Hoy es mi cumpleaños y quise volver hoy porque creo que es algo que da a entender que la intención existe. Cumplo 33.

Gracias por dedicar un momento a leer esto.

:::

:::

"... All my friends are heathens
Take it slow
Wait for them to ask you who you know
Please don't make any sudden moves
You don't know the half of the abuse …"

Heathens fragment by Twenty One Pilots

::

::

Cuando entré al vestidor, lo único que escuché fue el sonido apagado de su respiración y luego la tuya, furiosa, como cuando has estado corriendo a gran velocidad.

Y lo hacías.

Entonces, un gemido... De ella.

Jyn Eyrso.

En ese instante, todo estaba borroso, pero al mismo tiempo, era tan claro como el cristal.

Tú y ella.

Luego se escuchó el rechinido de mis tenis en la baldosa del suelo y ambos voltearon a mirarme.

Ella con la ropa floja y los pantalones en el suelo.

Tú sin ellos, dentro de ella.

Ni siquiera nos conocíamos, pero me sentí furiosa de pronto.

Tú siempre ibas por toda la Academia, completamente engreído y pagado de ti mismo, pulcro y elegante pero también presumido y cargante como el que más, mientras que ella, por lo regular completamente amigable, guardaba esa extraña sensación de que se comportaba de esa manera para proteger una identidad desconocida debajo de esa actitud, como si la verdadera Jyn Eyrso odiara a todo el mundo, pero necesitara esconderlo.

¡Y ambos estaban teniendo sexo en el vestidor, cuando perfectamente podían haber esperado a ir a un hotel en algún sitio!

Dijiste algo... Yo estaba anonadada, en parte porque nunca había estado expuesta a ver personas en desnudez total, en parte porque no buscaba entrometerme en situación alguna que no fuese de mi interés.

Sin prestar atención al gemido ahogado de terror que lanzó Jyn y al grito apremiante que lanzaste tú, salí de inmediato con los dos libros que llevaba en las manos, entre los brazos, pegados a mi pecho, como si buscara cubrirme de ustedes con ellos.

Finn estaba fuera y de inmediato se acercó a mí.

- ¿Lista?

- Totalmente – Dije, nerviosa, con los libros aún apretados contra mí.

- Rey... ¡Rey! - y Finn me tomó la cara entre las manos - Estás blanca como un pedazo de papel, ¿Qué te pasa?

- Nada. Sólo vámonos, te cuento en el camino.

- ¿Qué cosa?

En ese momento, saliste del vestidor. Finn, confundido, me miró interrogante mientras te acercabas, furiosamente, y se atravesó entre nosotros.

- ¿Qué hacías allí? ¡Si haces o dices algo, tendrás problemas, niña! - Comenzaste a amenazar. Recuerdo haber sentido una mezcla insana de disgusto y un sentimiento agradable al ver tu rostro. Me fascinaban tus facciones, el color claro de tu piel, los lunares que la salpicaban. Finn intervino sin dejarme hablar.

- ¡Oye! - Y se abalanzó contra ti de inmediato – Si piensas que Rey está sola, te equivocas, y lo que haya hecho, seguro está justificado, así que lárgate de una vez – Una sonrisa desagradable acudió a tu rostro.

- Estoy hablando con ella - Detrás de ti, Jyn se acomodaba el chaleco y se acercaba a nosotros, con una mirada desafiante que implicaba problemas.

- Ben, vámonos, no creo que diga nada.

- Nunca se sabe.

- No diré nada – Dije rápidamente dándome vuelta – No tienen nada de qué preocuparse, no era mi intención entrar allí.

- Estabas realmente violento y Jyn sólo te movió un poco. Pero no dejaste de mirarme en todo el tiempo que permanecí dentro de tu radio de visión mientras me alejaba con Finn, y casi podía adivinar que pretendías amedrentarme.

Finn me preguntó nuevamente que qué había pasado y luego de contarle con detalle, me abrazó y dijo:

- Cuenta conmigo si quieres, aunque creo que ya pasó y pueden seguir usando el vestidor si quieren. Por lo pronto, quiero presentarte a alguien para el proyecto de Ciencias Políticas - Dijo pues, restándole importancia al asunto.

- ¿Lo conozco?

- Técnicamente, sí. Es de nuestra clase y sabe mucho de política y economía. Creo que nos beneficiaríamos mucho todos si lo incluimos.

- ¿Quién es? - Dije muy interesada ya, estaba intrigada.

- Cassian.

- ¿El tipo intenso de la ropa de Indiana Jones? - Finn se rió.

- "El tipo" como tú lo llamas, está repitiendo su tesis por una situación estúpida en Asuntos Escolares que no se podía enmendar.

- Sé específico, Finn. Lo defiendes mucho y apenas si lo conoces – dije, sospechando que algo tenía que ver con la recién descubierta orientación de mi amigo.

- Cassian sabe todo lo que necesitamos para hacer una tesis que incluso pueda ser reconocida.

- ¿Y?

- Y... La realidad es que tenía un arma, defendió a una alumna de algo como lo que acabas de pasar y fue expulsado un semestre, así que perdió un año completo – dijo, dándose por vencido.

- Finn, no necesitas exagerar las cosas para que acepte, hay espacio y en algún equipo debe participar. Bienvenido sea – dije al fin – Bueno, debo irme, aún debo llegar a casa.

- ¡Lograremos hacer esta tesis, Rey! - y se alejó.

Me alisé el pantalón y saqué mi bolso del casillero. Metí los libros y al colgármelo al hombro, caminé a la salida.

Y ahí estabas.

Haciendo honor a tu apellido, no estabas con Jyn. Eras el único allí y tu mirada era fría. Me puso muy nerviosa, pero seguí caminando. Me atravesabas con los ojos obscuros.

...

- ¿Y bien? - Te atravesaste entre la salida y yo - ¿Le has dicho algo a alguien? ¿A tu amiguito obscuro? - La manera despectiva en que habías llamado a Finn, despertó una molestia en mí que no había sentido ni cuando te había visto en el vestidor con tu novia. Tiré el bolso a un lado, que sonó con estrépito a causa de las llaves de casa que llevaba dentro y sin poder contenerme, di un paso atrás controlando mi furia y comencé a hablar.

- Lo que haya dicho o no, es asunto mío - y te miré con asco – Y si aprecias tu estadía en este sitio, tal vez debieras moderar tu vocabulario. Finn es africano, no "obscuro", no "moreno", africano. Que seas un ignorante, mediocre y absurdamente neófito considerando que supuestamente eres tan educado, no te hace en absoluto mejor persona por supuesto. Y ya no hablemos de tu... - y lo miré de abajo hacia arriba – intensidad irrefrenable. Difícil de entender que no puedas esperar a llegar a un hotel. ¿Eyaculador precoz? - y me sonreí enfatizando mis palabras, pero sin quitarte la vista de encima. Lo que lamenté fue usar un padecimiento como insulto, pero dado el insulto a Finn, no pude reprimirme tampoco. Tu cara se transformó un momento y recogiendo mi bolso, me tomaste el brazo con violencia y me echaste a un lado de la entrada parándote frente a mí, sumamente cerca y tirándome el bolso a un lado.

- Podría demostrarte cuando quieras que nadie puede decir que no soy dedicado en cuanto al tiempo. Ten cuidado, niña. No te metas conmigo y no le hables a nadie de lo que viste. Si yo fuera tú, me callaría. Crees que me conoces, pero no – Y dándome la espalda, caminaste, con esa actitud tan horrendamente cargante dirigiéndote a la reluciente motocicleta de pista que conducías. Junto a ella, una recompuesta y radiante Jyn te esperaba, mirándome interrogante. Por un segundo me miró más de la cuenta entre despectiva y desafiante y se abalanzó a tus brazos, besándote profundamente ante mis ojos, como si intentara despertar algo en mí que sin duda en ese momento, estaba lejos de sentir.