hacia la voz detrás de él. Su madre, bueno, una versión más joven de su madre, lo miró con una gran sonrisa pintada en su pálido rostro. Ella continuó suavemente.
-Está bien. No le importará si entras. Puedes verlo.
-¿Perdóneme?
-Trunks, ¿crees que no puedo reconocer a mi propio hijo? –Ella caminó hacia él, moviendo su cabello púrpura detrás de sus orejas-. Tienes el cabello de mi papá y los ojos de tu padre. Lo sabes, ¿no?
-Me dices eso todo el tiempo.
Bulma rió.
-Estoy segura que sí.
Se alejó, sacudiendo la cabeza.
-Pero... ¿cómo me conoces? No se supone que naciera todavía. ¿Cómo...?
-Goku me dijo quién eras. No tienes que esconderte de mí. Soy tu madre después de todo –Bulma colocó sus manos sobre sus caderas-. Y tengo que admitir que tengo un hijo muy guapo. Me alegro de que haya desaparecido ese ceño fruncido que te gusta tanto hacer ahora.
-Así que estoy... quiero decir…
-¡Por supuesto que sí! ¿Crees que Goku diría algo si aún no hubiera sucedido?
-Pensé eso porque Milk está embarazada...
Bulma negó con la cabeza.
-Sí, después de verte, debe haber querido otro para ella. No es que la culpe; eres adorable. Y eso significa que tendrás un buen compañero de juegos, ¿no? –Ella entrecerró sus ojos azules ante las facciones pálidas de Trunks-. ¿Estás bien?
-Esto es todo muy...
-¿Extraño?
Trunks negó con la cabeza.
-Temprano. No se suponía que tú y mi padre…
-No veo por qué no –Bulma se encogió de hombros-. Estamos casados.
"¿CASADOS?"
-¿No lo estábamos en tu tiempo? –Bulma levantó una ceja ante la reacción de Trunks-. Huh. Extraño. Ciertamente nos conocíamos el tiempo suficiente. Desde que tenía dieciséis años.
Bueno. Eso no estaba bien en absoluto. Su madre le había contado todo sobre el viaje de Vegeta a la Tierra, y eso sucedió mucho más tarde que cuando tenía dieciséis años.
-... Pero cuando vino a la Tierra…
-Nos casamos. Me tomó totalmente por sorpresa también. Nunca pensé que Vegeta quisiera seguir las costumbres humanas. Pero es un tipo orgulloso. Eso al menos debe ser cierto en tu tiempo. No quería una 'vulgar y deshonrosa relación'. Y supongo… -Bulma hizo una pausa, sonrojándose ligeramente-. Supongo que al fin estaba lista.
Le llevó un tiempo procesar la información, pero Trunks finalmente le sonrió a su madre. Tal vez este mundo ya había cambiado para bien, al menos un poco.
-Goku me dijo que no lo recuerdas –Bulma puso una mano sobre el hombro de Trunks-. No sé qué pasó en tu mundo, pero por cualquier razón... si Vegeta... –Ella sacudió la cabeza-. Eres bienvenido. Puedes entrar y conocerlo.
Trunks dudó antes de avanzar.
-¿Estás segura?
-Quiero que lo hagas. ¡Ve! –Ella empujó su espalda ansiosamente, y Trunks agarró el pomo de la puerta de metal, girándolo lentamente centímetro a centímetro.
La pequeña habitación del bebé estaba cubierta de almohadas y mantas azules. Numerosos juguetes estaban esparcidos por todo el piso, y en un rincón había un Príncipe Saiyajin con una camisa rosa y pantalones amarillos, mirando a un bebé de cabello púrpura en una mesa para cambiar pañales.
-Mujer, nunca lo resolveré. No sé por qué insistes en que haga esto.
Bulma se apoyó en el marco de la puerta después de empujar a la versión adolescente de su hijo más adentro de la habitación.
-Vegeta tenemos un invitado. Este es Trunks.
Vegeta se dio la vuelta, sus ojos negros aparentemente sin emociones. Se cruzó de brazos y se acercó a Trunks, dejando solo al bebé sin pañal y medio dormido.
-¿Cuántos años tienes?
Eso no era lo que esperaba. Tal vez un "¿de dónde diablos vienes?" o un "¿qué demonios está pasando?". Pero Trunks encontró esta pregunta un poco más fácil de responder.
-Diecisiete.
-Y ya eres un Super Saiyajin.
-¿Cómo lo sabes?
-Hmph –Vegeta se dio vuelta y envolvió el pañal descuidadamente alrededor del bebé Trunks-. Tu Ki. Lo he estado rastreando desde que aterrizaste en la Tierra. ¿De dónde vino?
Bulma se encogió de hombros con indiferencia.
-El futuro.
-Supongo que esa sería la única opción. Algún invento tuyo, supongo. Eso o fueron esas estúpidas Esferas del Dragón –Vegeta sostuvo al bebé gordito y ceñudo lejos de su rostro y miró a su hijo adolescente-. ¿Quieres cargarlo?
Realmente no tenía otra opción en el asunto. Vegeta dejó caer al bebé en sus manos, volviendo a colocar una pequeña gorra azul en la cabeza del pequeño. El bebé se adelantó y agarró la nariz del Trunks adolescente, riéndose alegremente para sí mismo. Como si este día pudiera volverse más extraño...
-Obviamente no estás aquí simplemente de visita.
Trunks asintió con la cabeza, todavía un poco en estado de shock. Tal vez pensó que su padre sería más alto o más grande, pero había algo majestuoso sobre cómo Vegeta se conducía. Él tosió y colocó al bebé Trunks nuevamente en su cuna.
-No, no lo estoy.
-Supongo que hay una amenaza en el futuro que me quitó la vida.
Bulma se mordió el labio y Trunks asintió lentamente.
-¿Como lo supo?
-Es la única explicación de por qué me estás mirando así.
-Lo... lo siento.
Vegeta gruñó.
-No te disculpes. Mujer, es por eso que no puedo dejarte sola con el niño por mucho tiempo. Lo volviste demasiado cortés. Completamente anti Saiyajin.
Las palabras de su propia madre resonaron nuevamente en su cabeza. Trunks bajó los ojos. Sus esperanzas ya eran demasiado altas para intentar derribarlas.
Bulma no dijo nada. Se acercó a su esposo, plantó un pequeño beso en su sien y luego se retiró de la habitación, cerrando la puerta detrás de ella.
La cuna del bebé Trunks estaba debajo de una ventana, con las persianas abiertas para que la luz del sol entrara levemente. Vegeta se movió para cerrar las persianas y luego presionó la luz nocturna en el tocador. Una serie de luces con forma de estrellas y planetas comenzaron a girar alrededor de la habitación.
-Nunca pensé que terminaría así.
Fue un susurro tan suave que Trunks ni siquiera pensó que lo había escuchado.
-¿Perdóneme?
-¡Acércate si no puedes oírme, muchacho!
Hizo lo que le dijeron, sus botas amarillas deslizándose por los pisos de madera.
-Sí señor.
Vegeta no se volvió para mirarlo, pero no tenía que hacerlo. Sus ojos oscuros se centraron en el bebé que se retorcía debajo.
-Era el príncipe de una raza muerta. Nunca pensé que tendría la oportunidad de verla expandirse de nuevo. Realmente eres mi hijo, ¿sí?
Trunks respondió de inmediato.
-Sí.
-Eres fuerte. Somos los guerreros más poderosos del universo. Y cualquier monstruo que te esté atormentando... –Levantó la vista hacia las luces giratorias en el techo-. Quiero que sepas que puedes derrotarlo. Tal vez no hoy, pero lo harás. Jamás quiero que pienses que es demasiado para ti, que no eres lo suficientemente fuerte. Eres un Príncipe Saiyajin. Eres mi hijo, y te ganaste el derecho a ser un Super Saiyajin.
-Padre... –Sabía que el agua en sus ojos era anti Saiyajin, así que las forzó a retroceder, con el pecho en alto.
Vegeta finalmente se volvió hacia él.
-Nunca seré el tipo de hombre que te colme de elogios y afecto. Tienes a tu madre para eso. Pero quiero que sepas, Trunks, que en este mundo y en el tuyo, haría cualquier cosa por ustedes. ¿Me entiendes?
-Entiendo.
-Bueno –Vegeta suspiró y se cruzó de brazos. El bebé finalmente estaba roncando, pero eso no impidió que el príncipe continuara hablando-. Supongo que quieres conocerme –Vegeta hizo un gesto hacia la mecedora al costado de la cuna-. Toma asiento. Esto puede tomar un tiempo.