Bleach y sus personajes no me pertenecen, son creación de Tite kubo (al cual ya no quiero tanto T_T) yo solo tome a los personajes para hacer esta historia.

Hola! Gracias a todas (os) los que entran a leer el fic, a los que dejan review, y a los que lo ponen en fav o follow.

¡LO SIENTO! Mucho tiempo sin escribir, pero lo compensaré con este capítulo! creo que este es uno de los capítulos más largos que he escrito en todas mis historias, así que espero que valga de algo, aunque este es el FINAL de esta historia, T_T, lloren conmigo (ok no) y no sé cómo se lo van a tomar, espero no quieran matarme, pero es el final que debía tener esta historia, así es la realidad, y duele, aún lo hace, la herida que dejó el final de Bleach sangra cada día, pero espero que a pesar de la tristeza puedan tenerle un poco de cariño a la historia, a mi me encanta la idea, no sé si la plasmé bien, pero creo que si, y espero lo disfruten y sufran como yo al escribirla, lo sé, suena raro que la disfruten y sufran, pero eso que creo que todos sentirán al leerla, no quiero adelantar nada más, así que sólo agradecer a cada personita que siguió esta historia, ustedes son una de las razón de que yo siga escribiendo, y para retribuirles de alguna manera espero cumplir sus expectativas. Espero que nos escribamos en otra historia! Pero de lo contrario le deseo lo mejor! Cuídense mucho.

AVISO: este 26 de Septiembre es el Día del Ichiruki, y en facebook están anunciando que quieren hacer el TT otra vez, en la página IchiRuki イチルキ para que estén al pendiente y logremos otra vez la meta!

MÉXICO: no sé si alguna de las personas que lee mi historia es de México, pero sólo quiero decirles que lamento lo que están pasando, y espero que estén bien, y sólo enviarles fuerza para que puedan salir adelante en esta situación tan difícil! .

Frase: "quizás esto no es algo que podamos superar únicamente con amor"

CAPÍTULO 3

El cielo comenzaba tornase de un color entre azul y morado mientras el helado se derretía en mi mano. El día se estaba oscureciendo más rápido de lo que pensé. La tensión era palpable en el aire a nuestro alrededor, porque aún no quería separarme de ella.

-¿hay algún lugar al que quieras ir?-lamí el cono antes de que el líquido llegara a mi mano.

Me miró pensativa-lo hay, pero no sé si podremos entrar.

-encontraremos la manera.

Por un momento sus ojos se contrajeron, pero cambió rápidamente su expresión-entonces comamos nuestros helados y vamos.

Creo que a ambos nos dio un enfriamiento cerebral porque en menos de un minuto nuestros helados habían sido devorados.

-¿listo?-Lancé la servilleta un basurero.

-listo- entonces tiró de mi mano, arrastrándome de nuevo por las calles.

Estuve un poco confundido cuando nos detuvimos frente a las puertas de mi instituto.

-¿Qué hacemos aquí?

-quiero ir a la azotea.

-¿Qué? ¿Estás loca?

Suspiró resignada-te dije que era difícil entrar.

-pero esto es más que difícil, esto prácticamente es allanamiento de morada

Soltó mi mano y se cruzó de brazos-tienes razón, olvídalo.

Aunque ella no me lo dijo, me sentí como un completo idiota. Siempre terminaba arruinando las cosas o sus ideas, pero este día era diferente, yo haría que fuera diferente.

-espera enana-se dio vuelta hecha una furia-hay una forma de entrar, sólo sígueme.

Comencé a caminar rodeando la reja, con ella siguiéndome con pasos lentos, podía notar que aún estaba enojada por decirle enana, pero su curiosidad era mayor.

Dimos toda la vuelta al edificio, quedando a un lado de la cancha de futbol. Desde niño recordaba como los de cursos superiores venían hasta aquí para fugarse de clases. Yo nunca lo había ocupado, pero sabía que existía, así que no me sorprendí cuando, al mover un arbusto, quedó al descubierto un gran agujero en la reja metálica.

-¿esto siempre estuvo aquí? ¿Por qué no me habías dicho?

Me encogí de hombros-no encontré que fuera algo relevante de decir.

-podría haber hecho tantas cosas si lo hubiera sabido.

-¿Cómo irte en medio de una clase y perderte las lecciones? Creo que eso lo hiciste muchas veces sin necesidad de este agujero.

Rió por lo bajo-tienes razón.

Nos adentramos en el agujero, y en pocos segundo había cruzado hacia el otro lado, quedando dentro de los terrenos del instituto. Caminamos por la cancha hasta entrar por la parte trasera del edificio. Todo estaba oscuro y silencioso mientras caminábamos por los pasillos y subíamos las escaleras. La luz de la luna era lo único que iluminaba nuestro camino. La puerta de la azotea estaba abierta como siempre, y en cuanto la cruzamos el umbral, el profundo cielo azul, lleno de estrellas, nos dio la bienvenida.

-bien, ya estamos aquí

-este es el lugar perfecto -abrió su bolso y sacó dos cajas de jugos.

La miré asombrado-¿cargaste con eso todo el día?-se encogió de hombros-¿sabías que íbamos a venir aquí?

-no es que lo supiera, más bien lo esperaba-me los acercó a la cara-¿cómo se abre esto?

La imagen de ella en uniforme y con el pelo más largo, llegó a mi mente, impactándome con su intensidad ¿Cuánto tiempo había pasado de eso? ¿Cuántas experiencias habíamos vivido juntos? ¿Cuánto había cambiado yo desde ese entonces? Era demasiada información para procesarla en este momento, y creo que ella pensó lo mismo, porque ambos sonreímos.

-aún no puedo cree que no supieras como abrirlo y me preguntaras como si nada ¿no pensaste que sería extraño?-cogí una de las cajas de sus manos.

-la verdad en ese momento no me importaba mucho la opinión que se formaran de mi, ya que se suponía que mi estadía aquí sería tan corta que nadie me recordaría, mi existencia en sus vidas debía ser pasajera.

Le puse la pajilla* a la caja-aún si hubieras estado sólo un día aquí, yo no te hubiera olvidado-las palabras salieron antes de poder retenerlas. Le tendí la caja y nuestras manos se tocaron cuando la recibió, al electricidad que sentí me animó a seguir-tu existencia siempre ha sido importante para mí-quería mantener el contacto de nuestros dedos, pero ella retiró la mano.

-claro, te di poderes ¿Quién olvidaría a la persona que te hiso ser capaz de controlar una espada o volar?

Moví mis dedos hasta quitarle la otra caja-es más que eso.

Sus ojos temblaron-lo sé.

Por un momento creí que diría algo más, pero mantuvo su boca en una perfecta línea. De nuevo la había puesto tensa, eso no era bueno, quería que estuviera relajada, pero las palabras estaban atoradas en mi garganta, y a la más mínima oportunidad era como si se agolparan en mi boca, empujándose entre ellas para salir, algo así como la gente en el metro en horario punta*.

-Rukia, yo…-me detuvo el sonido de una explosión mientras el cielo se teñía de colores.

Ambos levantamos la mirada, y quedamos asombrados al ver como los fuegos artificiales explotando en el cielo.

-que hermoso-suspiró-¿sabías de esto?

Revisé en mi memoria-creo que Yuzu mencionó algo sobre un festival que se llevaría a cabo hoy.

La verdad lo había olvidado por completo, mi mente había quedado en blanco cuando vi a Rukia parada en mi puerta.

-quedémonos a verlo ¿si?

No podía negarme a algo que ella me pedía-claro, pero mejor sentémonos-me desplomé en el piso, y cuando ella iba a hacer lo mismo a mi lado, la detuve-no, siéntate aquí-cuando señalé el espacio entre mis piernas su cara se contrajo, pero sus mejillas se tiñeron de un leve rosado.

-estas demente.

Puede ser que tuviera razón, pero era una oportunidad única en la vida, así que tomé su mano y tiré un poco.

-siéntate aquí ¿si?-el cielo se tiñó de verde

Eso la desarmó. Yo no acostumbraba a pedir las cosas, así que ella sabía que cuando lo hacía era algo muy importante. Sin decir más, se dejó llevar, terminando en el lugar en que yo quería tenerla, entre mis piernas con su espalda contra mi pecho. La verdad no había reflexionado mucho acerca de esta posición, y ahora que la tenía tan cerca me sentía en extremo nervioso, pero no me echaría para atrás, si lo hacía estaba seguro de que ella me mataría por obligarla a estar en esta situación y después arrepentirme. Así que di lo mejor de mí para mantenerme relajado, y al parecer ella lo sintió porque la tensión que había estado en sus hombros, de a poco comenzaba a desaparecer. Sé que me aproveche un poco del momento cuando rodee su cintura con mis brazos, pero ni siquiera en ese momento ella se alejó de mí. Para el momento en que termino el espectáculo, ella estaba completamente recargada en mi pecho. Aun cuando el cielo volvió a quedar a oscuras, nosotros permanecimos en esa posición por varios minutos, ninguno hiso el más mínimo movimiento para irse. Si de mí dependiera, pasaría el resto de mi vida justo así.

-creo…creo que es hora de irnos-dijo despacio, como si le doliera pronuncias cada una de esas palabras.

-si, tienes razón-pero no quería soltarla.

-ya es tarde, tu familia debe estar preocupada por saber dónde estás.

Apoyé mi cabeza en su espalda por un momento, intentando reunir las fuerzas necesarias para alejarme de ella. Pero demonios, era tan difícil dejarla ir. Entonces sentí que apretaba levemente mi mano.

-me hacer daño Ichigo-sin darme cuenta la estaba sujetándola más fuerte contra mi pecho

-lo siento-mi cuerpo por fin me respondió y pude retirar mi brazos lejos de ella.

Ambos nos pusimos de pie en un tenso silencio. No sabía que decir, ni que hacer. La noche había tomado por completo el cielo, una muestra clara de que el día se había acabado ¿De verdad había llegado el momento de decir adiós?

-entonces ¿vamos?

Podía ver que ella tampoco se quería separa aún-hay un lugar al que quiero ir ¿me acompañarías?

Vi que su primera intensión era rechazar la propuesta, pero algo cambio en su interior-si tú viniste hasta aquí, lo justo es que yo vaya a donde tú quieras ir.

Su sentido de la responsabilidad salía a flote-entones vamos.

Mientras bajábamos las escaleras comencé a pensar en algún lugar al cual ir, porque cuando lo había dicho anteriormente sólo fue por decir algo, y la verdad era que mi mente estaba en blanco, todo lo que quería era una excusa para seguir a su lado.

-¿y bien? ¿A dónde vamos?

-emmm…-me tome la nuca nervioso-podríamos ir a…ya sabes

-¿de qué estás hablando?

A nuestro lado pasaba gente en kimonos, y eso me dio una idea.

-ya que vimos los fuegos artificiales deberíamos ir a ver el festival

Me miró confusa-pero ya debe de haber terminado.

-puede ser, pero siempre hacen rebajas al final.

-tacaño-se encogió de hombros- pero si eso es lo que quieres, vamos.

El festival había sido emplazado en la orillad del rio. Cuando llegamos aún quedaban algunos puestos, pero la mayoría de los dueños ya estaba desarmando sus tiendas. Dentro de los que estaba abierto pudimos atrapar peces dorados, aunque a decir verdad Rukia no pudo conseguir ninguno, yo por mi parte atrapé uno, pero lo devolví, no tenía sentido llevarlo a casa si no tenía donde dejarlo. Compramos máscaras y algodón de azúcar. Cuando el último puesto apagó sus luces, emprendimos el camino de regreso. Ambos estábamos en silencio, y parecía que ninguno tenía intención de romperlo. Sabía que el tiempo se estaba acabando, pero necesitaba mantenerala a mi lado, me estaba volviendo codicioso. Así que para retenerla más tiempo a mi lado hablé de algo que ella me había preguntado hace mucho.

-fue a las orillas de este río donde mi madre…dónde ella…fue asesinada-su cara de sorpresa fue automática

-Ichigo-un rastro de tristeza ensombreció su mirada.

-ella era la mejor madre que un niño podía pedir, y no fue justo…ella…-mi voz se quebró, quería contarle todo, quería que ella supiera del dolor que cargaba en mi espalda, quería compartir esto con ella, pero al parecer aún no estaba listo para poner toda la culpa que sentía en palabras, todo mi cuerpo temblaba al intentar mantener mis emociones bajo control, porque si no las retenía tenía el presentimiento de que me romperían en tantos pedazos, que sería imposible volver a darme forma; entonces sentí el suave toque de su mano sobre la mía, de inmediato los temblores cesaron.

-Ichigo, mi propuesta sigue en pie, este es tu problema, un problema muy profundo, del cual yo no tengo derecho a saber. No tengo un método para entrar a las profundidades de tu corazón sin ensuciarlo, así que voy a esperar. Cuando quieras hablar, cuando pienses que estás bien para hablar…habla conmigo. Hasta ese momento voy a esperar.

Ella vio a través de mí, aun no estaba listo para hablar de mi madre, y escuchar de nuevo esas palabras en este momento fue como si las escuchara por primera vez, e igual que antaño me llenaron de sentimiento de paz, era increíble lo que podía lograr sólo con unas pocas palabras, estas me habían vuelto a salvar, eran tan preciadas que las guardaría siempre conmigo.

-gracias enana.

Me sonrió de lado-no hay de que zanahoria.

Podía ver el infinito en sus ojos, las estrellas se reflejaban en ellos, el profundo violeta era como si mirara el cielo nocturno, era algo único, ella era única, y hoy la perdería para siempre.

-¿Qué es eso?-se volteó y soltó mi mano.

A la orilla del río, sobre la hierba, se veían unas pequeñas luces intermitentes.

-sólo son luciérnagas

-¿luciérnagas?-sus ojos brillaron-vamos-entonces bajó corriendo.

-despacio Rukia, o espantarás a las luciérnagas.

-ya lo sé-se acercaba sigilosamente, hasta que quedó en medio de las luces, pero de pronto todas se apagaron-¿Qué paso?-No pude evitar reírme de ella-Oye! No de burles descerebrado.

-es que…-me dolía es estómago de tanto reírme

-imbécil-tomó una piedra y me la lanzo, por suerte estaba pendiente de ella y pude esquivarla

-eso es peligroso

-entonces deja de burlarte de mí-de verdad se veía deprimida

Cuando era pequeño solía jugar por estos lugares, así que sabía perfectamente lo que debía hacer. Me acerqué a Rukia y me recosté en el pasto.

-¿Qué haces?

-ven-palmee a mi lado izquierdo, para que hiciera lo mismo que yo

-¿estás loco?

-¿quieres ver las luciérnagas?-asintió levemente-entonces has lo mismo que yo

Con movimientos lentos se acomodó a mi lado-¿y ahora?

Era una completa impaciente-solo espera

Los segundos pasaban. El olor a tierra mojada, el cielo estrellado, el sonido de la noche envolviéndonos, sentir su cuerpo a mi lado, todo eso me llenaba de una paz que no había sentido hace mucho tiempo. Entonces las luces comenzaron a brillar, al principio fueron tenues, una por allí, otra un poco más alejada, pero a medida que se sentían seguras, les luciérnagas dejaron brillar sus luces en todo su esplendo. Estábamos recostados en el pasto, rodeados de luciérnagas. Rukia me miró asombrada, sus ojos tenían un hermoso brillo plagado de asombro, y una palabra escrita en ellos.

-de nada enana.

Si me pidieran describir este momento en una palabra, sería perfecto, me sentía completo, no había nada que cambiaría, lo que sentía justo aquí y ahora, era suficiente para mí, si pudiera quedarme para siempre, vivir para siempre en este instante, no necesitaría nada más.

-Rukia-atraje su atención-si pudieras elegir un superpoder ¿cuál sería?

Mi pregunta la tomó por sorpresa, tanto como a mí, por eso no me sorprendí cuando me volteo a ver como si estuviera loco-¿Qué?

Chasqué la lengua-sólo responde enana-sabía que me lanzaría uno de sus golpes, así que estaba preparado cuando su puño impactó en mi brazo.

-no me presiones, idiota-mientras me recuperaba, siguió hablando-nunca lo había pensado, siendo una Shinigami hay muchas cosas que puedo hacer, ser invisible, volar, usar una zampakuto, kido…

-ya entendí-que me respondiera así me irritó, sabía que era una pregunta estúpida, ni siquiera entendía porque la había hecho, así que comencé a levantarme, pero ella tomó mi brazo, deteniéndome.

-¿Qué te pasa descerebrado?

Mi ceño se frunció-nada.

Por un momento creí que iba a darme otro golpe, pero en vez de eso comenzó a responder.

-si pudiera elegir un superpoder, aparte de los que ya tengo-rió-creo que me gustaría controlar las cosas con la mente, así como el profesor X.

Me parecía increíble que recordara esa película-¿también leerías la mente?

Lo pensó un momento-no, creo que hay cosas que deberían ser privadas, y los pensamientos son una de ellas, pero me encantaría estar acostada en el sillón y no tener que levantarme para buscar una bebida, o el control remoto-rió divertida, a veces era una tonta- ¿y tú?

Tenía mi respuesta lista, pero dudé de si debía decirla o no-volar, supongo.

Me miró escéptica- sé que no puedo leer las mentes, pero estoy segura de que estas mintiendo, así que dime la verdad Ichigo.

Sabía que no podía mentirle, no sé ni para que lo intentaba - la verdad es algo estúpido.

-sólo escúpelo zanahoria.

-está bien enana terca-vi su intención de asesinarme, pero no lo haría hasta que respondiera-si pudiera tener un superpoder sería el de…-tragué fuerte-sería poder detener el tiempo.

-¿detener el tiempo?-asentí-¿no viajar en el tiempo, como poder ir al futuro a al pasado, sino detenerlo?-asentí otra vez, nervioso-que superpoder más raro-esperaba que dejara ahí el tema, pero esta era Rukia, así que su siguiente pregunta no me sorprendió-¿por qué?

No sabía por dónde comenzar, así que simplemente me tiré hacia atrás en el pasto, mirando las estrellas, el color del cielo era tan profundo como sus ojos.

-si viajara en el tiempo podría ir al pasado, pero sé que nada de lo que hiciera allí cambiaría mi presente, y si viajara al futuro, vería la vida que tendría sin lo que poseo en este momento-sentí como su respiración se cortaba-así que mi única opción es detener el tiempo, no pensar en el pasado que no puedo cambiar, y evitar que se aproxime el futuro, sólo quedarme aquí, en este momento-las palabras se atoraron en mi garganta-y, por un breve momento-pero tenía que decirlas, si no, me arrepentiría toda la vida-tener la ilusión de que podría ser así para siempre.

-Ichigo-su voz sonó ahogada, pero no quería ver su cara teñida de tristeza

-si, lo sé, ¿Qué tonto verdad?

Casi podía sentir como se libraba la batalla en su interior, y quería evitar que pasara por eso, pero no podía hacer nada, porque esa era una guerra que ya tenía un claro vencedor.

-de verdad eres un tonto-se acercó y junto su frente con la mía-eres el mayor tonto de la historia de los tontos.

Cerré mis ojos-no tenías que exagerarlo tanto.

Nos quedamos así por un rato, el viento movía sus cabellos, los que me acariciaban la cara, su respiración hacía cosquillas en mi mejilla, el suelo no estaba tan cómodo como esperaba, pero ni aunque apareciera un Espada ahora me movería de aquí. Sentí que se alejaba un poco, así que abrí mis ojos, y una de mis manos se posó en su mejilla. Sus ojos violetas se agrandaron por la sorpresa, incluso yo estaba sorprendido de mí actuar, pero en este momento no me importaba nada, ni siquiera mi vergüenza. Lentamente comencé a levantarme, acercando nuestros rostros, pude sentir su aliento sobre mis labios, pero entonces ella puso su mano sobre los míos.

-no-lo dijo fue tan suave y bajo que creí que lo había imaginado-no hagas esto Ichigo.

-Rukia, necesito hacerlo-mi voz salió suplicante.

-no, no debemos-cerró sus ojos, pero no se alejó de mi.

-pero queremos.

Sus rasgos se contrajeron dolorosamente, estaba sufriendo, pero no podía hacer nada para aliviar su dolor.

-Ichigo-suspiró abriendo sus ojos, y alejó mi mano de su rostro-es hora de irnos.

La decepción se asentó en mi cuerpo. ¿Se había terminado el tiempo? ¿De verdad esto sería lo último que viviríamos juntos?

-necesito más tiempo-me senté con la espalda recta.

Ella estaba en pie-¿qué?

-me prometiste un día completo, eso quiere decir 24 horas, y no voy a aceptar menos.

La tristeza fue rápidamente reemplazada por la sorpresa, y el miedo-¿de qué estás hablando?

Me puse en pie delante de ella y me acerqué, pero sin tocarla-ven a mi casa

Los segundos pasaban, pero ninguno de los dos hiso un movimiento, por unos segundo creí que de verdad había logrado detener el tiempo, y entonces ella estalló en una gran carcajada.

-que cosas tan ridículas dices-se sostenía el estómago-por un momento casi creí que hablabas en serio, supongo que aquí es donde dices Bazzinga*.

Me molestó que desestimara mis palabras-hablo en serio Rukia, pasa la noche conmigo.

Sus ojos me escudriñaron por completo, pero no iba a encontrar ningún rastro de duda en mí.

-estas completamente loco

-puede ser, pero eso no cambia el hecho de que me prometiste un día, y tienes que cumplirlo.

-¿entiendes siquiera lo que me estas pidiendo?

Analicé mis palabras, entonces entendí lo que ella pensaba-¡no te creas cosas raras!

Sus mejillas se tiñeron de rojo, igual que las mías-¡Oye! tú fuiste el que dijo que pasara la noche contigo, eso tiene un solo significado.

-eres una pervertida

-¿qué? Tú fuiste el que dio la idea imbécil.

-yo sólo quiero dormir a tu lado-eso sonaba aún peor, podía sentir como si mi cara fuera a explotar.

Sus mejillas igualaron el color de las mías. Ahora mismo sólo quería encontrar un agujero para enterrarme. Necesitaba relajarme, así que miré hacia otro lado, rascándome la nuca.

-no tiene sentido-iba a rebatirle, pero suspiró cansada-Ichigo, sabes que después de este día, no hay más ¿Por qué seguir alargándolo? Sabes que nada va a cambiar, que pasé otra hora más o no contigo, no va a hacer que el futuro para nosotros sea diferente y cuando…

-¡Ya lo sé, Maldición!- sus palabras me estaban destrozando, así que la corte antes que dijera algo que me destruyera por completo-estoy plenamente consciente de todo eso, porque ha estado en mi mente durante cada maldito segundo que he estado hoy a tu lado, pero no por eso me dejará de doler-voltee a verla- cada vez que pienso que te irás, me duele aquí- agarré mi pecho- cada respiración que doy sabiendo que desaparecerás de mi vida es una tortura, y a veces sólo quisiera…-el nudo en mi pecho era tan grande que me quito el aliento para seguir hablando, así que deje las palabras en el aire.

Se veía muy afectada por todo lo que había dicho, pero no iba a retirarlo, aunque no lo había hecho de la mejor manera, era todo cierto, eso era lo que de verdad sentía, y si lo seguía reteniendo, me carcomería por dentro.

Tragó duro-Ichigo ¿te…te arrepientes de haberme conocido?

La miré estupefacto ¿eso creía que iba decir? Me acerque rápidamente a ella y tomé su cara entre mis manos, haciendo que nuestros ojos se encontraron. Necesitaba que pusiera atención a lo que le diría, y que nunca lo olvidara, porque no podría volver a repetirlo.

-¡jamás vuelvas a decir eso Rukia!-sus ojos me miraban expectantes- Yo nunca, jamás, me arrepentiré de haberte conocido, eres…eres todo Rukia-sus ojos se suavizaron.

Había tanto que decir, pero no podía hacerlo, no sin desnudar mis sentimientos por completo a ella, y eso es algo que no podía hacer, ella lo había dejado claro, y aunque quería gritarle todo lo que estaba en mi cabeza y corazón, no podía, me había prometido a mi mismo que hoy no haría nada que la hiciera enojarse de verdad conmigo, quería que nuestras ultimas horas juntos como personas "normales" fueran buenas para ella, que cada vez que recordara este día una sonrisa acudiera a sus labios, que no tuviera remordimientos ni se sintiera culpable de no haber podido responder a mis palabras. Pero por sobre todo quería que fuera feliz.

-Ichigo-subió sus manos posándolas sobre las mía, entonces bajó sus párpados- yo sólo quiero que seas feliz-sus palabras me sorprendieron ¿acaso podía leer la mente? La meré estupefacto pero ella cerró sus párpados, ocultando su interior- aun cuando no sea yo la persona que esté a tu lado, quiero que sonrías de corazón, quiero que disfrutes todo lo que la vida te puede ofrecerte, y la persona que puede hacer eso por ti, no soy yo.

-Rukia…

-pero si mientras estoy a tu lado hay algo que yo pueda hacer para verte feliz, lo haré.

-¿Qué quieres decir?

Tomó un gran suspiro, como si aún dudara, pero las palabras salieron de su boca sin vacilación.

-vamos a tu casa.

Mi pecho se hincho dolorosamente. Estaba feliz porque aún me quedaban unas horas con ella, pero por el mismo motivo, una gran tristeza me invadía. Sólo unas pocas horas más.

Entramos en silencio a mi casa, podríamos haberlo hecho por la ventana, pero en este día se suponía que pretendíamos ser personas normales, así que entrar despacio, evitando hacer ruido, era la forma en que los adolecentes normales lo hacían, aunque eso no evito que tropezara con la mesa del recibidor. Por unos segundos sentí que mi corazón se detenía, y ambos nos quedamos en silencio para escuchar si alguien se había despertado, pero sólo se escuchaban los ronquidos de mi padre. Subimos lentamente la escalera hasta llegar a mi cuarto. En cuanto entramos ella comenzó a inspeccionar toda la habitación.

-esto no ha cambiado nada-miraba por todos lados, hasta que llegó al armario.

Apoyó una mano sobre la puerta, como si estuviera insegura de abrirla. Cuando por fin se decidió a hacerlo, una pequeña risa se escapó de sus labios.

-¿Qué pasa?

-sé que es tonto, pero creí que seguiría igual a como lo deje, en cambio ahora ha vuelto a ser un armario de sábanas y frazadas.

-ha pasado mucho tiempo desde que te fuiste.

-si, tienes razón.

-sácalos.

-¿Qué?

-que saques la ropa.

-¡ah! Claro-comenzó a sacar las cosas, hasta que abrí las cortinas y dejé que la luz de luna iluminara todo el cuarto, incluida la pared dentro del armario.

-aunque lo intenté, nunca pude quitarlos.

En ese pequeño espacio, aún estaban los dibujos de Chappy que ella había hecho cuando estaba aburrida. Sus hombros comenzaron a temblar.

-Rukia-me acerqué despacio hasta ella, iba a voltearla, pero tenía miedo de verla.

-¿por qué?-no estaba seguro de que esa pregunta estuviera dirigida a mí, más bien parecía que estuviera hablando sola.

En ese momento dejé de pensar, sólo actué por instinto, y con mis brazos rodee su pequeño cuerpo, su espalda estaba completamente pegada a mi pecho, sentí cuando se tensó por la sorpresa, pero también fui consciente de cuando comenzó a relajarse, y sus hombros dejaron de temblar. Dios, deseaba poder sostenerla en mis brazos para siempre. Creí que se alejaría de mi, pero me había permitido sostenerla en mis brazo, ella nunca había dejado que la consolara cuando sentía dolor, y aunque quería sentirme feliz por eso, no podía, porque quería ver su rostro y descifrar sus pensamientos a través de sus violáceos ojos, pero respeté su deseo de guardar su tristeza para sí misma, así que sólo la apreté más fuerte a mi cuerpo, intentando trasmitirle un poco de consuelo.

No sé cuánto tiempo estuvimos así, y otra vez creí que se había cumplido mi deseo de tener poderes para detener el tiempo, porque así lo sentí, con ella en mis brazos no necesitaba nada más, podría quedarme así para siempre.

-creo…es tarde-su voz salió un poco ronca.

-si-no quería separarme de ella, pero sabía que estaba sobrepasando los límites

-es hora de dormir-de a poco se soltó el agarre, alejándose de mi-em…no tengo pijama.

-si no fueras tan enana podría prestarte uno de los míos

Un rápido golpe aterrizo en mi estómago, haciendo que nos separamos por completo. Está bien, me lo merecía.

-no es mi culpa que tú sufras un hiperdesarrollo, idiota.

Reí por lo bajo-¿hiperdesarrollo? Esa palabra no existe.

-si, la acabo de inventar.

Eso no tenía ningún sentido. Se hacía la enfadada, pero sabía que en el fondo estaba aguantando la risa.

-entonces… ¿cómo vamos a dormir?

La pregunta fue tan de improviso que no supe que decir. Cuando le pedí pasar la noche conmigo, la verdad no estaba pensando detenidamente, así que ahora nos enfrentábamos a una encrucijada.

-bueno-esto no sería fácil, y me tomé la nuca-sólo hay una cama.

Vi que iba a gritar, así que rápidamente cubrí su boca-mmalftisfto- mala idea, ella me mordió.

-enana endemoniada.

-no vuelves a cubrirme la boca, idiota.

-ibas a gritar, y despertarías a todo el vecindario, incluidas mis hermanas y mi padre.

-bueno, si tu no dijeras estupideces no tendría porque gritar.

-no es una estupidez, no hay más camas.

-entonces me voy de aquí.

Tomé su brazo-no

La cólera cubrió sus ojos-suéltame Ichigo.

-Rukia es sólo dormir, nada más va a pasar, sólo quédate una noche.

Vi el momento exacto en que mis palabras hicieron mella en su pared de cautela.

-estás demente-se soltó de mi agarre y caminó hasta mi cama.

Se quedó un rato mirándola, estaba indecisa, y yo también ¿Cómo habíamos llegado hasta este momento? Entonces se sacó los zapatos, fué subiendo de a poco a la cama, y acomodó su cabeza en la almohada, yo estaba en la orilla de la cama, paralizado con la visión de ella sobre mi cubrecama, entonces me miró fijamente.

-¿vas a venir o qué?-sus mejillas se encendieron al decir eso.

Mis pies parecían estar hechos de plomo, y cuando di un paso, estos me hicieron tropezar. Casi caigo al suelo, por suerte estaba la cama, aunque no estaba seguro de que caer sobre Rukia se considerara suerte, porque ahora si veía su intensos deseos de matarme.

-no, Rukia, no es lo que piensas.

La furia parecía emanar por cada poro de su piel - te doy dos segundos para salir de encima mío antes de de que te cambie de idea y te destroce a golpes.

Antes de que terminara la oración yo estaba otra vez de pie. Esta vez caminé con cuidado, y me acomodé al lado más cercano a la pared. Estaba muy quieto, no quería hacer ningún movimiento, sobre todo porque aún sentía que Rukia respiraba furiosa. A medida que se fue relajando, pude relajarme yo también.

-¿le dijiste a tu familia que vine hoy?-esa pregunta salió de la nada.

-no

-ya veo-sonó decepcionada

-no fue porque no quisiera que supieran de ti, es que si lo sabían, hubieran querido verte.

Por un momento se vio confundida, entones una sonrisa cruzó sus labios.

-Eres un idiota-de verdad lo era -¿Qué hora es?

-son la una de la madrugada

-es tarde.

-¿tienes sueño?

Dudo al responder-ha sido un día largo

-si

-creo que es mejor dormir.

-si

Tragó fuertemente y se acomodó, quedando de lado frente a mi-Buenas noches Ichigo.

La miré a los ojos, y me tragué mis palabras- Buenas noches Rukia.

Sus párpados bajaron, y comenzó a regular su respiración, a los pocos minutos sus suspiros eran suaves y relajados. Por mi parte no podía pegar un ojo. Así que me quedé despierto, esperando que pasaran los minutos.

Verla dormir a mi lado me llenaba de gran una tranquilidad, pero a la vez un dolor se propagaba por mi pecho, porque sabía que quedaban pocas horas para que se alejara de mí. Nunca más la tendría esta distancia, ni vería como su pecho subía y bajaba con cada respiración. Acerqué mi mano a su rostro, acaricie sus mejillas con el dorso de mis dedos, subí hasta su frente y con mi dedo índice recorrí su rostro, desde el inicio de cabeza, bajando por su nariz, roce sus labios, deteniéndome en su mentón. Quería que su silueta quedara grabada en mi piel, no quería olvidarla, aunque sabía que debía hacerlo. Un sentimiento tan grande se apoderaba de mi pecho, lo sentía tan lleno que necesitaba dejarlo salir.

-Rukia-susurré cerca de su rostro-yo siempre te…

-no lo digas-su voz sonó firme-no lo digas, jamás.

Por un momento me sentí confundido, pero sabía a qué se refería-¿por qué?

-si lo dices sólo harás esto más difícil-sus párpados subieron, y sus grandes orbes violetas fueron todo lo que vi-mira mis ojos y no necesitaras las palabras-me miró fijamente, y yo hice lo mismo con ella.

Tenía razón, no necesitaba palabras, porque todo lo que sentía se reflejaba en el profundo violeta. Ira, dolor, desesperanza, miedo, pero por sobre todo amor. Había tanto amor en esos ojos, que me dolía el pecho, era lo que había esperado por tanto tiempo, pero no me podía sentir completamente feliz por eso, porque este amor no podría ser posible. Estaba seguro de que mi mirada decía lo mismo, o por lo menos esperaba que lo hiciera, quería transmitirle todo en esa mirada, justo como ella lo estaba haciendo conmigo.

-¿lo ves?-asentí, juntando nuestras frentes.

-las palabras nunca fueron nuestro fuerte.

Sonrió débilmente mientras sus ojos temblaban-las palabras sólo estorban-con su delicada mano trazo los rasgos de mi cara, justo como yo había hecho con ella.

Se sentía tan bien cuando deslizaba sus dedos en mi cara, quería sentir eso por todo mi cuerpo, quería que ella recorriera cada rincón, y yo hacer lo mismo con ella, grabar nuestras caricias en la piel del otro, pero eso sería demasiado, podría hacerme adicto a esa sensación, y no sabía si al conocerla, podría vivir sin volver a sentirla.

-será mejor que duermas, mañana te espera un día largo en la sociedad de almas.

-tú también, mañana empieza tu último semestre de instituto, y después serás todo un adulto, irás a la universidad, estudiaras una carrera, encontraras un trabajo estable, y entonces conocerás a una mujer que…-entonces su voz se apago-y serás feliz-terminó en un susurro.

Dolió escuchar esas palabras, y era consciente de que a ella le dolió decirlas-hey, dijimos que este día era nuestro ¿verdad?-asintió.

Levantó sus manos, estaban un poco temblorosas, entonces las acercó a mí, agarrando un lado de mi polera. Yo pase mi brazo por su cintura, y la abracé, acercándola lo más que podía a mí. A pesar de que se resistió un poco, al final se dejó llevar. A esta distancia podía sentir su corazón retumbar sobre mi piel, el cual estaba en total sincronía con el mío, ambos latidos dolían, ambos estaban agonizando lentamente.

-cuéntame una historia-eso casi me hiso estallar en una carcajada.

-¿Qué? ¿Acaso eres una niña pequeña?

Me golpeó el estómago con un puño, para ser tan delgada tenía una fuerza impresionante.

-sólo hazlo descerebrado.

-está bien enana agresiva-intenté pensar en una historia, pero nada acudía a mi mente, hasta que recordé una historia que una vez le inventé a Yuzu cuando no podía dormir después de que murió nuestra madre, no sé si era la apropiada para el caso, pero era la única que me sabía-¿lista?

Asintió levemente-siempre.

-había una vez-ella se rió porque era una forma muy estúpida de empezar, pero a quien le importaba-un niño ciego, él nunca había podido ver, nació así. Cuando era pequeño iba al parque a jugar, pero los demás niños lo aislaban, nadie quería jugar con él si no podía ver lo que estaban haciendo.

-que crueles.

-exacto. Pero un día llegó una niña al parque, ella jugaba con él, no le importaba que no pudiera ver, si él no sabía que estaba tomando un caballo en vez de un perro, ella simplemente cambiaba la historia.

-era una chica astuta

-pero un día esta chica tuvo que mudarse, lo que hiso que inevitablemente se separaran. Eso rompió el corazón de este pequeño, pensaba que nunca podría encontrar a otra niña con quien jugar, pero entonces recordaba las palabras que ella le había dicho: "en este mundo hay mucha gente que tiene los ojos buenos, y aún así no puede ver. Tú a lo mejor no puedes ver, pero puedes sentir"

-creo que quiero conocer a esa chica.

Obviaba sus comentarios y seguía con la historia-con eso en mente siguió intentando hacer amigos, y tuvo suerte, en su colegio lo recibieron dentro de un grupo. El tiempo pasaba, y el chico siguió su vida, pero nunca pudo olvidar a esa niña. Entonces un día le pregunto a su madre si recordaba algo de ella, para su sorpresa ella comenzó a llorar. El no entendía, hasta que ella se recompuso y le dijo: "esa niña murió"

-espero que esta historia tenga una buena moraleja.

Ojalá todas las historias lo tuvieran-se madre le contó que por el tiempo que ellos empezaron a jugar, esa niña tenía un cáncer avanzado, por lo cual mantenía su cabeza rapada, y ningún niño quería jugar con ella, incluso le hacían bromas.

-malditos

-el único que no se alejó de su lado fue él, precisamente porque no podía ver. Eso rompió un poco su corazón. Le pidió más datos a su madre, y a los días logro dar con la dirección de la casa de la niña. Sus padres aún vivían allí, y se sorprendieron mucho al verlo. Él presento sus respetos en el altar, y les pidió la dirección del cementerio en donde estaba.

-que chico tan valiente.

Ya no recordaba muy bien la historia que le conté a Yuzu, así que seguí improvisando-pasados algunos días se decidió a ir hasta allí. No podía ver el lugar, pero el olor a pino era intenso, debería estar rodeado de árboles, y a medida de que se acercaba un olor intenso le llegó, se agachó y pudo sentir que estaba sobre una alfombra de flores, margaritas, rosas, y sobre todo lirios, los favoritos de ella. Él recordaba todo de ella, menos sus rasgos, nunca la había visto, ni nunca podría hacerlo, pero aún podía recordar el sonido de su voz. Estuvo mucho rato allí, conversó con ella, le contó sobre su vida, que ahora estaba estudiando en la universidad, y lo importante que ella había sido para él.

-¿ella respondió?

-él casi pudo apostar que escucho su risa a lo lejos, como cuando solían jugar. Él secó sus lágrimas, y le dijo adiós, prometiéndole que volvería a verla. Pero no pudo decirle que aún sin haberla visto nunca, ella había sido su primer y único amor.

-pero él tendría que seguir con su vida.

-Y lo hiso. Termino su carrera y encontró un gran trabajo en una empresa.

-pero ¿se volvió a enamorar?

Dudé en cómo responder, era una historia y podía darle el final que quisiera, así que decidí que por lo menos hoy alguien tendría un final feliz-si, se volvió a enamorar. Resulta que la niña tenía una amiga en el hospital, y le contó todo acerca de este chico. Y un día ellos se encontraron en la tumba. Hablaron por mucho rato, con el tiempo comenzaron una gran amistad, que no tardo en convertirse en un gran amor.

-parece el final perfecto.

-¿Por qué piensas eso?

-porque si la chica lo quería tanto, lo más probable es que quisiera que él fuera feliz, aun cuando no sea ella la persona que esté a tu lado, estoy segura que ella quería que él sonría de todo corazón, que disfrutara de todo lo que la vida le podía ofrecer, y la persona que puede hacer eso por él, no era ella.

Sus palabras me dejaron sin habla, era casi como si hubiera estado hablando de ella misma. El silencio nos envolvió, no sabía si se había quedado dormida hasta que habló-¿él será feliz con ese final?

Las palabras se presentaron claras en mi mente, y se atoraron en mi boca no, jamás podría ser feliz, porque ninguna se podría siquiera comparar a ella, pero no podría decirle eso, en este momento Rukia necesitaba creer que a pesar de no estar a su lado, él podría ser feliz, que yo podría ser feliz, necesitaba una historia que le diera esperanza para poder afrontar su propia situación, y puede que a pesar de todo el chico fuera feliz, y de igual forma tal vez mi vida no sería completamente infeliz, pero nunca nada se igualaría a esto, estar a su lado, contándole historias.

-si, será feliz.

Sonrió entre sueños-eso es bueno.

Era bueno, pero ¿Sería eso suficiente? ¿No pasaría toda mi vida buscando lo extraordinario? Puede que así fuera para las demás personas, pero esa opción ya no existiría para mí, porque una vida extraordinaria, sólo existiría al lado de Rukia.

Por unos segundos sentí la desesperación de pensar en alguna forma en mantenerla a mi lado ¿qué podía hacer? ¿Qué podía decir para que no se alejara de mi? Muchas ideas poblaban mi mente, pero todas se anulaban al chocar unas con otras, y todo lo que quedaba era una sola y simple palabras: quédate. Pero no pude pronunciarla, la forma en que se sujetaba de mi polera me dejaban claro que esto era tan difícil para ella como lo era para mí, y no quería complicarle más las cosas, nuestro futuro ya había sido decidido, y aunque me desgarrara por dentro, tenía que aceptarlo, eran demasiadas las vidas que estaban en juego, y yo no tenía el valor para sacrificarlas por mi egoísmo, así que sólo me aferré a ella de la misma forma que ella lo hacía conmigo.

Intentaba no trasmitirle la agonía que sentía, eso me lo guardaría para mi, aunque sabía que cada toque estaba cargado del miedo de despertarme por la mañana y no verla a mi lado, perdiéndola para siempre.

Su respiración se hiso profunda, al parecer mi historia había servido para calmarla, mientras la observaba mis párpados comenzaron a pesar, pero no quería caer presa del sueño, quería quedarme despierto todo lo que pudiera, porque estaba seguro que al despertar, todo habría cambiado, y ella se habría ido para siempre, así que antes de caer rendido, me levanté despacio hasta mi escritorio y saqué una caja negra, la que metí dentro del bolso de Rukia, pensé en escribirle una carta, pero no fui capaz, porque cada vez que pensaba en que escribir, terminaba plasmando mi desesperación, así que esto sería lo único que le podría dar, esperaba que lo no la hiciera enojar, y lo pudiera conservar.

Luego de cerrar su mochila, volví a mi lugar en la cama, y mientras la miraba sentía que aún me faltaban horas, tenía tantas cosas atoradas en mi garganta, pero no las diría, no podía decirlas, aunque me ahogara con ellas, y lucharan por salir en cada respiración que daba, debía guardarlas dentro de mí, si las decía, si las dejaba salir, sólo empeoraría la situación, así que me mordí la lengua, intentando regular mi respiración, hasta volver a encerrarlas en mi corazón, donde se quedaría guardadas bajo llave, allí estarían seguras, allí no destruirían a nadie, ni a mí mismo.

Antes de dejar caer mis párpados, sus palabras resonaron en mi mente: "quiero que seas feliz, aun cuando no sea yo la persona que esté a tu lado, quiero que sonrías de todo corazón, quiero que disfrutes todo lo que la vida te puede ofrecerte, y la persona que puede hacer eso por ti, no soy yo" Eso era en ambos sentidos, yo también quería que sus labios mantuvieran esa sonrisa radiante que a veces dejaba ver, esa que atravesaran sus labios, y lograba iluminar hasta los rincones más oscuros de mi alma. De verdad esperaba que ella iluminara la vida de alguien más, que no guardara todo lo que podía entregar, porque aunque ella quisiera hacerse la fría e indestructible, tenía uno de los corazones más bondadosos que había conocido, y esperaba que llegara alguien que pudiera apreciarla, aunque estaba seguro que ninguno lo haría como yo, nadie la atesoraría tanto como yo, pero esa no era una opción, no sé si alguna vez tuvimos esa posibilidad, tal vez nuestro destino siempre fue estar alejados, aunque nuestras almas estuvieran entrelazadas, tendríamos que vivir nuestras vidas separados.

Lo último que vi antes de caer en la inconsciencia del sueño fue su rostro, el cual estaba en completa paz, la cual me permitió relajarme y disfrutar de una noche sin pesadillas.

Cuando abrí los ojos, pude ver la silueta de su cuerpo a mi lado, pero al alargar mi mano para retirarle el mechón de su rostro, toqué el vacío, Rukia se había ido. El dolor en mi pecho fue intenso, un gran agujero estaba creciendo, como su me estuviera convirtiendo en un hollow, estaba cayendo en la desesperación.

-Buenos días Ichigo-detuve su ataque con un patada.

-¿No puedes despertarme de una forma normal?

-bien hecho hijo-mi padre estaba inconsciente en el piso de mi habitación

-Oni-chan el desayuno casi está listo, ve a bañarte y baja.

-claro Yuzu.

Este era un día normal, otro año escolar, el último antes de tener que elegir una carrera laboral, este era un nuevo inicio, uno en donde no estaría Rukia. Pensar en ella trajo un sentimiento amargo a mí pecho, pero entonces recordé todo lo que habíamos pasado el día anterior y no pude evitar sonreír. Era un día soleado, con una brisa fresca soplando entre los árboles. Así sería mi vida desde ahora, siempre cargaría con su recuerdo, y cada vez que pensara en ella el dolor y la felicidad se mesclarían en mi interior, pero tenía que seguir, porque sin importar lo que pasara con cada uno, la vida sigue su rumbo, ambos sabíamos eso, ella no se detendría, ni yo tampoco lo haría, porque tarde o temprano, la vida nos volvería a juntar, y para ese momento tendría que haber alcanzado la felicidad, a pesar de no estar juntos, porque si no éramos capaces de eso ¿de qué habría servido separarnos? Esa era una promesa, que a pesar de no haber dicho en voz alta, ambos teníamos presente: Seré feliz, y tú también debes serlo. Así que con ese en mente avancé, no me detuve en ningún momento, porque sabía que llegaría este día, cuando tocara mi puerta para presentarme a su familia con una cara de orgullo y superioridad, pero no ganaría, porque yo haría lo mismo.

-Hola

-Hey

Ambos sonreímos al saludarlos, y nuestra rutina de siempre comenzó. Puedo decir que aún la amo, eso nunca cambiará, pero dentro del violeta ya no veo rastros de tristeza, ella es feliz desde el fondo de su corazón, y eso me hace feliz a mí, si bien mi felicidad no es completa, puedo decir que se acerca mucho a serlo, y eso, por ahora, es suficiente.


*Pajilla: Tubo muy delgado, generalmente de plástico flexible, que sirve para beber líquidos, en especial refrescos, sorbiéndolos.

*Horario punta: periodo de tiempo, no necesariamente una hora, en el que regularmente se producen congestiones en vía pública, autopistas y transporte público.

*Bazinga: es una especie de grito de victoria que se hizo muy famoso cuando lo comenzó a usar un personaje llamado Sheldon Cooper, que podemos ver en la serie The big bang theory. Sheldon suele soltar esta palabra cuando hace alguna broma pesada y cree que su comentario ha resultado gracioso.


Natsumivat: ajaja si, me gustó también esa parte, la verdad quería incluirle muchas preguntas de ese tipo, y creo que quedaron bien, Obviamente como Ichirukista quiero que estén juntos, pero el final me hiso pensar en esta historia, y no me pude contener de compartirla, es triste pero a la vez hermosa, o por lo menos al idea lo es, y no sé si habrá quedado bien. Te entiendo completamente, eso me pasa cada que voy a publicar un capítulo, me empiezo a cuestionar todo, de si quedo bien tal parte, o quedó muy forzado, o no debía haber dicho eso y otra cosa, y termino más confundida, pero después de leerlo como 2340924582052034 vez, me digo: Decídete mujer y lo subo, aunque siempre se me pasan fallas ortográficas o se me ocurre otra frase de como haberlo escrito, pero ni modo. Es lo mejor escribir, visitar otras mentes y otros mundos es lo mejor para olvidar todo el caos reinante en el exterior, intento hacerlo siempre pero el tiempo no acompaña, aunque no es que tenga mucha vida social, sólo el trabajo y los estudios consume mi día, y flojear un poco ajajaj. Gracias y fuerza para ti también!

Inverse L. Reena: Toda la historia es como si hubiera ocurrido en la historia original, por eso duele tanto, porque sabemos cómo acabará. Tienes razón, la relación de ellos fue plasmada de una forma tan perfecta que ni aunque lo intentara podría volver a crear algo así, porque ellos son únicos! Te entiendo, yo ahora cada vez que veo alguna imagen del manga original, o promociones donde sale ellos dos me siento triste y estafada, pero los sigo amando. Muchas Gracias!

Darlina140: Hola! si, como la vida misma.

Andre: entiendo lo que dices, y sí creo que hay partes que está como muy forzado, que se acerque tanto a ella, o las cosas que le dice, puede que me haya excedido en ese ámbito, siempre creo que termino poniendo palabras en la boca de los personajes que lo más probable es que ellos nunca las hubieran pronunciado, pero como dices el deseo del escritor de plasmar el Ichiruki a veces nubla un poco la objetividad, pero eso se basa en lo que dices que estos personajes nunca se han visto en ese tipo de situaciones y por eso se salen un poco de las manos, sé que este capítulo quedó mucho mas OOC, pero debo decir que me gusto el resultado, y me hace feliz tus palabras, de que a pesar de salirme de las líneas algunas veces (muchas para ser exacta ajajaj) entre todas esas líneas en algunas si pueda plasmar la verdadera personalidad de los personajes, eso ya es un gran logro para mí y agradezco de corazón tus palabras, no me incomoda ni me hacen sentir mal lo que dijiste, porque se nota que lo haces con respeto, y cuando las criticas son así se valoran muchos! Gracias y espero que leas este último capítulo, y si bien está un poco exagerado, puedan llegar a ti los sentimientos que quise plasmar. Saludos.