Lo primero de todo es disculparme con todos y cada una de las personas que seguís esta historia, han sido unos meses llenos de trabajo que apenas me han dejado tiempo para escribir y para leer. También he tardado un poco más debido a que este capítulo va a ser más largo que los otros ya que va a ser el último de esta historia, en realidad el penúltimo ya que él último va a ser un epilogo pero a la vez una introducción a las siguientes historias, al final del capítulo dejo varias aclaraciones. Espero que os guste el capítulo.

CAPÍTULO 7

LA CAIDA DE LOS PODEROSOS

El expreso a Hogwarts se iba llenando lentamente aquella mañana, alumnos nuevos nerviosos, otros que iban a cursar el último año y aquellos que estudiarían en el colegio durante un tiempo se juntaban en los vagones del tren deseando emprender su viaje hacia el colegio. Harold tomo asiento en uno de los vagones junto a Susan, Daphne y Neville, los cuatro amigos hablaban sobre el tiempo que en verano no se habían visto y como habían pasado parte de las vacaciones.

- ¿Entonces Granger se comporto de forma adecuada cuando os visteis en Francia?

- Pues si Daphne, yo también me sorprendí, pero seguro que fue para no quedar mal delante de sus padres.

- Espero que este año no sea tan pesada y nos deje en paz con nuestra forma de estudiar.

- No lo creo Neville, es más, por lo que hablamos cuando nos encontramos, piensa que ahora no va a continuar con el grupo de estudios y se va a centrar más cree que puede superarnos.

- Me gustaría verlo - fue Susan quien hablo esta vez - de todos modos solo espero que este año se de tan bien como el año pasado.

Durante el trayecto se pasaron por el vagón Hannah, Tracey y Luna para saludar, también conocieron a Ginevra Weasley que se paso para conocer a algunos de los amigos de Luna, los amigos se sorprendieron ante como Ginevra era completamente distinta a su hermano Ronald. Hablando de Ronald, el muchacho estaba furioso, había tenido un verano espantoso al tener que volver a estudiar todo lo que se había dado durante el primer curso, no solo eso, ahora gracias a su hermana pequeña su familia era alabada de una manera que el quería solo para él, solo esperaba que este nuevo año a pesar de tener que repetir el primer curso pudiera salir de la asquerosa casa de Slytherin como él y su madre la llamaban. Percy Weasley miraba a su hermano menor con pena y desagrado, había decidido compartir vagón con Ron para evitar que se metiera en problemas con los demás alumnos y sobre todo con Harold Potter, su hermana debía acercarse al joven Potter y conociendo el comportamiento de su hermano podía estropear los planes de Ginevra, era increíble, siempre había visto a su hermana como una niña fascinada con Harold Potter y de la noche a la mañana cambió completamente, gracias a esos cambios la familia Weasley había recuperado la posición que había tenido antaño, solo había tenido que leer y estudiar aquellos conocimientos y libros que supuestamente Dumbledore y por lo tanto su madre rechazaban para conseguir sus logros, claro que alababa a Dumbledore como el gran mago que era y que sus planes con el joven Potter le ayudarían a lograr sus objetivos, pero él estaba seguro de que si se acercaban al heredero Potter como estaba haciendo su hermana y no como tenía pensado Dumbledore las cosas serían mucho mejores, se fijo en su hermano que miraba enfadado por la ventana.

- Espero que este año apruebes, de no hacerlo serás expulsado y tu varita partida, puede que incluso pierdas tu magia y te veas obligado a vivir como un muggle.

- No hace falta que me lo digas, ya entre mama, papa y los demás tengo suficiente.

- Pues parece que no te entra en la cabeza, solo estudias cuando te lo ordenan y nada más, mira Ginny estoy seguro que ya se sabe la mitad de los hechizos que va a dar este año e incluso algunos de ellos los puede lanzar sin ningún tipo de problemas.

Otra vez, otra comparación con su hermana, estaba cansado, no era suficiente que sus hermanos mayores fueran mejor que él sino que ahora tenía que superar incluso a su hermana pequeña.

- Os voy a demostrar lo que valgo, voy a ser el mejor de todos.

- Demuéstralo Ron, demuestra de que eres capaz, puedes recurrir a mi si necesitas ayuda, pero tienes que enseñar de lo que eres capaz tu solo, ten en cuenta que Granger se ha negado a ayudaros este año con el grupo por lo que espero que mejores.

Granger, otro nombre que odiaba tanto como Ginevra o Potter, odiaba a la sangre sucia ya que según él tenía la culpa de no haber sido capaz de aprobar el primer año, el muchacho no veía que sus fallos y errores solo provenían de él.

Ginevra Molly Weasley miraba tranquilamente por la ventana de su vagón, estaba segura de que este primer año sería muy diferente al de su historia original, ya no existía el maldito diario que la había poseído, ahora solo tenía que pedir al sombrero que la pusiera en Ravenclaw, necesitaba estar cerca de Harold, no para espiar y perjudicarlo como querían su madre y Dumbledore, sino para de esa manera ayudar al joven.

- Te veo en otro mundo Ginny.

- Lo siento Luna, es que este verano ha sido increíble y aún tengo la cabeza llena de pensamientos.

- Normal ¿que te ha parecido Harold Potter?

- Es muy interesante, no es nada como decían sus libros, pero claro, hay que tener en cuenta que esos libros eran inventados completamente.

- Es cierto - Luna no iba a decir que lo conocía de mucho antes ya que no sabía donde estaban las lealtades de su amiga - ¿tu madre que dijo cuando se retiraron los libros de Harold?

- Estaba enfadada, decía que alguien como Harold Potter debía ser visto como un Gryffindor y que si Adriano Peverell no lo hubiera ido a buscar al mundo muggle nada hubiera pasado, es más, se que en privado, pero solo cuando esta conmigo, Ron o Percy lo sigue llamando Harry.

Las dos amigas estuvieron tranquilamente hablando el resto del viaje, llego el momento en que se prepararon para la llegada al castillo.

El colegio de Hogwarts estaba preparado, los profesores estaban esperando a que los alumnos llegaran al colegio, Albus Dumbledore miraba a todos y cada uno de los docentes que le acompañaban, no le gustaba, apenas tenía el apoyo de sus profesores, todos contentos y felices cada año que pasaba desde que Adriano Peverell había aparecido y había realizado tantos cambios, pero no pasaba nada, sabía que Voldemort había comenzado a contactar a la lista de gente que le había entregado. Vio como en ese momento los alumnos entraban al colegio, como los jóvenes tomaban asiento en sus mesas, se fijo en Harry Potter y maldijo, el aura, el poder que emitía el joven era mucho mayor que el de un alumno que iba a entrar a segundo año, estaba seguro de que si el joven se lo proponía era capaz de lanzar hechizos que solo se daban en el sexto y séptimo año, estaba seguro que durante el verano se había iniciado en la magia familiar de los Potter ya que lo notaba perfectamente, también sintió ligeramente la magia familiar Black en su cuerpo, lo que quería decir que también se había introducido en las artes de esa magia. Vio entonces a los alumnos que iban a entrar en el primer año, junto a ellos Ron Weasley, Crabble y Goyle esperaban para poder ser seleccionados de nuevo, no importaba, por suerte Ginevra Weasley al contrario que su hermano tenía grandes posibilidades de acercarse a Potter, estaba también el hecho de que al ser una oclumantica natural Peverell nunca podría pasar sus defensas mentales, por fin algo que parecía ir bien, ahora solo quedaba que la muchacha fuera elegida para Ravenclaw donde estaba Potter.

Tras la canción del sombrero seleccionador se dio paso a la selección de los alumnos, Ginevra Weasley acabo en la casa de Ravenclaw para alegría de Dumbledore y de Percy, por fin buenas noticias que dar a Molly Weasley, Ronald termino esta vez en Gryffindor algo que alegro al muchacho, no sabía que nada saldría como el pensaba.

Los alumnos fueron cada uno a sus respectivas habitaciones y salas comunes, Ginny se acomodo en su habitación tras realizar un par de movimientos de varita coloco todas sus cosas, sabía que aquella vez sería muy diferente, pero debía ser muy cuidadosa. Para Ron su primera noche no iba a ser de color de rosas como el pensaba, cierto que estaba en la casa que según el debía estar por derecho, pero cuando esa misma noche fue llamado al despacho de la profesora McGonagall sabía que no iba a ser tan fácil.

- Tome asiento señor Weasley ¿sabe por qué motivo le he hecho venir?

- No profesora.

- Debe saber que estará bajo supervisión constante, se vigilara cada movimiento, cada acción, me niego a que otro alumno en mi casa vuelva a repetir como ha sucedido con el señor Crabble.

Al joven le hubiera gustado replicar ante que lo compararan y pusieron como ejemplo del hijo de un mortífago, pero sabía que no debía decir nada a la profesora o se metería en problemas, tras varias directrices y advertencias de lo que le pasaría si incumplía las normas el joven regreso a su habitación donde pudo dormir tranquilo soñando con su futura gloria.

Las clases empezaron para los alumnos, los nuevos estaban entusiasmados ante las clases que iban a dar en el mundo mágico, las primeras semanas del curso pasaron tranquilamente para todos los alumnos. Los profesores se reunieron para evaluar el principio de curso, cabe decir que Dumbledore estaba muy curioso para saber que estaba pasando con algunos de los alumnos a los que tenía echados un ojo.

- Otro curso ha comenzado - hablo Dumbledore - es hora de ver como han ido las primeras semanas, Minerva por favor, tu primero.

- Yo debo reconocer que de mis nuevos alumnos no me puedo quejar, el señor Creevey es bastante hábil, muy entusiasta, pero promete, por otro lado tenemos al joven Ron Weasley, ha mejorado, pero solo por la presión a la que su familia le ha sometido, no es capaz de ponerse a estudiar por su cuenta y se nota que en algunos ejercicios no pone esfuerzo ya que eran como los del año pasado, si continua así puede que pase el primer año, pero en años superiores no creo que avance.

Dumbledore maldijo, ese muchacho era un autentico dolor, solo ocasionaba problemas y disgustos, tendría que hacer algo con el muchacho. El siguiente fue Flitwick, era el informe que más le interesaba.

- De mis nuevos alumnos las que más sobresalen son las jóvenes señoritas Weasley y Lovegood, las dos han comenzado muy bien, además, al haberse unido al grupo de Harold Potter están muy por encima del nivel de los demás alumnos de primer año.

Ya ni iba a protestar, Dumbledore solo esperaba que las acciones de la joven señorita Weasley ayudaran a cuando llegara el momento retrasar al joven Potter para quitarle el poder que estaba obteniendo gracias a Peverell, lo único que esperaba era que Voldemort se encargara pronto de recuperar todo su poder mágico y financiero para atacar al hombre que tantos problemas le estaba causando.

Las semanas siguieron pasando, Dumbledore al ver que Ron Weasley apenas progresaba como debía llamo al muchacho a su despacho, a la reunión irían Ginny y Molly, la primera para informar de sus avances en el grupo de Potter y la segunda para ver que hacer con su hijo menor y que supiera que su única hija estaba haciendo bien su trabajo. Se juntaron en un despacho del colegio para poder hablar tranquilos.

- Gracias por venir, lo primero Molly debes saber que Ginny esta haciendo un excelente trabajo, no solo se ha integrado en el grupo de Potter a la perfección, sino que sus notas son perfectas, es la primera de todos los primeros años e incluso supera a algunos alumnos de segundo año.

- Me alegra escuchar esas noticias, eso quiere decir que aparte de los gemelos tenemos un fuerte vinculo con Potter gracias a Ginny, ahora solo queda que siga así para en un futuro se pueda desposar con ese mocoso.

- Pero aunque Ginny esta haciendo su trabajo me temo que Ron no lo esta haciendo - el paso un informe tanto a Molly como a Ginny para que leyeran lo que se había hablado en la reunión de profesores - no he querido confrontarlo hasta hablar con vosotras, Molly tu eres su madre y Ginny eres la mujer que se va a convertir en jefa de la casa Weasley, por lo que quiero conocer vuestra opinión.

- Yo sinceramente estoy cansada de castigar a este muchacho y no conseguir lo que quiero - dijo Molly resignada - por lo que le voy a dejar a Ginny la decisión de ver que hacer.

Ginny estaba sorprendida de que su madre le dejara semejante decisión, muy pocas veces había delegado un castigo a un hijo suyo a otra persona, pero para Ron era un horror, ser castigado por su hermana mayor sería una ofensa, una vergüenza para él.

- Se lo que podemos hacer, si vuelve a repetir antes de que su varita sea partida y le sea borrada la memoria voy a realizar los contactos necesarios para que el equipo de quidditch Chudley Cannons sea disuelto, que sepa que su equipo favorito a desaparecido por su culpa.

- ¡No puedes hacer eso! - grito Ron furioso sacando su varita pero le sirvió de poco ya que antes de que pudiera hacer nada su hermana con gran velocidad le estaba apuntando a la cara con la suya.

- Eres inútil, traes la vergüenza a nuestra familia, te enfadas con la gente por tus propios errores y encima vas a ser el primer miembro de la familia Weasley que puede ser expulsado y encima sobre todo te enfadas por un estúpido equipo de quidditch que lleva más años de los que tienes tu sin ganar la liga, eres patético.

Ron estaba temblando de miedo, nunca antes había visto a su hermana de esa manera, además, lo que mas le aterraba y molestaba era que ni su madre ni el director le defendían. En ese momento Dumbledore se levanto.

- Buen trabajo señorita Weasley, puede irse señor Weasley, pero creo que ha quedado claro lo que debe hacer, su hermana le ha dado un claro ultimátum, por lo que esperamos que de una vez se ponga manos a la obra y deje de vaguear.

Ron salió de la sala resignado sabiendo que estaba con la soga al cuello, no le quedaba más opción que estudiar más de lo que lo había hecho nunca. Mientras tanto en el despacho Ginny comentaba al director Dumbledore sus avances y un problema que estaba teniendo.

- Lo primero que debo informar que Harry Potter ya no esta estudiando la magia familiar de los Potter.

- ¿Eso quiere decir que el muchacho no es tan poderoso como pensábamos?

- En realidad mama no es por eso, Harry Potter tiene tanto poder que tras terminar de estudiar la introducción a la magia familiar de los Potter ahora esta siendo introducido a la magia familiar de los Black.

Tal y como se esperaba la reacción de Dumbledore fue de molestia al saber que su supuesto peón se estaba volviendo más poderoso, era por eso que Adriano le había comentado lo que tenía que decir para que de esa manera el viejo cometiera más errores como el de ayudar a resucitar a Lord Voldemort, nunca hubiera pensado que el viejo con tal de conseguir sus objetivos fuera capaz de ayudar a regresar al mago oscuro.

- Pero hay algo que también debo contaros que se me ha ocurrido.

- Somos todo oídos señorita Weasley - dijo Dumbledore.

- Como bien sabemos varias mujeres de la alta sociedad me han ofrecido su ayuda, se que no queréis que ninguna de esas mujeres sea mi tutora pero creo que hay una forma de aprovecharse de la oferta.

- ¿Que quieres decir? - pregunto Molly - no voy a mandar a mi hija con ninguna de esas mujeres tan peligrosas.

- De las mujeres que me han ofrecido la tutora deberíamos descartar a la señora Malfoy y a la señora Zabini, luego están las señoras Lovegood, Bones y Longbottom, esas son las tres mujeres que debemos considerar.

- Estoy de acuerdo señorita Weasley sobre su objeción con las señoras Malfoy y Zabini, las otras tres mujeres aunque del lado gris no son tan peligrosas.

- Gracias profesor Dumbledore, la persona que mas me conviene sería la señora Longbottom, a pesar de haberse pasado al lado gris antes eran de la luz y son una familia muy bien vista, además, esta el hecho de que Neville y Harry son muy buenos amigos por lo que puedo enterarme sobre nuestro objetivo.

- Es una buena razón para ser educada por Alice Longbottom, ¿que pasa con las señoras Bones y Lovegood?

- Al estar cerca de la señora Lovegood estoy cerca de casa y siempre si hay problemas se puede solucionar más rápido, además, al estar tan cerca no solo yo, sino que mama se podría enterar mejor de lo que me enseñan; luego por otro lado esta la señora Bones, su posición como jefa del DLME y una de las aliadas más importantes de Adriano Peverell puede hacer que me entere de mejor información.

- Me gusta su forma de pensar señorita Weasley - hablo Dumbledore - es cierto que creo que deberíamos esperar a que terminara el curso por si todo cambia, pero es una buen planteamiento, de las tres mujeres posibles me quedo con la señora Bones y Longbottom.

- Ahora debo comentarle un asunto que me esta molestando, me refiero a Hermione Granger.

- ¿Que pasa con la señorita Granger?

- Como estoy en el grupo de Harry Potter me molesta diciendo que estoy traicionando a mi familia y que no hago las cosas como usted dice, también esta celosa de que mis notas en mi primer año sean mejores que las suyas, lo que hace con sus enfrentamientos y rabietas es ponerme en evidencia, necesito que hable con ella para que entienda que lo que estamos haciendo es para ayudar a nuestra labor.

- No se preocupe señorita Weasley, ahora mismo me encargo de la señorita Granger.

Molly y Ginny salieron del despacho, Molly regreso a su hogar mientras Ginny regresaba a sus labores en el colegio, Dumbledore entonces mando un mensaje a Hermione para que se reuniera con él. La joven se reunió con el director, no sabía el motivo por el que la había llamado, pero en su arrogancia suponía que era para pedirle que volviera a dar clases a los que el año pasado había ayudado.

- Bienvenida señorita Granger, tenemos que hablar.

- ¿Pasa algo director Dumbledore?

- Así es, la señorita Ginny Weasley se ha quejado de su comportamiento hacia usted - Hermione iba a hablar pero Dumbledore la silencio con un movimiento de varita - debe saber que al contrario que usted o que Ron Weasley estoy orgulloso del trabajo que esta realizando, esta trayendo información importante y ha conseguido acercarse a Harry Potter más que nadie, por primera vez desde que me encontré con Harry Potter estoy contento con las acciones de alguien y no voy a permitir que estropee nada ¿queda entendido?

Dumbledore entonces devolvió la voz a la joven.

- Si director, no volveré a molestar a Ginny Weasley.

- Eso es lo que necesitaba escuchar, ahora vaya a seguir con sus estudios y clases, pero recuerde, si vuelvo a escuchar una sola queja de usted no seré tan amable.

Hermione entonces salió del despacho entre aterrada y enfadada, estaba aterrada ya que nunca antes se hubiera pensado ver esa faceta tan seria de Dumbledore para su persona y estaba enfadada ante que esa mocosa de Ginny Weasley fuera superior a ella y que consiguiera los objetivos que ella buscaba, como iba a impresionar a la gente si una mocosa de sangre pura lo hacia mejor que ella.

Por su lado Adriano Peverell entre clase y clase preparaba su siguiente movimiento político, dado que sabía las acciones de sus adversarios siempre iba por delante de ellos y tenía pensado un movimiento que le ayudaría a derrotar a Lord Voldemort de tal manera, que el mismo mago oscuro haría que desvelara que fue Dumbledore quien le había ayudado a regresar. Tenía que ser muy meticuloso y cuidadoso ya que la acción implicaba desvelar donde se encontraba la cámara de los secretos y algunas de las habilidades que Harold poseía, pero si todo salía bien no solo se libraría de Voldemort sino también de Dumbledore y de los aliados de ambos, de todos aquellos magos que no solo en Inglaterra, sino que en el mundo entero impedían el progreso del mundo mágico.

Las semanas fueron pasando, los alumnos iban a clase, disfrutaban del quidditch, de las actividades extracurriculares y de estar con los amigos, el tiempo hasta navidad se acercaba a pasos agigantados, entre algunos alumnos los comentarios sobre todo eran ante la fiestas de navidad, por algún motivo Adriano Peverell había informado de que ese año no se celebraría la fiesta navidad en su castillo, el hombre no había dado los motivos, pero todos los que veían al hombre notaban como estaba muy serio y cauteloso ante cualquier tipo de movimiento. Dumbledore veía como el hombre del que se quería librar parecía mucho mas aterrador de lo que para él ya era, su aura, sus gestos, su comportamiento le hacían ver que Adriano Peverell debía estar preparando algo aterrador y peligroso para que estuviera así, decidió confrontar al hombre, era necesario para ver si era capaz de sacar información, aviso a su rival para que se reuniera con el en su despacho.

- ¿Deseaba verme director Dumbledore?

- En efecto Lord Peverell, me gustaría saber porque motivo parece tan distraído del mundo real, pero que a la vez tan concentrado, si se puede saber claro esta.

- Es sobre un proyecto en el que estoy trabajando, debo reconocer que debo ser muy cuidadoso y no quiero que nada salga mal.

- Si quiere estoy aquí para ayudar.

- Se lo agradezco pero debo declinar, estoy seguro de que sería de gran ayuda, pero si pasase algo malo no quiero que usted se vea involucrado.

- ¿Tan peligroso es el proyecto?

- No es que sea peligroso, pero es bastante delicado y si sale mal no quiero que nadie más que yo sea vea perjudicado.

- Bueno, si es su decisión la respeto, aquí estoy para lo que necesite.

- Gracias director.

Adriano salió del despacho sabiendo que Dumbledore estaría a partir de ahora pendiente de cada uno de sus movimientos, no importaba, era lo que necesitaba, si el viejo se centraba en él no vería como sus aliados realizaban los movimientos necesarios para su plan.

El tiempo siguió pasando, la llegada de la navidad se acercaba y los alumnos de Hogwarts estaban deseando que llegaran las vacaciones navideñas, durante ese tiempo Dumbledore no había quitado ojo de Adriano pero el director no conseguía discernir nada de los planes del hombre lo que le hacía irritarse con facilidad, lo único que de vez en cuando aliviaba al viejo director eran los informes que Ginevra Weasley le mandaba de vez en cuando sobre los supuestos avances de Harry, en verdad ninguno de los informes se acercaban a la verdad y por lo tanto el director seguía ciego a las intenciones de Adriano.

Llegó el momento, era lo que pensaba Adriano cuando vio como parte del alumnado se marchaba por las vacaciones de navidad, de los alumnos que se habían quedado, había doce estudiantes por año, tres por cada casa de Hogwarts, esos estudiantes eran los mejores de sus años y se les había pedido quedarse para un proyecto de descubrimiento de la escuela. Adriano se había encargado de que también fueran representantes de las tres facciones del mundo mágico, del lado de la luz, del lado oscuro y de lado gris, fueron convocados también algunos miembros destacados del ministerio y algunos inefables junto con varios miembros de la prensa, ninguno sabía el motivo real de la reunión. El gran salón de Hogwarts se despertó aquella mañana con personas que hacía años no pisaban esas paredes, algunos ex-alumnos miraban las paredes con nostalgia y otros con curiosidad ante los cambios que el milenario colegio había tenido en los últimos años. En ese momento entraron todos los profesores junto al director, el último en entrar fue Adriano que fue el que hablo a la gente.

- Gracias a todos por venir, se que se están preguntando el motivo, por lo que les pido que me dejen explicarles la causa de esta convocatoria; como bien saben hace unos meses Lucius Malfoy intento usar un objeto maldito para de esa manera abrir la mítica cámara de los secretos de Slytherin, desde entonces he investigado para localizar la ubicación de la cámara y por fin creo haber tenido éxito en su localización.

La sala se lleno de comentarios de sorpresa ante la noticia, Dumbledore miraba con sorpresa al hombre ya que nunca se hubiera esperado semejante motivo, creía que sería algún nuevo avance en la magia que el hombre había hecho. La primera persona en hablar fue Hermione Granger que levanto la mano para pedir hablar.

- Disculpe profesor Peverell, pero no se necesitaría alguien con la lengua parsel para de esa manera poder abrir la cámara.

- En efecto señorita Granger, pero aquí hay alguien que puede hablar esa lengua, me refiero al señor Potter, deben saber que Harold Potter al haber heredado el título de Slytherin también ha heredado la capacidad de hablar con las serpientes, por lo que gracias a esa habilidad podremos entrar en la cámara.

Dumbledore sonrió ante aquella declaración, ahora sabía que Harry Potter seguía siendo un horrocrux, que a pesar del inmenso poder de Peverell no había podido extraer el ancla de Voldemort; lo que el hombre no sabía era que el horrocrux si estaba retirado y que en verdad debido a haber heredado el título de Slytherin aun conservaba esa magia y capacidad.

- Esta investigación comenzó averiguando las circunstancias de la muerte de la única victima cuando la cámara se abrió por primera vez hace unos 50 años, en aquella ocasión una persona fue inculpada, pero ahora sabemos que Tom Riddle, alias Lord Voldemort, prefecto en aquella época inculpo a Rubeus Hagrid para que de esa manera no se centrasen las sospechas en él, el mismo director Dumbledore puede corroborar mi historia ya que fue uno de las pocas personas que sospechaba del joven Riddle.

- El profesor Peverell dice la verdad, yo fui uno de los pocos en aquellos tiempos que sospechaban que Tom Riddle era el verdadero culpable de la apertura de la cámara de los secretos, es por eso que convencí al anterior director para que permitiera que Hagrid permaneciera en Hogwarts como guardabosques y tuve vigilado a Tom Riddle con insistencia, pero Tom no cometió ningún error y no se pudo solucionar el asunto de Hagrid hasta que Lucius Malfoy decidió usar el objeto por el que fue condenado.

- Gracias por su confirmación director, ahora necesito que me sigan y les llevaré al lugar de acceso de la cámara de los secretos.

En ese momento Adriano los guió hacia el segundo piso, allí en el lavabo de la conocida Myrtle la llorona el hombre les pidió que pasaran. Tras eso se giro hacia Harold.

- Harold, si nos haces el favor.

El muchacho se acerco al lavabo donde esta grabada en el grifo una pequeña serpiente, en ese momento el joven uso la lengua de las serpientes.

- Ábrete.

Todos vieron como tras sisear algo el lavabo se empezó a mover y dejo ver una trampilla con un tubería inmensa que claramente bajaba muy profundo, pero en ese momento Harold volvió a usar parsel.

- Escaleras y antorchas.

Todos vieron como unas escaleras aparecían para de esa manera pode descender y como en las paredes varias antorchas de fuego verde iluminaban con fuerza el descenso antes oscuro. Adriano entonces saco su bastón y se puso a descender el primero por si había alguna amenaza, sabía a la perfección que no habría ningún problema pero quería dar la sensación de que si hubiera algún tipo de problema el estaría para defender a la gente. El lugar sorprendió a la gente, a cada paso que daban y se contemplaba más de la mítica cámara no podían dejar de estar asombrados y temerosos ante el lugar, había pocas personas que permanecían tranquilas ante la visión del lugar. Al llegar a la sala principal la sorpresa aumento, la amplitud de la sala y la magia que desprendía era inmensa, a pesar de todas las maravillas dentro de Hogwarts aquel lugar era impresionante, Adriano cuando paso la sorpresa de la gente comenzó a hablar.

- Bienvenidos a la zona principal de la cámara de los secretos, en esta zona es donde se supone que la criatura que protege el lugar se mueve, pero este lugar no es nuestro objetivo, nuestro verdadero objetivo es el despacho que Salazar Slytherin tenía en este lugar, además, no queremos despertar a la criatura que protege la cámara.

Ante esas palabras todos siguieron a Adriano, el hombre entonces señalo un puerta oculta en la pared, una puerta que en su otra vida encontró años después de su salida del colegio en una de sus investigaciones, pidió a Harold que abriera la puerta y todos vieron como una puerta se dejaba ver a los ojos de todos y se abría dejando vislumbrar un pequeño pasillo del que surgió una voz poderosa.

- Adelante, entren sin miedo, entren a los aposentos secretos de Salazar Slytherin.

Uno a uno, poco a poco todas y cada una de las personas fueron entrando, era un despacho inmenso, laboratorio de pociones, zona para realizar cualquier tipo de hechizo y una pequeña biblioteca con tomos y conocimientos que no se habían visto en siglos.

- Bienvenidos a los que fueron mis aposentos en vida - todos miraron de donde provenía la voz y la sorpresa no fue la de encontrarse el cuadro de Salazar Slytherin, sino la de los otros fundadores también - no creo que haga falta que nos presentemos.

- Es un honor estar ante los fundadores de Hogwarts - fue Adriano quien hablo - soy Adriano Peverell, señoras y señores.

- Sabemos quien eres Lord Peverell, no solo sabemos de ti - fue Rowena Ravenclaw quien hablo a los presentes - sabemos el nombre de cada persona de la sala y debemos agradecérselo a usted.

- Perdona señora Ravenclaw - fue Dumbledore quien hablo - ¿que quiere decir que es gracias al profesor Peverell que saben de nuestros nombres?

- Director Dumbledore, estaremos encantados de explicar las palabras de Rowena - fue Godric Gryffindor quien hablo - como bien sabe Hogwarts esta construido sobre varias lineas ley que alimentan la magia del castillo, pero a raíz de que Lord Peverell ayudara a regresar la magia antigua recuperando antiguas tradiciones y clases ha hecho que la magia de las lineas ley se extienda mejor por el castillo y de esa manera hemos podido enlazar nuestra magia con la del resto del castillo, también los actos de Adriano han hecho que la misma magia este mejor sintonizada con la tierra de Gran Bretaña.

Aquellas palabras dichas por Godric Gryffindor fueron como una pesada losa para Dumbledore, ahora todo el mundo transmitiría que Adriano Peverell tenía razón, haría ver que lo que él había hecho para abolir las antiguas costumbres del mundo mágico había sido perjudicial para el castillo y el mundo mágico. No tuvo tiempo para pensar más ya que Adriano intervino dirigiéndose a Salazar Slytherin.

- Señor Slytherin hay algo que me gustaría preguntarle ¿que me puede decir de Tom Riddle, el mago oscuro que se hace llamar Lord Voldemort? ¿es cierto que la labor que pregona de acabar con los magos de primera generación y los mestizos lo hace en su nombre?

- Eso no es cierto, voy a explicar aquí y ahora los motivos por los que se me considera mago oscuro y tras eso buscaremos una solución para acabar con el mago Tom Riddle.

Todos los espectadores estaban intrigados, si esas palabras eran ciertas lo que durante años había pregonado Lord Voldemort para intentar hacerse con el poder era falso, que los libros de historia estaban equivocados, pero tuvieron que dejar los murmullos ya que Salazar siguió hablando.

- Lo primero que deben saber que la historia que me pintan como un señor oscuro es verdad a medias, deben entender que en la época en la que vivíamos mis compañeros y yo fue una era oscura para los practicantes de magia, eramos cazados por los seguidores de la iglesia y eramos quemados ya que según ellos adorábamos al demonio, fue entonces cuando nosotros cuatro nos reunimos y decidimos crear un lugar donde los jóvenes magos pudieran no solo aprender a controlar su magia, sino que también fueran capaces de defenderse de los ataques del exterior.

- Algo me dice que sucedió algo muy malo - hablo Adriano ante la atenta mirada del resto de personas - y creo que puede ser ese suceso por el que a usted se le considera un mago oscuro.

- Así es, fue unos veinte años después de que fundáramos Hogwarts, tuve que ir a por unos magos de primera generación de los que no se sabía nada y como mis compañeros estaban ocupados decidí ir yo, lo que allí encontré fue una tragedia, la muchacha de 12 años había sido violada por todos los soldados que la iglesia había enviado, tras eso había sido quemada en la hoguera, a su hermano menor que tenía que entrar ese año en Hogwarts le habían cortado las piernas y los brazos, lo habían apaleado y golpeado con furia y tras eso al igual que su hermana había sido quemado en la hoguera, el destino de los padres fue también la hoguera para que no engendraran más enviados de los infiernos.

Esas palabras que Salazar Slytherin estaba pronunciando tenían a todos absortos, claro que sabían sobre aquella época, pero una cosa era leer sobre los sucesos y otra era escucharlos de una persona que los había vivido en persona. Salazar continuó con su relato.

- Perdí el control, mi magia reacciono violentamente ante aquellos sucesos, use todos mis conocimientos de magia negra para acabar con aquellos monstruos y en menos de cinco minutos todos los soldados junto con los aldeanos que los habían ayudado estaban muertos.

- El problema entonces es que usted perdió el equilibrio de su magia - intervino Adriano sabiendo por donde iba a ir la conversación - la magia oscura es adictiva y poderosa, se puede practicar pero a la vez se debe practicar magia blanca para conservar el equilibrio, por lo tanto a raíz del suceso que presencio y dado que la magia oscura se alimenta de emociones negativas tu estado de rabia y furia hicieron que no te pudieras recuperar.

- Es tal como dices Adriano - fue Godric quien hablo esta vez - cuando Salazar regreso y nos contó lo que había sucedido quisimos que se quedara en el castillo, pero el dijo que sería muy peligroso para los alumnos y tras una fuerte discusión decidió irse a buscar otros jóvenes magos en problemas y mandarlos a Hogwarts, eso si, no sin antes construir esta cámara para preservar el conocimiento que en el castillo se fuera obteniendo.

- Pero poco a poco la magia fue menguando lentamente - hablo esta vez Rowena Ravenclaw y entrando en la conversación - más aun cuando Albus Dumbledore tomo el puesto de director de Hogwarts y retiro tantas tradiciones y clases, sino hubiera sido por Adriano Peverell este lugar hubiera desaparecido y nuestros cuadros también.

- Es por eso que nosotros los cuatro fundadores de Hogwarts - fue esta vez Helga Hufflepuff quien se dirigió a la gente - hemos decidido retirar como director del este colegio a Albus Dumbledore por sus actos contra la magia antigua.

Nada más decir esas palabras Dumbledore sintió como su magia se desenlazaba del castillo, como dejaba de ser el director de Hogwarts, todos los espectadores que eran seguidores de Dumbledore estaban entre indignados y sorprendidos de que os fundadores castigaran de esa manera al hombre.

- Ahora el otro tema a tratar - hablo de nuevo Salazar a la gente - es que hacer con el mago oscuro Lord Voldemort, es por eso que voy a pedir a Adriano Peverell para que siga mis indicaciones.

- ¿Que vamos a hacer?

- Lo primero es preparar la barrera de la sala de duelos para que de esa manera nada ni nadie pueda salir y solo se pueda entrar, de ese modo Lord Voldemort no podrá salir y nos podremos encargar de él.

- Creo que lo entiendo, dentro de la barrera preparo un ritual de convocación y de esa manera lo atraigo dentro para que pueda ser derrotado.

- Así, necesitaras un ritual de convocación de sangre, en mi laboratorio de pociones hay un frasco con mi sangre que puedes usar para realizar los pasos necesarios.

Todos miraban entre asustados y angustiados como Adriano Peverell preparaba el ritual, solo Dumbledore miraba esperando alegre, estaba seguro que por mucho poder que tuviera Peverell no podría derrotar a Voldemort debido a sus horrocruxes, ya que estaba seguro de que el mago oscuro aun tenía sus anclas del alma, por lo menos estaba seguro que el que estaba en la cicatriz de Harry Potter aun seguía hay ya que no creía que el muchacho pudiera hablar parsel de otra manera.

Todos vieron como Adriano Peverell preparaba las runas, como dentro de la sala de duelo la poderosa magia se empezaba a juntar, al cabo de unos minutos las runas estaban listas y completas para realizar la invocación.

- Antes de empezar debo avisar - hablo Adriano a la gente - Lord Voldemort va a aparecer aquí, no se en que situación lo hará, por lo que les pido que estén tranquilos, aquí y ahora la amenaza de ese mago oscuro planeo terminarla.

Dumbledore sonreía ante las palabras del hombre, no había manera de que pudiera derrotar a Voldemort, la profecía estaba clara, solo Harry Potter podía derrotar a Voldemort, además, los horrocruxes del mago oscuro le impedirían morir, por fin, por fin sucedería algo que deseaba desde hace años, el fin del maldito Adriano Peverell, le llevaría tiempo, pero tras la muerte de ese incordió volvería a retornar al poder que tuvo antes de la aparición del hombre. En ese momento todos vieron como el ritual comenzaba a funcionar, poco a poco la figura de Lord Voldemort se fue haciendo visible, todos aquellos que habían conocido al mago oscuro vieron como era verdad el temible mago.

- Bienvenido a la cámara de los secretos Lord Voldemort, soy Adriano Peverell y como jefe de la casa Peverell, casa superior de la casa Gaunt de la que eres descendiente te desafió por tus crímenes contra el mundo mágico y el mundo no mágico.

Lord Voldemort aun ligeramente sorprendido vio que estaba en verdad en la cámara de su ancestro, pero en la zona a la que él no había podido tener acceso ya que según la voz que le respondía no era digno, siempre creyó que era por que aun quedaban sangre sucia y mestizos por el mundo y que para entrar debía librarse de ellos, tras reponerse miro al hombre que tenía enfrente.

- Adriano Peverell, el hombre que ha mandado a mis siervos a Azkaban y les ha quitado la magia, el hombre que me impidió entrar donde los Flamel a por la piedra filosofal y que supuestamente ha unido la magia con las abominaciones de las invenciones muggles, acabare aquí contigo, no me puedes matar, acepto tu desafío.

Los dos magos se colocaron uno junto al otro, se hicieron una reverencia y se prepararon para luchar, Lord Voldemort con su varita y Adriano con el báculo. Voldemort fue el primero en atacar, no por que fuera más rápido, sino que Adriano le dejo.

- ¡Crucio! - la imperdonable se dirigió a Adriano mientras Voldemort se burlaba - morirás, pero antes me asegurare de que sufras.

- Lo dudo mucho Tom - Adriano simplemente se movió de forma ágil hacia un lado - para mi solo eres como un niño.

- ¡Crucio! ¡Crucio! - Voldemort no dejaba de atacar con la imperdonable, pero Adriano lo esquivaba como si estuviera jugando con él - deja de huir cobarde, solo eres un estúpido amante de los muggles que no sabe atacar.

- Si quieres que ataque lo haré Tom - nada más decir eso y sin mediar palabra un poderoso hechizo salió del báculo del hechicero - esquiva o para eso.

A Voldemort ante el poder del hechizo se tuvo que cubrir con uno de los escudos más poderosos que conocía y aun así el mago oscuro sintió como si Peverell no estuviera usando todo su poder, no le importaba, era inmortal, aunque fuera derrotado se levantaría en el futuro.

- Por cierto Tom, ya te informo que todas y cada una de tus anclas ha sido extraída de los objetos y eliminada, desde el anillo - Adriano le mostró el anillo que había llevado el horrocrux y ahora estaba en su mano - hasta la copa, es por eso que aquí y ahora esta será tu última batalla.

Esas palabras dejaron no solo a Voldemort temblando de miedo, sino también a Dumbledore, para el mago oscuro significaba que ahora era mortal y para el ahora ex-director que no solo Peverell triunfaría, sino que todos y cada uno de sus planes se derrumbarían por completo, solo esperaba que no se descubriera sus actos para regresar a la vida al mago oscuro, además, también estaba que Peverell tenía en su poder las tres reliquias de la muerte.

Todos vieron como Lord Voldemort lanzaba cada vez hechizos más atroces y oscuros, como desde la maldición asesina hasta la maldición rompe-huesos salían de su varita, pero nada servía contra su adversario, Adriano o esquivaba los hechizos o los bloqueaba hábilmente, tras varios minutos Adriano decidió que era hora de atacar.

- ¡Sacrum iudicii vincula!

Unas cadenas de color blanco brillante emergieron alrededor de Voldemort haciéndole prisionero, el mago intento liberarse pero al momento un inmenso dolor recorrió el cuerpo del mago oscuro.

- Es inútil que te muevas, Las Cadenas Del Juicio Sagradas te dañaran dependiendo de tu uso de magia oscura, al haberte especializado en esa magia como gran maestro y debido a la cantidad de hechizos de ese tipo que has lanzado contra mi el dolor debe ser muchísimo mayor que la maldición Cruciatus.

- ¿Que, que, que magia es esta? - pregunto Voldemort entre inmenso dolor y con gran esfuerzo.

- He usado magia celestial contra ti.

Lord Voldemort apenas pudo asimilar la sorpresa de esas palabras al igual que los presentes que sabían de esa magia, la magia celestial era el culmen de la magia blanca, solo se accedía a ese tipo de magia mediante pactos con seres celestiales que si no se cumplía con las expectativas de los seres podías morir.

- Todo ha terminado Tom, ahora iras encadenado al Wizengamot a responder de tus crímenes, estas cadenas no solo te causan daño sino que te obligaran a decir toda la verdad sobre tus actos, es por eso que aquí y ahora te pregunto ¿como has regresado a la vida de tu forma espectral?

- Albus Dumbledore me ayudo a regresar, quería que acabara contigo ya que esta completamente en contra de todas y cada una de tus acciones en el y para el mundo mágico, si estoy ahora con cuerpo es gracias al gran mago de la luz.

Aquellas palabras hicieron que todos y cada uno de los asistentes miraran a Dumbledore, no lo podían creer, pero que siguiera aprisionado con los fundadores y que justo en es momento su fénix apareciera cortando su lazo familiar con el ex-director confirmaba las afirmaciones.

- Dumbledore, tanto tu como Tom seréis interrogados para conocer vuestros actos y acciones, también para averiguar sobre vuestros aliados y acabar purgando el daño que causáis al mundo mágico ¡Sacrum iudicii vincula!

Nada más decir eso las mismas cadenas que aprisionaban a Voldemort también aprisionaron a Dumbledore, el director no sintió tanto daño como el causado al mago oscuro, pero ver siendo dañado el mago que simbolizaba la luz por un hechizo que dañaba a los malvados era algo que las cámaras no dejaban de pasar, para los periodistas que estaban allí lo que estaba sucediendo eran las noticias de su vida.

Cuando al día siguiente el periódico salió con las noticias de lo sucedido en Hogwarts el mundo mágico entre en histeria, las fotos, la portada y los acontecimientos sucedidos en la cámara de los secretos trajeron una gran conmoción al mundo mágico, descubrir que el pilar de la luz Albus Dumbledore había ayudado a Lord Voldemort a regresar trajo mucha histeria a la gente, si el ahora ex-director era capaz de eso para intentar acabar con Adriano Peverell, no sabían de que había sido capaz para conseguir sus objetivos a lo largo de su vida. Era cierto que algunas personas aun como por ejemplo Molly Weasley no eran capaces de creer lo que se decía de Dumbledore, que supuestamente todo era una estratagema de Peverell para eliminar al director.

- Molly, debes calmarte - hablo Arthur - en cuanto Ginny y Percy regresen nos contaran lo sucedido, ellos dos estuvieron en el acto.

- ¡Es todo mentira! ¡Seguro que ese Peverell es el culpable de todo! ¡Como me encuentre a ese hombre va a saber lo que es bueno!

- ¡Basta madre! - fue Bill quien intervino en la conversación - como hagas eso que dices yo personalmente te detendré.

- ¡Como te atreves a hablar a si a mama!

- Tu no te metas Ron, eres un ignorante, si mama atacara a Lord Peverell no solo provocaría la cólera de sus aliados y socios, sino de la nación duende ya que Adriano Peverell es uno de los pocos magos a los que los duendes llaman en verdad amigo, de hacer eso es como si quisieras la guerra con los duendes.

Tuvieron que callar ya que en ese momento la chimenea se encendió y por ella aparecieron Percy y Ginny, los dos vieron la tensión y preguntaron que estaba pasando, su padre les comento lo sucedido.

- Me temo mama que todo lo que se ha dicho es cierto - hablo Percy ante toda su familia - tras investigar me he enterado que el hechizo que uso el profesor Peverell para encadenarlos e interrogarlos es verídico, es más, por lo visto era usado hace años para interrogar a la gente antes de ser creado Veritaserum, se dejo de usar ya que había poca gente capaz de usar la magia celestial y el poder que requería era muy grande, por lo visto a lo largo del mundo las personas capaces de usar ese hechizo son menos de veinte.

- Es cierto - hablo esta vez Bill - el hechizo Las Cadenas Del Juicio Sagradas aun son usadas en Gringotts para interrogar a ladrones, también en algunas prisiones del mundo mágico aun son usadas para que aquellos que hayan usado demasiado la magia oscura sean castigados.

A Molly Weasley le daba igual lo que le dijeran, Albus Dumbledore era el líder la luz, un icono a seguir y no cambiaría de opinión.

- Debemos esperar al juicio - hablo Ginny interrumpiendo los pensamientos de su madre - pero teniendo en cuenta donde se va a celebrar el juicio hay pocas, más bien ningunas posibilidades de que Dumbledore sea liberado.

- ¿A que te refieres hija? - pregunto Arthur.

- Que el juicio no va a tener lugar en el Wizengamot, sino que va a ser en la sede central de la ICW.

La sede central del ICW, donde se celebraban los juicios para los criminales más peligrosos del mundo mágico internacional, donde se habían celebrado los juicios contra Grindelwald y los suyos, al contrario que el Wizengamot que era una sala de los lores de Inglaterra, en el ICW los jueces tenían la obligación de jurar por su magia servir a la justicia, no había margen de error ninguno, la condena que impondrían a Voldemort como a Dumbledore de ser declarados culpables sería ejemplar y ambos seguramente acabarían sin magia y encarcelados en Numergand, la prisión que albergaba a los criminales más peligrosos del mundo mágico, donde Gellert Grindelwald el antiguo rival de Dumbledore aun cumplía condena. Molly estaba pálida, si Dumbledore hablaba todo lo que habían planeado durante los últimos años se sabría, todo lo que tenían planeado para Harry Potter saldría a la luz, solo esperaba que eso no sucediera ya que destruiría a su familia.

Los días pasaron hasta el momento en que se celebrarían los juicios, la sede central del ICW estaba ubicada en Suiza, en lo alto de una de las montañas más altas de los Alpes suizos, allí una inmensa fortaleza estaba lista para enjuiciar tanto a Tom Riddle como a Albus Dumbledore.

La expectación era increíble, el juicio iba a ser televisado a todo el mundo mágico, gracias a que las televisiones mágicas se habían extendido gracias a Adriano Peverell todo aquel que quisiera seguir los actos que iban a tener lugar podían hacerlo. El primero que iba a ser interrogado fue Lord Voldemort, el mago oscuro fue llevado al estrado encadenado con grilletes de supresión mágica, allí en el centro de la sala tomo asiento y las mismas cadenas que uso Adriano sobre él lo inmovilizaron, pero esta vez era el poder de la sala la cual usaba ese método para interrogar a los acusados. El juez un hombre de nacionalidad alemana comenzó con el juicio.

- Estamos aquí para dictaminar el alcance de los crímenes cometidos por Tom Riddle y Albus Dumbledore, el primero en ser interrogado será el mago ingles Tom Riddle.

- ¡Mi nombre es Lord Voldemort! - el mago oscuro grito pero las cadenas le volvieron a causar dolor.

- No hablara a menos que se le diga, como estaba diciendo vamos a proceder a interrogar al mago llamado Tom Riddle que se hace llamar a si mismo Lord Voldemort.

A pesar de los intentos de Voldemort por liberarse y querer acabar con todos los miembros de aquella sala, le sirvió de poco, una a una las preguntas que le fueron haciendo fueron respondidas, intento resistirse y no decir la verdad pero el daño que le causaban las cadenas cuando no respondía o mentía era tan grande que tenía que decir toda la verdad. Nombres, recursos, puntos clave donde reunirse, la lista que daba Voldemort era inmensa, de haberse usado Veritaserum para interrogar al mago se le hubiera tenido que dar varias dosis debido a la inmensidad de la información y crímenes que tenía a sus espaldas Lord Voldemort. También ahora no quedaba ninguna duda sobre Dumbledore, ya que el mago oscuro había explicado como el ex-director le había contactado y como le había proporcionado los medios para regresar y una lista de aliados para contactar. Tras el interrogatorio hubo un pequeño descanso donde el juez y los miembros de la ICW debatían sobre el castigo que se impondría a Lord Voldemort, tras quince minutos de deliberación tanto el juez como los demás miembros de la ICW tenían un veredicto.

- Tom Riddle, sus crímenes contra el mundo mágico son extensos y variados, es usted un peligro para la sociedad mágica como la no mágica, es por eso que se le impondrá como castigo la retirada de su magia - si Voldemort hubiera podido gritar lo hubiera hecho - además, será encarcelado para toda la vida en la prisión de Numergand encadenado a las mismas cadenas que lo están atrapando ahora mismo.

A Voldemort le fue retirada su magia, seguramente viviría poco tiempo ya que al haber basado su alargamiento de la vida en magia oscura, su cuerpo marchito y frágil no resistiría mucho. En todo el mundo a la vez que se capturaba a todo aquel aliado del mago oscuro, se celebraba que Lord Voldemort ya no sería una amenaza de ningún tipo, sobre todo en Inglaterra donde ese hombre había causado tanto daño. Pero aun no había terminado, aun quedaba el juicio más importante, el que cambiaría todo por completo, el juicio a Dumbledore, que sería al día siguiente, tendría una retransmisión aun mayor debido a que era hora de ver si el hombre al que habían idolatrado durante años era en verdad culpable de los crímenes que se le acusaban. El juez espero a que la gente se sentara para comenzar, en ese momento Albus Dumbledore entro en la sala encadenado y acompañado por un par de aurores al igual que lo había sido Voldemort, era algo para indignarse según el hombre y aquellos que aun le apoyaban, ser tratado como un criminal.

- Albus Dumbledore, esta aquí para verificar o desmentir las afirmaciones que Tom Riddle ha arrojado contra usted.

- Soy inocente, los cargos que se me imputan son falsos, soy un icono de la luz, debo ser liberado inmediatamente.

- Eso se decidirá en el juicio, por lo tanto absténgase de hablar a no ser que se le pregunte - hablo el juez - responda a la primera pregunta ¿dio usted los medios y los contactos para que el mago oscuro que se hace llamar Lord Voldemort recuperara su cuerpo y su poder?

- No - las cadenas brillaron e infligieron dolor a Dumbledore haciendo ver que mentía por lo que tuvo que rectificar - si.

- ¿Realizo esos actos para acabar con Lord Peverell?

- Si.

- Explique con toda la verdad los motivos por el que ha realizado los actos que se le imputan.

Fueron varias horas de testificar, había veces que Dumbledore intentaba omitir la verdad o mentir, pero las cadenas le obligaban al momento a decir toda la verdad. Confeso todos los actos que había intentado contra Adriano Peverell, todo lo que tenía planeado para Harold Potter aunque el durante el juicio lo llamaba Harry Potter, como pretendían haber usado al joven para beneficiarse y luego sacrificarlo, hablo de todos sus aliados, de los actos que había realizado por su llamado bien común, de como se había beneficiado a los largo de los años de la gente y de la magia de algunas personas e incluso de algunos lugares mágicos muy conocidos. La indignación era inmensa, Adriano Peverell tuvo que intervenir para ayudar a algunos de los nombrados por Dumbledore para que se viera que en realidad le estaban ayudando a él y no al ex-director, cuando Dumbledore escucho como Peverell nombraba a esas personas entro en furia y si no hubiera estado encadenado hubiera intentando maldecir al hombre, claramente desde hacía tiempo Peverell había estado al tanto de los planes del viejo, lo demostraban todos y cada uno de los informes que Peverell había mostrado ante el juez, cuando vio uno de los informes se dio cuenta de que los planes de Adriano Peverell empezaron en el momento en que dejo al pequeño Potter donde los Dursley, estaba claro que ese hombre siempre había ido un paso por delante de él.

- La condena es clara - dijo juez tras la deliberación de la corte de la ICW - Albus Dumbledore esta condenado a perder su magia y a pasar lo que le queda de vida en Numergand.

- ¡No! ¡Soy el líder de la luz! ¡No podéis hacerme esto!

Era bochornoso ver a un hombre que en el pasado había realizado tanto bien caer tan bajo, todos y cada uno de los aliados de Dumbledore que no había defendido Adriano fueron detenidos para ser investigados e interrogados. Una de las detenciones más sonadas fue en La Madriguera, el hogar de la familia Weasley se convirtió en un tumulto cuando Dumbledore dio los nombres de Ginny, Percy, Ron y Molly, pero cuando se descubrió que Ginny en verdad estaba del lado de Peverell todo estallo y gracias a la velocidad de movimiento de Bill y de Ginny todo paso rápido, ya que fueron inmovilizados al momento.

- ¡Eres una traidora Ginny! - grito Molly - ¡tu deber era enamorar a Potter!

- No madre, eres tu quien decidiste que podías usar mi vida a tu antojo, sin importarte lo que yo quería, desde pequeña has intentado lavarme el cerebro para que pensara que sería la esposa de Harold Potter, pero eso no pasara, yo decido mi destino.

Justo en ese momento un par de aurores entraron para llevarse a los detenidos, todos vieron como Molly intentaba alcanzar su varita para maldecir a su propia hija, pero fue detenida al momento por Arthur que no se podía creer el comportamiento que estaba teniendo su esposa. Tras llevarse a su esposa y sus dos hijos el hombre se tuvo que sentar con las manos en la cara apenado y abochornado de no darse cuenta de lo que era capaz su mujer, en ese momento miro a su hija, todos los presentes miraban a Ginny.

- ¿Desde cuando lo sabes?

- Desde hace tiempo papa, no podía decirlo por si Dumbledore usaba legeremancia en vosotros, yo como tengo barreras naturales de oclumancia no tenía problemas.

- Y cuando te encontraste con Adriano Peverell en el banco pudisteis planearlo todo.

- En efecto Bill, no quería ocultaros lo que planeaban tanto mama como Ron y Percy, pero era necesario para cuando Dumbledore cometiera algún error, no me esperaba que fuera el de ayudar a regresar a Voldemort, no lo hubiera imaginado tan desesperado para acabar con el profesor Peverell.

- Lo que ha hecho Dumbledore es imperdonable - hablo Charlie esta vez - me alegro de que sea castigado tan severamente y eso espero con todos los que le han apoyado incluyendo a mama y a nuestros hermanos.

Y de esa manera fue como comenzó la gran purga para erradicar la corrupción y el crimen del mundo mágico, no solo del mundo mágico ingles, sino de todo el mundo mágico, a lo largo del mundo todas aquellas personas que habían ayudado a Voldemort y Dumbledore eran detenidas, interrogadas y encarceladas dependiendo de sus crímenes, se tenía que ver si algunas de las personas habían sido coaccionadas o habían ayudado voluntariamente a los dos hombres.

Gran parte de algunos de los aliados de Dumbledore lo habían ayudado por deudas y favores que tenían con el hombre por lo que se les había impuesto una multa y que tuvieran que hacer el juramento de que nunca en el futuro prepararían alguna trama que tuviera que ver con los planes del ex-director, a los que apoyaban al director no les fue tan bien, uno de los mejores ejemplos fue el de los conspiradores de la familia Weasley, Molly perdió su magia al igual que sus apellidos, fue encerrada en Azkaban de por vida, a Ron le fueron retirados sus apellidos, como era menor de edad aun continuaría el colegio pero tuvo que hacer el juramento de que nadie le ayudaría en sus estudios, en cuanto repitiera otro curso o hiciera algo ilegal o problemático sería expulsado y su varita sería rota, Percy fue el que menos castigo se llevo, era cierto que aunque apoyaba los planes de Dumbledore y de su madre no los seguía al cien por cien, que buscaba sus propios logros e intentaba alejarse tanto de su madre como de Dumbledore para poder ser su propia persona, tuvo que jurar que si buscaría sus propios logros por si mismo y sin ayuda de nadie, que obedecería todas las ordenes que se le dieran, de no hacerlo se le retirarían sus apellidos y se le denegarían gran parte de los trabajos.

Cuando Hogwarts se reanudo tras las vacaciones de navidad los alumnos no podían dejar de cuchichear sobre los sucesos que habían tenido lugar durante las vacaciones, a pesar de los días pasados la prensa seguía sacando artículos sobre varios de los detenidos y de las maniobras de los países para reparar el daño que los detenidos habían causado a lo largo del tiempo, incluso desde las sucursales de Gringotts en todo el mundo apoyaban a los gobiernos para de esa manera solucionarlo mejor, además, su labor era que aquellos condenados que se había demostrado que habían intentado dañar a Adriano Peverell y al ser este aliado de la nación duende, se les habían retirado casi todos sus fondos y muchos además de estar en prisión estaban en la ruina. Algunos magos, pero muy pocos se habían trasladado con lo poco que tenían y habían reunido a algunas de las naciones completamente mágicas donde los sangre puras vivían, pero no eran muchas las que les habían aceptado ya que muchos de ellos que eran intolerantes con otras especies que vivían en esas naciones, les habían expulsado por no estar dispuestos a aceptar sus normas.

Hermione Granger se encontraba en la biblioteca bastante frustrada, como había ayudado en ocasiones a Dumbledore pasando información sobre Harold había sido puesta en vigilancia, sus padres no le habían retirado los apellidos al no ser una practica tan común en el mundo muggle, pero sería vigilada para ver que acciones hacía y realizaba. Buscaba en los libros alguna manera de ayudar a Dumbledore y demostrar que el criminal era Adriano Peverell, la mente de la muchacha era muy cerrada y aunque se lo pusieran delante de las narices no era capaz de la verdad. Adriano bastante cansado de la actuación de la muchacha decidió avisar a sus padres de los actos de la joven.

- Gracias por venir, me temo que debo darles malas noticias.

- No hace falta que nos lo diga - hablo el señor Granger - nuestra hija en su propia visión del mundo de que lo que esta escrito en los libros es sagrado esta haciendo algo ilegal.

- Ilegal no, pero sus acciones pueden traerles consecuencias muy graves, esta empeñada en demostrar que Dumbledore es inocente, no solo eso cree que puede catalogarme como criminal.

- Lo de nuestra hija con las figuras de autoridad es preocupante, pero la obsesión que tiene con Dumbledore no es normal.

- Eso es también culpa de Dumbledore, cuando a un nacido muggle se le introduce en el mundo mágico se le dan una serie de guías para orientarse - Adriano no pudo evitar recordar como Dumbledore en su primera vida no le había dado esas guías para estar más inadaptado y que tuviera los amigos que el viejo quisiera - esas guías también ensalzan en gran medida a Albus Dumbledore, lo mismo pasa con muchos libros de historia y de otras materias, el viejo se ponía como un gran mago capaz de todo y que era el bien supremo, ahora que se han descubierto los crímenes del viejo se están retirando gran parte de esos libros.

En ese momento la puerta del despacho de Adriano se abrió y por ella entraron el ahora director Snape, la subdirectora McGonagall y Hermione, la última al ver a sus padres se quedo aterrada.

- Director Snape, profesora McGonagall, gracias por traer a la señorita Granger.

- Yo me vuelvo a dar clases, les dejo que se encarguen de la joven.

McGonagall nada más decir eso salió del despacho, la mujer cuando los crímenes del hombre al que siempre había idolatrado salieron a la luz se derrumbo, tuvo que ser Adriano quien la ayudara, fue el hombre el que le dijo que si se dejaba derrotar ganaría Dumbledore, que debía seguir adelante y demostrar ser mejor persona que el ex-director, tras esos apoyos no solo de Adriano sino de otros compañeros, la mujer regreso a su forma de ser y no cuestiono la decisión de poner como director a Snape.

Hermione Granger no sabía que le iba a pasar, habían llamado a sus padres y estaba claro que no estaban contentos, fue Adriano quien empezó a hablar.

- Señorita Granger he tenido que llamar a sus padres debido a su comportamiento, entiendo que crea que Albus Dumbledore es un héroe, yo mismo admiro los actos del hombre de hace años, pero eso no quiere decir que este por encima de la ley y sus actos no solo para ayudar a Dumbledore sino para perjudicarme deben parar aquí y ahora.

Hermione miraba a sus padres, no sabía que hacer, sabía que estaban allí para que cambiara su comportamiento, pero Dumbledore era el líder de la luz, un icono a seguir, en ese momento sus pensamientos fueron cortados por su padre.

- Debes elegir Hermione, de no hacerlo nos veremos obligados a hacer algo que no queremos.

- Pero no puedo, no lo entendéis, Dumbledore es el verdadero bien, no este mago, es todo culpa suya.

- Entonces no tenemos opción - hablo la señora Granger - pedimos que debido a los actos de nuestra hija le sea despojada su magia.

- ¡No! ¡No podéis!

- Si podemos, somos tus padres y eso hemos decidido, claramente tienes un problema mental y hablaremos con algunos psicólogos y psiquiatras amigos nuestros para que hagas terapia, tu comportamiento lo único que hará es meterte en problemas e intentaremos atajarlo antes de que se agrave.

- Pues si esa es su decisión señora Granger - el director Snape intervino - prepararemos todo para que las pertenencias de su hija les sean entregadas mientras se le despoja de su magia, si quieren hablaremos con las tiendas a las que han comprado los artículos necesarios para su hija y que les sea devuelto el dinero.

- No hace falta, que esas pertenencias de su mundo se queden para alguien que las vaya a necesitar, no hace falta que sean devueltas.

Hermione estaba llorando, sus suplicas de nada servían, le iban a retirar su magia, ella que podía hacer tanto por el mundo mágico si le daban una oportunidad, debería haber aceptado la oferta de Dumbledore de deshacerse de sus padres para de esa manera estar emancipada o estar al cargo de otra persona y que no hubieran tomado esa decisión contra ella. Tras recoger las pertenencias de la joven, le fue retirada su magia por parte de Adriano y al cabo de varios minutos termino, por suerte para la joven al semana y temprano había pocos alumnos en pie ya que esos alumnos que habían visto como era retirada del colegio celebraron la marcha de la sabelotodo de Hogwarts como era llamada. La muchacha se fue del colegio de sus sueños entre abucheos y algunos insultos, no le importaba, estaba segura de que llegado el momento se vengaría, cuando no dependiera de sus padres, cuando estuviera preparada regresaría y les demostraría el error que habían cometido al expulsarla del mundo mágico.

Las clases continuaron tranquilas tras la marcha de Granger, era cierto que algunos alumnos hablaban pero los comentarios se iban acallando hasta que se dejo por completo. Habían pasado ya varias semanas desde todos los sucesos, Adriano se encontraba en su despacho tranquilamente aquel día cuando uno de sus dispositivos comenzó a sonar, el hombre no pudo evitar sonreír, la señal eran los signos de vida de Dumbledore, eso quería decir que el viejo estaba cerca de la muerte, la semana anterior Tom Riddle había fallecido, la falta de magia y los experimentos que había hecho con su cuerpo durante años, habían causado su rápido deterioro y apenas duro vivo. La situación de Dumbledore fue diferente ya que al centrarse en la magia blanca su cuerpo estaba algo mejor acostumbrado, pero debido a la avanzada edad del hombre se hizo evidente que sin magia su cuerpo se iba deteriorando, Adriano decidió que era hora de visitar al hombre.

La prisión de Numergand era aterradora, la prisión más importante del mundo mágico no tenía dementores como antaño había tenido Azkaban, no los necesitaba, poderosos encantamientos de origen celestial protegían el castillo, un laberinto de túneles y pasillos hacían que sin una guía adecuada una persona se perdiera fácilmente y por si fuera poco en algunas de las mazmorras poderosas bestias mágicas se encontraban como guardianas. Adriano llego a las puertas y un par de aurores salieron al paso del hombre.

- ¿Que desea?

- Mi nombre es Adriano Peverell, vengo a ver al prisionero Albus Dumbledore.

- Lord Peverell - dijo el auror tras lanzar un hechizo de identificación al hombre - bienvenido, le guiaremos inmediatamente ante el prisionero.

Los pasillos eran idénticos, no había distintivos y marcas para saber donde estaban, claramente los guardias estaban muy bien preparados para guiarse. Llegaron a una de las celdas de máxima seguridad en donde estaba encerrado Dumbledore, según las reglas tenía media hora para hablar con el hombre y la conversación sería completamente privada. El hombre entro en la celda, allí encadenado por las cadenas celestiales estaba Dumbledore muy diferente de la última vez que lo había visto, se notaba el cambio en el hombre, demacrado, sin vigor y sin ninguna esperanza.

- Como caen los poderosos - hablo Adriano llamando la atención de Dumbledore - si en vez de enfrentarme se hubiera unido a mi nada esto hubiera pasado.

- ¿Has venido a burlarte de mi?

- Para nada, su vida esta a punto de acabar, días, horas, no se cuanto le quedara, pero es muy poco y quería que supiera mi opinión sobre usted.

- Pues si eso es todo lárgate y déjame morir en paz.

- Soberbio hasta el final no Albus, antes de irme te dejare hacerme una pregunta, una sola y te aseguro que te responderé con toda sinceridad.

- ¿Quien? ¿Quien eres realmente?

- Soy lo que tu creaste, soy una persona que se tuvo que ver crecer en un ambiente abusivo y poco agradable, soy una persona a la que con tus actos manipulaste e intentaste convertir en tu marioneta, pero eso fue en otra vida, en otro tiempo, por eso regrese, por eso use el poder del maestro de la muerte que conseguí en otra vida para regresar en el tiempo y parar tus planes, en otra vida fui Harold Potter y he regresado para recuperar la vida que me arrebataste y que arrebataste a tantas otras personas por tus planes.

Dumbledore nunca se hubiera esperado esas palabras, nunca hubiera imaginado ese escenario, siempre había pensado que Peverell era alguien de su pasado, pero nunca se hubiera imaginado que sería la persona a la que había querido controlar, ahora entendía como el hombre sabía tanto de sus planes y como los había detenido a él y a sus planes.

- Ahora sabes la verdad, ahora por fin comprendes que motivos me han llevado a enfrentarte, ni yo ni nadie seremos tus marionetas a partir de ahora, espero que antes de morir te arrepientas de tus actos.

Adriano salió de la sala sabiendo que el tiempo de Dumbledore se acababa, no quería que muriese sin que supiera lo que pensaba de él, sin que supiera que las cosas hubieran podido ser diferentes.

- ¿Ha terminado Lord Peverell? - pregunto el auror cuando Adriano salió de la celda.

- En realidad ahora me gustaría ver a Gellert Grindelwald, si es posible claro.

- Por aquí Lord Peverell, el prisionero Grindelwald se encuentra cerca de aquí.

Seguía siendo la zona de máxima seguridad, pero en otra zona, cuando entro en la celda vio que el antiguo rival de Dumbledore tenía algunos privilegios que otros prisioneros de aquella zona no tenían, como algunos libros y periódicos.

- Vaya, Adriano Peverell en persona, espero que no vengas a acabar conmigo como has hecho con mi viejo amigo Dumbledore o tal vez vengas a hablarme sobre mi nieta.

- Creía que no estaba al tanto de su existencia.

- Al principio no lo supe, pero tras un artículo de prensa la vi, es idéntica a la esposa de mi hermano y tras investigar un poco descubrí la verdad ¿como es ella?
- Es lista, inteligente, es una gran sacerdotisa de la fertilidad en Alemania, además tiene el titulo de gran maestra de transformaciones y encantamientos.

- Me alegro por ella, me alegra saber que mi familia ha podido prosperar sin tener el estigma de mi apellido, me hubiera encantado ver la cara de Dumbledore de haberse enterado de a quien tenía en su colegio.

Fue una conversación que no se volvería a repetir, hablaron tranquilamente como dos viejos amigos, pero en verdad eran dos personas que no se conocían, pero tenían varios asuntos que tratar entre ellos. La conversación duro más de media hora y tras eso los hombres se despidieron sabiendo que nunca más se volverían a ver.

Al cabo de varias semanas la prensa dio la noticia de la muerte en su celda de Albus Dumbledore, el hombre había fallecido según los aurores que estaban en la prisión de Numergand sin arrepentirse de sus pecados, era más, culpaba a Harold Potter de todos sus males, la gente lo veía como si el director al que una vez se había respetado tanto hubiera perdido la cabeza. Cuando los mas incondicionales aliados del viejo se enteraron cayeron en depresión e incluso algunos se suicidaron como fue el caso de Molly, la mujer esperanzada de que Dumbledore recuperara su poder y se liberara decidió entonces quitarse la vida en su celda golpeándose la cabeza lo más fuerte que pudo contra la pared de su celda. La muerte de la mujer tuvo otra repercusión, cuando Ron se entero de la muerte de su madre intento atacar tanto a Adriano, a Harold y a su hermana Ginny, ese acto le costo la expulsión del colegio y fue llevado a Azkaban por intentar atacar a un miembro destacado del Wizengamot y a dos herederos de este, eso unido a sus anteriores crímenes hicieron que su condena fuera para toda la vida.

Con eso, todos aquellos que en su vida pasada más le habían perjudicado estaban acabados, ahora Adriano podía relajarse más y preparar al joven Harold para su futuro, el muchacho aun debía fortalecerse tanto en cuerpo como en mente, pero no había prisa, era cierto que Adriano vigilaba por si alguien con viejos rencores intentaba atacar al muchacho pero entre el miedo y lo poderoso que se estaba volviendo el muchacho además de sus protectores nadie lo intentaba. A la edad de 15 años Harold alcanzo la madurez mágica, fue increíble ya que lo normal era que se alcanzara entre los 17 y los 21 años, eso hizo que el muchacho fuera introducido en otros muchos aspectos de la magia.

A los 21 años Harold se había convertido en un poderoso mago respetado y adorado por la gente, se había sacado la gran maestría en DCAO y estaba finalizando los estudios para sacarse la maestría en magia antigua, esa última era necesaria para el ritual de unión que iba a tener con Adriano. Justo en la semana que iba a tener lugar el ritual Adriano convoco a Harold, era hora de decirle la verdad sobre su identidad, la reunión iba a tener lugar en el castillo Peverell.

- Gracias por venir Harold.

- Espero que no pase nada maestro.

- Te tengo dicho que no me llames así - dijo Adriano riéndose, pero al momento se puso serio - es hora de que sepas la verdad sobre mi y de donde vengo, son pocos los que saben la verdad pero ahora estas preparado para saberlo y dado que te voy a traspasar todos mis conocimientos debes conocer la verdad.

Harold tomo asiento y Adriano procedió a contarle la historia de su identidad, de lo que le había pasado en su vida anterior y de como había sido manipulado, le dio un resumen ya que cuando se unieran tendría acceso a todos y cada uno de los recuerdos, fue una noticia impactante para Harold pero entendía perfectamente los motivos de Adriano.

El ritual tendría lugar en los terrenos del castillo Peverell, sabían que tras hacerlo Adriano desaparecería por completo dejando solo a Harold, haciendo que el joven en la plenitud de su poder se convirtiera en el gran maestro de la magia antigua, maestro de la muerte y todos los títulos que poseía Adriano. Al cabo de varias semanas todo estaba preparado y Harold había conseguido sacarse la maestría en la magia antigua, el joven estaba listo para lo que iba a tener lugar. El terreno donde tendría lugar fue donde Adriano por primera vez realizo un ritual, la magia del lugar se desprendía con fuerza haciendo que casi fuera palpable, las poderosas runas que Adriano había tallado eran raras y exclusivas, de un nivel que solo los mayores expertos en magia antigua conocían, era más, algunas de las runas también eran de origen celestial y demoníaco para que de esa manera también tuviera acceso a esos conocimientos sin ningún problema, antes de tallar esas runas había contactado con sus aliados para estar de acuerdo, tanto Lilith como Ameriel dieron su consentimiento para que se tallaran las runas, no tenían ningún problema ya que el joven Harold estaba destinado a conseguir esos poderes de una forma u otra.

- ¿Estas listo? - pregunto Adriano a Harold.

- Lo estoy, es la hora.

Harold podía sentir la magia en el ambiente, los poderes que allí se encontraban eran inmensos, los dos hombres llevaban las túnicas pertenecientes a los maestros de la magia antigua. Harold se puso en el centro, donde las runas unían su magia, Adriano se coloco en lo alto de una loma y desde allí comenzó el cántico necesario para el ritual en un idioma de tiempos antiguos, la magia se comenzó a arremolinar sobre Harold que fue lentamente entrando en su cuerpo, en ese momento la voz de Adriano fuerte y poderosa.

- Hago un llamamiento a la magia antigua, a los antecesores y los espíritus de la naturaleza, a las fuerzas de la luz y de la oscuridad, que lo que ahora son dos se conviertan en uno.

En ese momento el cuerpo de Adriano comenzó lentamente a desaparecer, como un espíritu se fue introduciendo a la vez que la magia entraba en Harold , al cabo de varios minutos el cuerpo del hombre desapareció y Harold quedo suspendido en el aire durante varios segundos justo antes de desaparecer para aparecer e una habitación y quedar tumbado en la cama descansando. La habitación estaba preparada para que el joven estuviera tranquilo y calmado antes de despertar, además, la habitación estaba en un tiempo diferente ya que mientras en ella pasaba un día en el resto del mundo pasaba una hora, de esa manera podría descansar a la perfección tanto en cuerpo como en alma.

Harold abrió los ojos, estaba en un inmenso vacío que emanaba un inmenso poder, ante él una figura fue tomando forma, una figura de enorme poder y energía.

- Saludos Harold Potter.

- Eres la muerte.

- Más bien su representación, la muerte no tiene forma, no tiene aspecto, puedo adoptarlo como esta haciendo ahora.

- ¿Estoy muerto?

- No joven Harold, llevas en tu interior el poder que tu otro yo te ha transmitido, eres el maestro y el aprendiz a la vez, el amo y el esclavo, ahora eres el maestro de la muerte y deberías saber cual es tu labor.

- Mantener el equilibrio en el multiverso, realizar las labores necesarias para que se mantenga la paz y la estabilidad en los mundos y las dimensiones.

- Bien dicho, es hora de regresar, he dejado en el lugar donde se ha celebrado el ritual el cuerpo de tu otro yo, de esa manera se le podrá dar sepultura y honrar como mandan las tradiciones.

Justo en ese momento una potente luz hizo que Harold tuviera que cerrar los ojos, al abrirlos vio que estaba en la habitación que Adriano había preparado, en un lateral flotando un báculo, la vara de la muerte que al momento se unió a él para darle la capacidad de realizar cualquier tipo de magia sin necesidad de varita, para convertirlo definitivamente en el maestro de la muerte.

El mundo mágico lloro la perdida de Adriano Peverell, también se hizo eco el mundo no mágico, las barreras entre los dos mundos se habían roto, la paz y la amistad reinaban en casi todo el planeta, al principio sectores religiosos estaban en contra pero Adriano Peverell había causado mucho bien por el mundo y la magia era respetada, se habían creado varios departamentos nuevos para la seguridad de la gente de ambos mundos y todo era tranquilo, solo en algunas de las naciones completamente mágicas y enclaves religiosos que no estaban de acuerdo con la unión de los dos mundos se había celebrado la muerte del hombre, pero fue de poca transcendencia.

El castillo Peverell estaba preparado para los actos del funeral de Adriano Peverell, serían unas cincuenta personas las que asistirían a la despedida del hombre, también un par de periodistas que se encargarían de transmitir la noticia a todo el mundo. Harold fue el primero en hablar a la gente.

- Padre, hermano, amigo, maestro, son muchos los términos con los que podría nombrar a Adriano, también son muchos los términos con los que calificar a tan gran persona, es por eso que agradezco la presencia de todos, Adriano ha influido en todos y cada uno de nosotros de formas muy distintas, pero siempre desde la sabiduría y la amabilidad, es por eso que le damos la despedida para que en su próxima aventura sea tan grande como lo ha sido en esta.

Los aplausos inundaron la zona ante las palabras de Harold, tras él muchas personas quisieron dedicar unas últimas palabras al hombre, al final Harold se encargo de prender la pira funeraria que consumiría el cuerpo del hombre, un fuego de múltiples colores incinero el cuerpo de Adriano Peverell al cabo de unos segundos.

El resto de la vida de Harold fue tranquilo y sin sobresaltos, disfrutaba de la enseñanza en Hogwarts como profesor de magia antigua, casado con Daphne Greengrass, Fleur Delacour y Susan Bones tuvo dos hijos con cada uno de las mujeres, en verdad también tenía otros amantes, ya fueran hombres y mujeres de vez en cuando disfrutaban de los placeres que proporcionaba Harold Potter Peverell Black, heredero de los fundadores, fue director de Hogwarts durante cuarenta años y guio al mundo mágico durante una era de esplendor, durante la era que su otro yo le había dejado empezada, tuvo que usar un glamour para que pareciera que envejecía y que de esa manera nadie supiera que era inmortal. Hizo creer a todo el mundo que vivió hasta los 122 años, su cuerpo al igual que el de Adriano fue incinerado de la misma forma, pero ese cuerpo era solo una cascara, el verdadero Harold viviría como espíritu por siempre, velando de las personas que lo necesitaran, viajando por ese mundo y los mundos que lo necesitaran, puede que Harold Potter hubiera muerto, pero tras esa muerte nació al hombre que se le conocería como el viajero, el arcano, el maestro, tantos adjetivos para definir a alguien que tendría múltiples vidas y múltiples objetivos. El espíritu de Harold Potter decidió abandonar ese mundo y buscar la que sería su siguiente gran aventura.

Y la historia terminada, en verdad no, aun queda un pequeño y breve epilogo, también en ese epilogo aclaro cuales van a ser las historias siguientes de la saga, se que normalmente lo pongo al final del capítulo pero esta vez lo voy a hacer en el epilogo. Quiero agradeceros a todos la paciencia que habéis tenido con la historia y siento mucho haber tardado tanto en escribir. Como siempre vuestros reviews serán bien recibidos ya sean de animo como criticas.