Joder, después de tanto tiempo, aquí está, un nuevo capítulo de este fanfic.
Espero hayan tenido una excelente navidad y un próspero año nuevo.
Antes de empezar, quiero decirles que el español no es mi lengua materna, asi que pido disculpa de antemano por las posibles faltas de ortografía que intentaré sean las mínimas posibles.
Aclaración: No soy dueño de Naruto ni de Sekirei, tampoco de cualquier personaje de otro anime/manga/videojuego que aparezca en este fic.
ADVERTENCIA: Este capítulo contiene lemon
Capítulo 27
-¡Ya llegué!-
Naruto entró en su casa, cerrando la puerta tras de sí. Tenía la punta de la nariz roja por el frío que comenzaba a estremecer las calles. -(Espero no haberme resfriado)- Se quitó el abrigo y lo colgó en el perchero. Después, se apoyó en la pared y se quitó las zapatillas. -(Me daré una ducha rápida de agua caliente para entrar en calor, y luego me tomaré una taza de café... Sí, me gusta la idea-ttebayo)-
En eso escuchó ruido proveniente de la sala. Eran sus sekireis. Dejó su guitarra y su mochila color salmón en el suelo, cerca del perchero de pie. Atravesó el pasillo tarareando una melodía.
-¿Naruto-sama?-
Era la voz de Yomi.
-Sí. Soy yo-
El rubio entró en la sala. Todas sus Sekirei se encontraban reunidas ahí, sentadas en el sofá, sillas y cojines esparcidos sobre el suelo, formando un círculo. También había varias bolsas en el piso, y en la mesita, ropa de bebé, mucha ropa de bebé.
-Bienvenida a casa, Naruto-sama- Yomi se levantó de su asiento y lo abrazó enterrando el rostro en su pecho. Inspiró su olor, y captó un tenue aroma de lavanda mezclado con su perfume habitual. -Naruto-sama- Apartó la cara de él, y lo miró a los ojos -¿Dónde estabas? ¿Por qué te has demorado en venir?-
-Bueno, pasé un rato con Hinata-chan... hoy la vi tan deprimida, y decidí levantarle el ánimo..- Se llevó la mano a la nuca, y sonrió débilmente -Ella me hizo recordar a mi yo del pasado antes de hacer terapia-
Al ver que no había ningún atisbo de mentira en sus ojos, Yomi sólo se limitó a sonreir.
-¡Naruto-kun, mira, las chicas y yo hemos comprado ropa para el futuro bebé!- Uzume se levantó del cojín de un salto, sosteniendo en sus manos un disfraz de osito para recién nacido -Estoy segura que se verá adorable usando este disfraz~
Akeno sonrió, tapándose ligeramente la boca con la mano -Ufufu, estás más emocionada que yo-
Naruto parpadeó varias veces -¿H-habéis ido a comprar ropa de bebé?-
-Sí. Y no sólo eso- Rias señaló un rincón de la sala donde habia una caja embalada que decía "sueños dulces".
Era una cuna.
Naruto sintió una gota de sudor resbalar por su nuca -¿N-no creen que es aún muy temprano para esto?-
-Para nada- Las ocho sekirei respondieron simultáneamente.
-Este baby doll es muy mono-
-A ver, Seraphim, déjame darle una ojeada-
-Nene, Tiffania, miren este disfraz de Pikachu-
-Naruto-kun- Rossweisse se arrimó a un lado del sofá, dejando un espacio cómodo para su Ashikabi -Ven, siéntate a mi lado. Queremos enseñarte todo lo que hemos comprado-
Naruto se sobo la parte de atrás de su cuello y miro a Rossweisse -Claro... pero primero quiero tomar un baño caliente para quitarme el frío de encima-
-Ve, pero no te demores- Yomi le puso las manos en el pecho y lo empujó con suavidad -¿Quieres que te prepare un café con leche mientras te bañas?-
-Sí, te lo agradecería-
...
...
Con el agua a punto de robosar en la bañera, el rubio cerró el grifo, luego se despojó de su ropa y se metió dentro del líquido. Un suspiro de satisfacción escapó de sus labios al notar el agua acariciando su cuerpo -Joder, necesitaba esto-ttebayo- Se recostó con el agua hasta el cuello y cerró los ojos relajándose.
Los únicos sonidos en el baño era el goteo lento y rítmico del exceso de agua del grifo, las voces de sus sekirei amortiguadas por las paredes, y el sonido de su propia respiración.
Estuvo así por algo más de quince minutos.
Estaba tan a gusto, tranquilo y en paz, que casi se quedó dormido.
Unos golpes en la puerta lo sacaron de su sopor.
-Naruto-kun~
Era Akeno.
-Mierda, casi me quedo dormido- Se incorporó al instante y, antes de salir de la bañera, quitó el tapón para que se fuera vaciando. El momento de relax había terminado. Y fue sustituido por uno de excitación, porque en el mismo momento en que el agua abandonaba la tina, Akeno, casi desnuda, envuelta en una toalla, entró al baño, cerrando la puerta tras de sí.
Naruto la contempló con detenimiento, incapaz de apartar la mirada.
Akeno se amarró su largo cabello en una cola alta y, esbozó una sonrisa lenta, llena de picardía, como si supiese lo que pasó por la mente de Naruto. -¿Qué pasa, Naru-kun? ¿Algo anda mal?-
-¿Eh? No, para nada-
Akeno sonrió y se acercó a él para besarlo con la boca ligeramente abierta. Sus labios rozaron el labio superior de Naruto con suavidad, antes de recorrer su labio inferior.
Naruto sabía lo que significaba ese tipo de beso. La excitación se apoderó de él cuando alzó los brazos para aproximarse más a Akeno. Ella le tocó el pecho con suavidad y se movió a su alrededor, a su espalda, para besarle los hombros, y luego le recorrió la espina con la lengua, alrededor y por encima de su costado izquierdo.
-A-akeno-chan-
La pelinegra desató el nudo que sostenía la toalla alrededor de su cuerpo, y se puso de rodillas. Sin dejar de besarle, pasó sus brazos alrededor de su cintura, agarró su miembro con sus dos manos y comenzó a moverlo de adelante hacia atrás, cada vez con más ritmo.
Naruto no tardó mucho para ponerse duro, pero ella lo soltó. Confundidó, se giró hacia ella.
Akeno abrió sus labios carnosos y puso sus manos sobre sus muslos en una pose compuesta y sumisa, como una geisha. Pero toda su atención se centró en la boca de Akeno mientras ella movía sus labios para hablar. -Ven aquí-
Su pene que sostenía en la mano se estremeció, respondiendo con entusiasmo en su lugar. Tambaleando, Naruto dio un paso, y se detuvo a unos centímetros de las rodillas de Akeno, luego llevó el glande a su boca abierta y la miró fascinado, mientras le tocaba el labio inferior con la punta hinchada.
Con un gemido, sintió la lengua parpadeante de Akeno, rosada y rápida como un animalito codicioso. Un escalofrío de emoción recorrió su columna vertebral. Sus labios se cerraron alrededor de su pene cuando ella lamió y lo chupó con fuerza, como si tuviera hambre de él.
Naruto continuó sosteniendo el miembro erecto mientras se apoyaba con el otro brazo estirado contra un mueble del baño, abrumado por las sensaciones intoxicantes causadas por la lengua de Akeno deslizándose hacia adelante y hacia atrás en su boca.
Ella se inclinó más, y Naruto cerró los ojos y, se hundió aún más, sintiendo las vibraciones del gemido sordo de Akeno masajeando su pene. Necesitaba un estímulo más intenso en ese punto, por lo que se movió hacia delante y hacia atrás con más fuerza, sintiendo los escalofríos de placer corriendo por su columna vertebral como descargas eléctricas. A cada embate contraía las nalgas y Akeno lo complacía acercándose a él y retirándose rítmicamente, al unísono con sus estocadas, chupando más vigorosamente.
Observó su imponente miembro, recorrido por venas hinchadas, hundiéndose entre los suaves labios de Akeno.
Cuando ella extendió la mano y tocó la parte posterior de uno de sus muslos, Naruto cerró los ojos y se mordió el labio para contener un grito. Su delicada caricia que contrastaba con la fuerza con la que le chupaba le había provocado un placer tan intenso que lo llevó casi al borde del abismo.
Con un gemido desesperado, se presionó más contra su cara y, quitando su mano del mueble, agarró su cabello por la parte posterior de su cuello para guiar sus movimientos y hundirse más profundamente, hasta su garganta.
Ella se detuvo abruptamente y Naruto supo que le estaba permitiendo penetrar su boca al ritmo que quería.
Salió de su boca, y luego empujó de nuevo su pene entre sus labios, la suave cabeza rozando sus dientes. Su almizcle se mezclaba con el sabor agridulce de su propio placer y eso recubrió su lengua.
-Abre más grande-ttebayo-
Ella permitió que su mandíbula se abriera más y enhebrando los dedos en su pelo, Naruto introdujo su pene allí, embistiendo contra la parte posterior de su garganta. Ella se atragantó pero un vistazo a la cara de su ashikabi la animó y continuó aceptándolo tan lejos como pudo, tosiendo mientras él arremetía contra su rostro con fuerza y rapidez. Su cabeza se balanceaba hacia atrás, su cuerpo se mecía a medida que él follaba su boca como a un jugoso coño empapado. Su saliva lo recubrió y goteó hasta el suelo pero Akeno tenía la intención de darle a Naruto tanto placer como fuera posible, perdiéndose a sí misma en los gruñidos de él. Ella gimió y jadeó mientras su garganta vibraba alrededor de su pene. Su rostro se desencajó por el placer y su pene se tensó. Un bajo gemido surgió del pecho de Naruto y se aferró a su cabeza mientras golpeaba la parte posterior de su garganta.
-Ah, Akeno-chan-
Movió las caderas hacia delante y hacia atrás con un vigor desenfrenado y desatado, entre gemidos y gruñidos de placer.
Akeno cerró los ojos mientras sentía cómo los testículos de Naruto golpeaban su barbilla desenfrenadamente y, cómo su pene devastaba su garganta.
Naruto salió de ella casi por completo, dejando tan solo la ancha cabeza dentro de la boca, y con un fuerte empellón se hundió tanto como fue posible, haciéndola atragantar, unos segundos después se retiró lentamente, acompañado por los labios de Akeno que lo chupaban enérgicamente.
-A-akeno, v-voy a eyacular-
Ella le agarró el trasero con ambas manos y tiró de él hacia el fondo de su garganta.
Un gemido desesperado brotó de sus labios y todo su cuerpo se puso rígido, vibrando como una cuerda tensa, mientras el orgasmo lo abrumaba.
Akeno sintió el primer chorro de semen tibio en su garganta y después, en cuatro o cinco estremecimientos más, una increíble cantidad de Naruto llenó por completo su boca. Tragó gran parte de ese fluido, feliz, y cuando Naruto tembló en una de esas últimas convulsiones que tanto se parecen a una pequeña muerte, ella dejó que un poco de su precioso semen cayera sobre su cuello y entre sus grandes senos.
Se sintió victoriosa cuando vio que la cantidad era tanta.
Cuando el rubio abrió los ojos, le pareció que había pasado una eternidad. Tenía el rostro dirigido hacia el techo, y se concedió unos respiros largos y profundos, en busca de aire. Entonces Akeno giró la lengua y Naruto sintió un último espasmo mientras ella le chupaba y le lamía para limpiarlo, separandose lentamente.
Naruto dio un paso hacia atrás y ella se sentó sobre sus talones, limpiándose la esquina de la boca con el antebrazo y sintiéndose muy orgullosa de sí misma.
-Oh, dios. Eso fue increíble Akeno-chan-
Sin embargo ella fue por más.
Puso sus manos sobre sus testículos y los recorrió apretándolos con mucha suavidad, con esa falsa expectativa de que liberara hasta lo que podían haber retenido en su interior de su tibio producto. Y recorrió también su miembro, apretándolo con sus manos, desde su base hasta el final de su rosado glande.
Tuvo su recompensa.
Cuando llegó a su extremo, una última porción de líquido tibio y blanco salió y ella lo bebió orgullosa.
Naruto la irguió y la besó con fruición, saboreándose en su lengua.
Akeno se apartó luego de unos segundos, se lamió los labios y le sonrió -Me gusta tu sabor, Naru-kun-
Él se estremeció -Ha estado a punto de darme un infarto-
Akeno sonrió, le tomó la mano y se la llevó a los labios. Besó cada dedo, los lamió, uno a uno, mordisqueando, succionando. Depués de un minuto dejó de chuparle los dedos y le guiñó un ojo -Eso está bien..-
-Yo sí que te voy a dar bien-ttebayo- Naruto se apartó de ella, y se sentó en el borde de la bañera, con las piernas extendidas -Tu turno. Te haré eso que te gusta- La miró a los ojos. -Ponte sobre mis rodillas ahora-
Ella se acercó lentamente y comenzó a inclinarse sobre él, saboreando una bocanada del aroma de su piel que flotaba hacia arriba desde él. Su coño ya estaba latiendo con languidez, acumulando humedad entre sus piernas.
De repente, la agarró por la parte posterior del cuello con la mano izquierda y tiró de ella hacia abajo sobre sus rodillas con un golpe seco antes de colocar su brazo sobre la mitad de su espalda, con el codo entre sus omóplatos. Sus pezones duros se frotaron a lo largo de sus muslos. Gritó y trató de alzar la vista hacia él, pero no pudo. Su mano derecha apretó su trasero, amasando y acariciando la suave piel fría y pálida.
-Lo siento... Ehm quise decir... Recibirás seis palmadas, durante las cuales permanecerás en silencio. En caso de no estar callada, voy a seguir hasta que haya recibido mis seis palmadas silenciosas-ttebayo-
Naruto levantó su mano y Akeno contuvo su respiración.
¡Slap!
Oyó el chasquido estruendoso de su mano contra su carne mucho antes de que lo sintiera pero en su sorpresa, ella gritó a través del cuarto. Entonces, empezó el florecimiento del dolor. Un destello de furioso dolor lacerante e intenso trajo lágrimas de placer a sus ojos, y su grito dio paso a un maullido cuando el calor y el dolor destellaron en toda su nalga. Naruto no dijo nada, simplemente dejó apoyado su mano en su nalga, permitiendo que el calor de su mano y el calor de sus nalgas se mezclaran
¡Slap!
Se puso rígida y el golpe aterrizó, haciéndola chillar y cada nervio de su trasero punzó. Cuando levantó de nuevo la mano, se estabilizó, apretando todos los músculos en preparación para el asalto.
-No es lo suficientemente bueno, esclava. No he tenido una sola palmada en silencio-
¡Slap!
Fuego voló a través de sus nalgas con toda la velocidad y la intensidad de un rayo. Cada palmada era tan fuerte que trajo lágrimas a sus ojos y su piel ardió. Su coño se contrajo y convulsionó, resbaladizo por los jugos.
¡Slap!
No sabía cuánto podría soportar antes de que volviera a gritar. Sus nalgas ardían y podía sentir su resplandor ardiente. Naruto flexionó su mano mientras miraba fijamente a sus nalgas encendidas y magulladas. Unos jadeos animales procedían de ella y la necesidad perfumaba el aire alrededor de ellos. Apartó suavemente sus mejillas mientras la empujaba hacia abajo un poco más, dejando su coño al descubierto. El aire frío se precipitó contra sus labios húmedos, tan calientes e hinchados y suplicantes de atención.
-Qué es lo que tenemos aquí-ttebayo- Naruto hizo una pausa, escogiendo su dedo índice y delicadamente acariciando sus labios, recogiendo gotas de miel desde ella, pero evitando escrupulosamente su clítoris.
Akeno gimió de deseo apenas controlado. Podía oírlo chuparse el dedo hasta dejarlo limpio, cuidadosa y deliberadamente. Sus piernas temblaban contra las suyas y luchó contra el impulso de corcovearse contra él. Su dedo había sido una sensación suave y exquisita en su sexo ya palpitante. No podía pensar en nada más que en su lengua deslizándose a lo largo de sus pliegues y chasqueando sobre su clítoris una y otra vez, y gimió cuando su cuerpo se tensó de dicha ante la idea.
¡Slap!
Su mano aterrizó directamente sobre su coño y requirió de todo su control no gritar. Se aplicó a hacer silencio, el placer y el dolor burbujeando dentro de ella, llegando a ser cada vez más difíciles de separar.
¡Slap!
Una inhalación aguda y una espiración lenta. Era esto lo que ella siempre había necesitado. Un torrente de emoción la abrumó y unas lágrimas espontáneas inundaron sus ojos.
¡Slap!
Rebotó en la rodilla de Naruto por el impacto del golpe en su coño y, echó la cabeza hacia atrás contra su codo.
¡Slap!
Sus muslos se encontraban ahora mojados con jugo y su mano húmeda abofeteó con cada vez mayor intensidad a través de su carne. Emitió un grito, no de dolor o incluso placer, sino de liberación, un grito primario de renuncia al dolor.
-Tsk, Akeno... ehm.. digo esclava, esa debería haber sido la última.-
Akeno dejó caer la cabeza hacia el suelo, con gotas de sudor fluyendo por su cara ardiente y dentro de su pelo. -Perdóneme, Amo. Debe continuar con mi castigo. Acepto un golpe adicional-
Él soltó un bufido. -Una esclava tan arrogante para decirme lo que haré y no haré. ¿Piensas que vas a controlar lo que hago-ttebayo?-
-L-Lo siento, Amo-
En un frenesí, la levantó, marchó hacia la grande comoda y la dejó ahí, sus piernas sudorosas dejando marcas en la superficie pulida. Rápido como una serpiente, la inmovilizó sobre su espalda, con los brazos extendidos y sujetos fuera de su cuerpo antes de que le mordiera firmemente su pezón, torciendo la cabeza como un cachorro con un juguete masticable. Ella gritó y soltó un gruñido, la acción le envió una corriente eléctrica entre sus pezones y el clítoris que le provocó un estremecimiento en las entrañas.
Él levantó la cabeza y reclamó su boca con la suya, con una furia que hizo escapar el aliento de su cuerpo antes de que la soltara con un jadeo.
Akeno clavó aquellos hermosos ojos morados en los suyos y tragó saliva cuando él le puso las piernas sobre los hombros. Se colocó entre sus piernas e inhaló el olor de su sexo. Estaba húmeda, sus fluidos resultaban tan dulces y seductores.
Le pasó la lengua por los hinchados pliegues y ella gimió. Akeno le puso la mano en la cabeza mientras él lamía con fruición todo su sexo, hasta que colocó la boca sobre el clítoris y lo chupó.
¡Oh, sí, Naruto! ¡Sí! Lámeme ahí...-
Ella estimulaba su erección cuando le decía esas cosas, cuando le contaba cuánto le gustaba, cuando arqueaba la espalda y apretaba el sexo contra su cara. Le gustaba verla excitada y fuera de control, como en ese momento, que gemía y hablaba sin controlarse, con su coño tan mojado que su lengua resbalaba por toda la carne empapada. Cuando él succionó el clítoris al tiempo que introducía dos dedos en su interior, ella despegó las nalgas de la comoda y se apretó contra su boca con fuerza, gritando y tirándole del pelo, cabalgando contra su cara como si estuviera en un rodeo.
Pero Naruto no le permitió llegar al orgasmo, se alejó de su vagina y le agarró las nalgas, hundiendo los dedos en su carne. -Ya no aguanto, date la vuelta-
Akeno se giró de inmediato, yaciendo sobre su vientre con sus manos a los lados. Naruto se apoderó de cada nalga y las amasó. Su expresión era impasible, pero ella podía ver por el espejo que sus ojos brillaban de excitación y el rubor y sudor en sus mejillas dejaba muy claro que encontraba esto tan excitante como ella.
Sus pulgares se habían deslizado entre sus nalgas y separaban sus mejillas. El aire frío se precipitó nuevamente contra su humedad y la piel amoratada, un profundo escalofrío que solo hizo resaltar su calor. Se inclinó y olió de nuevo su excitación antes de que se inclinara más y apretara su cara en su grieta.
Sus marcas de bigotes se frotaron contra su piel tierna y chilló ante la sensación cuando su lengua se deslizó por segunda vez en sus pliegues, acariciándola profundamente. Lamiéndola hondo en su centro, sintió los temblores reveladores de que estaba a punto de explotar en una escala que nunca había experimentado antes. Su lengua era implacable, alternando entre chasquear su nudo y penetrarla muy hondo en su interior. Nadaba en el placer, sobre ella flotaban olas de calidez y necesidad y tensión.
Sus pulgares comenzaron a recorrer su jugosa hendidura de arriba hacia abajo, masajeándola, lubricándola, añadiéndose a su placer intenso y la atrajo por las nalgas más cerca de él. La presión sobre sus nalgas doloridas era intensa y una ráfaga de sangre corrió hacia su ingle. Él colocó sus dos pulgares en su ano, y los estrelló dentro.
Akeno se corrió con un grito atronador que reverberó en el espejo del baño. Su ano, ya demasiado lleno y tenso, se apretó y trató de forzar la salida de los pulgares intrusos mientras su sexo convulsionaba frenéticamente, tratando desesperadamente de aferrarse a la lengua de Naruto que le daba tanto placer. Se aferró a la comoda para mantener el equilibrio mientras su orgasmo la atravesaba, tratando de no sacudir las piernas. Tenía la piel enrojecida y sudaba mientras su cuerpo se volvía suave y flexible, con toda la tensión liberada. Rodando sobre su espalda, se sintió como si hubiera sido rehecha de suave arcilla fresca y resplandecía de alegría mientras miraba a su Ashikabi. Él la miró con cuidado.
-Ponte a cuatro patas-
Todavía aturdida, Akeno obedeció sin pensar. Se arrastró fuera de la comoda tan rápido como pudo, haciendo una mueca cuando hizo presión sobre su piel enrojecida y bajó.
Asumió la posición.
Naruto la miró, fascinado por su cuerpo y el contraste entre su piel, enrojecida y blanca. Sus senos se balanceaban bajo ella, voluptuosos y respingones. Ella se revolvió, separando sus rodillas sudorosas, y balanceándose hacia él con una mirada de "ven aquí" en sus ojos.
-Hasta ahora no entiendo como te puede gustar esto-ttebayo, pero bueno-
Con una rapidez que le atrapó con la guardia baja, le pegó en el culo magullado con fuerza, con la mano abierta y ella echó la cabeza hacia atrás emitiendo un quejido. En un instante, su mano izquierda estuvo entrelazada en su pelo.
-Pídeme permiso para recibir mi pene.-
Akeno no necesitó ningún estímulo. -Naruto, por favor Naruto, querido, por favor, ¿Puedo recibir tu pene?-
Naruto se inclinó sobre ella, con su eje rozando contra su espalda. -¿Dónde quieres mi pene, Akeno?-
-Naruto, por favor, ponlo en mí... dentro de mí.-
-¿En tu qué?-
-En mi interior ahí abajo...-
-¿En tu interior dónde? No puedo oírte, pequeña esclava-
-¡Fóllame en mi coño cachondo! Te lo ruego, por favor, Naruto... necesito que folles mi coño de puta barata. Lo necesito tanto.-
Naruto aflojó un poco su agarre en su pelo y ella sintió la suave cabeza de su pene deslizarse hacia arriba y abajo por sus pliegues. Akeno dio un pequeño grito dulce de agradecimiento. Arriba y abajo, rozando su clítoris, extrayendo gritos cada vez más guturales de ella.
-Por favor, Naruto, necesito ser llenada...-
-Esclava. Existes para complacerme. Esta exhibición egoísta es indigna-
Ella sintió su cabeza apoyada cómodamente contra su entrada, caliente al tacto contra su piel resbaladiza. Se ajustaba tan perfectamente, ceñido y acogedor y lloriqueó. No quería nada más que empujarse contra él. Su sexo palpitaba y latía, como si estuviera llevando a cabo su propio ritual mágico para atraer a Naruto y la completitud y el alivio que solo él podía proporcionar. Pero él seguía inmóvil.
-Entiende, esclava. Tu cuerpo es mío. Mío para follarlo, mío para golpearlo, mío para moldearlo en lo que yo desee-ttebayo- Con un empuje repentino, Akeno estuvo repleta. Naruto tocó fondo en una sola embestida, y como si fuera desde un lugar lejano, ella oyó ambos; el profundo quejido de él, como su propio gemido. Su coño dolía por la intrusión repentina pero sujetaba su pene.
-Eres tan apretada, tan ceñida-
Le agarró las caderas con fuerza y mantuvo su posición por lo que pareció momentos, horas, días, antes de retirarse hasta la cabeza, su glande aún manteniéndose dentro de ella y ella cantó por su retorno. Empujó de nuevo en su interior, su hinchado pene estirándola casi hasta el punto del dolor. Piel golpeó contra piel, sus bolas balanceándose contra su montículo con cada embestida.
Naruto bombeó en ella, con una mano entrelazándose más hondo en su pelo y la otra deslizándose alrededor de su parte frontal, ahuecando sus senos antes de acariciar sus pezones. Entre sus dedos, aplastó las protuberancias magulladas, extrayendo un chillido de ella. El dolor era tan agudo como afilado y resonó a través de su torso, estableciéndose en su coño luego de dar un vuelco en su estómago. Se apretó en torno a él mientras lo tomaba más profundamente, sus ojos fuertemente apretados.
-Abre tus ojos.-
Sus ojos se abrieron de golpe y gimió cuando su coño se apretó alrededor de él otra vez. Sus respiraciones se volvieron ásperas a medida que su coño onduló hacia el clímax y ella se corrió en un instante, emitiendo un grito ahogado mientras su cuerpo se ponía rígido con una liberación cegadora. Akeno se tensó y se estremeció a medida que el placer inundaba su cuerpo.
Con un gruñido, Naruto soltó su semilla en su coño tembloroso, recubriéndola con su semen, alargando su clímax con una larga y persistente calidez. Respirando pesadamente, su pene se deslizó fuera de ella y dio un suspiro. Una gota de semen se escurrió por su pierna y él le liberó las caderas.
Akeno miró de reojo hacia atrás, y vio que el pene de Naruto seguía hinchado, claramente estaba lejos de estar satisfecho.
-¿Naru?-
-Voy a saborearte de nuevo-
El ojiazul la miró por un momento. Su vello púbico estaba bien recortado, más brillante cerca de sus labios debido a su abundante flujo, y a su semen. Su sexo era una exuberante flor rosa, un color que contrastaba decadentemente con la piel clara de sus muslos. Extasiado, le abrió un poco más los labios, revelando su clítoris hinchado, y acercó su rostro. Su aroma le llenó la nariz. Emitió un gruñido grave y salvaje e inhaló profundamente.
-Este coño es mío-ttebayo-
Deslizó la lengua por el valle cremoso, sobreexcitando su clítoris. Aquel sabor penetró en su conciencia y se sintió perdido, sin importarle en absoluto la presencia de su semen. Volvió la cabeza ligeramente, arremetiendo contra su clítoris con la lengua, solo escasamente consciente de los gemidos de sorpresa de Akeno y de sus uñas arañándole el cuero cabelludo al tiempo que lo atraía hacia sí. Era almizcle y miel y sol, de un dulce delicioso, el sabor mismo del sexo. Naruto se concentró únicamente en saborearla, llenarse la boca, la garganta, todo su ser.
-Oh, Naru... Naruto-kun- Jadeó Akeno al tiempo que ejercía presión con la mano en la parte posterior de su cabeza para atraerlo a su sexo.
Naruto le sujetó las caderas y arremetió contra su clítoris sin piedad mientras succionaba con firmeza. Sintió que Akeno se ponía rígida en sus manos, y un gemido de impotencia brotó de su garganta. Naruto hundió la cabeza aún más y le lamió todo el clítoris. La tensión en sus músculos se disipó. Su gemido dio paso a un grito agudo, acallado, y a un gemido más cuando el clímax la asaltó de nuevo
El rubio se empapó de las sensaciones de Akeno con ansia: sus gritos desesperados, sus uñas recorriéndole la cabeza, su aroma, su sabor.
Akeno pegó la frente al suelo, y Naruto chupó una última vez su sexo hinchado, todo estaba en silencio.
-...-
-...-
-Quiero más, Naru-
Apenas terminó de decir eso, Naruto la volteó boca arriba, le aferró las rodillas y se las echó hacia atrás, exponiendo su vulva y su culo. Le introdujo el dedo corazón en el ano y ella gimió.
Naruto comenzó a follarle el culo con un dedo, moviéndose cada vez más rápido y con más vigor a medida que pasaba el tiempo. Ambos jadeaban. Una vez que estuvo suficientemente preparada, se lubricó con sus jugos, y presionó la gruesa punta de su polla contra la abertura, que se resistía.
-Presiona, Akeno-chan-
Ella movió las caderas, gimiendo por el dolor cuando se la metió por el ano. Naruto le colocó las manos en las caderas, manteniéndola en su sitio, y empezó a salir y a entrar en ella.
Naruto clavó sus ojos azules en su cara. Parecía estar extasiada a medida que se la metía más adentro, venciendo la resistencia de su cuerpo sin brutalidad, pero con firmeza. Con determinación. -(El mejor culo del mundo-ttebayo, al igual que Uzume y Seraphim)-
Su pelvis chocaba contra sus glúteos.
Akeno atisbó el brillo del deseo en sus ojos azules. Se la metió hasta el fondo y oyó cómo sus cuerpos chocaban
-¿Te gusta lo que te hago? ¿Verdad que sí?- Lo oyó decir con voz más ronca mientras empezaba a follársela otra vez.
-Sí- Gimió Akeno, abrumada por la sensación que le provocaba tenerlo tan adentro, abrumada por esa presión deliciosa y prohibida. Empezó a sacudir la cabeza. -Úsame, Naruto. Haz lo que quieras conmigo-
Naruto soltó un gemido desesperado y aceptó su invitación. Akeno lo observó dar rienda suelta a la lujuria, vio su lado más atávico cuando le presionó las rodillas hasta pegárselas a los pechos para poder follársela con todas sus fuerzas. La imagen hizo que le palpitara el clítoris, pero por extraño que pareciera no quería que Naruto la complaciera. Ver cómo él perdía el control era satisfactorio de por sí.
-Sí. Así, Naru- Le dijo con los labios hinchados -Fóllame con fuerza- Su espalda baja comenzó a chocar contra el suelo por sus frenéticos movimientos. Akeno clavó la vista en el techo, consumida por la lujuria.
-Mírame, Akeno-chan-
Lo miró, jadeando en busca de aire, y lo vio mover las caderas con frenesí. Gimió cuando sintió que se la metía una vez más. En ese instante, Naruto dio un respingo, le soltó una pierna y empezó a acariciarle el clítoris.
-¡Oooh!- Ella abrió mucho los ojos al sentir sus caricias. Contrajo los músculos del ano, arrancándole un gruñido a Naruto.
-Dímelo-ttebayo-
-Te quiero- Jadeó en las garras de un orgasmo arrollador.
Naruto gimió y empezó a estremecerse de placer. -Siempre- Añadió entre dientes, follándosela mientras se corría.
-¡Naruto!-
El susodicho se derrumbó sobre ella y comenzó a besarle el cuello y el lóbulo de la oreja. Ella se abrazó a él y cruzó sus piernas alrededor de la cintura, uniéndolas por sus tobillos.
-Creo que ya es suficiente por hoy, Akeno-chan- Naruto dejó de besarla en el cuello y le dio una hilera de besos a lo largo de la barbilla -Yomi y las demás me están esperando en la sala-
-Tranquilo, podemos quedarnos un rato más aquí, ellas saben que estás conmigo... Hoy es mi turno para estar a solas contigo- Akeno le dio un pequeño beso en la nariz y le sonrió -Quiero disfrutar de esta paz y tranquilidad mientras pueda-
Naruto apoyó la frente contra la de ella y depositó un beso lento sobre sus labios -De acuerdo-
Estuvieron besándose largos minutos, explorándose con los labios y la lengua en silencio hasta que Naruto se apartó -Hey... Estos últimos días me he estado preguntando cómo vamos a tener sexo cuando el embarazo esté más avanzado- Naruto le acarició el vientre plano, donde el bebé todavía no había manifestado su presencia. Pero en algún lugar de su interior crecía su hijo -Nos gusta el sexo duro, y yo no quiero correr el más mínimo riesgo con nuestro hijo-
-Bueno, si tanto te preocupa, cuando llegue el momento, sólo tendremos sexo anal- Akeno apretó su recto, ejerciendo presión sobre el pene de Naruto. -¿Qué te parece?-
-Me parece bien-ttebayo-
Akeno le dio un último beso en la nariz y desenvolvió sus piernas de su cintura -Antes de bañarnos quiero hacer una cosa más. Ve a sentarte en el borde de la bañera-
Naruto salió de ella, e hizo lo que le pidió su sekirei.
Akeno se puso a cuatro patas, mientras sentía como el semen de Naruto escurría de su vagina y esfínter, y se colocó entre sus piernas.
El rubio enarcó una ceja -¿Vas a hacerme otra felación?-
-Ufufu, más o menos- Akeno levantó sus hermosos senos, y los dejó caer sobre la pelvis de Naruto con un golpe húmedo y carnoso, capturando su pene entre sus pechos.
-Ah, A-akeno..-
-Ara ara, lo siento Naru, ¿te dolió?- Akeno se agarró los costados de los senos con las palmas, y apretó, presionando deliciosamente el pene de Naruto -Hoy me has hecho sentir muy bien, así que como recompensa te haré una rusa, luego te voy a enjabonar todo el cuerpo usando mis senos-
Apenas terminó de decir eso, Akeno empezó a hacerle una paja rusa a Naruto, moviendo simultáneamente sus cremosos globos de carne de arriba hacia abajo.
...
...
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Una hora después
-Nos costó un poco encontrar una tienda de bebés, pero al final lo conseguimos e hicimos unas cuantas compras-
-Unas cuantas compras..- Naruto miró inexpresivamente a sus Sekirei -El bebé tendrá al menos diez años antes de que necesite nada más-
Además de la cuna, había un enorme moisés con su pequeño colchón (Naruto no se explicaba cómo no lo había notado antes) más un cambíador. Desde donde estaba sentado vio que al lado de la cuna embalada había un montón de paquetes de ropa de bebé, pañales, ropa de cama y peluches
-Está todo hecho en madera de cerezo- Nene pasó la mano por el borde de la caja embalada -Y cuando sea lo suficiente mayor para dormir en cama, tienen una a juego con todo esto. A Akeno le gusta ¿Y a ti?-
-Eh... no sé qué decir-
-Hey...- Uzume se acercó a Naruto y se sentó en su regazo, rodeándole el cuello con un brazo -Nos dijiste que ibas a poner el dormitorio del futuro niño en una de las habitaciones vacías cerca a la tuya. No sería un cuarto muy completo sin muebles-
Tiffania empujó el moisés que empezó a balancearse de un lado a otro y Naruto y Akeno no pudieron dejar de sonreír mientras imaginaban al bebé quedándose dormido con el suave movimiento.
-Cuando termine el juego de Minaka..- Rias se acercó a Naruto con una mirada seria en su rostro, sus ojos verdes azulados parecían brillar. -Quiero que me dejes embarazada... Quiero tener un hijo tuyo-
El silencio que se hizo entonces fue tan abrumador, que Naruto tragó -¿Q-qué?-
Tiffania dejó de balancear el moisés y se paró al lado de Rias -Y-yo también-
Unos segundos después, Yomi y Nene se unieron a ellas.
En este punto, Naruto estaba pálido.
Al ver que Uzume, Rossweisse y Seraphim no se unían a ellas, Yomi levantó una ceja. -¿Ustedes no quieren tener un hijo de Naruto?-
-Sí quiero, pero por ahora no- Uzume dejó caer su cabeza sobre el hombro de Naruto -Voy a esperar dos o tres años antes de dar ese gran paso-
-Igual yo- Murmuró Seraphim con las mejillas rojas.
Yomi asintió en silencio y miró a Rossweisse -¿Y tu?-
Rossweisse estaba tan roja que incluso salía vapor de su cabeza -Y-yo no lo s-sé-
-Esto te ayudará a saber lo que quieres- Uzume apareció de golpe al lado de Rossweisse, con una botella de licor en la mano.
La peliplata no tuvo tiempo ni de reaccionar. Uzume le metió en la boca el cuello de la botella y tragó licor ruidosamente.
-¡Uzume!-
-¿Se puede saber qué estás haciendo?-
-Tranquilos chicos- Uzume apartó la botella de la boca de Rossweisse y se alejó de ella -Yo sólo estoy ayudando, miren-
Todos los presentes centraron sus ojos en Rossweisse, y vieron que estaba roja como una manzana.
Estaba borracha.
-N-naaa...ru..to- Rossweisse se arrimó más a él -Yo...- Se llevó las manos a la camisa, y se la arrancó de un tirón. Los botones volaron por todas direcciones -¡Yo también quiero tener un hijo tuyo!-
-¡E-espera, Ross-chan!-
-Ara ara, pero que atrevida eres, Rossweisse-
-Jeje, lo sabía. Ella es más sincera cuando esta borracha-
En eso, la televisión de la sala se encendió sola, captando la atención de todos.
-¿Pero qué..?-
En la pantalla apareció la imagen de Minaka -Hola queridos Ashikabis, quería avisarles que la quinta y última etapa del plan Sekirei empezará dentro de dos semanas en la isla Kamikura- La isla apareció en primer plano por unos segundos, pero luego Minaka regresó -Naruto Namikaze, Hinata Hyūga, Itachi Uchiha, Minato Sahashi, Kaoru Seo y Hayato Mikogami... manténganse preparados... el mundo de los dioses ya casi está aquí-
...
...
Han pasado meses desde la ultima vez que escribí y siento que mi escritura ha empeorado, pido disculpas por eso.
Sekireis de Naruto
1)#56 Yomi (Senran Kagura) Altura 160cm/ busto 95cm/ cintura 58cm/ caderas 90cm
2)#10 Uzume (Sekirei) Altura 163cm/ busto 95cm/ cintura 57cm/ caderas 90cm
3)#33 Rias Gremory (High School DxD) Altura 172cm/ busto 99cm/ cintura 58cm/ caderas 90cm
4)#36 Seraphim (Koreha Zombie Desuka) Altura 173cm/ busto 100cm/ cintura 62cm/ caderas 98cm
5)#99 Tiffania Westwood (Zero No Tsukaima) Altura 160cm/ busto 105cm/ cintura 59/ caderas 89cm
6)#42 Akeno Himejima (High School DxD) Altura 168cm/ busto 102cm/ cintura 60cm/ caderas 89cm
7)#21 Naegleria Nebiros (Koreha Zombie Desuka) Altura ¿?/ busto ¿?/ cintura ¿?/ caderas ¿?
8)#32 Rossweisse (High School DxD) Altura 173cm/ busto 96cm/ cintura 61cm/ caderas 89cm
Sekireis de Itachi
1)#23 Chris (Koreha Zombie Desuka) Altura ¿?/ busto ¿?/ cintura ¿?/ caderas ¿?
2)#80 Ukyou (Senran Kagura) Altura 158cm/ busto 83cm/ cintura 55cm/ caderas 82cm
3)#81 Sakyou (Senran Kagura) Altura 158 cm/ busto 82cm/ cintura 55cm/ caderas 83cm
4)#60 Hyōki (Senran Kagura) Altura 150 cm/ busto 89/ cintura 56cm/ caderas 85cm
5)#97 Marie Rose (Dead or Alive Altura 147 cm/ busto 74/ cintura 56cm/ caderas 78cm
6)#47 Sayo hitsugi (Triage X) Altura 170 cm/ busto 94/ cintura 58cm/ caderas 84cm
7) ¿?